sábado, 20 de octubre de 2007

HACIA UNA POLITICA COMUNICACIONAL



Introducción: En Costa Rica, el domingo 7 de octubre del presente año, se ha llevado a cabo un referendo para decidir acerca de si se aprueba o no un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América . Como resultado de pésimas estrategias de información los costarricenses nos encontramos divididos en dos bandos al día de hoy irreconciliables, toda vez que han primado los ceñimientos y las emociones por encima de la lógica y las razones.

En razón de que en mi condición ( en aquel entonces de Director del Departamento de Servicios Parlamentarios) propuse a la Asamblea Legislativa de mi país formular una Política de Comunicación Social al igual que existe en el campo de la Planificación Nacional  políticas en las áreas de Salud, Agricultura, Comercio, Transportes y demás sectores ,estimo que debo hacer público el documento que aun duerme el “sueño de los justos” porque en algo puede contribuir a reestablecer condiciones de solidaridad en el nuevo contexto geopolítico en que nos movemos.

Aunque han pasado diecisiete años desde esa propuesta, las condiciones de carencia de solidaridad y metas comunes que deben distinguir a la sociedad de un país parecen cada vez mas lejanas y es necesario establecer nuevos “paradigmas” para romper esa cristalización social.

Debido a que este documento fuera levantado en una herramienta ya desplazada por el tiempo (Word Perfect) algunas particularidades de su formato ( a la usanza de la época) se conservan. El documento lleva como fecha octubre de 1994 . Y este que se publica ahora es un resumen. J.P.







HACIA UNA POLITICA COMUNICACIONAL

En el mes de marzo de 1996 se llevaron a cabo en Costa Rica simultáneamente -pero por supuesto separados- eventos de reflexión y toma de posiciones de parte de los miembros del Colegio de Periodistas (los trabajadores) y de los miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (los propietarios).
Las empresas de información no son diferentes a otras empresas, ya que concurren en esa “comunidad de trabajo”: el capital, los dirigentes o empresarios y los trabajadores de diversa naturaleza, entre ellos, los periodistas, su columna profesional vertebral.
Lo que hace diferente a trabajadores y empresarios no es el producto de su esfuerzo, (una mercancía sujeta, como todas, a las leyes del mercado), sino las consideraciones éticas sobre este, de parte de unos y de otros -y por supuesto- de los consumidores o clientes, no siempre conscientes del problema.
De frente al fenómeno de la producción de noticias ha habido siempre criterios encontrados, que despojados de sus vestiduras pueden singularizarse en dos posiciones que no necesariamente deben ser antagónicas, pero si -ciertamente- objeto de atención preferente y a sus consecuencias macrosociales.
Ahora bien, esa atención preferente, en tratándose de regulaciones, esto es de políticas, siempre es tema difícil de abordar, sobre todo ahora en que el mundo marcha hacia la globalización y esta, por definición intrínseca debe ser -se nos dice- autoregulada por las leyes del mercado.
Conviene recordar que en unos países privó, sin competencia, las leyes de la regulación estatal total; en otros las leyes del mercado sin limitaciones y en otros -pocos por cierto- un concepto que sin ser un híbrido parece estar lejos de los extremos y por ello el concepto teórico político “economía social de mercado” puede servir de marco conceptual para reflexionar sobre si es necesario o no regular la industria de la comunicación, y para este ejercicio de pensamiento son útiles algunas reflexiones previas.
Este trabajo consta de dos partes: en la primera se plantean lineamientos globales sobre el fenómeno de la comunicación social y en la segunda, se presenta una aproximación pragmática que puede servir de pauta a la Asamblea Legislativa en sus funciones de relación con el resto de la sociedad.


I - ¿SE NECESITA UNA POLITICA DE COMUNICACION?

De previo a definir si Costa Rica requiere o no una política nacional de comunicación social, es necesario plantearse varias preguntas.


A. INTERROGANTES BÁSICAS
¿Que es una política de comunicación social?
1. En el área de Comunicación Social, a grandes rasgos, una política es un conjunto de prescripciones -tanto positivas como negativas- de comportamiento social. La política puede aplicarse en varios niveles en un país: a nivel nacional, a nivel de las instituciones, a nivel de los sectores de la Sociedad Civil, a nivel de las empresas informativas y a nivel de los profesionales que están involucrados en los procesos de comunicación.
2. Adicionalmente, a tales políticas -e independientemente de su alcance- la comunicación, sus procesos y sus productores, la legislación de los países a veces es expresa y lo suficientemente explícita en su intención de regular el comportamiento de los medios, el alcance de los contenidos y la función que deben cumplir la radio, la prensa, la televisión y los flujos de “en formación electrónica” en la sociedad, pero otra -como en el caso costarricense- se ha concretado a señalar algunas prohibiciones o limitaciones (Ley de Prensa, Ley del Colegio de Periodistas, y regulaciones de artículos públicos).
3. Según la naturaleza de los enfoques ideológicos de cada uno de los Estados, se dan tres casos: a) se ha normado la comunicación globalmente al considerarse que es un fenómeno social que afecta a todos los sectores de la población y que constituye parte vital del proceso de la organización social; b) otros Estados se han limitado a legislar sobre las instituciones que operan en la sociedad delimitando sus atribuciones, salvaguardando el honor de las personas, los intereses públicos, la seguridad del Estado, y c) otros Estados circunscriben su acción a la normación de los comportamientos de los profesionales, individualmente o como integrantes de grupos colegiados que ejercen la función de redactores o productores de mensajes, mediante la formulación de proporciones deontológicas para profesionales.
4. La tradición, la vigencia de determinados principios, la ideología, las tesis de los partidos políticos, se han encargado de elaborar, igualmente, un conjunto de normas no escritas y de aspiraciones que pese a su valor y peso heurístico específico pueden o no, permear intereses de grupos.
5. Por lo tanto no obstante que el espectro mundial es amplio en naturaleza de comunicación social, se suele distinguir países que se enmarcan en tres grupos definidos: en uno (en franco proceso de deterioro y rectificación) predomina la imposición del Estado; en otro la esfera privada pone -por entero- las reglas del juego (aunque últimamente han surgido fuertes preocupaciones y tímida legislación por la transmisión irrestricta de “antivalores”) y en el tercero, se ha llegado a un consenso de equilibrio para salvaguardar un derecho consustancial al género humano: el derecho a la información y mas recientemente -dadas las repercusiones de los hechos comunicacionales - resguardar también el derecho complementario a la comunicación.
CONCLUSIÓN: En Costa Rica, pese a los innegables avances en diversos sectores que norman la vida societaria en las áreas política, cultural, social, económica y espiritual, aun no se ha llegado a un consenso de equilibrio para garantizar el balance informativo como el substrato común que evita las asimetrías. Y aún no hay consenso acerca de la necesidad de formulación de una política nacional, en el área de la comunicación social; aunque si existen normativas legales en los sectores de salud, seguridad social, educación, transportes, cultura, justicia y otras áreas sustantivas en que se formulan política indicativas sectoriales.
¿Qué es la comunicación?
La comunicación, desde el punto de vista sociológico y político significa poner en común, compartir; relacionar un emisor activo y un receptor también activo, con existencia de retroacciones de parte del segundo que modifica, a su vez, el comportamiento del primero en el seno de la sociedad.
La comunicación así entendida se distancia de la información la cual distingue únicamente un emisor activo y un receptor pasivo. La comunicación enriquece la información mediante el diálogo, lo que implica la institucionalización de corrientes pluridimensionales en el ámbito social, con retroacciones múltiples, generadoras de democracia y desarrollo reales, en que las facetas mas destacadas de la comunicación son las siguientes:
1. La comunicación es base esencial de todo proceso de socialización y, de diversas formas ha estado presente desde los primeros orígenes del entendimiento entre los congéneres humanos. Sus avances han marcado el ritmo de los adelantos a nivel mundial, de manera que actualmente, es indispensable en el desarrollo de los campos económico, social, político, tecnológico, cultural y espiritual.
2. El hombre que se define como un ser social por naturaleza, dado que aislado es un ser indigente, requiere de la comunicación para convivir con otros satisfaciendo sus necesidades. Esta juega, entonces un rol primordial para que el hombre satisfaga sus necesidades, compartiendo experiencias y aprendiendo, para avanzar, por imitación.
3. La convivencia humana es cultura (que significa con-saber o saber en común) y para convivir la comunicación es indispensable por lo que, el hombre, en su necesidad de comunicarse -de decir lo que siente, de preguntar lo que no sabe- aprendió a hablar y el lenguaje ha permitido la comunicación, sobrepasando así otras formas más rudimentarias de hacerlo.
4. La información que conlleva el proceso comunicacional contribuye directamente a la propagación de conocimientos y a la formación de los seres humanos, por tal razón, modernamente se la ubica como una libertad irrenunciable que se concreta en el derecho positivo como libertad a la emisión, a la expresión, a la recepción de información - y más recientemente aún- al derecho a la comunicación.
5. La comunicación social es el proceso que permite intercambiar estados subjetivos (ideas, sentimientos, creencias, aspiraciones) así como estados del conocimiento objetivo, mediante el diálogo o “puesta en común” por lo que es un camino de dos o más vías.
CONCLUSIÓN: La comunicación constituye entonces la base esencial de todo proceso de sociabilidad, y es un fenómeno universal cuyos elementos no pueden verse aisladamente, sino que forman parte de un mismo conjunto global, con lo que se constituye en el quehacer individual y colectivo de las transferencias e intercambios de ideas, hechos y datos. Por las razones señaladas hoy día se afirma taxativamente que sin comunicación la sociedad no sería pensable, por lo que la homologación de los términos tiene plena validez desde el punto de vista sociológico y político. Siendo pues, tan importante la comunicación social: ¿debe dejarse en manos del Estado su regulación, o debe dejársela en manos privadas; o bien, existen fórmulas de consenso...?
¿Qué es comunicación de masas?
La comunicación ha evolucionado desde las formas más simples hasta otras que, por el uso de tecnología cada vez más sofisticada, el ser humano ha logrado para extender, diversificar y amplificar la transmisión de información. Al igual que en las sociedades del pasado la comunicación ha constituido el mecanismo para transmitir ideas, valores, normas y costumbres; en la actualidad la comunicación es la base sobre la cual se transfiere el conocimiento que permite el progreso y el desarrollo. Estas características se sintetizan en cuatro aspectos:
1. Al inicio el lenguaje juega un papel fundamental que luego se refuerza con la adopción de la escritura a la que posteriormente se une la imprenta que representa un avance fundamental hacia la comunicación de masas.
2. El apoyo financiero proporcionado por la publicidad crea una nueva dinámica a los medios de comunicación y a la aplicación para fines comunicacionales del ferrocarril y la aviación; la electricidad, el telégrafo, el teléfono, el cine, la radio, la televisión, los satélites establece nuevos derroteros para facilitar el trasvasamiento de información.
3. Con la adopción de nuevas técnicas y la utilización tanto de “tecnología de punta” como de técnicas psicológicas persuasivas, la comunicación entra directamente en la era industrial de la comunicación, provocando el fenómeno del consumismo masivo.
4. Actualmente los progresos en la informática aumentan la cantidad de información disponible para quienes tienen acceso a las tecnologías modernas de acaparamiento, sistematización y recuperación de información de toda naturaleza.

CONCLUSIÓN: La unión de la información recopilada electrónicamente y la concentración de los medios de comunicación de masas plantean a la sociedad post-moderna un problema de concentración de poder ante el cual los Estados han asumido posiciones políticas muy polares: desde el acaparamiento de información y derecho de comunicación en manos del Estado únicamente, hasta la aparición de fórmulas de tenencia de ambos recursos en manos privadas exclusivamente. Sin embargo, en este campo el fenómeno planteado por la televisión por cable y satélite y por las redes tipo INTERNET han puesto de manifiesto dos situaciones no previstas: por una parte lo “volátil” del concepto “Soberanía del Estado” y la total impunidad de empresarios dedicados a la venta de pornografía electrónica (“hot-line”) a niveles internacionales y nacionales. Esta última situación ha comenzado a resquebrajar el sacrosanto principio de “no intervención estatal” en países gobernados por las leyes del mercado.
¿Es necesaria la ética en la comunicación?
La comunicación de masas tiene como características que el receptor es colectivo, disperso, heterogéneo y anónimo, lo que plantea algunos problemas de carácter ético:
1. Para que se de la comunicación de masas es necesario apoyarse en un canal o medio de carácter técnico y la discrecionalidad en su utilización conlleva problemas de carácter ético para quienes elaboran los mensajes, los patrocinadores, los propietarios, los trabajadores de tales medios.
2. Las masas son formaciones informes, inespecíficas, multitudinarias que viven en cada instante lo que este es: sin esfuerzo de perfección ni aspiración; sustituyendo su libre decisión por medio de la adopción de patrones externos de conducta que le son inducidos -entre otros- por los medios masivos de información.
3. Esta situación hace nacer al hombre “hombre-(mujer)-masa” que es un ser conducido, enajenado, en el cual se desvirtúa el sentido de diálogo (o puesta en común) que debe ser implícito a toda comunicación.
4. El problema ético que plantea la macificación de la comunicación y su consecuencia inmediata: el ser masificado también llamado “consumidor” o “cliente” es un hecho innegable que ha obligado a los Estados y a los organismos supranacionales a pronunciarse sobre el peligro que significa el control de la información y la concentración en pocas manos de los medios de comunicación de masas (sean estos Estado o empresas), para el caso lo mismo.
5. El control de la información y la concentración de los medios de comunicación de masas facilita la manipulación de los contenidos que son emitidos unidireccionalmente, a tal grado que por el impacto que provocan se les ha denominado “ingenieros del alma”. Quienes manipulan los medios de comunicación de masas logran un dominio del ser humano al cual tocan en su totalidad: razón, corazón e instintos. La manipulación es visible por la reiteración en el uso de mensajes cuyos efectos se dosifican de tal manera que el éxito está en su repetición constante (para que no se olviden) pero en un grado tal que no saturen (para evitar su rechazo).
6. Para los efectos de la macificación los medios en manos del Estado suelen recurrir a la propaganda y los que están en manos privadas a la publicidad; pero en ambos casos, el efecto masificador es el mismo.
7. A raíz del resquebrajamiento de los sistemas totalitarios europeos, las instituciones a cargo del control de la información y la utilización de los medios de comunicación de masas (anteriormente en manos exclusivas del Estado) comienzan a modificar su situación jurídica, para dar paso a la iniciativa privada, que reclama compartir esos derechos.
8. A su vez el fenómeno de la liberalización global de la economía provoca el aumento de procesos de concentración, tanto de la información como de la tenencia de los medios de comunicación de masas, en razón del uso intensivo de alta tecnología de elevado costo.


CONCLUSIÓN: Los procesos de fortalecimiento de la democratización y apertura de espacios de mayor libertad no pueden ser ajenos a esta situación y aunque el concepto comunicación de masas es inadecuado por cuanto lo que cabe aplicar es el término “información masificante”, el problema no es de carácter semántico sino fundamentalmente político y en países como Costa Rica surge la pregunta: ¿Es necesario legislar para establecer políticas indicativas globales de comunicación social, para garantizar que la apertura de nuevos espacios sociales sean generadores de libertad y desarrollo con solidaridad social en un marco orientado hacia el Bien Común que no es el bien del Estado, pero tampoco el de la empresa privada? Si bien es cierto los procesos de investigación de las repercusiones de la comunicación en las masas plantean que no necesariamente la información proveniente de los medios es la que les moldea en su totalidad aún no está demostrado que así no sea y subsiste la duda y -por lo tanto- la obligación ética para propietarios y trabajadores en la elaboración de los mensajes. Y también mayor la obligación del Estado de velar porque tales presupuestos éticos se cumplan.
PRECISIONES TECNICO POLITICAS
1. La Comunicación (no solo la información, con la cual suele confundírsela) no tiene un valor per-se. Su importancia aplicada a la relación en el seno de la sociedad radica en que es instrumento vinculante entre las personas, entre sí, entre estas y los grupos; inter-grupos y “in crescendo”: entre todas las organizaciones y cuerpos intermedios de la Sociedad Civil y también entre la Sociedad Civil y las instituciones de la Sociedad Política.
2. Los procesos de desarrollo (sea que se refieran al nivel global o al sectorial) requieren una utilización racional de los recursos existentes en la sociedad para lograr alcanzar metas cuantitativas y cualitativas. Como parte de estos recursos se encuentran los instrumentos de información de masas o medios de prensa (incorrectamente llamados medios de comunicación masiva).
3. La compleficacion de la sociedad ha llevado a crear “extensiones” de la comunicación interpersonal para facilitar la relación entre todos los actores de convivencia social. Estas extensiones de la capacidad de comunicación escrita, verbal, visual y electrónica, dan origen a las fórmulas modernas de la prensa escrita, la radio y la televisión (por diversos medios técnicos) y la transmisión de datos por redes electrónicas; pero cuando tales instrumentos sociales son manejados por grupos con intereses propios o contrapuestos a otros grupos dentro de la Sociedad Civil, nace la necesidad de crear políticas comunicacionales por parte de la Sociedad Política, que es la llamada a velar por la Sociedad global.
4. Aquí el aspecto técnico adquiere una dimensión política por cuanto compete al Estado definir en conjunto con los regulados las condiciones para la operación de los medios de información; velar porque sean utilizados no solo vertical sino horizontalmente para facilitar la sociabilidad, la solidaridad y la convivencia humana que preserva la Sociedad Civil; así como a servir la función de gerente y garante de su uso en beneficio del Bien Común.
5. En la formulación de una política nacional de comunicación, con criterio integral, el uso de los medios en poder del gobierno, debe regularse para que se encuentren -en verdad- al servicio del Estado. Asimismo el uso de los medios informativos que se encuentren en manos privadas deben estar al servicio del desarrollo nacional.
6. Este balance informativo es difícil de obtener por dos tentaciones: en el sector de la Sociedad Política se confunden los instrumentos informativos oficiales con los altavoces de un gobierno en particular y se rompe la razón de la justificación del medio; en el sector de la Sociedad Civil también se confunden los intereses crematísticos de los propietarios de esos medios con las necesidades globales de la sociedad.
7. En ambos extremos la creación de opinión publica en razón de los “públicos cautivos” que atraen estos medios informativos, se condiciona en función de las llamadas técnicas de la subinformación, mala información, distorsión de la información aplicables a los medios privados) o bien por la demagogia y el sectarismo (criterios usualmente aplicables a los medios estatales); y es que en ambos casos e independientemente de los calificativos utilizados para tales distorsiones, el fin social de la información se rompe.
8. En algunos países se ha optado por una fuerte reglamentación de todo lo que está relacionado con la utilización pública de medios de información escrita, radial o televisual. En otros países se ha optado porque la responsabilidad social se adquiere en el ejercicio del uso de esos instrumentos. En ambos casos los resultados son muy dispares porque el Estado cuando no practica la planificación participativa (que si legitima sus decisiones) tiende a ser autoritario e impone criterios unidireccionales y en el caso opuesto, la insensibilidad de los sectores privados al lucrar con el negocio de las noticias, confunde sus intereses propios con los de la totalidad.
CONCLUSIÓN: El equilibrio en el denominado “flujo de la información” es un factor de no fácil obtención en cualquier sociedad, dada la tentación del poder, sea que este se concentre en el Estado o en manos privadas. Por lo anterior la normación política para un país como Costa Rica, habituado al diálogo y al consenso, debiera contemplar la puesta en marcha de un proceso que lleve al diálogo a delegados de sectores representativos de:
a) La sociedad civil (entes y organizaciones profesionales, culturales, laborales, educacionales, comunales, cívicas, espirituales),
b) especialistas en diversas aplicaciones de la comunicación social (periodistas, relacionistas públicos, publicistas, mercadotecnólogos , relacionistas humanos, relacionistas internacionales, sociólogos y politólogos),
c) propietarios de los medios de información social,
d) representantes de la Sociedad Política: Poder Legislativo, Defensoría de los Habitantes, Poder Ejecutivo, Poder Judicial (Sala Constitucional) y Tribunal Supremo de Elecciones.
Una política de Comunicación Social apta (que no debe confundirse groseramente con restricciones o censuras) para acompañar la necesidad de un desarrollo armónico fundamentado en los más altos ideales del humanismo, que caracteriza el final del presente siglo, requiere tener como metas los ideales preconizados en documentos que reflejan consensos humanistas. Los consensos pueden abstenerse de estas vertientes teórico-doctrinarias.
CARTAS DE DERECHOS HUMANOS:
Una breve revisión de tales Cartas Fundamentales permite conocer esa normativa internacional que, por las épocas en que fueron promulgadas, no reflejan fielmente la dimensión actual del fenómeno de la Comunicación Social en la era post-moderna, pero al menos subraya una incipiente preocupación:
1. Declaración Universal de los Derechos Humanos (aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948): “Artículo 19. Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, y de difundirlas, sin limitaciones de fronteras, por cualquier medio de expresión.”
2. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 16 de diciembre de 1966): “Artículo 19. Inciso 2). Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. Inciso 3). El ejercicio del derecho previsto en este artículo entraña intereses y responsabilidades especiales. Por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas restricciones que deberán, sin embargo, estar expresamente fijadas por la ley para: a) Asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás; b) La protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas.”
3. Declaración Americana de Derechos del Hombre (aprobada en la IX Conferencia Interamericana, Bogotá 30 de marzo al 2 de mayo de 1948: “Artículo 4. Toda persona tiene derecho a la libertad de investigación, de opinión y de expresión y difusión del pensamiento por cualquier medio.”
4. Conferencia Europea para la Protección de los Derechos del Hombre y Libertades Fundamentales (firmada en Roma el 4 de noviembre de 1950): Artículo 10. 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho incluye la libertad de opinión y la libertad de recibir o de comunicar informaciones o ideas sin la injerencia de recibir o de comunica informaciones o ideas sin la injerencia de las autoridades públicas y sin limitación de fronteras. Este artículo no impedirá a los Estados someter a las empresas de radiodifusión, de cinematografía o de televisión a un régimen de autorizaciones. 2. El ejercicio de estas libertades entraña deberes y responsabilidades, y, por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas formalidades, condiciones, restricciones, o sanciones fijadas por la ley, y que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, la integridad territorial, la seguridad pública, la defensa del orden y la prevención del delito, o para proteger la salud o la moral, la reputación o los derechos de otros, impedir la divulgación de informaciones confidenciales o para garantizar la autoridad y la imparcialidad del Poder Judicial.”
5. Convención Americana sobre Protección de los Derechos del Hombre (Pacto de San José de Costa Rica, del 22 de noviembre de 1969): “Artículo 13.1 Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. 2. El ejercicio del derecho previsto en el inciso precedente no puede estar sujeto a previa censura, sino a responsabilidad ulteriores, las que deben estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar: a) El respeto a los derechos o a la reputación de los demás, o b) la protección de la seguridad nacional, el orden publico o la salud o la moral publica. 3. No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radio electrónicas o de enseres o aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios encaminados a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones”.
PLANTEAMIENTOS DE INTERNACIONALES POLITICAS:
Si bien es cierto la globalización ha traído aparejado el fenómeno de la “homogeneización ideológica”, al menos para los puristas doctrinarios las citas pueden ser tranquilizantes. La literatura política que recoge planteamientos ideológicos provenientes de internacionales políticas, o de los institutos de formación ideológica adscritos a su línea profusa en lo tocante al tema. Como ejemplo se ofrecen pronunciamientos representativos, bajo el cobijo del pensamiento de estas agrupaciones mundiales, con las cuales están relacionados los partidos políticos costarricenses:

Internacional Demócrata Cristiana
(Pronunciamiento emanado del Tercer Congreso Internacional celebrado en Roma, Italia el 10 y el 18 de diciembre de 1975):
1. “Una sociedad debe ser objetivamente informada y para ello, debe conocer la naturaleza de los medios de comunicación social. La extrema importancia de la información y la libertad de expresión, la libertad de prensa y en especial de la prensa política, deberán ser garantizados. Es fundamental impedir la formación de monopolios y hacer públicas las participaciones financieras. En una democracia participativa, los poderes públicos deberán informar a la comunidad de sus actuaciones en forma regular y completa. Es también necesario en regímenes de monopolio público o de libertad de transmisión, que la radio y la televisión estén bajo el control pluralista de la sociedad para garantizar que las informaciones sean objetivas y expresen las distintas opiniones ciudadanas
2. Aún con las dificultades y limitaciones del estatuto que rige actualmente la lógica y la gestión de los grandes medios de comunicación social, no renunciamos a la posibilidad de que los responsables de ese formidable poder se unan voluntariamente a la empresa de la revolución en liberta. Esos medios constituyen instrumentos, los más poderosos y eficaces, para la creación de la cultura de la nueva civilización, cuando y en la medida en que su enorme poder de “socialización” (en el sentido psicosocial de la expresión), se oriente, con cierto nivel de armonía, hacia ese fin, propósito que no siempre reportará en el corto plazo los dividendos desde el punto de vista materialmente crematística, pero que constituyen, en el mediano y largo plazo, uno de los mejores “negocios” que pueden hacer los pueblos.
3. Los medios de comunicación social no son solamente factores directos de cambio sino también agentes movilizadores de otros agentes y de otras fuerzas sociales que podrán, sin duda, cooperar en la gran empresa de toda la humanidad”.

Internacional Socialista
Criterio vertido por ILET (Instituto Latinoamericano de Estudios Transnacionales, con sede en México D.F.), patrocinado por la Fundación Friedrich Ebert.
1. “En América Latina, la dificultad mayor para encontrar una comunicación capaz de promover el desarrollo nacional, la participación social y la democracia se encuentra en la inexistencia de una propuesta alternativa de organización de la comunicación que sea sólida desde el punto de vista político y viable económicamente.
2. La hegemonía teórica y práctica del sistema mercantil afirmada en la equivalencia entre libertad de expresión y libertad de empresa, ha sido innegable. Sin embargo, las reiteradas transgresiones a los “sacrosantos principios” por parte de los mismos que aparentan sostenerlos, ha hecho perder credibilidad al sistema en su conjunto.
3. (...) Una propuesta alternativa que asegura de mejor manera el tal derecho la visualizamos en torno al desarrollo de la capacidad nacional de comunicar.
4. (...) El concepto de capacidad nacional no debe confundirse con el de capacidad estatal. Si bien en toda sociedad existe el derecho y el deber del Estado a informar, esto es solo una parte del proceso comunicativo; la sociedad civil también debe participar activamente y, en consecuencia, la capacidad estatal debe entenderse solo como parte de la capacidad nacional.
5. En cualquier sociedad en donde la capacidad de comunicar esté concentrada en manos del Estado, esto significa un empobrecimiento del proceso en su conjunto y, por lo tanto, una capacidad nacional disminuida. El desarrollo de esta requiere por tanto un diálogo entre distintos emisores y no un monólogo, cualquiera sea el que detente el poder comunicativo.
6. En ese sentido, la capacidad nacional se debe diferenciar del enorme poder de emisión concentrado en una o pocas empresas o en uno o pocos lugares del territorio de cada país; así el grado de concentración y descentralización de la comunicación se convierte también en un indicador importante de su desarrollo.
7. Los monopolios privados y el centralismo excesivo constituyen amenazas similares al control estatal en materia de desarrollo de la capacidad de comunicar. (...) La afirmación nacional, la democratización y la descentralización son componentes fundamentales de cualquier política que busque desarrollar la capacidad nacional de comunicar.”

Internacional Liberal
(Criterio vertido por el Dr. Edward Plowan, Director del Instituto Internacional de Comunicaciones con sede en Londres, ante el Seminario Internacional “Comunicaciones para la Paz” celebrado en San José, Costa Rica los días 2-4 de julio de 1979, bajo el patrocinio de la Fundación, Friedrich Naumann:
1. “Como sucede en otros campos, los asuntos referentes a comunicaciones que previamente eran tratados en términos técnicos, se deben contemplar ahora en un contexto social, económico y cultural más amplio.
2. Una política nacional de comunicaciones requiere como base una evaluación de las necesidades individuales, gremiales y de la comunidad nacional, de tal forma que se puedan percibir los problemas y retos concernientes al desarrollo futuro de la sociedad. comunicaciones e informaciones deben ser vistas como recursos de la sociedad, y así debe ser organizadas para el beneficio de todos los grupos sociales, con especial atención a los sectores marginados y menos favorecidos de la población.
3. Todos los tipos de información presentes en la sociedad deben estar relacionados con los sistemas de comunicación que esta sociedad posea o requiera. La política sobre comunicaciones debe estar íntimamente relacionada y coordinada con las políticas de todos los demás sectores, tales como cultura, educación, salud y agricultura.
4. Para lograr una política sobre comunicaciones, los países necesitan diseñar y adoptar una estructura adecuada para la elaboración de políticas. Especialmente debe existir una adecuada coordinación entre el sector de las comunicaciones y otros sectores, como prerequisito esencial para la formación de una política nacional adecuada”.

Internacional Comunista
Aunque en la práctica no funciona y se encuentra en un proceso de reorganización total, sus planteamientos deben ser ahora: de corte “socialista, humanista y democrático”, según fuera aprobado en el XXVII Congreso efectuado a mediados de julio de 1990. Un documento representativo de ese nuevo matiz es la obra “Perestroika” de Mijail Gorbachow que dice respecto a la “transparencia informativa” :
1. “La nueva atmósfera, se manifiesta más vivamente, quizá en el glasnot (transparencia informativa). Queremos más apertura en los asuntos públicos en cada esfera de la vida. La gente debe saber qué es bueno y también qué es malo, para poder multiplicar lo bueno y combatir lo malo. Así es como deben de ser las cosas en el socialismo.
2. Es importante estar informado de todo lo que es positivo y constructivo, para utilizarlo, para ponerlo en posesión de todo el pueblo, de todo el Partido, para que los retoños de esas nuevas actitudes puedan ser usadas en la perestroika (renovación del sistema).
3. La gente se está liberando de su anterior apatía y comienza a involucrarse totalmente en la vida pública. Y eso encuentra varias formas de expresión. algunos dicen càusticos discursos en las reuniones, otros organizan reuniones políticas o manifestaciones en las calles. En general, el proceso democrático no impide la posibilidad de tales actividades de origen popular. Ya hemos recorrido algo de camino desde las épocas en que tales cosas causaban temor en los funcionarios y provocaban prohibiciones administrativas.
4. Todavía no tenemos suficiente ética para el debate, algunas veces, el que está hablando en el estrado es interrumpido por alguien sentado ahí mismo y algunas personas en sus artículos tienen la tendencia a ajustar viejas cuentas con otros o endilgarles etiquetas ofensivas. Pero hay una comprensión, que crece firmemente, de que la democracia es incompatible con la excesiva regimentación burocrática de la vida social.
5. Por supuesto, ninguna sociedad que se respete a sí misma puede permitir la anarquía, el valetodo o el caos. Nosotros tampoco. La democracia también implica ley y orden y el estricto cumplimiento de la ley por las autoridades y las organizaciones, tanto como por los ciudadanos.”

CONSTITUCIÓN POLÍTICA
La Constitución Política Costarricense que refleja los criterios de una época (y en este campo de una situación muy particular) pero deja a la legislación posterior las regulaciones pertinentes estable:
“Artículo 29: Todos pueden comunicar sus pensamientos de palabra o por escrito, y publicarlos sin previa censura; pero serán responsable de los abusos que cometan en el ejercicio de este derecho, en los casos y del modo que la ley establezca.
“Artículo 30: Se garantiza el libre acceso a los departamentos administrativos con propósitos de información sobre asuntos de interés público. Quedan a salvo los secretos de Estado”.
Pronunciamiento político-partidistas
Los partidos políticos con una ideología definida en el país, han confeccionado -entre otros- documentos que reflejan sus posiciones frente al fenómeno de la comunicación social:

1. Partido Liberación Nacional
Congreso Ideológico: (Criterio vertido en el Congreso Ideológico, Francisco J. Orlich, San José, 1981): “El ejercicio de la libertad de prensa ha variado sustancialmente a través de los años. Han desaparecido las empresas periodísticas individuales o familiares, para ser sustituidos por grandes sociedades anónimas. La libertad de expresión se ha convertido cada vez más en una libertad de empresa. No hay posibilidades para que el ciudadano medio y muchos grupos sociales y regionales tengan acceso a los medios de comunicación.
En otros países esa situación ha provocado distintos procedimientos para solucionarla, que van desde la expropiación o el cierre, hasta la instalación de medios de comunicación, propiedad de los gobiernos. Dichas soluciones no se conforman con las tradiciones y espíritu democrático de los costarricenses ni del PLN. Consideraciones de lo que debe hacerse:
1. fomentar el establecimiento de nuevos medios de comunicación, escritos, orales y audiovisuales, en manos de cooperativas o de otras formas de asociativas de auto-gestiòn, formados por profesionales del periodismo, la comunicación y profesiones conexas. Dicha política debe ser parte de la expansión de las organizaciones cooperativas, para lograr una vigorosa y creciente libertad de expresión y de prensa, cada vez más amplia y general.
2. Estimular el desarrollo de medios de comunicación a nivel comunal, regional y sectorial, a fin de pluralizar el sistema existente, facilitando el acceso a los medios de comunicación colectiva, de grupos sociales que hasta el momento no han logrado contar con ellos.
3. Enmarcar los medios de comunicación de la radio y la televisión,, de acuerdo con la disposición constitucional del Estado, dentro de un ordenamiento jurídico actualizado que los coloque al servicio de un mejor desarrollo cultural costarricense”.

2. Partido Unidad Social Cristiana
Carta Ideológica: (Criterio vertido en el documento “Principios Doctrinarios”, editado el 4 de octubre de 1985) “El Partido se compromete con la plena realización de los derechos del hombre, consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, irrenunciables e inalienables. Al tomar las libertades pública en su sentido más profundo, más humano, las concibe transformadas en derecho de la persona humana y no como simples enunciados permisivos. Estas son:
...b Libertad de expresar sus opiniones: comprende las diversas modalidades licitas y las técnicas de la moderna comunicación social...El Partido sostiene que las convenciones y declaraciones de carácter internacional no crean los derechos humanos, sino que los reconocen y los confirman”.

3. Partido Fuerza Democrática
Congreso Ideológico: (Criterio vertido en el XVI Congreso Nacional, celebrado del 15 al 19 de setiembre de 1988 San José, pag. 14): En la democracia popular todos los ciudadanos y, en especial, las organizaciones populares, tendrán pleno disfrute del derecho a expresar su pensamiento. Para ello, los medios de comunicación de masas (periódicos, radioemisoras y televisoras) dejarán de ser propiedad de grandes capitalistas y se convertirán en propiedad social. La libertad de expresión será para todos, no para unos pocos; será un derecho, no un negocio.
El gobierno popular garantizará el derecho de todos los políticos, organizaciones populares, asociaciones culturales y otras agrupaciones e instituciones a editar y circular periódicos libremente”.

PLANTEAMIENTOS REGIONALES :
En esfuerzo de los pronunciamientos y criterios emanados directamente de las internacionales políticas y de los partidos que profesan sus ideologías, también a nivel centroamericano se encuentran planteamientos que coinciden en la necesidad de que las políticas nacionales para la comunicación tengan un fin social y no para beneficio del Estado o de los sectores privados.
De entre tales planteamientos los más representativos son los siguientes:

1. Pensamiento Social Cristiano:
“Sin comunicación dialogal no existe sociedad plenamente humana. La verdadera comunicación dialògica educa en un proceso participativo y es portadora de valores que facilitan el paso hacia la Democracia Participativa Plena; genera círculos crecientes de libertad con responsabilidad social y fraternidad humana. Por eso la información no es un sustituto de la comunicación. Se debe trabajar con mucha imaginación, no solo en la creación de medios de comunicación sino en el establecimiento de sistemas de comunicación comunitarios”. (Criterio vertido en las Jornadas de Reflexión Temática de Partidos Demócratas Cristianos y Social Cristianos de Centroamérica en San José, 27-31 de mayo de 1992 patrocinado por ODCA/INCEP y la Fundación Konrad Adenauer).
2. Pensamiento Social Demócrata:
“La formulación y ejecución de una política nacional de comunicación debe corresponder con carácter exclusivo al Estado en su calidad de mandatario de la colectividad nacional. En muchos países, está consagrada en leyes y reglamentos que no han pasado de ser planteamientos de alcances meramente retóricos. Se trata, ahora, de conferir a tales normas una vigencia plena, real y concreta y de aplicar en cada país los métodos prácticos aconsejados por la comunicación social para que tal política sea una realidad a corto plazo. La Comisión Nacional deberá integrarse con:
...Representantes del gobierno en los ramos más estrechamente vinculados a las actividades de la comunicación y a sus efectos sociales.
...Representantes de organizaciones profesionales, laborales, culturales, y de otras entidades e instituciones sociales o pertinentes.
...Representantes del sector privado con intereses vinculados a las actividades de la comunicación, bajo el criterio básico de que se acepte el principio de que la comunicación social tiene carácter de servicio público y que ella debe, por tanto, responder a las necesidades e intereses de las mayorías nacionales.
Se trata de concebir a la comunicación en todos sus niveles de funcionamiento, como un aspecto del proceso productivo general de la sociedad. Hay que considerar, al respecto, que la comunicación colectiva no es una suerte de proceso “natural” y “universal”, ajeno a la dinámica global del proceso productivo, sino, por el contrario, una dimensión constitutiva de ese proceso, cuyo análisis debe estar integrado al estudio económico-polìtico del funcionamiento social.
Por la iniciativa del gobierno la Comisión Nacional de política de la comunicación, o un organismo similar, deberá coordinarse con la junta de ministros de planificación, para realizar, en principio, un estudio científico de la estructura y funcionamiento del sistema de comunicación del país, así como un inventario analítico de las diferentes políticas implícitas o explícitas, implantadas hasta el momento por los diversos sectores vinculados a la comunicación social. Sobre la base de tales estudios la Comisión o el organismo similar deberá proponer:
...Un proyecto general que ensamble y armonice tales políticas particulares y que sea sometido a consideración del mecanismo legislativo nacional para la elaboración de una ley general de comunicación, amparada, a su vez, en preceptos constitucionales específicos sobre la materia.
...Inclusión de políticos de comunicación en el conjunto de planes de desarrollo nacionales y regionales”. (Criterio vertido en el Seminario Latinoamericano sobre Políticas Nacionales de Comunicación, en CEDAL, bajo el patrocinio de la Fundación Friedrich Ebert, San José, 13 al 19 de junio de 1975)

CONCLUSIÓN:
Los tratados internacionales los documentos de inspiración universalista, las tesis filosóficas, los enunciados ideológicos y los planteamientos políticos y programáticos sobre el derecho a la información y a la comunicación son -en mucho- coincidentes. Su aplicación práctica, sin embargo, depende de otros criterios. Sin entrar a juzgar -por el momento- los criterios que prevalecen para no crear una política nacional de comunicación democrática y consensual, pese a las coincidencias teóricas señaladas, parece útil, sin embargo conocer que ha sucedido en este campo en las últimas dos décadas.
La carencia de una política de comunicación plantea -a su vez- problemas en los flujos informativos; por ello la UNESCO, decidió en su XVIII Conferencia Mundial, -en medio de un fuerte empuje latinoamericano- establecer una comisión internacional para que estudiara a profundidad el problema de la información y la comunicación a nivel internacional y en el seno de las sociedades, sus repercusiones y las políticas nacionales de los diferentes estados de cara a este fenómeno social interno y externo. Esta comisión fue presidida por Sean Mac Bride de Irlanda, y el informe que rindió lleva su nombre.

C. EL INFORME MAC BRIDE.
La UNESCO, luego de prolongados debates estableció en 1978 una comisión internacional para estudiar el fenómeno de la Comunicación Social.
La Comisión fue integrada por técnicos y políticos de muy diversas ideologías, recibió centenares de comunicaciones de expertos mundiales, se hizo asesorar por docenas de ellos y consultó el criterio de cientos de organismos relacionados con la comunicación, la información y el periodismo tanto a niveles estatales como privados de todos los continentes.
El mandato de UNESCO: El mandato recibido por la comisión le obligaba a pronunciarse sobre estos temas:
1. El poder de quienes controlan y dirigen la comunicación
2. La influencia de la comunicación sobre las hipótesis sociales y, por consiguiente, sobre la acción social.
3. Las desigualdades entre los diferentes grupos o clases en el seno de cada sociedad.
4. La dominación debida a la colonización o, por lo menos, a las ventajas derivadas de un proceso de desarrollo más rápido y más precoz.
Además debía prever mecanismos para solventar problemas derivados de tales extremos, para recomendar la adopción de políticas capaces de resolver -mediante esas medidas globales- cada una de ellas como salida frente al problema específico:
a) La difusión del poder a través de una aplicación del acceso y la participación en la comunicación cuando se utiliza como instrumento de educación y de socialización.
b) La reducción de las desigualdades mediante la democratización.
c) La abolición de los vestigios de la dominación a medida que una auténtica liberación nacional se va convirtiendo en una realidad.
El informe de la Comisión fue publicado en varios idiomas y su texto que abarca más de quinientas páginas en la edición española, contiene una prolija revisión de todos los problemas inherentes a la comunicación social.
Este documento creó gran controversia dado que propuso la creación de un “Nuevo Orden Informativo” lo que tenía grandes repercusiones internacionales y en el interior de cada país, dado que la guerra fría de los años 70 se acompañó, en el campo de la información y de la comunicación, de un gran debate sobre el fenómeno de las comunicaciones sociales, pero se centró lamentablemente en las luchas hegemónicas entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Los años 80 en que el informe Mac Bride sale a la luz pública fueron también de gran enfrentamiento y polarización internacional, de ahí que las recomendaciones aplicables en los niveles nacionales quedaron prácticamente testimonio de una preocupación válida por resolver un problema.
Es conveniente señalar algunos de los planteamientos de los muchos que incluye el documento referido. Por ejemplo, el Secretario de la ONU visualiza así el problema al que se abocó la Comisión:
“...Los medios de información pueden contribuir a que se respete en todas partes a la persona humana y sus múltiples diferencias y a que las aspiraciones comunes de todos los pueblos prevalezca sobre los egoísmos nacionales; pueden también facilitar el establecimiento de un diálogo permanente entre las comunidades, entre las culturas y los individuos para promover la igualdad de oportunidades y la reciprocidad de los intercambios. Ello supone en primer lugar, que la información sea libre en todas las esferas. Pero esa libertad, y nunca dejaremos de insistir en ello, no puede ser efectiva sino en la medida en que se convierte en una realidad para todos”.
Después de un intenso trabajo de cuatro años la Comisión dejó constancia de la “perentoria necesidad” de abocarse a resolver muchos de los problemas que aquejan el orden comunicativo nacional e internacional. Para lo que interesa específicamente se destacan tres problemas y las recomendaciones respectivas:
1.- Problema: Eliminación de los obstáculos: Por sus inmensas posibilidades de influir en el espíritu y en el comportamiento de los individuos, la comunicación puede ser un medio vigoroso de promover la democratización de la sociedad y de ampliar la participación de los ciudadanos en la adopción de las decisiones. Esto depende de las estructuras, de las prácticas y de la gestión de los medios de comunicación social, así como de la medida en la cual faciliten un más amplio acceso a la comunicación, al abrirla a un intercambio libre de ideas, de informaciones y de experiencia entre interlocutores situados en un plano de igualdad, sin predominio alguno ni discriminaciones.
SOLUCIONES:
Las necesidades de una sociedad democrática en materia de comunicación deberían quedar satisfechas mediante la formulación de derechos específicos tales como el derecho a ser informado, el derecho a informar, el derecho a la protección de la vida privada y el derecho a participar en la comunicación pública, los cuales encajan en ese nuevo concepto que es el derecho de comunicar. En vísperas de los que cabría calificar de una nueva era en la materia de derechos sociales, todas las implicaciones del derecho de comunicar deberían ser objeto de un minucioso estudio.
Todos los países deberían adoptar medidas encaminadas a ampliar las fuentes de información que necesitan los ciudadanos en su vida cotidiana. Procede emprender un examen minucioso de las leyes y reglamentos vigentes, para reducir las limitaciones, las cláusulas secretas y las restricciones de diversos tipos en las prácticas de información.
Se debería abolir la censura o el control arbitrario de la información. En los sectores en los cuales estén justificadas unas restricciones razonables, estas deberían quedar definidas en una ley, su aplicación debería estar sometida al control judicial y debería ceñirse a los principios formulados en la carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos, y en los demás instrumentos que adopte la comunidad de naciones.
Los obstáculos y las restricciones que se derivan de la concentración de la propiedad de los órganos de información, independientemente de que sea pública o privada, o de influencias comerciales sobre la prensa, la radio y la televisión o bien de la publicidad privada u oficial, merece un estudio especial. Se debería proceder a un examen crítico del problema de las condiciones financieras que se imponen a los órganos de información y de las medidas adoptadas para reforzar la independencia de la redacción

Se deberían tomar medidas jurídicas eficaces para:
i.- Limitar la concentración y la monopolización;
ii.- conseguir de las empresas transnacionales que acaten los criterios y condiciones específicas definidos en la legislación y en la política de desarrollo nacional;
iii.- invertir la tendencia a la reducción del número de responsables precisamente cuando está aumentando la eficacia de la comunicación y la dimensión del público;
iv.- reducir la influencia de la publicidad sobre la política de redacción y los programas de radiodifusión,
v.- perfeccionar los modelos que permitan establecer la independencia y la autonomía de los órganos de información en materia de gestión y de política de redacción, independientemente de que esos órganos dependan del sector privado, del público o del propio gobierno”.
2.- Problema: Diversidad y elección
La diversidad y la elección del contenido de la comunicación son condiciones previas para la participación democrática. Todo individuo y todo grupo concreto deben estar en condiciones de formular juicios fundados en la más alta gama posible de informaciones, mensajes y opiniones y tener la ocasión de compartir sus ideas con los demás. El desarrollo de unos medios de comunicación social descentralizados y diversificados ensanchan el campo de participación real y directa de la población en la comunicación.
Solución:
a) La construcción de infraestructuras y la adopción de técnicas concretas deberían adaptarse cuidadosamente a la necesidad de proporcionar a un público más amplio unas informaciones más abundantes, procedentes de fuentes muy diversificadas.
b) Se debe dedicar especial atención alas necesidades de las mujeres en materia de comunicación. Se les debe conceder la igualdad de acceso a los medios de comunicación y la garantía de que su imagen no quedará deformada por los órganos de información o por la publicidad.
c) Procede tener presentes los problemas de los niños y de los jóvenes, de las minorías nacionales, étnicas, religiosas y lingüísticas, de los habitantes de regiones remotas, de las personas mayores de edad y de los deficientes. Estas fracciones importantes y vulnerables de la sociedad tienen sus necesidades propias en materia de información.

3.- Problema: Integración y participación
Para estar en condiciones de comunicarse en la sociedad organizada de hoy, el hombre tiene que disponer de instrumentos apropiados. Las nuevas técnicas le ofrecen múltiples medios de información y de esparcimiento, pero a menudo son incapaces de facilitarle medios de comunicación adecuados en su propia comunidad o en su grupo social o cultural. Por lo mismo, a menudo resultan necesarias nuevas modalidades de comunicación.
Soluciones:
a) Se debe estudiar más a fondo el empleo de los medios de comunicación social en el entorno de vida y de trabajo. En vez de aislar a los hombres y a las mujeres, los medios de comunicación social deberían facilitar su integración en la colectividad.
b) Con alta frecuencia, se trata a los lectores, los oyentes y los espectadores como si fueran receptores pasivos de información. Los responsables de los medios de comunicación social deberían incitar a su público a desempeñar un papel más activo en la comunicación, al concederle un lugar más importante en sus periódicos o en sus programas de radiodifusión con objeto de que los miembros de la sociedad y los grupos sociales organizados puedan expresar su opinión.
c) La creación de medios de comunicación apropiados, en todos los niveles, deberían servir para crear nuevas formas de participación del público en la gestión de los medios de comunicación social y para establecer nuevas modalidades de financiación.
d) Los responsables de la política de comunicación deberían asignar una mayor importancia a la definición de los medios que puedan contribuir a democratizar su gestión respetando los tradiciones y características nacionales, y asociando a ello a las siguientes categorías: los dirigentes y propietarios de los medios de comunicación social; los periodistas y los profesionales de la comunicación; los creadores; los técnicos; y los representantes del público. Semejante democratización de los medios de comunicación social requiere el apoyo y la comprensión total de quienes están a su servicio y que gracias a ello podrían desempeñar un papel más activo en la política de redacción y en la gestión”.

(Todas estas citas textuales están tomadas de la obra de recopilación del informe Mac Bride “Comunicación e Información en Nuestro Tiempo”, Fondo de Cultura Económica, México/UNESCO/París, 1980)


D. RESULTADOS DEL DEBATE SOBRE LA COMUNICACIÓN
Después de la promulgación de las Cartas sobre Derechos Humanos, como resultado de la preocupación de la humanidad acerca de los problemas y los horrores de dos guerras mundiales, se inician investigaciones académicas en los centros de educación superior de las llamadas grandes potencias sobre los manejos de la información y sus repercusiones comunicacionales. Tales investigaciones buscan apoyar puntos de vista particulares, los aspectos más representativos de lo que sucede en la práctica pueden resumirse así:
1. En los años años 70 se inicia, en América Latina y otros países tercermundistas un fuerte enfrentamiento intelectual sobre el uso de tecnologías masificantes en la comunicación, en la educación y la cultura. Se origina el enfrentamiento abierto o solapado entre quienes propugnan un Nuevo Orden Informativo (NOMIC) y entre aquellos que defienden el “statuo quo”. sin embargo, la década de los 80 permite un debate que no se circunscribe a los centros académicos, sino que irrumpe en los más altos foros políticos. Así para los años 80, también las políticas internacionales acogen estos planteamientos desde diversos ángulos, según las propias predilecciones y opciones de poder de parte de los partidos y movimientos que los conforman.
2. Para la década de los 80 y parte de los 90, si bien es cierto que en América Latina se plantea la creación de nuevos espacios informativo-comunicativos con base en la llamada “prensa alternativa”, también es cierto que por problemas de organización, de acceso a medios financieros y a la tecnología, el ejercicio real de tratar de equilibrar los flujos de información interna y externa tienen poco éxito. Por otra parte los medios que nacen al calor de la “prensa alternativa” en poco tiempo son absorbidos por la práctica cultural mayoritaria o bien tienden a desaparecer ante la imposibilidad de subsistir en el “mercado de la noticia”.
3. Si bien es cierto que al influjo del informe Mac Bride se estructuran oficinas gubernamentales o aún ministerios de información y comunicación en diversos países de América Latina, también es cierto que -en mucho- estos esfuerzos se desnaturalizan al enredarse en el calor de las confrontaciones bélicas Este-Oeste o, más tarde en los problemas de la polarización económica Norte-Sur y finalmente, o bien desaparecen o son absorbidos o traspasados a empresas privadas, dada la imposibilidad financiero-tecnológica de operarlos con eficiencia.
4. Así, en Costa Rica los breves intentos de establecer una política nacional de comunicación social (Administración Oduber Quirós, 1974-1978 y Administración Carazo Odio, 1978-1982) para equilibrar los flujos informativos desde una perspectiva nacional propia de desarrollo, terminan tiñéndose del color de estos enfrentamientos externos; así como también conlleva a la obsolecencia de un ente: Ministerio de Información y Comunicación que por haber perdido el rumbo durante la Administración Monge Àlvarez (1982-1986) por el remolino de las polarizaciones políticas y bélicas externas, también pierde su razón de ser por carecer de una política nacional sectorial en la cual sustentarse.
5. Durante la Administración Arias Sánchez (1986-1990), los esfuerzos se enrumban en otra línea y luego, durante la Administración Calderón Fournier (1990-1994) y la actual Figueres Olsen (1994-1998), el ministerio pierde -casi por completo- su razón de ser y se limita a reproducir, cada vez mas, acciones informacionales de alto costo, pero con escaso contenido informativo, fuerte sesgo propagandístico y gran pobreza comunicacional.
Es necesario advertir esta ruta crítica para enfatizar la necesidad de que el país cuente con una política nacional en el campo de la comunicación social porque esta es -debe serlo- totalmente independiente de los avatares de las luchas entre potencias o de las luchas entre transnacionales de las noticias, o de las más recientes entre las cadenas televisivas o entre las redes informacionales, y - aún más- independiente de las confrontaciones electorales cuatrianuales.

CONCLUSIÓN: El advenimiento de un nuevo orden ya no se matiza con el término “informativo”, sino bajo el término “económico”.
Pero no es el “Nuevo Orden Económico” al que aspiraban los países en vías de desarrollo, sino a un ordenamiento inesperado, pragmático, acelerado en la línea de la privatización, del traspaso de las emperrases estatales a las iniciativas privadas, y ya no a las cooperativas o a los grupos autogestionarios, porque el impacto es de tal naturaleza que ni siquiera tiene sentido plantearlo así.
Estos cambios que, correctamente inducidos pueden generar la democratización de la economía, sin embargo, no corren parejos con la democratización de la industria de la información y de la industria de la comunicación. La necesidad de equilibrar los flujos informativos sigue en pie. El debate ha cambiado de escenario y de intensidad, pero permanece, pues responde a una realidad concreta, no a una ficción ideológica.

A juicio de la Asociación Internacional de Investigación en Comunicación de Masas (ICMR) órgano de consulta, clase A de las Naciones Unidas, en un documento emanado del Congreso Internacional de 1995 expresa:
“La concepción de planificación participativa permite hoy día concertar intereses dispares para llegar a consensos y la comunicación no solo es materia apta para llegar a posiciones vestidas de Bien Nacional, sino que sin la comunicación no es posible llegar a esos acuerdos superiores.”
Esa es precisamente su esencia, su función y su consecuencia, aunque en Costa Rica no se ha advertido -en su verdadera dimensión- la importancia del tema, o porque el tema parece haberse relegado a disputas superficiales y anodinas entre algunos de los miembros del gremio de los periodistas y algunos connotados medios comerciales de información, con ausencia -casi total- de un debate serio.
Pero, la verdad es que ninguna de estas posiciones es la mejor consejera para tratar tan delicado asunto, pues la comunicación social no es un campo de acción exclusivo del periodismo -apenas un conocimiento tecnológico aplicado al tratamiento de la información- como tampoco se circunscribe a la libertad de prensa (confundida con la libertad empresarial) que sostienen algunos medios comerciales como sinónimo de comunicación.

La comunicación social trasciende estos campos, y es función de la Asamblea Legislativa el abocarse a su estudio -entre otras- por las razones que siguen:
A) La información es fuertemente unidireccional por definición y no por defecto, pues en su forma más simple, solo admite un emisor activo y un receptor pasivo que recibe un mensaje a través de un medio, y en su forma más compleja lo único que varía es el tamaño y alcance del medio que permite incluir muchos mensajes, darle inmediata cuenta al público acerca de un acontecimiento-matizado como noticia- y reiterárselo después desde diversos ángulos (la “editorializaciòn, por ejemplo). Sin embargo, no esta permitido -por problemas actuales de diseño- la retracción múltiple que tipifica la comunicación, o si se hace es lenta, tardía o limitada, a juicio de los dueños de los medios de información.
B) De esta situación se desprende la necesidad de encontrar con imaginación fórmulas de mayor capacidad comunicativa que propicien el diálogo social para obviar las limitaciones intrínsecas a la información. En tal sentido, la permanente legitimación de la Asamblea Legislativa obliga a idear formas instrumentales para el uso adecuado de la información; pero igualmente le obliga a preocuparse del fenómeno de la comunicación para establecer reformas legales en los campos en que sea posible el consenso.
C) De esta doble dinámica nace un proceso que no es complejo, aunque sí rico y prometedor; que no es fácil, pero tampoco imposible, pues el ideal democrático que pasa por la clásica división de poderes, debe superarse dentro de su propia especificidad bajo el principio de la capacidad que tiene la sociedad para perfeccionarse, reconociendo que la democracia representativa debe ceder paso a una democracia de participación.
D) Los mediadores del poder, (en este caso los partidos políticos y los medios de información) cada uno en su estilo caen en la tentación de pretender dictar lo que es y lo que no es la conciencia nacional, con lo cual se extralimitan en sus atribuciones, pero estas se producen fácilmente en el tanto las relaciones en el seno de la sociedad se rijan por los mecanismos unilaterales de la información como basamento formalista de la sociedad y no se de paso a los mecanismos de retroacciones múltiples propios de la comunicación como verdadero aglutinante de la sociedad.

La actual democracia formalista representativa costarricense, está caracterizada por acciones informativas unidireccionales, y trascender esos linderos implica pasar al predominio de los procesos comunicacionales multidireccionales, propios de una democracia más moderna y desarrollada como es la democracia de participación, llamada también democracia participativa, democracia plena, o democracia real, según sean los adjetivos ideológicos que se refieren al mismo esfuerzo sustantivo. El reto por acometer entonces se ubica en cuatro categorías de acción legislativa que pueden ser las siguientes:

1. Legitimidad consensual
a) Promulgación de leyes para fortalecer procesos eleccionarios mas abiertos que garanticen la representación pluralista ideológica y social y garanticen la democratización de los partidos políticos.
b) Formulación de leyes para rescatar potestades delegadas en el Poder ejecutivo, que pertenecen a la esfera propia del Poder Legislativo.
c) Aceleración de las reformas internas para la modernización de la Asamblea Legislativa en sus niveles político, técnico y administrativo.
2. Apoyo a la legitimidad

a) Formulación de legislación que propicie el fortalecimiento de los cuerpos intermedios de la Sociedad Civil para garantizar una mayor socialización democrática en la búsqueda del desarrollo armónico.
b) Formalicen de legislación que establezca mecanismos para facilitar la comunicación dialògica entre la Sociedad Civil y la Sociedad Política.

3. Cogestión Sociedad Civil-Sociedad Política

a) Formulación de leyes que aceleren procesos de desconcentración y descentralización de decisiones ubicadas en la Sociedad Política (Poder Ejecutivo).
b) Formalicen de leyes que permitan la planificación consensual sectorial en los diversos estamentos de la Sociedad Civil.

4. Comunicación comunitaria


a) Formulación de una legislación moderna que contemple el uso racional de la información y de los medios de comunicación para apoyar el desarrollo armónico nacional.
b) Formalicen de un marco legal apropiado para crear una Política Nacional de Comunicación para el Desarrollo, con la concurrencia de diversos actores sociales.
Es obvio que tales retos implican volcar la voluntad política de los partidos representados en la Asamblea Legislativa para que se aboquen al conocimiento y discusión de estas grandes cuestiones que -dada su importancia- permanecen sin resolverse. Esto sucede pese a que el país se encuentra en una encrucijada que le obliga a modernizarse muy aceleradamente, para obtener viabilidad en un contexto global marcado por el cambio, en el que las condiciones de la especialización y la regionalización son impuestas por circunstancias externas.
El problema serio está en fomentar la capacidad nacional para saber discernir el peligro de la modernización sin un desarrollo armónico o pero aún, el de confundir ambos conceptos. Por otra parte, un reto de esta naturaleza debe ser precedido por la creación de nuevos espacios sociales de interpelación y legitimación del Parlamento, como condición indispensable para que pueda servir como guía calificado del proceso a emprender.
Para llegar a una acción consensual en la Asamblea Legislativa el tiempo y los resultados de las encuestas atentan en su contra, porque solamente una Asamblea Legislativa con amplia legitimidad basada en la aceptación consensual y no solo afirmada en la legalidad formalista puede tener la capacidad de afrontar el reto.
De no ocurrir estas circunstancias los recientes ejemplos latinoamericanos de reacomodo forzado de fuerzas con base en la finalidad eficientista, no tardaran en ser material útil para que, los enemigos costarricenses del parlamentarismo los vean como ejemplos a emular, con independencia de su constitucionalidad.

COROLARIO

Si es necesaria o no una política de comunicación social en el país, puede abordarse también desde una perspectiva empiricista, que seria una modalidad referida por el impacto del materialismo y de la tecnologizaciòn (pragmatismo) de las ciencias sociales y habría que esperar a tener los resultados que serán -siempre- altamente polémicas.
De allí que los legisladores deben optar por la acción o la espera y eso coloca el problema a dilucidar en el campo de su conciencia, por encima -entonces- de consideraciones de otra naturaleza.
Mientras se madura la posibilidad de poner en pràctica una polìtica nacional de comunicaciòn en la segunda parte de este trabajo, se aporta una propuesta muy pragmàtica que puede iniciarse desde la Asamblea Legislativa, como el principal ente llamado a aportar un cambio en los valores y en los instrumentos que deben guiar la construcciòn de la democracia de participaciòn.


La Asamblea Legislativa cuya esencia es la búsqueda del consenso para tener posibilidad de llegar a acuerdos entre iguales y desiguales, debe estar inmersa, siempre, en un proceso de modernización, que entre sus objetivos prioritarios contemple la agilización de todos los procedimientos que se relacionan con la acción legislativa más notoria: la promulgación de leyes; así como la mayor transparencia y relación institucional del ente legislativo con la comunidad nacional. Prescindiendo de adjetivos la tarea primordial de diputados, técnicos y administrativos debe centrarse en el rescate, mantenimiento y en el fortalecimiento de la legitimidad social del ente parlamentario.

PROBLEMA: El principal problema que atenta en contra de la legitimidad social es la percepción (imagen) que los costarricenses tienen de la Asamblea Legislativa. Ahora bien, para resolver un problema el más sencillo y el mejor instrumento es un diagnóstico adecuado. El esquema que sigue ,que se agrupa en tres variables, aunque sobresimplifica el proceso, puede facilitar los elementos básicos del diagnóstico :

HACIA UN DIAGNÓSTICO DE ACTOS LEGISLATIVOS:

· Todos los actos legislativos diarios son el resultado de la interacción dinámica de diversos “actores sociales” pero lo que sucede en este escenario social por falta de canales oficiales adecuados para ser vertidos al exterior -termina siendo del conocimiento público cuando son divulgados preferente o exclusivamente por los “medios de información de masas”, de acuerdo a esta secuencia
· Todos los actos legislativos son DATOS, que pasan por diferentes codificadores e interpretes (mediadores), antes de convertirse en información ,y esta, a su vez ,en noticias.

· Las noticias son interpretaciones de datos, cuya objetividad e importancia es un elemento externo que depende de una cadena de interpretaciones-mediaciones por parte de : periodistas, jefes de información, jefes de redacción, editores, directores, juntas directivas de cada medio de información.
· Las noticias pueden disminuir (hasta la desaparición), mantener (si son objetivas), o aumentar (hasta la exageración) la importancia y la repercusión de los datos , a la vez que el tratamiento noticioso de los datos convierte los actos legislativos reales en imágenes.
· Las imágenes sustituyen la realidad y la Asamblea Legislativa es valorada por cada uno de los componentes del público, según sea sus propias imágenes (matriz mental) de la realidad

EN CONSECUENCIA: La mala imagen acumulada de la Asamblea Legislativa es la resultante de la mezcla e interrelación dinámica de factores que pueden agruparse en factores internos y factores externos. Examinemos ambos factores:
FACTORES INTERNOS : Sobresalen cuatro, con sus propias características:
CLIMA ORGANIZACIONAL : Este se descompone a su vez en:
· Injerencia política directa en asuntos técnicos y administrativos.
· La cadena de autoridad no es escalar, sino que está distorsionada por intervenciones políticas
· A pesar de la introducción de la informática, algunos sectores aun no inician un esfuerzo por modificar patrones ineficientes de trabajo
· Poca comunicación entre los departamentos, por lo tanto escasa coordinación.
· Períodos presidenciales de un año que impiden la institucionalización de cambios.
CIRCULACIÓN DE LA INFORMACIÓN : que muestra estas características:
· No es formal, sino bajo la cultura del rumor.
· Diputados, técnicos y administrativos se han “preocupado”, pero no se han “ocupado” sistemática y permanentemente de poner coto al problema de desprestigio ante la opinión pública
ACTITUD ANTE LA COMUNICACIÓN SOCIAL : que exhibe esta propiedad :
· Hay Indiferencia a nivel del parlamento hacia el fenómeno de la comunicación social como un factor real de poder que le deslegitima ; o si existe conciencia del problema no hay ni políticas definidas ,ni voluntad política consensual para acometer la tarea.

FACTORES EXTERNOS: Se citan - al menos siete- a saber:
· Pérdida de la identidad nacional y de los valores tradicionales del costarricense, insertadas en un contexto global cambiante y en un sistema de información MULTIdireccional (“Network Society”).
· Excesiva exposición ante los medios de comunicación social, por parte de los señores diputados.
· Mala descodificación de los enfrentamientos políticos propios de la institución que producen discrepancia de opiniones respecto a su labor en un país ,cuyo régimen de opinión pública es muy abierto.
Las corrientes de democratización y movilidad social desplazan a las élites dirigenciales tradicionales, y algunos sectores añoran la “Monopolización de la Asamblea Legislativa”.
Desencanto generalizado sobre el papel, el significado y la eficiencia de los partidos políticos en una era de cambios acelerados.
· Diversos sectores reclaman por la lentitud en la tramitación de leyes porque atenta en contra de la institucionalidad y el proceso de desarrollo armónico nacionales.
EN CONSECUENCIA: la población percibe la acción de la Asamblea Legislativa como un “continuum”; pero la institución trabaja en cortes diacrónicos; por lo tanto, la percepción de este “desfase” se paga -indefectiblemente- en términos de imagen.
INTENTOS DE SOLUCIÓN:
Cada vez que la Asamblea Legislativa se preocupa por el problema de su imagen se intenta una solución que, - invariablemente - termina en la contratación de servicios periodísticos cuyos objetivos se centran en cualesquiera de estas soluciones informacionales (una sola vía: Asamblea Legislativa-Pueblo). Entre esas soluciones fáciles se encuentran, por ejemplo, aumento de la difusión del quehacer parlamentario, relaciones públicas por objetivos, programas de mejoramiento de imagen, mejoramiento de facilidades para los periodistas que cubren la “fuente”, pero es obvio que esos intentos de solución no son acertados.
RESULTADOS DE INTENTOS DE SOLUCIÓN:
En una investigación que data de 1992, que analiza los intentos de solución durante casi veinte años, se demuestra que pese a esos esfuerzos de corte informacional los resultados -también acumulados-pueden resumirse en un proceso secuencial que opera así:
EN LA ACTUALIDAD :
· Los actos reales producidos por la Asamblea Legislativa son poco conocidos por estar mal divulgados ,y/o mal interpretados.
· La institución muestra un deterioro creciente de credibilidad.
· La baja credibilidad atenta contra la legalidad institucional.
· La legitimidad de la Asamblea Legislativa está en entredicho permanente.

LAS ENCUESTAS :
· Reflejan una mala imagen de la Asamblea Legislativa.
· La mala imagen de las encuestas se suma a la imagen anterior (el ciclo se retroalimenta a si mismo).
· La mala imagen desacredita, esto es , en términos sociales: deslegitima.
·
· La deslegitimación contribuye fuertemente al deterioro del sistema político.
El deterioro del sistema conlleva indefectiblemente a la ingobernabilidad.

CAMBIOS DE PARADIGMA
En investigaciones (1992-1995), el autor plantea que el problema de la comunicación de la Asamblea Legislativa no se puede resolver exclusivamente desde la perspectiva del ente parlamentario (emisor-unidireccional ) sino desde las expectativas sociales legítimas de los receptores (Pueblo) Eso implica cambiar el paradigma -y, a la vez- ello conlleva a buscar soluciones legitimadoras de la Asamblea Legislativa, dado que en el proceso de cambio se encuentra envuelto- ni más ni menos - que el paso de una cultura informacional propia de un sistema de democracia representativa unidireccional (EstadoáPueblo), hacia un modelo nuevo: la democracia participativa, cuyo sustento es, precisamente, una cultura comunicacional (PuebloáEstado, EstadoáPueblo), que refleje las retroacciones múltiples en que se desarrollan los actos
sociales consensuales, bajo la cultura del diálogo democrático.
OBSTÁCULOS PARA EL CAMBIO:

Para cambiar el paradigma comunicacional, la Asamblea Legislativa requiere del consenso social para mantener su legitimidad social y cumplir su rol institucional, pero, es necesario tener en consideración estos factores :
· No basta la legalidad social (formalismo) provenientes de la Constitución y del REGLAMENTO que rigen al ente parlamentario.

· .Debe buscarse la legitimidad social mediante el consenso social por medio del díalogo.

· El diálogo es comunicación porque comunicación es compartir, esto es poner en común, aquello que en la sociedad no necesariamente parte de una base común

EN CONSECUENCIA: La tarea no es fácil acometerla por la vía informacional exclusivamente, por cinco razones sencillas :Por su “dureza tecnológica” los medios de información: diario, radio, televisión, volante, afiche, mural, si bien ofrecen más penetración, no son interactivos, sino unidireccionales

· Hay falta de cultura en el ente parlamentario para la utilización de otros medios de comunicación : foros, simposia, ”focus group” discusiones grupales, cabildos, consultas, plebiscitos, asambleas populares, que si bien son multidireccionales y generan el dialogo, por otra parte ,son de más corto alcance (penetración) y demandan un gran esfuerzo adicional, cuyos resultados no son visibles ni cuantificables a corto plazo.

· La cultura verticalista-unidireccional de los partidos políticos-que se reproduce en la ASAMBLEA LEGISLATIVA, no es una arena abierta a la libre discusión entre los diversos grupos intra partidistas, y este parámetro se refleja y reproduce en el seno de la Asamblea Legislativa, para la puesta en común de distintas opiniones
· El accionar social de los partidos políticos está fuertemente regimentado por la ley electoral y los medios de información de masas no, porque se “autoregulan” por las leyes del mercado, pese a que ambos -en la práctica social- compiten por un solo insumo: la credibilidad DE LA OPINIÓN PÚBLICA
· El público percibe al Estado como “un todo” y a la Asamblea Legislativa como un “continuum”, y aunque la realidad es otra, en la práctica la imagen nuestra una Asamblea Legislativa como “correa de transmisión” de los distintos Poderes Ejecutivos de turno, en claro detrimento del Primer Poder de la República ( tèrmino muy conceptuoso, pero de poco asidero real jurídico y social).
La Asamblea Legislativa requiere hacer un serio esfuerzo de reingeniería para que las macro-funciones sociales de carácter comunicacional organizacional-político, se ejecuten por medio de:

TÉCNICAS COMUNICACIONALES

Las técnicas comunicacionales son dialógicas (esto es multidimensionales) y dialécticas
(en su acepción sociológica: generadoras de puntos de vista que minimizan la confrontación) ; además las técnicas comunicacionales están a tono con la tendencia moderna de enriquecimiento de la democracia, por medio del fortalecimiento de la participación.
EN CONSECUENCIA: Estas técnicas, para efectos de la Asamblea Legislativa, deben contemplar estas variables:
PARTICIPACIÓN POPULAR : La participación es de carácter multifacético. Es entonces: un medio, un instrumento, un proceso y una actitud, que correctamente encauzadas cumplen con prohijar el diálogo para aliviar la tensión social y preparar, a su vez, a la Asamblea Legislativa, para fortalecer la Democracia Participativa, que es el desideratum de la Democracia Real pero no basta la claridad doctrinaria, se requiere de los instrumentos, que, pueden agruparse en dos conceptos:
CLIMA ORGANIZACIONAL PARTICIPATIVO: Esa participación, requiere de convergencia a practicarse en dos niveles: el interno, para crear un clima laboral y organizacional más eficiente y más eficaz. Y el externo: para que los diputados -y el ente legislativo como un todo- puedan ser mejores representantes de su Pueblo.
POR LO TANTO: la participación necesita (dentro y fuera de la Asamblea Legislativa), de sus propios medios para establecerse y requiere de la creación de cuatro acciones que deben ser definidas participativamente: a) Un proceso de planeamiento; b) Un proceso de coordinación; c) Un proceso de educación d) Un proceso de implantación.
VOLUNTAD POLÍTICA

Los cuatro procesos señalados anteriormente requieren de convergencia en tiempo y espacio, lo que implica la necesidad de hacer un esfuerzo previo para compartir (o disentir) de esa meta y con el apoyo de técnicas de diagnóstico participativo -y por supuesto mediando la voluntad política- es factible; entonces:
Reorientar los esfuerzos de la Asamblea Legislativa en el campo de la comunicación social, para que asuma una visión que contemple el juego complejo de interacciones heterogéneas ( a lo interno y a lo externo) que son a la vez causa y efecto de crítica a la institución.
· Repensar la manera en que acomete sus tereas comunicacionales para mantener y fortalecer la legitimidad de su rol social, en una sociedad sometida a cambios acelerados e inmersa, ella misma, en un contexto muy dinámico y cambiante.
Plantear una Política de Comunicación Social acorde con las necesidades del público externo (Pueblo como usuario) e interno (diputados y funcionarios). Esa política requiere de un Plan, que pueda medirse, seguirse, retroalimentarse, evaluarse, reprogramarse para pasar de las premisas a la práctica.
HACIA UN PLAN CONCRETO
El Plan de Comunicación Parlamentaria debe concebir la comunicación como un proceso integral e integrador, que va más allá de la manera tradicional (limitada a la función emisora de información, publicación, publicidad, propaganda, relaciones públicas, publicaciones divulgativas), para asumir el papel activo que al parlamento debe corresponderle en el cumplimiento de las funciones comunicacionales en el ámbito de la política. Lo que implica tener en consideración estas características:
A) La circulación oportuna y equilibrada de la información como insumo básico de la interrelación con la sociedad global.
La educación del ciudadano para prepararle para la participación y las relaciones sociales solidaristas, lo que implica derecho y deberes.
La facilitación de la participación de personas, grupos y las comunidades en la vida pública en la formulación y la adopción de decisiones que culminen con promulgación de leyes.
B) En el tanto en que el plan conciba la comunicación como un proceso integral e integrador, al establecer los mecanismos necesarios para recibir, sintetizar, analizar y dar salida a la información proveniente de las diversas fuentes legislativas, no circunscritas al recinto plenario, sirve para llenar tres necesidades del ente legislativo.
Retroalimentar el proceso legislativo de información directa y oportuna en sus instancias política, técnica y administrativa.
Facilitar a todos los usuarios el acceso oportuno, sin mediadores/intérpretes a toda la información que emana de la Asamblea Legislativa.
Crear canales de comunicación -de muy diversa índole- capaces de asegurar el intercambio de información útil entre la Asamblea y otras instancias oficiales; y entre la Asamblea y la Sociedad Civil.

POR LO TANTO : Estos aspectos son la materia prima para facilitar la instauración de un proceso más paulatino y más ambicioso: la generación de canales múltiples de doble vía, entre la Sociedad Civil organizada y el Parlamento para facilitar la generación de fórmulas de convivencia democrática de más y más participación ciudadana responsable en la formulación de las regulaciones de su propio destino.


ETAPAS PARA IMPLANTAR EL PLAN
El Plan debe elaborarse participativamente por la “comunidad parlamentaria”, asignando a cada sector, según su peso político y rol institucional un peso específico que respete esa condición innata. En esta tarea deben participar los diputados, los técnicos y los administrativos. E, igualmente, invitarse a participar a los periodistas que cubren la Asamblea Legislativa.
El proceso a efectuar debe seguir dos metas concretas:
1. Confrontar lo que debe hacerse con lo que se está haciendo y señalar lo que falta por hacer.

2. Arribar a una propuesta gradualista viable, cuya puesta en práctica quede incluida en un cronograma, que debe contemplar estos pasos:

Propuesta de Pasos de Implementacion de la Propuesta:


Primer Paso: Hacer diagnóstico participativo

Segundo Paso: Plantear soluciones por etapas

Tercer paso: Proponer a autoridades para su aprobación

Cuarto Paso: Iniciar el proceso

Quinto Paso: Retroalimentar el proceso

Sexto Paso: Evaluar el proceso para reformular soluciones

Sétimo Paso: Ampliar cobertura de acción



COROLARIO
Ningún déficit presupuestario es mayor insumo que un superávit de imaginación acompañado de otro de voluntad política.
BIBLIOGRAFIA:
Poveda, Jorge: Diagnóstico de la Imagen de la Asamblea Legislativa, Unidad de Análisis de la Gestión Parlamentaria, Departamento de Servicios Parlamentarios, San José (128 páginas), diciembre 1992.
_____: Hacia una Polìtica Nacional de Comunicaciòn, Departamento de Servicios Parlamentarios, Asamblea Legislativa, (162 pàginas) Enero, 1993
_____: Propuesta de Acuerdo al Directorio de la Asamblea Legislativa, (10 páginas), noviembre 1993.
_____: Análisis del Departamento de Comunicación Institucional, Departamento de Planeamiento Estratégico, (36 páginas), octubre 1994.
_____: Propuesta de un Taller de Comunicación, Departamento de Planeamiento Estratégico, (18 páginas ), mayo 1995.
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