lunes, 25 de febrero de 2013


VENEZUELA EN UN MAR TURBULENTO.
Entre el mandato y la realidad.

Cuando el pasado 8 de diciembre el Presidente Hugo  Rafael Chávez Frías  anunció que viajaría a Cuba para someterse a una cuarta intervención quirúrgica, en el proceso de su lucha contra el cáncer que le aqueja, le solicitó a sus partidarios, que en el caso de su ausencia, votaran por Nicolás Maduro,  quien ocupaba el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores y  a quien manteniéndole en esa función, le  había nombrado vicepresidente poco tiempo antes, sustituyendo a Elías Jaua. Con esa decisión que se puede interpretar como una orden para sus subalternos, Chávez expresaba con firmeza quien debía ser su heredero. Sin embargo, todo indica que  no parece tan fácil implementar ese mandato, el cual  ha provocado turbulencias en las aguas del chavismo.

Son claramente conocidas las discrepancias entre Maduro y otros dirigentes de la cúpula chavista, los cuales se consideran también legítimos herederos del Comandante Presidente. La más destacada de esas discrepancias con el vicepresidente se focaliza en la figura de Diosdado Cabello, actual Presidente de la Asamblea Nacional y vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV.  Se afirma que Diosdado representa al sector militar y Maduro al sector civil. Probablemente, ni Diosdado representa al pantanoso mundo militar, ni Maduro expresa al muy diverso mundo civil chavista, pero fácticamente sostienen espacios importantes de poder que cada uno trata de ampliar a costa del otro. Para la galería ambos personajes han reiterado, abrazos mediáticos mediante, que se mantienen unidos y obedientes a los mandatos del Presidente, quien en  el mundo del secretismo con el cual se maneja su estado de salud,  supuestamente continua mandando “mas que un dinamo” y aunque no puede hablar, sostiene de acuerdo a lo afirmado por Maduro, reuniones de cinco horas con su equipo de confianza, dando órdenes “por escrito, con una sonrisa, ojos vibrantes y una fuerza de voluntad intensa”.  En ese laberinto de contradicciones, Jaua por su parte afirmaba que la salud del presidente se deteriora y Evo Morales se unió a la fila de los mandatarios  que no han tenido acceso al enfermo.

Sin entrar a cuestionar la veracidad de esas informaciones,  se puede afirmar como decía mi abuelita la asturiana, “la procesión va por dentro”, pudiéndose agregar que muchos Santos tratan de figurar y los fieles poco cuentan. No hay dudas sobre las aspiraciones de Elías Jaua, quien fuera “nombrado” Canciller por el Presidente Chávez, en una decisión cuya legalidad ha sido cuestionada, tomando en cuenta que aparece efectuada  en Caracas, cuando el Presidente se encontraba en un hospital en La Habana. En la sombra pero con el enorme poder de manejar los reales petroleros, así como, las cuentas bancarias conocidas y las secretas, se ubica Rafael Rodríguez, Presidente de PDVSA.  Pero  Rodríguez no agota el listado, se menciona a varios de los militares quienes intervinieron en el fracasado golpe de Estado dirigido por Chávez, padeciendo cárcel a su lado. Estos personajes, algunos ocupando el cargo  de Gobernador, no se identifican con Diosdado y mucho menos con civiles quienes según ellos,  no arriesgaron el pellejo durante esos acontecimientos.

Un mal imitador.
Mientras se desarrolla el drama presidencial envuelto en el secreto y posiblemente en la mentira, Nicolás Maduro trata de construir una imagen que le identifique con la figura presidencial ante los ojos del chavismo, especialmente el denominado chavismo duro.  Por ello recorre el país, asiste a inauguraciones de poca importancia, repartiendo besos, abrazos y  promesas como todo candidato presidencial a la par que utiliza un discurso con lenguaje duro frente a los opositores. Aunque no tiene la capacidad comunicacional, ni el carisma de su mentor, insulta, agrede y acusa de conspiradores al mundo  de los opositores, dando golpes al vacío porque en estos momentos la dirigencia opositora que se agrupa en torno a la Mesa de Unidad Democrática, MUD, no presenta un referente.  

Busca enemigos,  atacando a Guillermo Aveledo, Secretario Ejecutivo de la MUD, a  Henrique Capriles Radonsky, ex candidato presidencial derrotado y triunfador posteriormente en la contienda que le permitió ser reelecto como Gobernador del Estado Miranda, derrotando al candidato oficialista Elías Jaua. En su estrategia  de buscar enemigos, Maduro ha  expresado: “el Presidente llegó de sorpresa para proteger su regreso, porque una derecha enloquecida, con grupos de choque pueden inventar locuras”. Anteriormente había denunciado planes para ser “asesinado junto a Diosdado”, insistiendo en denunciar planes desestabilizadores.  Por supuesto, no hay ningún detenido por esos supuestos planes y en general sus denuncias no han tenido mayor credibilidad.

Simultáneamente, es la “voz” del Presidente. “Informando”  en forma directa sobre su salud y sus  supuestas actividades, o a través del Ministro de Información,  Ernesto Villegas, quien lee comunicados en cadenas de radio y tv, sin despejar las interrogantes sobre la situación del paciente. Ortodoxa y disciplinadamente, el heredero del trono imperial, repite hasta el cansancio que “solo hay un Presidente, nuestro querido Comandante Chávez”.

En esa actuación donde aparece como simple ejecutor de órdenes presidenciales, asume la defensa del paquete económico neoliberal recién dictado, donde la principal medida ha sido la devaluación de la moneda, tantas veces negada. En sus comparecencias afirma que esas decisiones son para: “fortalecer nuestra moneda del ataque de los especuladores”, sirviendo para “defender al pueblo y golpear a la burguesía”. Sospecho que es la primera vez en la historia de la economía,  donde una devaluación de la moneda la fortalece y tengo la certeza que esas medidas golpean brutalmente a los pobres y sin duda alguna, la devaluación favorece a los ricos, quienes están cubiertos por los billetes verdes o por otras monedas solidas.

Lamentablemente para el vicepresidente, no cuenta con el encanto del Presidente Chávez, por lo cual sus actuaciones y particularmente sus declaraciones con una gran pobreza en su léxico donde según un estudio del diario El Nacional, recurre reiteradamente a las palabras “Chávez, Comandante, Patria y Pueblo”, además de usar ropa similar a su mentor, no  parecen lograr el objetivo de convencer a sus partidarios. En el mundo opositor es causa de burlas, pero no deja de sembrar preocupaciones, en tal grado, que no pocos dirigentes adversarios del régimen dicen “añorar” a Chávez. El destacado sociólogo Tulio Hernández, afirma que Chávez “trataba de empujar la raya, pero no la saltaba”, sus herederos son impredecibles.

Pero esa actitud agresiva de Maduro han provocado reacciones especialmente del mundo estudiantil opositor, que ha desatado una campaña primero por exigirle se conozca la verdadera situación de salud del Presidente, reclamando su regreso de Cuba, lo cual ha sucedido, pero acusando al vicepresidente de “usurpador” y de mantener “secuestrado “ al Presidente quien por mas de dos meses no ha podido enviar un mensaje de voz a los ciudadanos. Solamente se le ha presentado  en una foto acostado y acompañado de sus dos hijas.

Por su parte Diosdado para ganar espacios en el mundo comunicacional, acusa de corrupción a Diputados del partido Primero Justicia, PJ, al cual pertenece Henrique Capriles Radonsky y en muchas ocasiones aparece fotografiado junto a Maduro, haciéndole sombra, pero se ha cuidado mucho de no asumir la defensa del llamado “paquete rojito”.
Para no quedarse atrás el Canciller Elías Jaua ocupa espacios en encuentros internacionales, a la par que levanta su voz frente al ·”imperialismo”, mientras mueve sus piezas  en el tablero de los puestos de mando gubernamental. Personal de confianza que había colocado durante su larga permanencia como vicepresidente de la República y en otro rosario de cargos ocupados en el llamado proceso revolucionario. Es una lucha por el poder, donde los participantes  tratan de  demostrar ser más chavistas que el propio Chávez., mientras el país viaja sin rumbo inmerso en ese  mar de turbulencias.

El inevitable desenlace.
Hay un amplio consenso en el mundo político del país,  sobre la imposibilidad del régimen de mantener el manto del secreto sobre la situación de la salud del Presidente. Se ha dado el primer paso al traerle de Cuba, eliminando  la enorme presión de los ciudadanos de todas las tendencias políticas, quienes reclamaban que el Presidente fuese tratado de su enfermedad en su país.  También pesó en esa decisión la creciente preocupación en el escenario internacional, sobre la validez jurídica de los actos presidenciales, pues hay legítimas dudas sobre sus condiciones para gobernar. Esa decisión le quitó también un enorme peso al gobierno cubano, que aparecía ante los ojos de muchos venezolanos y extranjeros, como el  verdadero contralor injerencista, aprovechándose  de la enfermedad del Presidente y su permanencia en Cuba. Sin embargo, no ha despejado ni un milímetro la sombra que encubre su real condición física y mental.

En consecuencia, todo indica que se acortan los plazos para un desenlace. Por ello, el grupo dominante en el poder deberá  por encima de sus confrontaciones, decidir sobre el destino político del Presidente Chávez, Es para ellos determinante porque es evidente el enorme desgaste que sufren, pese a vivir de la grotesca utilización en su favor de  la aureola de fervor popular hacia el Presidente.
Cada día que pasa les desgasta a todos, pero principalmente a Maduro, a quien los opositores culpan de las medidas económicas que han provocado una brutal inflación, además del evidente agravamiento de los principales problemas del país, los cuales durante años el Presidente Chávez supo manejar sin que le golpeara su figura, justamente porque para un amplio sector del chavismo, la “culpa” es de los que hoy detentan el poder.
Pero el desenlace no es solamente el definir la ausencia definitiva del Presidente y por ello, convocar a elecciones presidenciales en el plazo de 30 días a partir de esa definición, aunque el Consejo Nacional Electoral pueda pedir un tiempo prudencial mayor para implementar el proceso. Se trata para el oficialismo de unir fuerzas en torno al candidato presidencial y por supuesto, bajo el paraguas de la aureola del Presidente Chávez.

Todo indica que en principio debe prevalecer el espíritu de sobrevivencia, por lo cual a regañadientes la diáspora que hoy caracteriza al mundo de la dirigencia chavista, aceptará a Nicolás Maduro como el candidato presidencial,  sobre todo, si el Presidente se mantiene vivo y en condiciones mínimas de hacer valer su autoridad. Los cobros de facturas vendrían después.
Sin embargo, hay otro escenario menos probable, pero factible. Es evidente que los sectores que adversan a Maduro y tienen aspiraciones propias, han tratado de postergar esa decisión confiando en el desgaste de la figura de Maduro, a quien le queda muy grande el papel de Chávez II. Ese sector espera que dada la gravedad de la enfermedad presidencial, se produzca su desaparición física a corto plazo. 

Por ello,  desgastado Maduro interna y externamente,  sin la presencia del Presidente exigiendo se cumpla su mandato, puede surgir otro candidato presidencial quien sería tributario del mito que genera la figura presidencial, pudiendo obtener un amplio triunfo frente a una oposición que no ha podido reponerse de sus dos muy amplias derrotas recientes.

Muy pocos analistas, incluyendo los conocedores de la interna chavista, se pasean por un escenario de confrontaciones públicas entre los dirigentes  rojos rojitos, considerando muy poco probable un enfrentamiento entre el vidrioso mundo militar que pueda llevarles a una aventura que implicaría el uso de las armas.

No faltan quienes  en el muy turbio escenario nacional, pronostican un estallido social como consecuencia del evidente creciente deterioro en las condiciones de vida y trabajo de un amplio sector de la población, para quien las dadivas oficiales, las cuales sin dudas le han mejorado su situación sin cambiarla, queda hoy profundamente golpeado por el paquete neoliberal que se está implementando bajo el elogio del Fondo Monetario Internacional. FMI,  que no ha necesitado auspiciarlo.

Por ahora, el desagrado entre la población, incluyendo los simpatizantes del régimen ha paralizado  el anuncio de otro grupo de medidas económicas que forman parte del paquete, pero seguramente serán aplicadas en momentos no muy lejanos. Esa necesidad de recursos por parte del gobierno, también les presiona para implementar una más rápida solución a la situación planteada por la enfermedad del Presidente Chávez  y una eventual elección presidencial.

Lo concreto es que quienes hoy con sus contradicciones internas usufructúan el poder, manejan los tiempos y finalmente decidirán de acuerdo a sus particulares intereses y ambiciones, pero el tiempo puede revertirse en su contra acelerando los acontecimientos.
Mientras tanto, el mundo opositor acelera las consultas para lograr un consenso sobre su candidato presidencial, pero esa situación requiere de un análisis más amplio por separado.

Caracas, febrero 2013. 
carlosmoris@cantv.net.








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"Los cardenales pueden desaparecer"

ENTREVISTA | LUIS UGALDE, EX RECTOR DE LA UCAB

"El modo de ejercer el papado o los cardenales, pueden desaparecer porque Jesús no los creó" "El primer Papa era casado. Las escrituras dicen: Sean personas honradas y maridos de una sola mujer"

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El padre Ugalde advierte sobre la necesidad de volver al cristianismo primitivo (O. Diaz)

Por ROBERTO GIUSTI  |  EL UNIVERSAL
domingo 24 de febrero de 2013 
Que Luis Ugalde, sacerdote jesuita, teólogo de una universidad alemana, licenciado en Filosofía y Letras de la Javeriana (Bogotá), sociólogo y doctor en Historia, proponga,  motu proprio, una profunda reforma de la Iglesia, a partir de la renuncia del Papa Benedicto XVI, ya sería suficiente porque dispone de la autoridad necesaria. Pero que esa propuesta, incluyendo el papel de las mujeres en el sacerdocio y otros temas polémicos, sea un clamor, cada vez más perceptible, en la Iglesia Católica, lo convierte, entonces, en vocero igualmente autorizado.

De eso habló con profusión, aun cuando, accediera, también, a pronunciarse sobre nuestro enfermo de cada día.

-¿Qué pensar acerca de un papa que, aún lúcido, renuncia, en contraste con otro personaje que, estando en peores condiciones, pareciera persistir en continuar al frente de su mandato?

-Es una tragedia para Venezuela tener un presidente a quien no podemos ver, cuya salud resulta incierta y que claramente no puede gobernar, aunque nos digan lo contrario. Por eso todo el mundo está asombrado de que llevemos dos meses sin poderlo ver. Es una tragedia nacional.

-¿No hay que dejar al enfermo con su padecimiento?.

-Eso no tiene que ver con que, como dicen, se le desee la muerte. Nada de eso. Como toda persona, tiene derecho a vivir el resto de su vida en paz y a morir también en paz. Pero los venezolanos también tenemos derecho a saber qué pasa con su salud y a tener un presidente que pueda gobernar y no a manipular todo eso con el elemento religioso.

-¿A qué se refiere?

-Hay miles de venezolanos que cuando rezan lo hacen de corazón. Eso es santo y bueno. Pero no lo es que quienes públicamente han dicho, en Venezuela y Cuba, que son ateos, (científicamente ateos), monten ahora un show. Sé que en el Gobierno hay creyentes y están en su derecho, pero ha habido demasiada manipulación y este episodio no pasará a la historia como un hecho glorioso, sino más bien triste. Y me refiero a las manipulaciones, ocultamiento y falsedades.

-Los indios mayas le transmitieron al Presidente energía positiva.

-Pueden rezar y si les sale de adentro lo pueden hacer desde allá, donde están. No hace falta que se gaste dinero trayéndolos al Teresa Carreño y pasándolo por televisión con Rigoberta Menchú.

-Volviendo al Papa. ¿Qué perfil cree que tendrá el nuevo Pontífice?

-No he pensado mucho en eso porque, además, no es fácil acertar. Alguien ha dicho que sería bueno un papa conocedor de la historia de la Iglesia. Eso para relativizar lo que tendemos a absolutizar: Es decir: "Esto no se puede tocar". No. Eso que no se puede tocar se inventó en el siglo XIV, o aquello en el siglo VIII. En este momento no es fácil saber quién puede ir por ese camino. Cuando se eligió a Juan XXIII se dijo que sería un Papa viejo, de transición. Sin embargo, convocó un Concilio y puso a temblar al Vaticano. Luego se negó a aceptar la propuesta de hacer una lista de hechos condenables y centró el Concilio en una reflexión de la Iglesia sobre sí misma, preguntándose por qué lo que desea transmitir no lo escucha el mundo.

-¿Logró el objetivo?

-Parcialmente. Por esos días un obispo me dijo en Alemania que Juan XXIII era un mal permitido por Dios de vez en cuando, pero que luego volverían las aguas a su cauce. Con todo, el mensaje del Concilio quedó y es hora de actualizarlo.

-¿No ha sido la renuncia del Papa un acto de rebelión ante una situación que no puede controlar y de la cual no quiere hacerse cómplice?

-Es un acto de rebelión, pero también de confianza en Dios. Cada quien piensa que él va a resolver, a los 85 años, unos problemas numerosos, grandes y complejos. El ha dicho: "Hasta aquí llego, escojamos a otro que tenga más fuerzas". Es un llamado para renovar esa actitud según la cual nadie es imprescindible. Sobre todo si le estamos dando al mundo lo que le pertenece de la herencia de Cristo. Hay una frase: "Devuélvanos a Jesús". Pues eso. Y vemos candidatos que suenan muy bien en ese sentido.

-¿Lo que se plantea es una reforma?

-En 2 mil años la forma de gobierno (en la Iglesia) ha variado de manera radical. Y cuando hablo de forma me refiero al estilo de una corte monárquica o imperial. Eso se estilaba en otra época por aparecer como reflejo de la grandeza de Dios. Pero hoy en día y desde hace mucho tiempo, eso no ayuda, sino todo lo contrario, porque al final el elemento central de la Iglesia no es la moda, pero tampoco lo que se ha establecido. Toda su razón de existir se centra en transmitir el mensaje de Jesús.

-¿No está ocurriendo eso?

-Hay que ver si en el siglo XXI esas formas ayudan a tal propósito. En la época de la cristiandad la ley eclesiástica era ley civil. De alguna manera uno nacía católico, respiraba católico, se bautizaba católico. Actualmente eso no existe y por eso es tan importante que cada persona reciba la ayuda de la Iglesia para darle sentido a su vida en su conciencia. Y no por lo que impone el medio ambiente , sino por una capacidad de inspiración que se hace mayor cuanto más se acerque uno al Evangelio. No se trata, entonces del respeto a una institución porque es poderosa o secular, sino de una inspiración religiosa-evangélica.

-Sugiere usted que la Iglesia tiene mil años de atraso en relación con la sociedad. Si esta última avanzó en todos los órdenes, la Iglesia se fue quedando en el estado absolutista. Para modernizarla no se puede seguir el ritmo de aquellos tiempos (una evolución), sino saltarse los mil años y eso pareciera muy difícil en una institución donde el conservadurismo está tan arraigado.

-No es que tenga mil años de retraso, pero hay formas en la Iglesia, algunas tomadas del Imperio Romano, que se van quedando como si fueran perpetuas y no es así porque se trata de circunstancias históricas. Aquí lo central es la inspiración evangélica, única razón de ser de la Iglesia. Si no puede dar eso, la Iglesia está de más. Sobra, porque esto no va de "cómo me perpetúo en el poder". Pero cuando Teresa De Calcuta o cualquier persona se entrega al servicio de los pobres, está yendo a la esencia. Mientras tanto, el modo de ejercer el papado o la existencia de los cardenales pudieran desaparecer porque no son algo que dejó estatuido Jesucristo. En esa perspectiva la necesidad y posibilidad de cambios son muy grandes y hay mucha gente en la Iglesia que, en voz baja, expresa esa esperanza y deseo.

-¿Se refiere usted a una determinada porción geográfica del Catolicismo?

-El papado ha sido europeo, pero podría ser africano, asiático, latinoamericano. Esos son signos de que el mensaje del Evangelio no debe quedar atrapado en los moldes europeos. Esos moldes y el actual Papa son muy intelectuales porque la Ilustración, en Europa, fue un gran reto a la existencia misma de la Iglesia. Entonces esta desarrolló una reflexión muy poderosa para dialogar con esas sociedades que hoy en día son seculares y secularistas. Pero eso no ocurre en la India, en África y ni siquiera en América Latina.

-¿Hay que estructurar una nueva doctrina?

-La formulación de buena parte de la doctrina se hizo bajo la filosofía griega, hace mil 500 años. Usted puede afirmar y acoger eso, aunque no le dice nada. Por eso, más que la doctrina lo que se debe reformular es la inspiración vital que llega al corazón. Jesús carece de un sistema teológico y de propuestas académicas. Lo suyo es una irrupción en la vida de la gente y sobre todo de quienes asumían que su vida no valía nada.

-Sería la vuelta al cristianismo primitivo.

-Siempre debemos volver al cristianismo primitivo. Toda renovación, si es auténtica, impone la vuelta a las fuentes. Claro, si somos mil millones (de católicos en el mundo), no podemos actuar como los doce apóstoles del principio. Hay una complejidad plurilingüe, pluricultural, y entonces se impone buscar redes de comunicación para mantener los elementos fundamentales. Cuando usted construye un edificio monta unos andamios, pero al final los desecha. Lo mismo pasa en el cristianismo, hay estilos de gobierno, ropajes, formas litúrgicas, pero al final son medios para elevar la conciencia de la persona a esa dimensión trascendente que, en definitiva, es el amor. Pero además tenemos la libertad (hay que ganársela), la conciencia y la inteligencia.

-Eso, llevado al mundo seglar, implica la necesidad de integrarse bajo una norma de vida civilizada que es, básicamente, la democracia. ¿Es lo que usted pretende para la Iglesia?

-No. La democracia es una forma de gobierno, una manera de resolver el abuso del poder absoluto.

-¿Y no es ese uno de los problemas de acuerdo con lo escrito por usted, al advertir como "la Iglesia no es el reino de Dios, sino su servidora humana con el Espíritu de Jesús, pero con la tentación del pecado dentro de sí"?

-La forma de gobierno de la Iglesia es modificable. No se puede decir que san Pedro gobernaba a la Iglesia como se hace ahora. Lo que planteo es mucho más grave. Como el mal es el problema de la humanidad, la Ilustración advirtió que es un problema de conocimiento. Si usted ilustra las mentes, la humanidad logrará la desaparición del mal. Yo digo que eso es falso porque históricamente se ha demostrado lo contrario. Remontémonos apenas a las dos espantosas guerras mundiales del siglo pasado (50 millones de muertos), producto de la racionalidad instrumental y de unas potencias donde la inteligencia ha evolucionado más que en otras latitudes. Sobre esa base se está desarrollando el poder político y económico. La pregunta es: ¿Cómo se hace para que esos poderes sean instrumentos al servicio de la vida humana? Y eso va más allá de la democracia.

-¿Cómo responde usted a esa pregunta?

-El Evangelio dice que si usted tiene todo el poder y lo desarrolla a través de la inteligencia, lo mismo debe hacer a la hora de que todas esas conquistas no se conviertan en dioses absolutos, sino en instrumento al servicio de la humanidad. Jesús dice que quien da la vida por otro, pareciera que la pierde, pero en realidad la gana. No hay pareja posible si no se vive esa relación con alegría. No hay padre, ni madre, ni hijo que pueda vivir la familia, sin que yo le dé al otro y que en ese dar no haya pérdida, sino ganancia. Independientemente de que usted crea o no (en Dios).

-Usted dice que no se pierde sino que se gana dando. Pero si usted da la vida por otro y no cree en Dios, el gesto será aún más valioso porque lo hace sin tener la esperanza de la trascendencia.

-Cuando la militancia comunista, había gente que moría en la tortura por no denunciar a un compañero. Se era oficialmente ateo, pero había una convicción, más profunda que la racionalidad, según la cual el torturado sabía que no estaba perdiendo la vida sino que la estaba ganando. Pero dar no es solo morir, sino entender la vida como un don a los demás. Y allí aparece la noción de la gratuidad. Dios es gratuito y en la medida en que encuentra ese don se encuentra la vida, así sea budista o agnóstico. Entonces tenemos grandes fábricas para producir economía y generar poder, pero ¿quién enseña a producir el reconocimiento del otro, la convicción de que a medida que doy me encuentro conmigo mismo? Esa es la única misión que tiene la Iglesia.

-La renuncia del Papa, ¿tiene que ver con todo esto?

-Tiene que ver. El dice, "soy un servidor" y entonces mi autoridad no es absoluta, sino que va en función de ese servicio. De lograr que la Iglesia y yo nos sintonicemos en ese objetivo.

-¿No es un desafío a los dogmas?

-No necesariamente. Es un desafío para que los dogmas no queden vacíos de contenido cristiano. Usted puede tener libro con todos los dogmas y es un libro muerto. Cualquier libro, dogma o norma del derecho Canónico, si en definitiva se vacía de esto que estamos hablando, pierde su esencia.

-¿El llenarlo de contenido no es el verdadero dogma?

-Lo es. La gente no siguió a Jesús porque dijo una verdad filosófica, sino porque El lo reconocía a él, leproso o a ella, prostituta. En fin, que Dios te recibe como eres. Y como Jesús no pide cuentas, sino que te acepta plenamente, transforma a las personas.

-Usted dice que todo lo que no es palabra de Cristo, se puede modificar, incluso habla de la desaparición de los cardenales. ¿No ocurriría lo mismo con el celibato?

-Es evidente. Pedro era casado. El primer Papa era casado, lo dicen las escrituras. San Pablo le dice a los obispos: "Sean personas honradas y maridos de una sola mujer". El celibato no fue estatuido por Jesucristo y por tanto no es inamovible. Es producto de determinados problemas a los cuales la Iglesia fue dando respuestas. Así se estableció el celibato como condición para ser sacerdote. Que eso se pueda modificar, es obvio. Hay gente que simplifica, pero existe la libertad para que la Iglesia, en determinado momento y cultura, lo haga.

El objetivo de concentrar la tarea evangélica en los valores fundamentales del Cristianismo implica la necesidad de un Papa dispuesto a promover el debate sobre temas como el celibato y la pederastia.

-¿Pero, acaso, existe en la Iglesia el clima como para elegir un pontífice que acceda a la investidura con ese talante?

-Quizás eso no sea tan obvio, pero el tema está en discusión y hay países donde por escrito se ha manifestado la conveniencia de pensarlo. Aunque no creo que la salvación del cristianismo venga por ahí. Ahora, es discutible y cambiable.

-Generalmente se atribuye los hechos de pederastia al celibato.

-Cuando se hacen las investigaciones y uno lee los estudios sobre iglesias (protestantes) donde no hay celibato, el porcentaje es mayor y probablemente si se expande el estudio a personas casadas, también lo encontrará y probablemente en un porcentaje mayor. Ocurre, sin embargo, que una mujer haciendo el amor no necesariamente implica que la película donde actúa sea taquillera, pero si aparece una monja haciendo sexo entonces sí lo es, y cómo! . Lo que necesitamos es tener la suficiente libertad, conciencia y amor para que las posibilidades que hoy ofrece la humanidad, respondan a las necesidades. Hoy la humanidad no necesita analfabetos, ejércitos, bombas o armas. No somos capaces de reconocer al otro. Francia y Alemania resolvieron sus conflictos con guerras, hasta que en la última de estas decidieron ponerse de acuerdo, eliminaron las fronteras, se hicieron amigos y ahora nos les va mal. Ahora, eso no es fácil. El Papa Juan Pablo I venía de una diocésis, era un hombre muy carismático y recibió la misión de reformar las estructuras de la Curia Romana. Al final, no pudo. Pero alguien va a poder. De eso no queda la menor duda.

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El capitalismo del ego engendra monstruos

Nadie cree ya en nada, solo en lo que cada uno quiere: de ahí se deriva la desconfianza de todos frente a todos. La ceguera del Fausto digital ha dado origen a una crisis europea que cuestiona el núcleo del sistema

 
Sobre el homo oeconomicus,la ideología neoclásica o neoliberal está todo dicho, si bien no por parte de todos. Ya el poeta favorito de Alemania, Goethe, predijo en 1832 en su drama Fausto el dominio universal del dinero… ¡Y en verso! Sin embargo, a comienzos del siglo XXI tenemos que añadir algo esencial, nuevo y original: el Fausto digital, o más exactamente: el atrevimiento y ceguera fáusticos del capitalismo del ego.
Frank Schirrmacher, coeditor delFrankfurter Allgemeine Zeitung,describe en su libro de reciente aparición, Ego, cómo la implantación de este “nuevo” egoísmo ha ido adquiriendo carácter normativo y, tras la guerra fría, ha sellado la victoria de la teoría de la elección racional hasta en los detalles más nimios del mundo de la vida; incluso en el alma digital del homo novus. Hasta el concepto sartriano de “mala fe” se queda demasiado corto, puesto que presupone la libertad de elección.
Los economistas afirman, naturalmente, lo de siempre: se trata solo de modelos. La del homo oeconomicus no es más que una hipótesis. Pero en el drama real, de desenlace abierto, en el que todos somos participantes y espectadores, víctimas y cómplices, lo que está en juego es cómo el homunculus oeconomicus —un ciborg, un androide, una figura artificial, a medio camino entre la máquina y el hombre— se ha escapado de los “laboratorios frankensteinianos de Wall Street”. Esa narración dramática también extrae su potencia de la brutal sencillez con la que se reacciona a la complejidad extrema del mundo: 1/0, sí/no, conectar/desconectar: es decir, los hombres actúan con códigos informáticos de acuerdo con las leyes de los economistas.
Nadie cree ya en nada, solo en lo que uno quiere. De ahí se deriva la desconfianza de todos frente a todos, de la que el mal se alimenta en todas partes. Aquí tenemos la paradoja: en un momento histórico en el que las instituciones del Estado de bienestar, los mercados financieros y la relación con el entorno natural sufren una crisis fundamental, surgen las “egomónadas”. Su funcionalidad no solo estriba en ocultar frente a otros las consecuencias de la propia acción. Más bien han de interpretarse como estrategias de evitación del riesgo en un mundo de riesgos globales: como una sociopatología del capitalismo del ego.
La política de ahorro con la que se responde a la crisis financiera es percibida como injusta
La crisis financiera y europea solo abre una primera perspectiva de esta ceguera del Fausto digital. Los mercados financieros no son más que los primeros mercados automatizados. Pero les seguirán otros. La comunicación social, los grandes datos, los servicios secretos, la manipulación de los consumidores, a quién se considera un terrorista, las universidades en la barahúnda reformista neoliberal, las relaciones amorosas digitalizadas, el choque de las religiones mundiales en el espacio digital, etcétera.
¿Qué tiene de novedoso el Fausto digital? En la Edad Media los alquimistas intentaban transformar en oro los metales innobles. Los actuales “alquimistas de los mercados” (Schirrmacher) transforman hipotecas tóxicas, de alto riesgo, en productos de primera clase, calificados con notas tan altas que incluso pueden ser adquiridos por los fondos de pensiones. ¿Puede uno comprar una casa sin dinero y gastar además un dinero inexistente? Sí, puede, replican los malabaristas financieros, esos neoalquimistas de bancos mundiales demasiado grandes para caer.
Ante nosotros se abre el nuevo mundo de la manipulación digital del alma. Innumerables agentes digitales, con frecuencia completamente estúpidos, están tan fascinados con sus ideas que no se dan cuenta en absoluto de cómo, a partir de los ingredientes de egoísmo, codicia y capacidad de engañar, surgen monstruos. Entre ellos, monstruos políticos. La política de ahorro con la que Europa responde en este momento a la crisis financiera desencadenada por los bancos es percibida por los ciudadanos como una monstruosa injusticia. Son ellos quienes tienen que pagar con la moneda contante de su existencia por la ligereza con la que los bancos han pulverizado sumas inimaginables. Sin embargo, quienes se dedican a entender al capital, los hermeneutas de los monstruos, han desarrollado un lenguaje curiosamente terapéutico. Los mercados son “tímidos” como cervatos, afirman. No se dejan “engañar”. Pero los verdugos económicos, denominados “agencias de calificación de riesgos”, que también rinden tributo a la religión terrenal de la maximización del beneficio, basándose en las leyes del capitalismo del ego emiten juicios que alcanzan a Estados enteros en el corazón de su ser económico: a Italia, España o Grecia.
“Cada hombre tiene que convertirse en el mánager de su propio yo(Schirrmacher). Ya ha pasado el tiempo en el que los empresarios eran empresarios y los trabajadores, trabajadores. Ahora, en el nivel del capitalismo del ego, ha surgido la nueva figura social del “empresario de sí mismo”: es decir, el empresario descarga la coerción de autoexplotación y autoopresión sobre el individuo, que tiene que aceptar con entusiasmo esta situación, porque ese es el hombre enteramente nuevo que ha nacido en el nuevo mundo feliz del trabajo. El empresario de sí mismo acaba siendo el “cubo de la basura” de los problemas irresueltos de todas las instituciones.
Y, sin embargo, la “individualización”, entendida en un sentido sociológico, es mucho más que eso, es “individualismo institucionalizado”. El proceso de individualización en este último sentido no se refiere únicamente a una ideología social, o a una forma de percepción del individuo, sino que hace referencia a instituciones centrales de la sociedad moderna, como los derechos civiles, políticos y sociales fundamentales, dirigidos todos ellos al individuo. De ahí surge una generación global, interconectada de forma transnacional, que ha de ensayar cómo volver a armonizar individualismo y moral social y cómo conjugar la libertad de arbitrio y la individualidad con una existencia orientada a los otros.
Sindicatos, partidos políticos, iglesias, se están convirtiendo en jinetes sin caballos
Muchos jóvenes ya no están dispuestos a ser soldados en la ejecución de las instrucciones jerárquicas en las organizaciones sociales, ni a renunciar a tener voz propia siendo previsibles peones de un partido. Antes al contrario, las instituciones —sindicatos, partidos políticos, iglesias— se convierten en jinetes sin caballos. La agitación anticapitalista que existe en el mundo probablemente tenga que ver con ambas cosas: el choque de la individualización de los derechos fundamentales con la mercadotecnia del yo que sigue reglas económicas transparentes.
El riesgo de colapso, cada vez más palpable, también ha despertado el sueño de una nueva Europa.
Vivimos en una época en la que ha ocurrido algo que hasta no hace mucho parecía inimaginable, esto es: que los fundamentos del capitalismo global —antes considerado racional, pero que ha terminado siendo irracional— se han hecho completamente políticos, es decir, cuestionables, e incluso políticamente modificables. Existen versiones radicalmente distintas del futuro de Occidente, donde entretanto tiene lugar casi una guerra fría civil: ¿se quiere un capitalismo regulable, que busque un equilibrio con los movimientos sociales y esté abierto a las cuestiones del clima, o se apuesta por la autorregulación del capitalismo globalizado del ego y por más intervenciones militares, de modo que se intente mantener la cohesión nacional aplicando el esquema de amigo/enemigo? Ese es el núcleo del conflicto.
Los riesgos globales son una especie de recordatorio colectivo forzoso de que el potencial de aniquilación al que nos hemos expuesto incluye nuestras decisiones y nuestros errores. Estas impregnan todos los ámbitos de la vida, pero al mismo tiempo abren nuevas oportunidades de transformación del mundo. Es la paradoja en virtud de la cual los riesgos globales dan aliento a la acción. En ello estriba la opción europea: plantear sistemáticamente la pregunta de qué alternativas hay al capitalismo digital del ego. La pregunta de cómo, mediante una Europa distinta, es posible más libertad, más seguridad social y más democracia.
Ulrich Beck es sociólogo y profesor de la London School of Economics y de la Universidad de Harvard. Su último libro publicado en España es Una Europa alemana, Paidós 2012.
Traducción de Jesús Alborés Rey.

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lunes, 18 de febrero de 2013

Posted: 18 Feb 2013 05:36 AM PST
Referencia: NewScientist.com .
por Emma Young, 14 febrero 2013 

"Cualquiera puede enfadarse, eso es fácil; pero enfadarse con la persona adecuada, en la medida correcta, en el momento oportuno, con el conveniente propósito y de la forma apropiada, eso ya no es tan fácil".

Así escribía Aristóteles, hace más de 2000 años, en su obra clásica "El arte de la Retórica". Sus palabras no cuadran muy bien con nuestro moderno concepto de la ira. Hoy día, tendemos a pensar que es una emoción destructiva que puede arruinar relaciones y derribar carreras profesionales. De hecho, el manejo de la ira es un campo lleno de teorías sobre la mejor manera de controlar o reprimir la ira excesiva. Pero la ira, parece ahora, que no es del todo mala. De hecho, haríamos bien en cultivar nuestra ira en algunas situaciones, en las relaciones personales, en la negociación de algunos negocios y dentro de los grupos de acción social, por ejemplo.

"En la medida que la ira suele ser una experiencia desagradable, se ve como una emoción negativa", dice el psicólogo Brett Ford, de la Universidad de California, Berkeley. "Pero experimentar la ira puede ayudarnos a perseguir nuestras metas, y ser más feliz y saludables a largo plazo". Para cultivar estos beneficios, la destreza, tal como entendía Aristóteles, es saber cuándo, dónde, cómo y por qué te enojas. Tenemos que aprender a utilizar nuestra ira de manera estratégica, en lugar de dejar que nos controle.

Los filósofos han reflexionado largo y tendido acerca de las causas de la ira, pero en general la reconocen como una respuesta emocional a ser provocado. Una llamada de atención de un empleado, un insulto dirigido a tu hijo, la decisión que sugiere tu jefe acerca de que tus sentimientos son irrelevantes, todas estas cosas tienden a desencadenar sentimientos de ira, y por lo general son vienen acompañadas por cambios físicos, como el aumento de la frecuencia cardíaca y los niveles de adrenalina. El cómo respondemos a estos desencadenantes, cuánta rabia sentimos y en qué medida lo expresamos, varía de una persona a otra (ver anexo 2 "La brigada de la ira"). No hay duda de que las personas que experimentan y expresan enojo con frecuencia, padecen de una rabia desinhibida. Aunque el impacto sobre su salud sea discutible, el efecto en sus relaciones está claro. "Sus hijos, esposas, jefes, familias les temen, y asustan a cualquiera", señala Mike Fisher, director de la Asociación Británica de manejo de la ira, con sede en East Grinstead. "No te creerías la cantidad de personas que hay así. No tienen amigos. Su familia les ha dejado. Todos ellos funcionan o actúan con toda una variedad de adicciones".

Desde la rabia desencadenada en las revueltas, nadie está discutiendo que la ira no pueda ser enormemente destructiva, sin embargo, la idea de que a veces también puede ser beneficiosa está ganando terreno. Un estudio de especial influencia se produjo a raíz de los ataques terroristas del 11/9 en EE.UU. Jennifer Lerner, ahora en la Universidad de Harvard, recopiló información sobre las emociones y actitudes de los casi 1000 adultos y adolescentes estadounidenses, apenas a nueve días tras dichos ataques, con estudios de seguimiento en años posteriores. Ella encontró que las personas que se sentían molestos con el terrorismo se mostraron más optimistas sobre el futuro que los que tenían miedo al terrorismo. Los hombres del estudio estaban más enojados que las mujeres, y en general, eran más optimistas. También encontró que, el enfoque de las historias de los medios de comunicación para enojar a la gente, les hacía tener menos miedo a ser heridos en un atentado terrorista y más dispuestos a apoyar una respuesta pública agresiva en lugar de conciliadora (Psychological Science, vol 14, p 144).

Una ira sana

En un estudio de laboratorio, Lerner descubrió que la gente enojada, en vez de miedo por una situación de estrés, tienen una menor respuesta biológica, en términos de presión arterial y niveles de estrés hormonal (Biological Psychiatry, vol 61, p 253). Esto demuestra, señala ella, que cuando estás en una situación desesperante, y tu ira está justificada, la emoción no es necesariamente mala para usted. Investigaciones recientes de Ford dan un paso más allá. Trabajando con Tamir Maya, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Israel, descubrieron que las personas tienden a sentirse enojadas en vez de felices, cuando se confrontan otros casos de mayor bienestar general (Emotion, vol 12, p 685). La naturaleza irascible también puntuó más alto en inteligencia emocional, que puede parecer contrario a la intuición, sin embargo, es coherente con la idea de sentirse enojado, aunque desagradable, puede tener sus usos.

La investigación de Lerner del 11/9, también pone de relieve la importancia de la ira que provocó la acción colectiva contra una amenaza común, una idea que está siendo explorada por Andrew Livingstone, de la Universidad de Stirling, Reino Unido. Su equipo estudió a grupos de personas con algo en común (p. ej., procedentes de Gales del Sur) y grupos al azar, y midió las reacciones emocionales de los participantes a factores desencadenantes, como la sugerencia de que iba a ser retirado el apoyo gubernamental a lugares de patrimonio en el sur de Gales. Ellos encontraron que la ira, más que cualquier otra emoción, ayudaba a unir a las personas con una convicción compartida, y les planteó que pasaran a la acción.

"Por su naturaleza, la ira tiende a ser una emoción muy energizante", dice Ford. Su trabajo sugiere que el sentirse enojadas hace que las personas busquen recompensas (Psychological Science, vol 21, p 1098). Si el deseo de recompensa promueve la mejora las condiciones de trabajo, por ejemplo, o cambios sociales más amplios, la ira puede jugar un papel muy importante para ayudar a alcanzar estos objetivos. "Mahatma Gandhi y su resistencia pasiva, es un bello ejemplo de la ira controlada", afirma Fisher. "Se ha visto con Nelson Mandela, con Malcolm X, estas son enormes figuras de nuestra historia que se destacan como líderes increíbles, que han canalizado su ira y han transformado naciones. Sin embargo, esta canalización de su ira se ha dirigido a curar en lugar de hacer daño."

La ira es de vital importancia para la movilización que apoya a un movimiento social, señala Nicole Tausch, de la Universidad de St. Andrews, Reino Unido. Cuando examinaron las protestas estudiantiles contra los costes de matrícula en Alemania, la respuesta de los musulmanes indios a la desigualdad en la India, o cómo los musulmanes británicos reaccionaron ante la "guerra contra el terrorismo" del gobierno británico, Tausch y sus colegas hallaron que la ira jugaba un papel positivo. En particular, la gente estaba motivada a realizar manifestaciones pacíficas esperando persuadir a su adversario para rectificar las injusticias sociales ((Journal of Personality and Social Psychology, vol 101, p 129). En contextos políticos, la ira puede ser la señal de que las personas todavía se sienten conectadas y representadas por un sistema político, "las expresiones de enojo, como en las protestas, podrían no ser vistas como una amenaza para el sistema, sino como signos de una democracia saludable".

Si la ira puede servir a una causa superior, también puede ser aprovechada para nuestros fines personales. Hay muchas pruebas de que la ira puede ser beneficiosa en un contexto profesional, siempre y cuando se tenga cuidado de cómo se expresa y ante quién.

La explosión de ira puede pagar dividendos en el lugar de trabajo, si los gerentes posteriormente abordan los problemas de fondo, en lugar de simplemente castigar a las personas agraviadas (Human Relations, vol 64, p 201). Algunos gerentes con visión de futuro, incluso quieren fomentar la ira, al menos en determinados momentos, parece que las personas que se sienten enojadas producen una lluvia de ideas de forma más estructurada, coherente además con una resolución creativa de problemas (Journal of Experimental Social Psychology, vol 47, p 1107).

La ira profesional

También hay pruebas de que los líderes políticos y empresariales que se enojan más que sentir tristeza, en respuesta a un escándalo se les concede un estatus más alto (Revista de Personalidad y Psicología Social, vol 80, p 86), siempre y cuando sea hombre, es así. Tanto los hombres como las mujeres confieren un menor estatus a las mujeres profesionales montadas en cólera que a sus homólogos profesionales masculinos, ya sea la mujer un CEO o una aprendiz. Las reacciones emocionales de una mujer se atribuyen generalmente a su carácter ("ella es una persona enojada") mientras que en los hombres se percibe como una mera reacción a las circunstancias externas. La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, es una mujer política que ha sufrido críticas por ser "demasiado iracunda", reseña Victoria Brescoll, de la Universidad de Yale (Psychological Science, vol 19, p 268).

Diversos estudios han descubierto que los negociadores enojados pueden obtener un mejor resultado en su haber. Pero en 2010, Hajo Adán, de INSEAD, una escuela de negocios en Francia, halló una importante excepción. Su investigación se inspiró, en parte, al observar cómo sus colegas en INSEAD (que cuenta con campus en todo el mundo) reaccionaban de manera distinta a los arrebatos de ira, y cómo los enviados comerciales de Japón respondió negativamente al ex presidente de EE.UU. Bill Clinton tomó una postura enojada en las negociaciones a principios de 1990. En los estudios en laboratorio con estudiantes voluntarios de la Universidad de California, Berkeley, el equipo de Adán descubrió que los estadounidenses de ascendencia europea hacían más concesiones a un rival enfadado que a uno no-emocional, en tanto que los asiáticos y asiático-americanos hacían menos concesiones (Psychological Science, vol 21, p 882). Adán piensa que esto refleja las normas culturales acerca de cuándo es o no apropiado enojarse.

Advertencias aparte, la ira, usada juiciosamente, tiene todo tipo de beneficios tanto en el ámbito laboral como en la más amplia esfera social. Sin embargo, ¿qué ocurre con la vida familiar? Sin duda, cuando se trata de tus seres queridos, ¿es siempre mejor mantener la calma y evitar un altercado?

No, dice Ernest Harburg, profesor emérito de la Universidad de Maryland, en la Escuela de Salud Pública en Washington DC. Él cree que una pelea con tu pareja en realidad podría ser saludable. Su equipo ha encontrado que, las personas que suelen reprimir su ira en disputas con su compañero/a mueren antes que aquellos que permiten su ira y resuelven conflictos. Y últimamente, en los resultados aún no publicados de un estudio que abarca más de tres décadas, las parejas donde ambos expresan su enojo tienen una vida significativamente más larga. Harburg cree que la represión de la ira aumenta la presión arterial y, a largo plazo, esto afecta la vida útil. "La idea de inhibir la ira todo el tiempo, lo cual es promovido por las religiones y los pacifistas, no da lugar a un pensamiento saludable."

Fisher advierte que al enojarse en una relación, hay que ser respetuoso. "Es tan simple como decir: Me siento mal y enojado, necesito que me escuches y me tomes seriamente, que te ocupes de mi y me hagas caso". Eso, admite, no es lo que la gente suele decir.

Como ya reconoció Aristóteles, el control de la ira no es nada fácil. Pero hasta eso no es suficiente. También tenemos que aprender a responder adecuadamente a la ira de los demás. Si se le impulsa a más ira, o incluso simplemente se le ignora, las consecuencias pueden ser graves. Todo el mundo tiene una experiencia personal de esto, y si esto se da en un contexto político, los resultados pueden ser desastrosos. Tausch y su equipo, han encontrado que si el objetivo de la ira expresada por un grupo político no responde a los cambios, el grupo puede llegar a ser desdeñar el objetivo (quizás al gobierno), y dedicarse a lo que se llama "fuera de sistema" de la acción política, es decir, la violencia o el apoyo al terrorismo.

Razón de más, entonces, para "enfadarse con la persona adecuada, en la medida correcta, en el momento oportuno, con el conveniente propósito y de la forma apropiada". Y razón de más para prestar atención a la ira, en lugar de ignorarla. La ira no debe ser vista como una forma destructiva del comportamiento, subraya Tausch, sino más bien como una forma de fomentar los comportamientos para que sean positivos y constructivos para las relaciones sociales.


Anexo 1. La fisiología de la furia
El estallido de ira tiene efectos poderosos en el cuerpo humano
  •     Los ojos se fijan
  •     La cara enrojece
  •     Se aprieta la mandíbula
  •     La voz se vuelve estridente (mujeres)
  •     La voz se profundiza (hombres)
  •     El corazón late fuerte
  •     Nerviosismo en el estómago o náuseas
  •     Las extremidades tiemblan
  •     La adrenalina se dispara
  •     Incremento del flujo de sangre en las manos
  •     Respiración más fuerte
  •     Aumenta la sudoración
  •     Elevación del torso
  •     Se abren los orificios nasales

Anexo 2. La brigada de la ira

El mismo rol social puede hacer a una persona ansiosa, a otra irritada y a una tercera tan enojada que reaccione con los puños. Nadie está muy seguro de por qué algunas personas tienen miedo cuando se les provoca y otros se enojan, pero lo cierto es que hay gente que tiende a enojarse más que otros.

Para empezar, los hombres se enojan más que las mujeres. Y dentro de cada sexo, los hombres físicamente fuertes son más iracundos que los débiles, y las mujeres hermosas suelen enojarse más que las mujeres menos atractivas, de hecho, la diferencia está en un 20 por ciento de variación en la ira masculina, según Aaron Sell, de la Griffith University, Queensland, Australia (Human Nature, vol 23, p 30). "La teoría es que la fuerza y ​​el atractivo conduce individualmente a hombres y mujeres a sentirse con más derecho". En nuestro pasado evolutivo, tales atributos les habría dado una ventaja en la competencia con los demás. "Si el mundo no les da estos beneficios, son más propensos a volverse furiosos como consecuencia de ello", señaló Sell.

Siguiendo una lógica similar, algunos investigadores creen que una alta autoestima crea a gente más enojada. Sin embargo, Mike Fisher, director de la Asociación Británica de Control de la Ira, cree que lo contrario también es cierto. Su experiencia le ha convencido de que las personas con baja autoestima (que puede incluir a alumnos de alto rendimiento) sufren más de estrés, lo que alimenta su ira. La gente se enoja más en momentos de estrés como ahora, cuando gran parte del mundo desarrollado se preocupa por la economía, argumenta Fisher.

La susceptibilidad al estrés también podría explicar el por qué de un alto nerviosismo, Las personas Tipo A, se cree que se enojan más que el más relajado Tipo B. La fisiología, a veces, podría ser responsable: hay un vínculo entre un pobre control de la glucemia y el estado de ánimo alterado, incluso enfadado (Diabetes Technology & Therapeutics, vol 14, p 303). La ira incluso se ha relacionado con un gen, el MAO-A, conocido como el gen "guerrero". Sin embargo, mientras que las personas con este gen tienden a ser más agresivos, esto no significa necesariamente que sea porque se sienten más enojados.

Y nadie sabe realmente lo que hay detrás de un trastorno explosivo intermitente, dice Ronald Kessler, de la Harvard Medical School. Es una enfermedad psicológica caracterizada por erupciones de ira incontrolable, que generalmente se desarrolla en la infancia tardía. En 2012, el equipo de Kessler informó que alrededor de 1 de cada 12 adolescentes y adultos estadounidenses lo padecen, una tasa mucho más alta de lo que nadie habría sospechado (Archives of General Psychiatry, vol 69, p 1131).

Cualesquiera que sean las causas, no existe una "cura" para la ira excesiva. Una persona que se siente con frecuencia inapropiadamente enojada, por lo general, debería siempre trabajar en su gestión, señala Fisher. Como él mismo lo sufre, sabe lo difícil que puede ser. Pero hay un rayo de esperanza. Como regla general, tendemos a estar menos enojados, o por lo menos menos agresivos, a medida que envejecemos.

Anexo 3. Hacer unos tests

¿Controlas tu ira, o la ira te controla a ti? La Asociación Británica de Control de la ira tiene un test en línea que le dirá dónde se sitúa.

Mike Fisher, director de la Asociación Británica de Control de la ira, es también el fundador de Stress Experts, un test de estrés de la compañía en línea puede dar una guía de lo bien que está hacer frente a las pruebas de la vida.


Artículo original: "Do get mad: The upside of anger", apareció en prensa como "Do get mad".
Imagen: La ira.

Fuente..Pedro Donaire, BITNAVEGANTES
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