viernes, 28 de junio de 2013

¿POR QUÉ ESTAMBUL SÍ, RÍO TAMBIÉN, Y CARACAS (TODAVÍA) NO?;




POR FERNANDO MIRES | 25 de Junio, 2013 

Poco después de haber dado a conocer en POLIS un artículo en el que
intentaba analizar los estallidos sociales ocurridos en Turquía y
Brasil, recibí un e-mail de una gentil lectora preguntando mi opinión
acerca de por qué en Caracas no ha ocurrido algo parecido. ¿No será
que a los venezolanos nos faltan ganas? agregaba, incitándome a una
rápida respuesta.

Tentado estuve de responder que por lo general mantengo una línea; y es
la de nunca referirme a hechos cuando no han ocurrido, limitándome a
enfocar lo que aparece sobre la superficie pues ese es el lugar de la
política --lo que la diferencia de la filosofía y el arte, cuyos
lugares suelen ser insondables--. No obstante, la pregunta de mi lectora
no deja de ser interesante. Y además, muy lógica. Es por eso que en
contra de mis convenciones, hice una excepción y decidí responder.

¿Por qué en Venezuela, después de catorce años de corrupción,
nepotismo, despotismo, militarismo, abusos, y pare usted de contar, no
surge una manifestación social parecida a las que tiene lugar en las
grandes ciudades turcas y brasileñas?


Un teórico chavista --suponiendo que en el chavismo exista algún
teórico-- podría responder aduciendo que esa es precisamente una
prueba de que en la población hay conformidad con la gestión de
gobierno. Alguno más fanático agregará que el gobierno es del pueblo
y el pueblo no protesta en contra del pueblo. Afirmaciones que se
contrarrestan con el hecho de que Venezuela es el país donde, de
acuerdo a estadísticas, las luchas reivindicativas son las más
numerosas del continente.

No hay día en que no amanezcan carreteras trancadas, guarimbas cada
noche, tomas de recintos de trabajo, ocupaciones de terrenos,
cacerolazos al por mayor, huelgas, incluyendo las de hambre,
agregándose algunos detalles tortuosos como esos estudiantes que se
cosen los labios en inútiles actos de narcisista heroísmo.

Caminando a lo largo de una sola calle tú puedes encontrar varias
manifestaciones populares. También es posible observar --y por ahí va
el problema-- que ninguna de ellas toma noticias de la otra. Todas se
ignoran entre sí. 


Parlando el dialecto de los sociólogos podría
decirse que en Venezuela no existe articulación social ni
intercomunicación discursiva. 


Eso no quiere decir por supuesto que
alguna vez no pueda emerger una protesta descomunal, como las que inunda
las calles de Turquía y Brasil. Pero el hecho concreto es que todavía
eso no sucede.


Hay una razón obvia: La desintegración social que experimenta
Venezuela es un fenómeno inducido. 


Para nadie es un misterio que la
nación vive hace años bajo el imperio de un régimen radicalmente
estatista.


 Y ahí donde crece el estado no nace la sociedad. 

En ese sentido podría afirmarse que bajo el chavismo --el mismo Chávez jamás
lo ocultó-- ha tenido lugar un proceso de toma del poder, pero no por
una clase social externa al estado, sino por un partido identificado
cien por ciento con el estado. 


O en otras palabras: se trata de un
proceso de doble toma de poder. Por una parte, la toma del estado por el
gobierno. Por otra, la toma de la sociedad por el estado.


El ideal --todavía incumplido-- del chavismo ha sido integrista:
identificar lo social, lo político y lo estatal en una sola unidad
articulada por la presencia de un líder carismático.


Ahora bien, para alcanzar ese ideal, las organizaciones populares,
incluyendo sindicatos estratégicos como los del petróleo, fueron
estatizados. Fue así naciendo un orden corporativo muy similar al
modelo mussoliniano. Los grotescos "batallones obreros" propuestos por
Maduro serían, desde esa perspectiva, la culminación de ese ideal
integrista: la militarización de una clase social ya estatizada.
Afortunadamente a Maduro --a diferencias de Mussolini-- nadie lo toma
muy en serio

Las organizaciones de representación popular nacidas bajo el chavismo
fueron construidas desde arriba hacia abajo. Tanto Misiones como
Concejos son prolongaciones del estado al interior del universo popular.
De modo paralelo el chavismo tomó posesión de gran parte del aparato
productivo, principalmente del segmento más vinculado al consumo
popular. Todo esto exigía, por supuesto, la existencia de una eficiente
burocracia. Dicha burocracia, por cierto, existe; es gigantesca, pero a
la vez, es absolutamente ineficiente, más aún, es corrupta y
parasitaria.

No obstante, las demandas populares no tienen otro interlocutor que no
sea el estado, pero --este es el punto-- de un estado que ha sido
secuestrado por el gobierno. De este modo, cuando los trabajadores van a
huelgas, no tienen a nadie a quien reclamar sino al propio
gobierno-estado. Tampoco pueden esperar solidaridad de otros sectores
sociales pues estos se encuentran de igual modo conectados verticalmente
al estado. Chávez y el chavismo han logrado así quebrar la columna
vertebral de la sociedad venezolana, hasta el punto de que una
comunicación de tipo horizontal entre diversas organizaciones sociales
--como la que se ha dado recientemente en Brasil y en Turquía--
resultaría, si no imposible, muy difícil.

O para expresarnos en términos comparativos. Mientras en Brasil y
Turquía tuvo lugar un proceso de evolución económica, siendo
respetadas las instituciones públicas y la autonomía ciudadana, en
Venezuela, bajo la égida de uno de los estados más corruptos de los
cuales se tiene noticia, tuvo lugar un proceso de "destrucción de la
producción", siendo las instituciones públicas convertidas en meros
apéndices de un partido de gobierno nacido al interior del estado.

De la estatización de lo social solo escapan algunas universidades (ya
minoritarias frente a la creación de esos antros ideológicos que son
las universidades chavistas), las iglesias, uno que otro medio
comunicacional, diversas redes sociales y, sobre todo, los tan
denigrados partidos políticos de la oposición democrática.

Para concluir: Si hubiera tenido que responder de modo más escueto a mi
estimada lectora la pregunta de por qué en Venezuela no asoma
(todavía) un movimiento social como el turco o el brasileño, habría
postulado la siguiente tesis: Mientras en países democráticos como
Turquía y Brasil lo político es construido a partir de lo social, en
países no democráticos, o deficientemente democráticos como
Venezuela, lo social debe ser construido a partir de lo político.

Al nivel de lo político y no de lo social pertenecen también las
elecciones periódicas. Pero ¿no están controladas las elecciones, y
de modo fraudulento, por el propio partido-gobierno-estado?

Este es ya otro tema. En cierto modo es el tema del tema. Lo abordaré
en mi próximo artículo.

Autor: Fernando Mires..POLIS
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martes, 25 de junio de 2013

Roma y la Teología de la liberación: fin de la guerra


Gerhard Ludwig Müller
GERHARD LUDWIG MÜLLER

El Prefecto del ex Santo Oficio, Müller, hace un homenaje, bajo el signo de su amistad con el teólogo peruano Gutiérrez

GIANNI VALENTECIUDAD DEL VATICANO

«El movimiento eclesial teológico de América Latina, conocido como “teología de la liberación”, que después del Vaticano II encontró eco en todo el mundo, debe ser considerado, según mi parecer, entre las corrientes más significativas de la teología católica del siglo XX». 
Quien consagra la teología de la liberación con esta halagadora y perentoria evaluación histórica no es algún representante sudamericano de las estaciones eclesiales del pasado. El “certificado· de validez llega directamente del arzobispo Gerhard Ludwig Müller, actual Prefecto del mismo dicasterio vaticano -la Congregación para la Doctrina de la Fe (CdF)- que durante los años ochenta, siguiendo el impulso del Papa polaco y bajo la guía del entonces cardenal Ratzinger, intervino con dos instrucciones para indicar las desviaciones pastorales y doctrinales que también incluían los caminos que habían tomado las teologías latinoamericanas.


La evaluación sobre la teología de la liberación no es una declaración que se le escapó accidentalmente al actual custodio de la ortodoxia católica. El mismo juicio, meditado, aparece en las densas páginas del volumen del que proviene la cita: una antología de ensayos escrita a cuatro manos, impresa en Alemania en 2004, y que ahora está por ser publicada en Italia con el título “De la parte de los pobres, Teología de la liberación, Teología de la Iglesia” (Ediciones Messaggero, Padua, Emi).


El libro hoy irrumpe casi como un acto para clausurar las guerras teológicas del pasado y los residuos bélicos que de tanto en tanto brillan para esparcir alarmas que representan ya intereses ya pretextos. El volumen lleva las firmas del actual responsable del ex Santo Oficio y del teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, padre de la teología de la liberación e inventor de la misma fórmula usada para definir esa corriente teológica, cuyas obras fueron sometidas a exámenes rigurosos durante bastante tiempo por parte de la CdF en su larga estación ratzingeriana, aunque nunca se le haya atribuido ninguna condena.


El libro representa el resultado de un largo camino común. Müller nunca ha ocultado su cercanía a Gustavo Gutiérrez, a quien conoció en 1998 en Lima durante el curso de un seminario de estudios. En 2008, durante la ceremonia para el doctorado honoris causa concedido al teólogo Müller por la Pontificia Universidad Católica del Perú, el entonces obispo de Ratisbona definió como absolutamente ortodoxa la teología de su maestro y amigo peruano. En los meses anteriores al nombramiento de Müller como guía del Dicasterio doctrinal, justamente su relación Gutiérrez fue evocada por algunos como prueba de la no idoneidad del obispo teólogo  alemán para el puesto que ocupó (durante 24 años) el entonces cardenal Ratzinger.


En los ensayos de la antología, los dos autores-amigos se complementan recíprocamente. Según Müller, los méritos de la teología de la liberación van más allá del ámbito del catolicismo latinoamericano. El Prefecto indica en que la teología de la liberación ha expresado en el contexto real de la América Latina de las últimas décadas la orientación hacia Jesucristo redentor y liberador que marca cualquier teología auténticamente cristiana, justamente a partir de la insistente predilección evangélica por los pobres. «En este continente», reconoce Müller «la pobreza oprime a los niños, a los ancianos y a los enfermos», e induce a muchos a «considerar la muerte como una escapatoria». Desde sus primeras manifestaciones, la teología de la liberación “obligaba” a las teologías de otras partes a no crear abstracciones sobre las condiciones reales de la vida de los pueblos o de los individuos. Y reconocía en los pobres la «carne misma de Cristo», como ahora repite Papa Francisco.


Justamente con la llegada del primer Papa latinoamericano surge con mayor fuerza la oportunidad para considerar esos años y esas experiencias sin los condicionamientos de los furores y las polémicas de entonces. Aún alejándose de los ritualismos del “mea culpa” postizos o de las “rehabilitaciones” aparentes, hoy es mucho más fácil reconocer que ciertas vehementes movilizaciones de algunos sectores eclesiales en contra de la teología de la liberación estaban motivadas por ciertas preferencias de orientación política más que por el deseo de custodiar y afirmar la fe de los apóstoles. Los que pagaron la factura fueron los teólogos peruanos y los pastores que estaban completamente sumergidos en la fe evangélica del propio pueblo, que acabaron “triturados” o en la sombra más absoluta. Durante un largo periodo, la hostilidad demostrada hacia la teología de la liberación fue un factor precioso para favorecer brillantes carreras eclesiásticas.


En uno de los textos, Müller (que en una entrevista del 27 de diciembre de 2012 había expresado la hipótesis  del escenario de un Papa latinoamericano después de Ratzinger) describe sin medias tintas los factores político-religiosos y geopolíticos que condicionaron ciertas “cruzadas” en contra de la teología de la liberación: «Con el sentimiento triunfalista de un capitalismo, que probablemente se consideraba definitivamente victorioso», refiere el Prefecto del dicasterio doctrinal vaticano, «se mezcló también la satisfacción de haber cancelado de esta manera cualquier fundmento o justificación de la teología de la liberación. Se creía que el juego era muy sencillo con ella, arrojándola al mismo conjunto de la violencia revolucionaria y del terrorismo de los grupos marxistas». Müller también cita el documento secreto, preparado para el presidente Reagan por el Comité de Santa Fe en 1980 (es decir cuatro años antes de la primera Instrucción vaticana sobre la teología de la liberación), en el que se solicitaba al gobierno de los Estados Unidos de América que actuara con agresividad en contra de la «Teología de la liberación», culpable de haber transformado a la Iglesia católica en «arma política contra la propiedad privada y el sistema de la producción capitalista». «Es desconcertante en este documento», subraya Müller, «la desfachatez con la que sus redactores, responsables de dictaduras militares brutales y de potentes oligarquías, hacen de sus intereses por la propiedad privada y por el sistema productivo capitalista el parámetro de lo que debe  valer como criterio cristiano».


Después de haber pasado décadas de batallas y contraposiciones, justamente la amistad entre los dos teólogos (el Prefecto de la Doctrina de la Fe y el que durante un tiempo fue perseguido por el mismo dicasterio doctrinal) alimenta finalmente una óptica capaz de distinguir los obsoletos armazones ideológicos del pasado de la genuina fuente evangélica que impulsaba muchos de los derroteros del catolicismo latinoamericano después del Concilio. Según Müller, justamente Gutiérrez, con sus 85 años (y que planea viajar a Italia y pasarse por Roma en septiembre), ha expresado una reflexión teológica que no se limitaba a las conferencias ni a los cenáculos universitarios, sino que se nutría de la savia de las liturgias celebradas por el sacerdote con los pobres, en las periferias de Lima. Es decir, esa experiencia básica gracias a la que -como dice siempre simple y bíblicamente el mismo Gutiérrez-  «ser cristianos significa seguir a Jesús». Es el Señor mismo, añade Müller al comentar la frase de su amigo peruano, quien «nos da la indicación de comprometernos directamente por los pobres. Hacer la verdad nos lleva a estar de parte de los pobres».  

Fuente: Vatican Insider.esp. 
La Stampa, Italia .


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domingo, 23 de junio de 2013


Misión europea: Elección de Maduro es nula

Una electora se busca en la lista para ejercer su derecho
Una electora se busca en la lista para ejercer su derecho
Expertos denuncian que el CNE, la FANB y el TSJ siguen líneas del Gobierno, y relatan incidente en centro electoral en Caracas

Antes de hacer recomendaciones al sistema electoral venezolano, el Instituto de Altos Estudios Europeos parte de la tesis de que  previo al 14A hubo un “vicio de nulidad que afecta a todo el proceso electoral”: la interpretación de la Sala Constitucional de los artículos 229 y 232 que permitió la participación de Nicolás Maduro como candidato fue errónea, pues entienden que no le estaba permitido por ser vicepresidente. 
“El TSJ no sólo fuerza la Constitución, al convertirlo en Presidente sin cumplir los requisitos constitucionales, legales y procedimentales sino que olvida los artículos 57 y 58 de la Lope y 128 del Reglamento Electoral, que señalan que todo funcionario público debe separarse del cargo para postularse a elección popular. La interpretación resulta forzada e incluso sospechosa de una conducta prevaricadora”, advierte en un informe la misión de apoyo internacional, que participó el 14A y permaneció en el país entre el 11 y el 22 de abril para ver y levantar información en Táchira, Mérida, Zulia y Distrito Capital.
“Maduro no cumple con los requisitos del artículo 227 de la Constitución, puesto que contraviene el 229. Esta situación constituye un vicio de nulidad que afecta a todo el proceso, haciéndolo nulo de pleno derecho, y la Sala Constitucional del TSJ habría incurrido en la conducta tipificada en el artículo 25 de la Constitución que ha jurado defender y garantizar (…). Todo acto que viole los derechos constitucionales son nulos y los funcionarios que los ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa”, indican.
Los delegados internacional renuncian al pacto “confidencial” que impone el CNE a los “acompañantes” y optan por hacer público el informe, de 28 páginas, por considerar que las limitaciones son “un obstáculo insalvable” para ofrecer recomendaciones al Gobierno, a los ciudadanos, a la rendición de cuentas o transparencia pública. “En las últimas decisiones del TSJ se constata una muy preocupante permeabilidad a la voluntad del Ejecutivo y del partido que le mantiene. Una situación así pone en peligro y en serias dudas la necesaria neutralidad y objetividad exigible a este órgano en un sistema democrático”, afirman.

Dudas. El IAEE detectó las siguientes irregularidades:
- “Inseguridad jurídica e inquietud ciudadana sobre el origen de la candidatura de Maduro, su elección o las respuestas contradictorias sobre aceptar una auditoría”.
- Afán de conservar el poder “a toda costa” y mantener el legado de Chávez constituye una violación de las normas y aumentar “la sospecha de una suspensión del Estado de Derecho”. “Las instituciones del Estado han perdido neutralidad, vulneran la garantía del ejercicio libre y sano de los derechos y las obligaciones ciudadanas, dejan indefensa a la ciudadanía y sin razón de ser a la democracia”.
- “Actores políticos siguen volcados en enfrentamientos y no en debates que garanticen líneas estables”.
- La negativa del CNE de propiciar una auditoría completa ha generado ataques y “dudas” con respeto a su imparcialidad. IAEE relata cómo fueron testigos de ocho delitos electorales en el liceo Aplicación de Montalbán, Caracas, cuando el diputado del PSUV Robert Serrat llegó con un paquete de cédulas para que indigentes pudieran votar.
Delitos: impedir el derecho al sufragio; “accionar de mecanismos y votos fraudulentos”; porte de armas; alterar el orden; perturbar el acto democrático; asistir a más de un votante, y prohibir votos a discapacitados.
- “El alto nivel de enfrentamiento y agresividad, que contagia a la ciudadanía, propicia una polarización social insostenible”. Por ello proponen crear “espacios mixtos” de diálogo que faciliten la estabilidad y continuidad institucional.
- “Existe una concordancia Estado-administración-partido; líder sucesorio/vicepresidente/candidato a presidente”, que desvía el papel del Estado, que debe atender a todos por igual.
- Se presiona a los funcionarios –fijos o contratados– si no apoyan de manera “activa y manifiesta” al candidato gubernamental y se le moviliza para actos de campaña, indica el informe, que cita las amenazas de los ministros de la Vivienda y Comunicaciones, Ricardo Molina y Ernesto Villegas, respectivamente, así como el uso de las páginas web de la Cancillería para atacar a la oposición.

Acto civil 
La misión de observadores europeos revisó el papel del Poder Judicial, la FANB, medios de comunicación y CNE y concluye que todos presentan fallas. Por ejemplo, alertan que el TSJ exalta “abiertamente a la cabeza del Ejecutivo en tono político partidista” en sentencias; concretamente, en el caso de la sustitución temporal presidencial y la convocatoria a elecciones por el fallecimiento de Chávez. 
El Poder Judicial, aconsejan, “debe permanecer ajeno a usos políticos protocolares y ser fiel reflejo de la división de poderes”. 
La presencia de los militares en cuestiones políticas es criticada por el IAEE, así como su participación en el operativo de seguridad electoral que, consideran, es “de carácter civil y ajeno a la presencia y estética militar”. Indican que la foto de Chávez forma parte de “la estética de los cuarteles” y sus alrededores. “Esta predisposición vulnera la neutralidad que debe regir a las Fuerzas Armadas al exhibir los símbolos patrios que recoge la Constitución”. Al evaluar al CNE alertan que la “estructura directiva no favorece la imagen de neutralidad en todos sus actos”, por lo que proponen la escogencia de rectores profesionales, equilibrados y que no respondan a la mayoría circunstancial del Parlamento. 
IAEE lamentó la preferencia del CNE a “los acompañantes de Unasur”, en detrimentos de observadores reconocidos por las Naciones Unidas. Presenciaron la existencia de votos nulos por la demora del sistema en reconocer la opción seleccionada. 
En cuanto al sistema electoral proponen que las mesas no tengan más de 500 electores; que la votación sea homogénea en todos los centros (es decir, que se cumpla la “obligatoriedad” de pasar por el captahuella), y que se suprima la tinta indeleble para facilitar la votación. 
Aconsejan al CNE “simplificar” el tarjetón, de manera que aparezca el candidato una vez, independientemente del número de partidos que lo apoyan. “La elección es unipersonal”, alegan. 
Los responsables del informe del IAEE y Redinipaz son Gustavo Palomares (Universidad Complutense de Madrid), Claudia Salcedo (Universidad Externado de Colombia), Anacleto Villaroel (IAEE) y Juan David Irausquín (parlamentario de Aruba). El fin, “producir alertas tempranas sobre riesgos contra el Estado de Derecho”.
Consulte el informe completo aquí 
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Marcos Villasmil: En el principio fue Daniel Kahneman

    En la actual revolución en materia de toma de decisiones humanas, en el principio fue Daniel Kahneman. Bueno, esto no es totalmente cierto, pero casi. 
    Kahneman es ganador del premio Nobel de Economía 2002; un contribuyente mayor a la llamada “behavioral economics” o economía del comportamiento y que desde la psicología ha sistemáticamente desmontado el tradicional modelo de decisión racional. Dicho premio Nobel lo recibió conjuntamente con Vernon Smith, y le fue concedido “por haber integrado aspectos de la investigación psicológica en la ciencia económica, especialmente en lo que respecta al juicio humano y la toma de decisiones bajo incertidumbre.”
Su reciente libro, “Thinking, Fast and Slow”, ha sido recibido con júbilo en el mundo académico e intelectual. Para Nassim Taleb (“El Cisne Negro”), es “un momento histórico en el pensamiento social, en la misma liga de “La Riqueza de las Naciones”, de Adam Smith, o “La Interpretación de los sueños”, de Freud. Para Richard Thaler, Kahneman es un “gigante intelectual”. Para Steven Levitt, Kahneman “es uno de los pensadores más originales e interesantes de nuestro tiempo. No hay otra persona en el planeta que entienda mejor cómo y por qué decidimos.”
Se podría afirmar que hoy no se pueden debatir las decisiones humanas y su estudio -aplicado a campos tan diversos y distantes como la política, la economía, el juego de béisbol, las relaciones laborales o familiares, la adquisición de vivienda o el póquer- sin los aportes de Kahneman y su gran amigo ya fallecido, Amos Tversky.
Malcolm Gladwell (“Blink”, etc.), Sheena Iyengar (“The Art of Choosing”), Gary Klein (“Sources of Power: How people make decisions”), Barry Schwartz (“The paradox of choice: why more is less”), Tim Harford (“El Economista camuflado”), David Brooks (“The Social Animal”) y el ya mencionado Nassim Taleb hacen permanente reconocimiento a Kahneman en sus trabajos.
Como nos señala Kahneman en “Thinking, Fast and Slow”, existen dos sistemas que impulsan nuestra forma de pensar. El sistema 1 es rápido, asociativo, intuitivo y emocional (el inconsciente); el sistema 2 es más lento, deliberativo y lógico (el razonamiento consciente). La forma en que ambos sistemas interactúan está en el centro del debate actual en medicina (neurociencia) o psicología (las teorías de decisión). El mundo no es percibido como nos enseñaba la economía clásica y su “hombre racional”; el ser humano no es simplemente un maximizador de utilidades. Para los racionalistas sentimientos como el miedo, el amor, la ira, eran simples distorsionadores del juicio. 
En verdad, tal hombre racional nunca ha existido. Y los intentos de construcción de modelos de comportamiento humano basados en esa supuesta racionalidad han estado destinados al fracaso. En cambio, la realidad es que las emociones inconscientes tienen la supremacía, pero no ejercen una dictadura. Los errores no provienen de las pasiones y su predominio, sino de la propia estructura cognitiva.
Un ejemplo clásico es la “pregunta de Linda”: Linda es soltera y tiene 31 años. Es muy inteligente y le interesan los temas relacionados con la justicia social. ¿Cuál de las siguientes afirmaciones es más probable?
a) que Linda trabaje en un banco,
b) que Linda trabaje en un banco y participe de forma activa en un movimiento social.
La abrumadora mayoría opta por b), por más que sea imposible en términos lógicos. Lo que se demuestra es la “falacia conjuntiva (o prejuicio conjuntivo)”, por la que nuestro juicio queda afectado por la persuasiva combinación de detalles plausibles. Y es que los seres humanos somos mejores narradores que lógicos; no sólo tendemos a hacer juicios sesgados, sino que experimentamos la influencia de los factores más sutiles y absurdos que podemos imaginar.
Otro ejemplo:
Un bate y una pelota de béisbol cuestan, juntos, $1.10. El bate cuesta $1.00 más que la pelota. ¿Cuánto cuesta la pelota?
(Respuesta, al final.)
El sistema 1 tiene como función mantener y poner al día un modelo del mundo personal de cada persona, que representa lo que para ella es normal en su realidad externa. El sistema 1 genera impresiones, sentimientos e inclinaciones que, cuando son endosadas por el sistema 2, se transforman en creencias, actitudes e intenciones. El sistema 1 distingue lo sorpresivo de lo normal; el sistema 2 monitorea lo apropiado de su conducta en una situación social.
El sistema 1 responde a 2+2=?, mientras que el sistema 2 sirve para rellenar una declaración del impuesto. El sistema 1 detecta hostilidad en una voz, y el sistema 2 se concentra en la voz de una persona específica en un salón ruidoso y lleno de gente. El sistema 2 no puede silenciar las emociones, pero puede deducir cuál debe ser seguida. El dilema ¿instinto o análisis? sólo se resuelve dependiendo de la situación. 
La racionalidad está limitada por la emoción, ya que el mundo es percibido a través de múltiples prejuicios, influenciados a su vez por el contexto de la experiencia. Hay que tomar en cuenta complejidades y errores que los economistas clásicos, por ejemplo, ignoraron, ya que detrás de cada decisión hay toda una arquitectura mental que la moldea. Conceptos que ya forman parte del lenguaje de la economía, de la medicina, de la política, de los deportes, como “framing”, “anchoring”, o “loss aversion”, se derivaron de estas nuevas herramientas analíticas. Y es que Daniel Kahneman y Amos Tversky son los Cristóbal Colón de la mente. Sus descubrimientos sencillamente nos han enseñado la manera en que funciona la estructura de pensamiento y de decisión de todos los seres humanos.

Respuesta a la pregunta de arriba: la pelota cuesta 5 centavos. Esta pregunta le ha sido hecha a innumerables estudiantes universitarios, de los centros educativos más prestigiosos del mundo; sin embargo, la gran mayoría se equivoca y responde que 10 centavos.

Fuente: Marcos Villasmil 
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¿En qué se parecen Estambul y Río? Aparentemente en nada. Pero si pensamos un momento, en mucho. En nada, porque Estambul es la sede de una cultura islámica cuyo partido gobernante es confesional. Ciudad que alberga a dos culturas aparentemente antagónicas, una pre-moderna, marcada por la religión y otra post-moderna, marcada por el influjo cercano de Occidente. Río, en cambio, es libertino, tropical, insolente, bullanguero, futbolero, carnavalero, pendenciero, peligroso y erótico. ¿Y por qué entonces cada vez que miro en la televisión a esos jóvenes que llenan las calles y plazas no sé de pronto distinguir cual ciudad es una y cual la otra? La razón es evidente: los jóvenes peleando en contra de la policía son iguales en todas partes. No hay nada más homogéneo que la juventud en estado de rebelión. Ahí se les ve siempre, indignados, con sus pancartas ingeniosas, sus jeans y sus móviles (celulares), en pleno goce infantil apedreando y arrancando de los camiones lanza-gases. Sí; Estambul y Río se parecen cada día más entre sí.
Ambas son, por de pronto, capitales de dos naciones que habiendo sido agrarias han experimentado un fabuloso desarrollo demográfico y económico, pasando de la sociedad industrial a la sociedad digital a un ritmo más que vertiginoso. Ambas, por lo mismo, rigen como "modelos" de desarrollo para los expertos occidentales. Una, para la pobre Latinoamérica; la otra, para la aún más pobre región islámica. Y no por último, tanto en Brasil como en Turquía han tenido lugar procesos de democratización post-dictatorial a través de elecciones libres, limpias y secretas.
¿Por qué no hubo ni en la Turquía militar ni en el Brasil militar demostraciones semejantes? La respuesta es simple, estimado Watson: la gente no es tonta. La gente protesta no sólo cuando debe sino cuando puede. Porque casi nadie sale a la calle cuando existe la posibilidad de ser atravesado por alguna bala. Por supuesto, la protesta democrática encierra peligros. Pero también requiere de ciertas seguridades. Razón que explica por qué casi siempre las grandes protestas sociales nunca tienen lugar en contra de fuertes dictaduras sino cuando esas dictaduras ya se han vuelto débiles. O en democracia.
De modo que hay una paradoja: las democracias son más afectas a protestas populares que las no-democracias. Y, lo más importante, las protestas populares en naciones democráticas no se dirigen en contra de la democracia. Por el contrario, sus actores exigen más democracia, más participación, o simplemente, ser más tomados en cuenta por los respectivos gobiernos.
En Turquía por ejemplo, la rebelión cuyo inocente detonante fue un motivo ecológico (el parque Gezi) se transformó en una protesta que exige la ampliación de las libertades públicas, una separación más radical entre laicismo y religión, más derechos para las mujeres, es decir, una plegaria colectiva para llevar a la nación a un nivel europeo más allá de la bruta economía. En Brasil, en cambio, la rebelión cuyo detonante fue aún más inocente (el aumento de los pasajes de la locomoción colectiva), se manifiesta en contra del exceso de corrupción, en contra de los gastos faraónicos del Estado, por más justicia social, e incluso por más “respeto”. La semejanza, por lo tanto, es algo sutil. 
Tanto en Estambul como en Río tienen lugar protestas que expresan un cierto malestar en la democracia pero no con, y mucho menos, en contra de la democracia. Dichas rebeliones pueden llevar en algunas ocasiones a un cambio de gobierno, pero nunca a un cambio de sistema político. Contra la democracia solo luchan fascistas y comunistas. Y ni los jóvenes turcos ni los brasileños lo son.
El "malestar en la democracia", como se puede observar, es un término deducido del clásico de Freud, "El Malestar en la Cultura", libro en el cual el genio psicoanalítico quería revelar como vivir en cultura implica limitar pulsiones que sólo pueden ser liberadas en la vida salvaje (o en la primera infancia). Ahora, del mismo modo que la cultura, la democracia es limitante y en algunos casos restrictiva. La política, cuya forma pre-democrática está signada por la violencia, ha de ser sometida al interior de una democracia a límites, y el juego político regulado por instituciones. Eso quiere decir que del mismo modo como los neuróticos y los sicóticos protestan a su modo en contra de la cultura establecida, las multitudes en las calles lo hacen cuando las instituciones más que liberarlos los coartan o cuando los gobiernos sólo se representan a sí mismos.
Naturalmente, el malestar en la democracia tiene en Turquía un carácter más cultural que social mientras en Brasil tiene un carácter más social que cultural. Pero aparte del orden de los factores, lo que tiene lugar en ambos países es la expresión de -reitero- un profundo malestar en, pero no en contra de la democracia.
Por lo demás, alguna vez tendremos que coincidir en que los conflictos callejeros, sean culturales o sociales, son constitutivos a todo orden democrático. Una nación sin conflictos, o padece bajo dominación dictatorial o expresa la más profunda desintegración social y política. En cierto modo los observadores internacionales deberían alegrarse en vez de alarmarse frente a las manifestaciones que hoy tienen lugar en Estambul y Turquía.
Por lo demás el fenómeno no es nuevo. ¿Se acuerdan ustedes de los violentos estallidos sociales y raciales en la ciudad de Los Ángeles, hace justo veinte años? ¿Se acuerdan de las cruentos estampidos sociales y raciales en los barrios de París, el 2007? ¿Se acuerdan de las sangrientas rebeliones de las turbas inglesas de Tottenham, el 2012? Incluso el gobierno alemán, que ya ha encontrado un motivo para vetar el ingreso de Turquía en la EU, no se acuerda que sólo hace tres años, autos y locales comerciales de Berlín eran destruidos todos los primeros de mayo por hordas juveniles mientras el barrio turco de Kreuzberg era sitiado por policías militarizados. ¿Y ya nadie se acuerda de los estudiantes chilenos del 2011, cuando en medio de la tan pregonada prosperidad económica se apoderaron, y no siempre de modo pacífico, de las grises calles de Santiago? Evidentemente, tanto políticos como analistas padecen de mala memoria.
Estambul y Río hoy. Mañana serán otras las capitales. El deseo, en todo caso, será el mismo. El deseo de ser más de lo que se es frente al poder, toma de pronto forma pública, alertándonos a todos de que la historia no se acaba en la post-modernidad, de que la armonía viene del conflicto, de que el orden viene del caos y de que la democracia viene de la barbarie.

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viernes, 21 de junio de 2013

“PARA ESTAR MEJOR”
“La voz de la calle”.

Una reflexion  de Carlos Moris sobre Brasil....

En toda reivindicación popular, al margen de su dimensión, el objetivo es lograr esa conquista  que supere alguna situación  considerada desfavorable.  Por vez primera constatamos que se produce una importante movilización popular, afirmando que existe una situación general “buena”, pero se trata de “mejorarla”. 

Es lo que  está planteado en Brasil donde miles de ciudadanos han salido a las calles, para a partir del rechazo al aumento en el precio del transporte urbano en algunas ciudades,  levantan una serie de reclamos que abarcan desde su condena  a los enormes gastos que realiza el gobierno  para organizar la Copa Confederaciones de Fútbol y el Campeonato Mundial del mismo deporte, hasta la exigencia  de mejorar la salud, la educación, la vivienda y otras aspiraciones populares.

Los gastos para los eventos futbolísticos según cifras oficiales, se estiman en 12,325 millones de dólares. Las autoridades alegan que no es gasto, es una inversión que permitirá mejorar la imagen de Brasil en el exterior. Imagen  que  ya es bastante favorable.
Con relación al aumento del transporte urbano, tanto en Sao Pablo como en Rio de Janeiro, las autoridades locales derogaron la medida y también en otras ciudades, pero en principio no se han detenido las movilizaciones ahora como festejos por la “victoria”, considerando los participantes que se ha escuchado  “la voz de la calle”.

Sin rostros responsables.
Aunque el vicepresidente  del país, Michel Tiemer, afirmó que “el gobierno debe atender el diálogo y escuchar las demandas sociales”, las movilizaciones han sido reprimidas muy violentamente por la Fuerza Pública, desde que comenzaron el 11 de junio en Sao Pablo y Rio de Janeiro, pero  extendidas posteriormente a 20 ciudades. En total se considera se movilizaron unos 250 mil manifestantes.

En principio se les  calificó con el carácter de espontaneas, destacándose una importante participación de jóvenes, en un país donde la juventud no ha sido combativa en los últimos años. Por el contrario, los jóvenes han  sido indiferentes a situaciones, como por ejemplo,  los gravísimos escándalos por corrupción a niveles gubernamentales  y a nivel de dirigentes del Partido de los Trabajadores, PT, principal fuerza política que ha sostenido a los gobernantes que han electo bajo sus banderas.

En Sao Pablo,  el “Movimiento Pase Libre”, MPL, ha asumido la convocatoria de las movilizaciones, pero no es el único convocante en el resto del país.  En el desarrollo de los acontecimientos se han producido un gran número de apoyos por parte de organizaciones de la sociedad civil  como ·”Los sin techo”. También se han pronunciado sectores  de algunos partidos políticos. La juventud del PT convocó en Rio de Janeiro un acto de “apoyo” a las reclamaciones populares. Todo indica que pretende secuestrarlas y por supuesto, congelarlas.

Hasta un miembro del equipo de  la selección de fútbol brasileño, se pronunció en favor de las movilizaciones, señalando la necesidad de que se mantengan en el plano pacífico. Por su parte, aficionados mostraron  durante los partidos, carteles en apoyo a quienes se les comienza a calificar como “indignados”. Esas imágenes no fueron transmitidas por la TV.
Por aquí  han ocupado más espacio comunicacional los resultados de los partidos.  Es el silencio cómplice para no afectar  el grotesco negocio con el fútbol.

No aparecen figuras dirigentes destacadas y La clase política en general ha sido sorprendida , reaccionando  en forma individual.  Algunos voceros tanto del gobierno como de los partidos opositores, se han pronunciado  considerando validas las demandas populares. Es el típico saludo a la bandera.
Ahora apurados por la presión popular, el Senado ha retomado la consideración de un proyecto de Ley, engavetado durante cinco años, para reducir los impuestos al transporte público urbano. Paños calientes.

Una Presidenta popular.
Todas las encuestas ubican a la Presidenta Dilma Rousseff con amplio  apoyo popular. Sin embargo, una encuesta realizada antes del 11 de junio muestra una reducción  de ese  apoyo del 65 al 57 por ciento.  Es de todas formas, el mayor respaldo para un gobernante en América Latina. Aunque sin duda ella presionó para que se suspendiera el aumento, se teme que haya continuado perdiendo respaldo popular producto del crecimiento de la inflación.  Todavía no hay un reclamo directo a su persona. Son los Gobernantes locales quienes decidieron los aumentos,  los que reciben el mayor rechazo popular.

Es una situación inédita, pues obviamente, es ella la responsable de la conducción  económica del país y quien ha aprobado los gastos para los eventos futbolísticos. Es la responsable del preocupante aumento en la inflación, estimada en un 6.5 por ciento para el presente año. En Venezuela, solamente en el mes de mayo la inflación creció en un 6.1 por ciento. En estas tierras “bendecidas por Dios”, pero castigadas por los descendientes de Adán, no se han agitado las aguas del descontento popular.

De todas formas, hay una preocupación en los medios oficialistas  brasileños, porque faltan 15 meses para la realización de las elecciones presidenciales, donde seguramente Dilma se presentará como candidata. La mayor preocupación radica en las posibles manifestaciones que puedan presentarse durante la realización del Mundial de Fútbol el próximo año, lo cual puede afectar duramente la imagen de “tranquilidad” para los inversionistas, que trata de vender el Gobierno. En consecuencia, también  la imagen de la Presidenta, quien ya suspendió el viaje oficial que debía iniciar a Japón el próximo lunes 25 del presente mes.
Un punto relativamente positivo a favor del oficialismo es que el partido opositor PSDB, que gobierna Sao Paolo,  cuyas autoridades  reprimieron brutalmente a los manifestantes, mientras el Partido se mantuvo al margen.

Mirando el futuro inmediato.
Mientras celebra la “victoria” porque logró la eliminación del aumento al transporte urbano, el equipo que orienta al Movimiento pase Libre estudia los siguientes pasos a seguir. Obviamente quiere capitalizar esa “victoria”, lograda según muchos analistas porque el Gobierno Nacional presionó para la derogación del aumento, porque las protestas se realizaban en el momento en que miles de visitantes llegaron a presenciar la Copa de Confederaciones. Consideran que pasado el evento, las aguas volverán a su nivel y el gobierno  central será poco permisivo.

El problema del transporte no se ha resuelto, especialmente en cuanto a la calidad del servicio. Amplias áreas de las ciudades no son cubiertas y en otras, los ciudadanos sufren largas esperas. El sector privado ha manifestado que no está en capacidad de mejorar la situación sin un aumento del costo de los pasajes. 

Probablemente, las gobernaciones recurrirán a los subsidios que normalmente llevan a la corrupción y solo postergan el problema.
El Gobierno continuará  aportando los recursos para la realización del Campeonato Mundial de Fútbol y en la medida en que se acerque la fecha de inauguración, la “torcida” se preocupará mucho mas  por la realización del espectáculo y el comportamiento de su Selección, que de ocupar las calles para reclamar mejor atención a sus problemas del día a día.

Por supuesto que existe un descontento, pero todavía no es significativo, aunque   ha prendido algunas luces todavía amarillas.  Los Partidos Políticos, especialmente el PT, tratarán de arropar las reivindicaciones, en la clásica actitud de “cambiar rápidamente para que todo quede igual”. En consecuencia, es predecible que Dilma lance su candidatura y obtenga un holgado triunfo.

Asi que en Brasil, los “indignados” como ha sucedido en España, seguirán presentes pero no determinantes para lograr cambios de políticas. Falta mucho para “estar mejor”, porque por ahora, son  muchos más  los resignados.

Venezuela. Junio 2013. Carlosmoris@cantv.net
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martes, 18 de junio de 2013


Costa Rica, en la mira del narco

Buena parte del contrabando de drogas se hace por mar, tanto por el Caribe como por el Pacífico / Getty
Buena parte del contrabando de drogas se hace por mar, tanto por el Caribe como por el Pacífico / Getty
Costa Rica tiene los mejores índices económicos y sociales de Centroamérica: esperanza de vida de 79,4 años; ingreso per cápita de US$10.863 y un promedio de homicidios de sólo 8,9 por cada 100.000 habitantes (el de Honduras es diez veces mayor)


  • http://www.el-nacional.com/static/NACNacional/images/mundo.jpg17 de junio 2013 - 03:48 pm
Pero enfrenta un serio un serio problema: el narcotráfico está tratando de penetrar con fuerza su territorio. Y lo está consiguiendo.
Esto ha sido reconocido al más alto nivel. "Nuestra geografía nos tiene prisioneros", dijo en marzo pasado, citada por elWall Street Journal, la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, refiriéndose a cómo su país es utilizado como punto de paso de las drogas que van hacia el norte.
Un mes después, en un foro del centro de estudios Woodrow Wilson en Washington, el fiscal especial para el narcotráfico en Costa Rica, Walter Espinoza, reveló que Costa Rica se estaba convirtiendo en base de operaciones de capos del narcotráfico.
"Nos estamos llenando de miembros de organizaciones mexicanas y miembros de organizaciones colombianas", aseveró.

Tres ejemplos
Dos meses después de su escueta declaración al Wall Street Journal, la presidenta de Costa Rica experimentó en carne propia cuánto había penetrado el narco en su país: tuvo que salir en cadena nacional a defenderse de la acusación de que, al menos en dos ocasiones, utilizó un avión de propiedad de un capo de las droga para hacer visitas de Estado al extranjero
Varias cabezas rodaron por ese escándalo, entre ellas las del ministro de Comunicación, el viceministro de la Presidencia, el jefe de la Dirección de Inteligencia y Seguridad, y la asistente personal de la presidenta.
Este no es el único caso prominente de los últimos tiempos. Hace pocos días, la justicia estadounidense aseguró que la mayor operación de lavado de dinero de la historia la realizaba, desde Costa Rica, la empresa Liberty Reserve, propiedad de un ucraniano nacionalizado costarricense.
Y está también el caso del hombre acusado del asesinato, en Guatemala, del cantante argentino Facundo Cabral. Se trata del costarricense Alejandro José Jiménez González, alias "El Palidejo", señalado de ser un enlace entre el cartel de Sinaloa y la agrupación criminal colombiana "Los Rastrojos" (de la nueva generación de narcotraficantes en ese país).
Diversos medios han informado que Jiménez González quería dar muerte al empresario nicaraguense Enrique Fariñas, quien había contratado al artista argentino. Fariñas resultó herido en el ataque. Cabral, como sabemos, murió.

Desde hace décadas
Estos casos podrían hacer pensar que el fenómeno es nuevo. No es así. En su reporte "Costa Rica in the Crosshairs", publicado en diciembre de 2011, el analista de seguridad Michael Porth indica que esta situación se presenta desde principios de la década de los 80.
"Sin embargo, informaciones recientes y reportes de inteligencia muestran que -en los últimos años- el crimen transnacional (en especial tráfico de drogas y lavado de dinero) está evolucionando en el país y volviéndose más sofisticado".
El primer gran salto se presentó en 1986. Ese año, las autoridades advirtieron un aumento sin precedentes en los decomisos de droga: de 30 a 40 kilos anuales se pasó a 600.
Desde entonces, a pesar de los esfuerzos de los diferentes gobiernos costarricenses, el problema ha aumentado.
Según el sitio Insight Crime, a medida que las rutas de tráfico se han movido del Caribe hacia Centroamérica, Costa Rica ha ganado creciente importancia como un punto de transbordo de droga.
El principal punto de transbordo es la provincia Limón, una zona de Parque Nacional cribada de canales, situada sobre el Mar Caribe, en la frontera con Nicaragua. Sin embargo también hay trasiego por el Pacífico.

Almacenamiento
Pero hay un nuevo fenómeno: además de punto de transbordo, Costa Rica se ha venido convirtiendo en un punto de almacenamiento de droga.
En un reporte publicado en enero de este año por el diario mexicano El Universal se informa que "cargamentos de cocaína producidos en Colombia y trasladados a Costa Rica por tierra, aire y mar, vía Panamá, fueron reenviados desde suelo costarricense en los últimos años a sitios tan lejanos como China, Irán, Libia, Sudán, Letonia y Tonga".
En total -dice el reportaje que cita un documento de la Policía de Control de Drogas de Costa Rica- fueron 39 destinos de América, Europa, Asia, África y Oceanía.
Allí también se indica que, entre 2011 y 2012, casi se duplicaron los decomisos de cocaína, pasando de 9,2 toneladas a 15,5.
Casi todos los informes hablan del Cartel de Sinaloa, pero también se ha reportado la presencia del Cartel del Golfo, La Familia Michoacana y más recientemente de Los Zetas, quienes además tienen actividades en el resto de Centroamérica.

Mexicanos
El periódico costarricense La Nación fue uno de los primeros que, durante la década de los 80, denunció las crecientes operaciones de narcotraficantes en ese país.
Allí trabaja Carlos Arguedas, un veterano periodista de crónica roja que durante los últimos catorce años le ha seguido el hilo al trasegar de los carteles de la droga por su país.
Arguedas ha sido testigo de cómo, al menos en los últimos cinco años, Costa Rica se ha convertido en lugar de almacenamiento de estupefacientes.
"Hay mucho depósito. Se supone que esas lanchas rápidas vienen, descargan y esa cocaína no la sacan de inmediato sino que la dejan ahí guardada, qué se yo, unos ocho días, mientras 'se enfría la cosa', como lo llaman ellos. Y después la sacan en cantidades más bajas, usualmente cien kilos".
También ha visto algo más: cómo, en los últimos tiempos, ha aumentado el número de capos mexicanos-o altos mandos de los carteles como el de Sinaloa- que se han ido a vivir a Costa Rica para operar desde allí.
"Ellos mismos se están encargando del traslado. Antes se lo dejaban a los colombianos. Una de las cosas que ha cambiado es esa. Hay mucho mexicano que por lo menos se ha venido a supervisar ese traslado de la droga desde Panamá".

Cambios sociales
Algo que llama la atención es que, tanto Michael Porth como Carlos Arguedas coinciden en decir a BBC Mundo en que el hecho de que Costa Rica no tenga ejército no ha incidido en hacerla más vulnerable.
Sin embargo, el huracán del narcotráfico no pasa por un país sin dejarlo incólume socialmente. Y eso se está empezando a ver en la nación centroamericana.
En el foro en el centro de estudios Woodrow Wilson, el fiscal Walter Espinoza reconoció que se están presentando actos de violencia que no tenían precedentes en su país.
"Ahora nos aparecen decapitados, personas desmembradas, calcinados", dijo. Agregó que de los 474 homicidios violentos registrados en el 2012, al menos 100 estuvieron relacionados con el crimen organizado.
Además ha aumentado el consumo interno de drogas, en especial en las zonas de más tráfico, donde se intercambia combustible por droga.
Inevitablemente, señala Carlos Arguedas, algunos costarricenses están escalando en carteles y llegando a ser mandos medios, aunque ninguno es aún capo de gran nivel.
También, agrega, se está empiezan a presentar escándalos, como el de un exfutbolista que es investigado por lavado de dinero, o el de la modelo que murió en un atentado contra su acompañante, un exmilitar guatemalteco "involucrado en asuntos de drogas".
Como lo saben hasta la saciedad países como Colombia y México, el precio a pagar no sólo se mide en número de muertes o en toneladas de cocaína. Se mide además en profundas, a veces irreparables, rasgaduras al tejido social.
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