jueves, 22 de marzo de 2012

Nicaragua, del Sueño a la Decepción

Revista para la cultura democrática del siglo XXI

Autor: Jesús López-Medel
El 10 de enero tomaba posesión Daniel Ortega como Presidente de Nicaragua. Había sido reelegido por cinco años más en los comicios celebrados el 6 de noviembre. Más que unas elecciones entre diversos candidatos, el proceso se había convertido en un plebiscito sobre el personaje.
Ortega ya ocupó un lugar muy preeminente en el que fue la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional que asumió las funciones de gobierno revolucionario tras la entrada de Frente Sandinista de Liberación Nacional en Managua el 19 de julio de 1979. Concluía entonces una larga dictadura de la dinastía somocista en cuya implantación y sostenimiento el intervencionismo norteamericano fue muy evidente. La lucha contra la oligarquía y el sistema corrupto y represivo, llevó a que bajo la bandera del Frente concurrieran muy diversas sensibilidades, desde la izquierda marxista radical a grupos liberales democráticos. La forma de ejercer el poder en esa primera etapa por los hermanos Ortega, Daniel al frente del poder civil y Humberto del militar, haría que este último sector se fuera alejando de un ejercicio muy personal de poder y que cada vez iba convirtiendo en historia muy pretérita los principios y valores de lo que se consideró una revolución. Fue significativo el mensaje enviado por el icono de la izquierda europea Olof Palme tras su visita a Nicaragua en 1983 en el después de estar tres días en el país centroamericano les trasmitiría a los Muchachos del Frente: “Cuídense, se están alejando del pueblo”.
El 4 de noviembre de 1984 se celebrarían elecciones que ganaría el FSLN con un 63% de los votos. Casi al tiempo, Ronald Reagan sería reelegido y seguiría impulsando no solo los movimientos contrarrevolucionarios paramilitares sino también todo tipo de boicot a aquel pequeño país ahogado entre la pobreza y la ruina. Solo se salvaba una mística que cada vez iba sembrando de más decepciones. Con gran realismo y emoción, quien fue desde el 10 de enero su Vicepresidente, relata brillantemente esa etapa (y la previa) en su libro “Adiós muchachos”.
Esa forma de ejercer el poder llevaría a Daniel Ortega a la derrota frente a otra opositora antaño del somocismo, Violeta Chamorro, y cuyo marido, director de La Prensa, era un mártir asesinado por la dictadura. En ese tiempo, otros insignes miembros del FSLN fueron abandonando el proyecto personalísimo de Ortega y empezaron a expresar sus divergencias respecto este. Pero Ortega, se mantuvo inamovible al frente de este movimiento político y a pesar de las diversas derrotas electorales en las cuales el candidato era él, no soltaría en ningún momento las riendas del control de lo que fueron en tiempos pasados las fuerzas revolucionarias. En 1996 y en 2001 volvería a ser derrotado en las urnas por Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños, respectivamente, ambos del Partido Liberal Constitucionalista.
Su persistencia lograría su fruto con ocasión de las elecciones de 2006. Dieciséis años después de abandonar el poder, tras sucesivos fracasos, postulándose como candidato por quinta vez consecutiva, volvería a asumir el mando del país. Entonces quiso aparecer con un perfil muy moderado y con piel de cordero, buscando apoyos en sectores alejados de ideas izquierdistas. Entre estos elementos encontraría especial apoyo y bendiciones del Cardenal Obando, figura relevante en el país y cuyo derechismo parecía ser incompatible con el, en otro tiempo, revolucionario dirigente. Es muy expresiva la introducción -“La sombra del caudillo”- que a su nueva edición de 2007 daría Sergio Ramírez al libro citado, cuando apenas llevaba unos meses Ortega en su regreso a la Presidencia.
En efecto, poco después de ser elegido volvería a mostrar su verdadero rostro totalizador de todo proyecto no controlado por él y su reducidísimo grupo en el cual, su esposa, como otras primeras damas del continente, ha jugado un papel fundamental.
Iniciativa de ella fueron, entre otras cosas, la creación de los Consejos de Poder Ciudadano, organizaciones para la movilización y control político de los barrios. Al tiempo, ensanchó sus bases de apoyo incluyendo no solo a sectores humildes sino también especialmente a jóvenes cuya imagen sobre la revolución frente a Somoza se había quedado como una foto fija a modo de icono y no conocieron el desencanto de su época de gobierno. A sus buenas relaciones con la Iglesia Católica, a la que complacía con criterios sumamente reaccionarios en temas como el aborto, supo extender con gran astucia sus buenas relaciones con sectores de empresarios.
Durante su gobierno, tras su regreso, había aprendido a que el poder hay que ejercerlo de tal manera que no se le pudiese escapar. Ni ante obstáculos legales repararía. A pesar de que la Constitución era clara en orden a no permitir una reelección, tal y como sucede en otros países de latinoamericanos, no tuvo reparo en presionar sin límite a un Tribunal Constitucional a dictar una sentencia más que discutible que le permitiera concurrir de nuevo a las elecciones pese a la claridad del artículo 147 de la Constitución. Para ello, conseguiría el apoyo de los magistrados promovidos por el otrora presidente Arnoldo Alemán, con el cual lograría un acuerdo en el que además de lo expuesto, éste concurriría a los comicios de noviembre de 2010 rompiendo la unidad de las fuerzas opositoras a Ortega y facilitando, así, su reelección. A cambio de estos favores, Alemán se vería beneficiado por un tratamiento más que benevolente en diversos procesos judiciales en los que estaba inmerso por delitos de corrupción.
Las elecciones del 6 de noviembre se celebrarían bajo el control y movilización de los sectores y grupos sociales de Ortega y los resultados le darían un respaldo aún mayor que los que anunciaban las encuestas. No solo no sería necesaria una segunda vuelta sino que la obtención de un 62% de votos, revalidaría el caudillismo de Ortega.
Una vez más, un elemento influyente en unas elecciones venía desde fuera. El gran apoyo económico de Chávez fue más que relevante. Durante los años anteriores, la Nicaragua de Ortega vino recibiendo 500 millones anuales (un 7% del PIB) que permitió desarrollar diversos programas sociales que fueron muy importantes para desarrollar una línea sumamente populista aunque no supusieran un descenso del nivel de pobreza del país.
Sería después de la toma de posesión cuando, este 23 de enero la Organización de Estados Americanos haría público su informe final de la Misión de Observación Electoral que en ese caso sustituiría su nombre por la de “Acompañamiento”, por exigencia de las autoridades nicaragüenses nada animosas a recibir observadores o veedores.
Junto a esta organización, también concurrió una misión de la Unión Europea que se manifestó, desde su llegada, crítica con algunas de las deficiencias que estaban sucediendo en la campaña electoral haciendo una valoración negativa de diversos aspectos y acontecimientos.
Más moderada fue la misión de la OEA en sus primeros pronunciamientos si bien la rotundidez de los hechos haría que en ese informe final fuese ciertamente crítico aunque con un sentido constructivo haciendo una serie de propuestas para mejorar en el futuro el sistema electoral nicaragüense, desde la idea de que uno de los propósitos de la Misión es la cooperación.
Muy diversas fueron las fallas denunciadas en el informe de la OEA.
Así, en primer lugar la negativa a que organizaciones no gubernamentales pudiesen realizar tareas de Observación Electoral. Era el caso de Hagamos Democracia e IPADE que no resultarían autorizadas para ello y las gestiones de la OEA para ello no resultarían exitosas.
En segundo lugar, el hecho de que no se hubiesen resuelto todavía recursos de amparo presentados por tres sectores del Partido Liberal Constitucionalista, generando una inseguridad jurídica en la toma de posesión de diputados cuya elección estaba recurrida y cuya demora en la resolución de esos conflictos no contribuye a reforzar la confianza en las instituciones electorales.
Una tercera deficiencia observada era relativa al proceso confuso de acreditación de fiscales, cuyas actuaciones partidarias fueron bastante evidentes, sugiriéndose que se promueva una reforma del mecanismo para la acreditación de fiscales mediante una fórmula que cautele una mayor autonomía de los partidos políticos para la acreditación de los mismos.
Otro aspecto relacionado con el anterior es la crítica al sistema de composición de las Juntas Receptoras de Votos. Esta deficiencia del propio sistema electoral supone una vinculación extremada de los miembros de estas Juntas con partidos políticos lo cual no es garantía de imparcialidad sino más bien al contrario. Pero es que, además de ese carácter partidario, también la composición responde a criterios políticos antiguos pues solo se garantiza la presencia, además de la presidencia, en manos del partido ganador en los anteriores comicios, de dos miembros designados por los dos partidos que obtuvieron más escaños. Por ello, además de la politización y el hecho de tener mayoría el partido victorioso en las anteriores elecciones, puede ocurrir que desde entonces la realidad hubiese cambiado, haciendo que el que quedó en segundo lugar hubiese perdido gran parte de su pujanza pero que, no obstante mantiene un representante en la JRV, en detrimento de otros partidos más emergentes, tal y como en este caso sucedió. Se detectó la existencia de una guía de trabajo para los miembros de las JRV que únicamente había sido distribuida para los miembros del partido en el gobierno. En este sentido acertadamente por la OEA se sugiere una reforma de la composición de estas Juntas procurando que estén compuestas por ciudadanos sin consideración a su pertenencia partidaria.
Un quinto aspecto que originó muy numerosas denuncias de los ciudadanos fue el relativo a la actuación seguida sobre entregas de cédulas habilitantes para ejercer el sufragio activo. Todos los partidos opositores calificaron el proceso de cedulación como sesgado, lento y con falta de transparencia. Se priorizaba a simpatizantes políticos específicos no existiendo claridad en la información relativa al estado del trámite. Se llega a afirmar en el informe de la OEA que “La entrega de cédulas es una política discrecional que puede alcanzar la arbitrariedad”. Miles de ciudadanos que habían solicitado sus cédulas con meses de antelación no las obtuvieron mientras que otros las conseguirían en breve tiempo. Ello generó incidentes violentos en diversas municipalidades con ataques a los Centros Electorales Municipales dirigidos por miembros del FSLN.
A lo expuesto, debe unirse lo que la OEA considera incumplimientos de los acuerdos a los que había llegado con las autoridades, surgiendo problemas al denegarse la presencia de un número muy significativo de “acompañantes” en la constitución de las mesas y también, aunque menor, en el momento del recuento. Asimismo, solo se facilitó un acceso puntual al Centro de Computo Nacional cuyo sistema informático es calificado como “obsoleto tecnológicamente”.

Estos son apenas algunos elementos que se produjeron en la jornada electoral y aunque algunos tienen su origen de deficiencias del sistema electoral que data de 1996, ponen de relieve importantes defectos en lo que debe aspirarse a ser considerado como un sistema democrático. Si a estas fallas donde se revela el carácter claramente ventajista se suma el contexto y ambiente político general lleno de controles y totalizador de proyectos e iniciativas sociales, puede concluirse constatando, con tristeza, que la democracia sigue retrocediendo en Nicaragua.
Lo que hace veinte años fue un sueño de construir un país más libre, más justo, más próspero queda muy atrás. Dos países fueron hace veinte años importantes en el apoyo al cambio social que representaba, entonces, el FSLN fueron Costa Rica, base de operaciones de los dirigentes revolucionarios en el exilio, y España como país solidario y vocero en Europa del cambio en Nicaragua. Pues bien, en la toma de posesión el 10 de enero de Daniel Ortega, no asistió Chinchilla, la presidenta de Costa Rica, país con mayor raigambre democrática en Centroamérica aunque el conflicto entre ambos países sobre el río San Juan influyese. En el caso de España, la presencia en Managua del Príncipe heredero fue recibida con un desplante al no ser saludado por Daniel Ortega contrastando con los efusivos abrazos que dispensaba a los dirigentes bolivarianos.
Esta es la reciente historia en un país bello, que muchos llevamos en el corazón tanto por las tragedias naturales que ha padecido como por el recuerdo de aquella utopía de la cual nada queda.
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Demócratas y democratizaciones

Revista para la cultura democrática del siglo XXI


Autor: Joan Prats

Últimamente, tras las llamadas tercera y cuarta olas democratizadoras, la palabra democracia se aplica a realidades políticas tan diferentes que resulta cada vez más difícil saber de qué se está hablando. ¿Los procesos electorales de Afganistán o Irak son democratizaciones? ¿Está caminando la República Popular China hacia un proceso democratizador por un vía institucional propia y distinta a la seguida por las democracias occidentales? ¿Es la Nicaragua actual una democracia? ¿Son demócratas quienes compiten en las elecciones practicando el clientelismo, mercantilizando la política, patrimonializando el Estado o gobernando arbitraria y corruptamente?
Estas dificultades han intentado salvarse recurriendo a la "calidad" de la democracia. Lo que importa -se dice- no es tanto la democracia como su calidad. Hay democracias y demócratas de primera, segunda y tercera, por lo menos. Los politólogos han detectado más de quinientos usos diferentes del término y muchos de ellos hablan de pseudo-democracias, semidemocracias, democracias delegativas, poliarquías, democracias liberales, democracias participativas y un larguísimo etc. Pero ¿cómo se mide y evalúa la calidad de una democracia?
Los intentos y propuestas de medición de la democracia no han sido pocos desde que hace aproximadamente diez años se levantó la veda para que la cooperación internacional abarcara el hasta entonces inexplorado campo del apoyo a los procesos de democratización. La pregunta inicial fue ¿cuán democrático es un país comparado con los otros? ¿Están avanzando o retrocediendo sus indicadores de democratización? ¿Quién está realizando el mayor esfuerzo democrático y mereciendo mayor apoyo de la cooperación? Pero hoy la comunidad de profesionales especializados en la cooperación a la democracia ya no está encontrando de mucha utilidad las mediciones con tanto esfuerzo realizadas. Esto se debe a que:
Las mediciones de la democracia están basadas en un concepto específico de democracia (normalmente las democracias electorales o procedimental es, las "poliarquías" o las democracias liberales) que no se corresponde con el proceso democratizador que están viviendo muchos países. En otras palabras, las democratizaciones en curso en el mundo no tienen por qué seguir, ni es aconsejable que sigan, la senda de democratización los países noroccidentales.
Las mediciones de la democracia no dicen nada de los obstáculos, del compromiso democratizador ni de las vías de democratización existentes en un país específico. No dicen nada de las estructuras socioeconómicas, del mapa de actores estratégicos, de los conflictos, ni de las instituciones políticas informales.
Los indicadores de democracia, incorrectamente interpretados, pueden dar lugar a una asignación inapropiada de los recursos de cooperación, pues pueden valorar más positivamente las democratizaciones que mejor responden al modelo de los donantes e ignorar otras -quizás más apropiadas y creativas- que les resultan ajenas. '
En realidad lo que necesitamos es prestar más atención a la historia de los países en democratización y a la forma de su inserción internacional. Necesitamos análisis en profundidad de la calidad de las democracias, lo que no puede hacerse sin considerar lo específico y singular de cada proceso y momento democratizador. Necesitamos una mejor comprensión de las prácticas tradicionales de mediación entre los ciudadanos y el Estado, que a veces contrastan fuertemente con las tradiciones occidentales más individualistas, pero que no son necesariamente contrarias al avance democratizador.
Hace unos cinco años, International IDEA, un organismo intergubernamental independiente con sede en Estocolmo, creado como emprendimiento de los gobiernos nórdicos europeos y operante a nivel mundial, hacía un balance de las lecciones aprendidas en 10 años de esfuerzos de cooperación a la democracia, no vinculados a la promoción de los intereses y conceptos de ningún grupo de países. Destacamos:
Es necesario tomar en cuenta las estructuras socioeconómicas en que la democratización se produce. No hay que caer de nuevo en la teoría de la modernización y hay que mantener firmemente el derecho a la democracia en cualquier situación socioeconómica. Pero las estrategias de democratización serían ciegas si no consideraran estas situaciones. La pobreza y la desigualdad tienden a convertir el voto del pobre en la venta de un activo y en consecuencia a degradar en clientelismo las instituciones electorales. La libertad humana es mucho más que las libertades políticas y la admonición de Hayek sigue teniendo sentido: concediendo derechos políticos a un esclavo no lo convertimos en un ser libre. Los politólogos nos recuerdan, por ejemplo, cuán difícil resulta institucionalizar partidos políticos en contextos de pobreza, desigualdad y mercados fragmentados.
La democratización, a nivel meramente interno, no tiene pleno sentido en tiempos de globalización. Existe un desequilibrio entre el ritmo de la globalización y la capacidad para regularla, de lo que se derivan muchas asimetrías. La democratización requiere hoy poner énfasis en la distribución equitativa de los beneficios en una economía crecientemente abierta, con acciones que promuevan la participación democrática de todos los países y pueblos en el gobierno de las relaciones internacionales. En nuestro tiempo la construcción de la democracia en un país es inseparable de la democratización de la gobernanza global. Uno de los méritos de la democracia es proporcionar un sentimiento razonable de que las cosas están bajo control de la gente. Pero la globalización en su forma actual está poniendo las cosas fuera de control y generando frustración y resentimiento, especialmente entre los que se sienten más vulnerables o dañados por su injusta dinámica.
Mejorar la calidad de la democracia implica ir cambiando las instituciones políticas tanto a nivel formal como informal. Pero el cambio de la informalidad exige cambiar no sólo regímenes sino actitudes, competencias, mentalidades y valores. Todo esto significa conflicto. Ni hay dinámica ni aprendizaje social sin conflicto. Pero el conflicto violento es lo opuesto a la democracia. Cuanto más conflicto es capaz de canalizar institucionalmente, mayor es la calidad de una democracia. Pero cuando las instituciones democráticas formales son insuficientemente representativas e incapaces de agregar los diversos intereses sociales, hay que apoyar los procesos de democratización mediante la formación de arenas políticas en las que los actores en conflicto puedan reconocerse y llegar a acuerdos.
Las democracias nunca acaban de consolidarse, siempre están en riesgo, en cada momento tienen que responder a desafíos específicos, son un viaje permanente y no un puerto de llegada prefigurado institucionalmente. El precio de la libertad -decían los antiguos republicanos- es la vigilancia permanente, o sea, la ciudadanía activa como diríamos hoy.
Pero si la democracia no tiene una senda institucional única ¿cómo distinguiremos y reconoceremos los verdaderos procesos de democratización? ¿cuál es el valor final desde el que analizar normativamente la democracia? Les propongo reflexionar sobre la propuesta axiomática siguiente: el pilar normativo último que soporta la construcción democrática ha de ser el valor igual de la vida humana, la consideración de todo ser humano como un fin en sí mismo, libremente autodeterminado sin que resulte moralmente admisible el que sea instrumentalizado por ningún otro ser humano. De este axioma se deduciría, necesariamente, un derecho humano universal a la participación política en condiciones de igualdad, pues estando nuestra libertad limitada por las instituciones de la vida en común -fuera de las cuales somos la peor de las bestias como recordaba Aristóteles- la definición y reforma de esas instituciones -la política- debe ser hecho entre todos y en condiciones de igualdad.
El concepto de democracia que les propongo es exigente, es republicano, no es el del liberalismo político. No basta con crear unas instituciones que nos garanticen la unidad, la libertad y la diversidad. Es necesario que en la creación de las instituciones y políticas que condicionan nuestra vida en libertad, podamos participar en condiciones básicamente iguales. Ello significa que la construcción de la institucionalidad democrática no puede separarse de la superación de la pobreza y de la desigualdad, es decir, de la construcción progresiva de capacidades humanas básicas iguales.


Medio siglo de democratizaciones y reversiones democráticas
Lecciones aprendidas

Entre 1960 Y 2004 el mundo registró 123 episodios de democratización en 88 países. De ellos han sobrevivido en democracia 67 y han sido derrocados 56. Las tasas de reversión democrática han variado mucho por regiones mundiales. En América Latina tuvieron lugar 17 episodios de democratización de los que fueron revertidos 9 (un 35%). (Datos de Polity IV). Puede decirse que la mitad de las jóvenes democracias del mundo están luchando por consolidar sus instituciones. ¿Cuál es el fantasma que amenazante las recorre? ¿Dónde se encuentran las raíces de su debilidad?
Sigamos con los datos a nivel mundial. De los 56 casos de reversión democrática, la duración media de las democratizaciones fue de 6 años. Casi el 68% de las democratizaciones revertidas lo fueron durante los 5 primeros años y casi el 84% durante los primeros diez. De las democracias revertidas muchas emprendieron segundos y terceros procesos de democratización. Los segundos procesos emprendidos se mantuvieron en un 47% y los terceros en un 64%.
Las tasas de sostenibilidad y reversión democrática oscilan mucho por regiones y por tiempos. A nivel mundial de las 26 democratizaciones producidas en los años 60 sólo se mantuvieron el 11'5%; de las 20 producidas en los 70 se mantuvieron e130%; de las 17 de los 80, el 76'5%, Y de las 52 de los 90, el 72'5%. En América Latina se produjeron 26 episodios democratizadores (6 en los 60,3 en los 70, 11 en los 80 y 5 en los 90) de los cuales se han mantenido 17 y revertido 9.
¿Cuáles son las variables de orden económico, social y político que correlacionan con la mayor propensión al mantenimiento o a la reversibilidad de las democratizaciones?
Los países que han mantenido sus procesos democráticos son en general más ricos -o si se quiere menos pobres- con un renta media de 2.618 $ (en dólares de 2006). Los países donde se han revertido los procesos democráticos tienen una renta media mucho menor: 866 $. Pero otros datos sugieren que el crecimiento económico no es razón suficiente para la sostenibilidad democrática.
La desigualdad ha sido mucho mayor en los países donde se ha revertido que en los que se ha sostenido la democracia. Igualmente las tasas promedias de población viviendo con menos de un dólar día eran del 40% en los primeros y del 20% en los segundos. La tasa de mortalidad infantil era el doble en los países que han revertido la democracia que en los que la han sostenido. Estos datos sugieren que las desigualdades severas en ingresos, activos u oportunidades importan a la hora de explicar la supervivencia o reversión de los procesos democráticos.
Hay otras divisiones no económicas que parecen importar como es el caso de la fragmentación etno-lingüística de una sociedad (Alesina). Los datos muestran que en los países con una fragmentación etno-lingüística superior a la media las reversiones democráticas alcanzaron un 51 % mientras que en los que este índice se situaba por debajo de la media la reversión alcanzó el 38%.
La renta per cápita, la pobreza, la desigualdad, la mortalidad infantil o la fragmentación etno-lingüística influencian en la probabilidad de mantenimiento o reversión de los episodios democráticos. Influencian pero no determinan. Hay países con condiciones iniciales muy desfavorables (Mozambique, Malawi, Ecuador, Bolivia) en los que la democracia se ha mantenido, al menos por el momento. Estos datos sacuden el saber convencional según el cual las democracias entran en riesgo cuando el desempeño económico es pobre. No fue así en la Europa del Este cuyos países a principios de los 90 sufrieron un colapso económico comparable al de los años 30. La democracia fracasó en Tailandia a pesar de su fuerte crecimiento entre 2000 y 2005. Hoy la democracia se encuentra en riesgo en Venezuela, Georgia, Rusia o Bolivia, a pesar de su crecimiento basado en todos los casos en la exportación de recursos naturales.
En conclusión, el bajo crecimiento económico por sí sólo no es un signo claro de amenaza democrática. Del mismo modo, el alto crecimiento por sí sólo tampoco es ninguna garantía contra la reversión democrática.
Lo mismo sucede con las reformas económicas. Ha habido un gran debate sobre si las democracias podían resistir las terapias de choque o exigían mayor gradualidad reformista. Pero lo que parece más significativo no es el ritmo sino si los efectos beneficiosos de la reforma son ampliamente compartidos por las poblaciones. Hay que mirar más allá de las variables económicas.
Considerando variables políticas, los datos también desmienten que los regímenes parlamentarios sean más propensos a la estabilidad democrática que los presidencialistas (la tasa de reversión es del 36% para los presidencialistas y del 50% para los parlamentarios, siendo el resto no clasificable en estas categorías). La preferencia de los politólogos por el régimen parlamentario se debe a que suponen que protegerá mejor de los riesgos de abuso por el Poder Ejecutivo.
En cambio, si miramos el grado o nivel de constricciones institucionales efectivas del Poder Ejecutivo (eficacia de la oposición política, poder judicial independiente, Tribunal Constitucional efectivo, poderes territoriales autónomos, transparencia, rendición de cuentas...), los datos resultan reveladores, independientemente de que se trate de un régimen presidencialista o parlamentario:
Cuando las constricciones institucionales sobre el Ejecutivo son débiles, la democracia es revertida un 70% de las veces. Cuando las constricciones institucionales son fuertes el porcentaje se reduce a 40%. Analizar los equilibrios de poder que se instalan en los procesos democratizadores resulta, pues, más apropiado que considerar el presidencialismo o parlamentarismo del sistema. (Kapstein y Converse).
Una primera lección que se desprende de estos datos es que no hay círculo virtuoso entre crecimiento económico y democratización. Es necesario atender a la calidad de las instituciones políticas y económicas, formales e informales, vigentes en cada país, más allá del crecimiento y de la institucionalidad democrática y económica formal yeso inevitablemente nos llevará a considerar sus estructuras socio-económicas, su sistema de frenos y contrapesos y sus equilibrios distributivos.
Una segunda lección es que hay que prestar mucha más atención al tipo o calidad de crecimiento, es decir, a la medida en que los ingresos, los activos y las oportunidades están distribuidos. Al fin y al cabo, la redistribución es el espejo económico que refleja el sistema político efectivo de un país. El objetivo democrático y económico debiera ser el mismo: diluir la concentración del poder.
Tercera lección, para los programas de cooperación a la democracia: el apoyo prestado a los regímenes que han promovido reformas neoliberales a expensas del desarrollo institucional (los Menem, Salinas de Gortari, Sánchez de Lozada o Boris Yeltsin) no estaba bien fundado. El apoyo a las democratizaciones no puede hacerse sólo ni principalmente a través de programas de promoción de la democracia. Un apoyo efectivo y sincero a la democracia pasa por una batería de políticas cuyo propósito común de fondo ha de ser la distribución del poder económico y político a la vez que el aumento de las oportunidades vitales para todos los ciudadanos.
La democracia es la lucha incesante por conseguir la participación política igual y libre de todos los ciudadanos en las diversas y cambiantes condiciones sociales, económicas y culturales. Por eso no es un punto de llegada. No hay consolidación democrática. Siempre hay oportunidades y amenazas democráticas. Sin libertad la igualdad es tiranía. Sin igualdad, la libertad de participación es falsedad porque falta la autonomía personal. Cuando falta la libertad-autonomía de la persona no hay democracia verdadera. La responsabilidad de los demócratas es a la vez combatir la concentración del poder y crear las condiciones sociales, económicas e institucionales de la participación igual y libre.
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miércoles, 21 de marzo de 2012

EL LÍDER RELIGIOSO




 
Extracto del ensayo de Rafael Quiñones titulado:
“De líderes religiosos y de sentimientos morales”
           
La destrucción de la institucionalidad democrática, primero por la erosión pre-Chávez y luego su destrucción sistemática en la era chavista, no dejó otro modo de autoridad en Venezuela sino la basada en el carisma del líder.
La multitud en que se ha convertido la mayor parte de la sociedad venezolana (tanto desde el chavismo como de la oposición) funcionan con base a la incapacidad de separar la realidad de su representación. Al no poder hacer esta discriminación la multitud proyecta hacia el exterior sus ideas-imágenes interiores y necesita de un líder que a través de su discurso le ordene para crear coherencia en la realidad en que viven. No importa que las ideas para construir esa coherencia de la realidad sean lógicas, sólo que se cree un mundo común para todos.
El conductor de masas convierte la multitud en movimiento colectivo con base a la creencia, la fe, como en la religión. El líder como el clérigo es quien canaliza la fe como religión en la multitud. Las ideas gobiernan las masas pero no se gobiernan a las masas con ideas, al contrario del individuo racional agrupado en colectividades organizadas. Para llevar a buen término estas ideas, en una pasión unánime de las personas, convirtiendo las ideas en materia. Estos conductores de la multitud convierten las ideas en pasión y la evaluación objetiva de lo que se dice pasa a un segundo plano. Por eso al igual que cualquier líder religioso, el líder carismático como en el caso venezolano es un hombre de fe hasta sus excesos, porque todo líder carismático es un fanático y su fanatismo se comunica a las masas. “El hombre religioso no piensa más que en sí mismo” Nietzche.
El líder religioso no tiene que ser inteligente, porque el mundo de la multitud es de las pasiones, no de las reflexiones, por eso no negocia, no puede dejar dudas en sus afirmaciones, aunque las cambie radicalmente de un día para otro sin ninguna justificación. El líder de masas perfecto llega a la cima sacrificando lo que un simple mortal ama, ya que una ambición superior no tiene poder si no se le añade fe a sus creencias. El líder religioso tiene que ser más valiente que inteligente, porque el valor moviliza a las masas, mientras que la inteligencia desarma voluntades. Convierte las ideas en realidades para la masa, el debatirlas por la inteligencia desintegra las ilusiones compartidas entre los sujetos.
El líder religioso es un seductor de la multitud, lo transporta de un universo de razón a un universo de imaginación, donde las ideas y sentimientos encadenan a las personas las unas con las otras por encima de la realidad objetiva. Es por eso que el líder es espontáneo, porque tiene que salir de su pensamiento para entrar en el del público. Se emociona con la multitud con el objetivo de persuadirla de manera más contundente, experimentando con ellas sus mismas pasiones, creando el mecanismo con que la multitud galvaniza su lealtad al líder: La identificación. La multitud siente que el líder están reflejados ellos, que el comparte lo que ellos sienten, que otro líder más racional y práctico jamás comprenderá. No importa que el líder viva en condiciones distintas a las de sus seguidores, por medio de su discurso crea la identificación entre su persona y la multitud que la sigue.
Los seguidores del Presidente lo juzgan por sus sentimientos y buenas intenciones porque simplemente son los sentimientos y buenas intenciones de ellos mismos, condenarlos sería condenarse ellos mismos cosa que obviamente no quieren hacer. Evaluar su gestión con base a la realidad es doloroso, por eso se dice que lo bueno que se está construyendo está “en otra parte” lejos de donde vive su cotidianidad. Quienes agradecen más las Misiones no son quienes son beneficiarios de ellas, porque la realidad termina a la final creando insatisfacciones para quien la experimenta, sino quien sólo sabe de ellas por el discurso, porque la imaginación llena todo con relación al tema. Allí no existe incompetencia, corrupción o malversación. Si algo malo sucede no es culpa del líder sino de sus colaboradores que no saben concretarlo en la realidad. El líder te ama, pero son otros los que hacen que se amor no se concrete como tu quisieras.
Esto nos lleva tema de porque sus seguidores, después de trece años de promesas incumplidas, mala administración de un barril petrolero por encima de los 100$ y todo el poder del Estado en sus manos, aún creen en él y hasta pueden tener fe de que necesita más tiempo para concretarlo a futuro. Es que para cuestionarlo deberían cuestionarse ellos mismos y eso es doloroso, la identificación multitud-líder es fuerte, el Presidente encarna supuestamente los ideales de los pobres, no importa que nunca los vaya concretar. Condenarlo es condenarse a uno mismo, es como a un creyente le tuvieran que pedir que dijera que “Dios es malo”. Atacar al Presidente es una blasfemia cívica, porque nadie quiere oponerse a lo cree moralmente bueno y eso es lo que es el Presidente Chávez. Es mejor vivir en el mundo de la imaginación y de las buenas intenciones que en la cruel realidad de que uno está siendo manipulado.
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sábado, 17 de marzo de 2012

¡Decido no decidir!


German Retana


"¡Recuerden que el que duda nunca gana!". Varias veces  escuché esas palabras a un director técnico al instar a sus jugadores a tomarse su tiempo para decidir jugadas, pero que luego actuaran con total determinación. ¿Sucede lo mismo en las empresas o, incluso, en su vida personal?

Le agradezco, desde Panamá, su decisión de leer esta columna semanal 

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¡Decido no decidir!

Había dos monasterios, uno a cada ribera de un río. Un perro, solía esperar el sonido de las campanas que le anunciaban cuando había comida para él y corría hacia ese monasterio. En una ocasión, se encontraba nadando en medio del río y las campanas de ambos conventos empezaron a sonar alternativamente. El perro nadaba hacia un lado y luego hacia el otro, devolviéndose reiteradamente según el sonido de las campanas, pero sin decidirse por ninguno. Al poco tiempo, sus fuerzas flaquearon, la corriente lo arrastró y murió ahogado. 

La duda es el principio de la sabiduría, decía Aristóteles. Ella conduce a la búsqueda de la verdad, al avance de las ciencias y al progreso de las organizaciones. Es una manifestación de los seres pensantes, críticos e innovadores. Solo quien no sabe nada está eximido de dudar. Paradójicamente, a mayor inteligencia mayores cuestionamientos, incertidumbres y titubeos, porque las mentes se vuelven insaciables en la búsqueda de la verdad.

El problema se inicia cuando la duda se convierte en el hábito de no tomar decisiones, en un velero sin puerto. Allí se encuentra la fuente de problemas complejos que pudieron haberse quedado pequeños, más crecieron porque algunos actores imaginaron que otros debían resolverlos o que el tiempo les exoneraría de esa responsabilidad. La duda se disipa si hay certeza total; no obstante, esperar que eso suceda paraliza una organización y la condena a vivir en una cultura de indecisión.

Al igual que el perro de la popular anécdota oriental, una organización puede caer en la trampa de atender  señales diferentes; pero en algún momento tendrá que tomar decisiones y marcar su rumbo. Si sus líderes no lo hacen, terminarán decepcionando a quienes requieren acciones concretas, determinaciones valientes, fijación de metas claras y apego a reglas del juego que norman la sana convivencia. Trabajar en una cultura de desmedida indecisión y ambigüedad, equivale a estar en medio del río; es desgastante y estimula un divorcio emocional que podría llegar, incluso, a colocar la organización en una situación de crisis. Dudar vale más que pensar, dijo Voltaire; pero anclarse en la duda es renunciar a los máximos ideales. ¿Posee su equipo un adecuado balance entre dudar y decidir?

La indecisión puede perpetuar injusticias, exterminar el pensamiento crítico y enajenar la buena voluntad de los miembros de una organización que podrían haber deseado ser proactivos, pero toparon con la realidad: "¡Aquí es peligroso pensar!"

El mismo Voltaire advierte: "La vacilación es el más vehemente indicio de la debilidad de carácter". Tomar decisiones sin información completa tiene riesgos; pero no tomarlas puede ser un riesgo mayor. Por eso la nociva actitud de "decidir no tomar una decisión" no es una opción viable en personas con propósitos elevados por alcanzar, como es su caso, ¿cierto?
 

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ECONOMIA REQUIERE APARTARSE DE LAS RELIGIONES IDEOLOGICAS….




En sendas entrevistas el economista Manfred Max- Nef  aconseja apartarse de la ideología que es una religión.Tiene razón ..mantenerse en la economia capitalista con sus profundos errores antihumanos es un desatino,como igualmente caer en la economía socialista con sus ya conocidos errores fundamentalistas es otro desatino. Es preciso ir hacia una economía profundamente humana y para ello se requiere un entendimiento supera-ideologico que estamos lejos de iniciar,mucho menos de alcanzar.....
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1.  UN ECONOMISTA HEREJE Y SUS SOLUCIONES HUMANAS



De su viaje al centro de la pobreza, queda especialmente impresionado por la riqueza de ideas y la creatividad que manifiestan las gentes humildes. Con la mochila cargada de experiencias, diseña un modelo económico alternativo basado en la igualdad y en la idea de satisfacer las necesidades básicas de todos sin atentar contra el equilibrio del planeta.
En la actualidad este economista, que sigue trabajando como docente en la Universidad Austral de Chile, es una de las voces más críticas al sistema neoliberalista, que según sus palabras, "ha conseguido en tres décadas lo que el Cristianismo y el Islam no han conseguido en dos mil años: conquistar el mundo entero".
-¿Qué le hizo dar la espalda a su carrera en la multinacional Shell para dedicarse a estudiar los problemas de los países pobres?
-Para responder a la pregunta debo aclarar en primer lugar que, además de economista soy músico. Hago esta aclaración porque, como se verá, la responsabilidad de mi drástico cambio de vida recae en Brahms. Recién graduado de la Universidad de Chile, a los 21 años de edad, recibí una oferta de trabajo de la Shell. Me sentí legítimamente orgulloso de ser contratado por una de las mayores empresas del mundo.
Hice muy buena carrera en unos pocos años, convirtiéndome en un muy joven y exitoso ejecutivo. Pasados cuatro años me encontré una noche solo en mi sala de estar, escuchando la Primera Sinfonía de Brahms. Al llegar el segundo movimiento tuve la súbita sensación de que Brahms me preguntaba: "¿Qué haces con tu vida?" Fue una sensación tan intensa que comencé a imaginar visiones de mi futuro como ejecutivo a nivel mundial, realizando grandes negocios petroleros, en medio de connotados magnates. De pronto tuve la certeza de que ese personaje no encajaba conmigo. No logré reconocerme a gusto en esas imágenes. Una semana después renuncié sin revelar, por cierto, las verdaderas razones "brahmsianas". Regresé a la Universidad a completar mis estudios de postgrado. Adquirí así con Brahms una deuda de gratitud de por vida.
-Cada vez más, la economía parece prescindir del ser humano a la hora de trazar sus políticas, en cambio usted habla de que es posible una economía a escala humana. ¿Cómo se puede poner esto en práctica?
-La economía surgió como hija de la Filosofía moral y, por tanto, como disciplina preocupada por el bienestar humano. Con el correr del tiempo, especialmente a partir del neo-clasicismo, comienza a deshumanizarse sistemáticamente. La economía neoliberal dominante hoy en día es una disciplina "desmadrada" (que se olvidó de su madre).
Hemos llegado a un punto en que en lugar de que la economía esté al servicio de las personas, son las personas las que deben estar al servicio de la economía. Los ejemplos abundan. Baste sólo con recordar que las políticas de ajuste estructural impuestas a casi todos los países en desarrollo, por parte del Fondo Monetario Internacional, pueden definirse como políticas que arreglaron las economías a costa de destruir las sociedades. Es el mundo al revés, el mundo patas arriba en términos de prioridades.

La "economía a escala humana" representa por así decirlo, un retorno a la sensatez y al sentido común. Es la economía que se fortalece a niveles locales y regionales, donde la gente realmente está, sin caer en el deslumbramiento con el gigantismo y con lo macro como fines supremos. Es la economía de la diversidad, de la interdependencia, y de la solidaridad. Es la economía que reconoce que el desarrollo tiene que ver con las personas y no con objetos.
Es la economía que se reconoce como subsistema de un sistema mayor, que es la biosfera sin cuyos servicios ninguna economía sería posible. Es una economía que no confunde el crecimiento con el desarrollo. Es una economía que sin ser espectacular, apunta a la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales. Es una economía orientada por valores, y en la que caben el afecto y la belleza.
-Desde esa perspectiva humana usted se refiere en sus teorías a los "economistas descalzos". ¿Quiénes son y qué importancia podrían tener en el futuro?
-Durante muchos años de mi vida profesional trabajé en regiones de extrema pobreza en varios países de América Latina. En sierras y selvas y en entornos de miseria urbana. Fue en esas realidades donde descubrí que cuando se meten los pies en el barro y se mira frente a frente a un nombre y un apellido, a un José López, pobre, desempleado, con cinco hijos, nada del discurso económico aprendido sirve para decir algo coherente.
¿Tendría sentido, por ejemplo, que le dijera a López que debiera estar contento porque la economía está creciendo a un 6%? Decir algo así llegaría a ser obsceno. La "economía descalza" es, por tanto, la que debe descubrir y practicar el economista que se atreve a meter los pies en el barro. Una economía que debe responder a la realidad, y no una economía que fuerza la realidad para que se ajuste al modelo diseñado a priori. Si hubiese más economistas descalzos, no me cabe duda de que estaríamos en un mundo de mucha mayor equidad.
-Recientemente comentaba que el libre mercado y sus exigencias funcionan hoy como una religión para el resto del mundo con Vaticano propio. ¿Por qué lo califica de religión y qué posibilidades hay de enfrentarse a ello?
-En cuanto al discurso neoliberal he manifestado reiteradamente que la única manera de comprenderlo es si se lo analiza como discurso religioso. En primer lugar, y ese mérito hay que reconocérselo, ha logrado en tres décadas lo que el Cristianismo y el Islam no han conseguido en dos mil años: conquistar el mundo entero. La razón es que es simplista y dogmático y utiliza un lenguaje atemorizador. Se proclama verdad universal que no reconoce alternativas. Quienes no aceptan la revelación están condenados. Tiene sus templos en las Universidades donde la única economía que se enseña es la neoclásica, que es su madre. Tiene su santísima trinidad: crecimiento económico, libre comercio y globalización. Tiene su Vaticano: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio que, como vaticano que se precie es, por cierto, infalible; sabe mejor que todos nosotros lo que es bueno para nosotros, y en aras de nuestra salvación lo impone. ¿Cómo enfrentarse a ello? La historia enseña que la única manera de enfrentar un credo que nos parezca pernicioso, es la herejía. Hoy es urgente atreverse a ser hereje.
-Esta "religión" de la que usted habla, defiende el ALCA (Acuerdo de Libre Comercio para las Américas) como el modelo ideal de economía para Latinoamérica. ¿Qué alternativas propone?
-Los tratados como el ALCA son, por decirlo en una sola frase, tratados profundamente asimétricos. En un convenio entre un gigante y un pigmeo, no hay que ser un genio para saber quién gana, especialmente cuando el gigante se permite a sí mismo privilegios que se niegan al pequeño, como es el caso de los subsidios especialmente a los productos agrícolas. La alternativa está en tratados bilaterales o subregionales que realmente convengan y que garanticen una mayor simetría entre los contratantes.
-¿Harían falta más Lula da Silva en Latinoamérica?
-Pienso que sí, en la medida en que no acabe fagocitado por los poderes fácticos nacionales e internacionales, que son, como sabemos, dramáticamente poderosos y capaces de recurrir a cualesquiera tácticas y estrategias, incluidas la extorsión y la amenaza, con tal de conseguir sus fines. Si Lula logra lo que muchos esperamos, podremos mirar el futuro con más optimismo.
-Permítame una curiosidad. ¿Cómo llega usted a conclusiones tan "diferentes" a lo establecido y tan sencillas que -sin duda- podrían cambiar el mundo? ¿Hay países que se hayan lanzado ya a esta aventura que usted propone?
-Si se tienen las ideas claras, se pueden explicar de manera simple. Los lenguajes complicados son un refugio para las mentes confusas e inseguras. Siempre he admirado lo simple, porque está más cerca de la belleza, y la belleza está más cerca de la verdad.
En cuando a la difusión de mis propuestas, hay que tener presente que están dirigidas a acciones locales, comunitarias, regionales. Son útiles a movimientos sociales y a grupos de acción. En ese sentido hay muchos grupos y redes trabajando los principios de Desarrollo a Escala Humana a través de proyectos en países tan diversos como Colombia, Sudáfrica, Australia, Suecia y varios otros.
-¿Qué labor desarrolla en estos momentos en la Universidad Austral de Chile? ¿Cuáles son sus líneas de investigación?
-Después de haber sido durante ocho años Rector de la Universidad, ahora trabajo como Profesor Titular (Catedrático) de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Mis líneas de investigación en la actualidad están en los ámbitos de la Economía Ecológica, la Transdisciplinaridad y el Desarrollo a Escala Humana. Mi preocupación más inmediata es la reflexión y el análisis en torno a la pertinencia que, para las ciencias sociales, tienen las constataciones de la física cuántica. Se trata éste de un tema no sólo fascinante, sino de inimaginables potenciales, por corresponder a un territorio hasta ahora escasamente explorado del conocimiento humano. 

2.-   Entrevista a Manfred Max-Neef, economista hereje
06/07/11 Por Amy Goodman
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Necesitamos de nuevo economistas cultos, que sepan historia, de dónde vienen, cómo se originaron las ideas, quién hizo qué y así sucesivamente. Una economía que entienda que es subsistema de un sistema finito más grande: la biosfera, y como consecuencia la imposibilidad de tener un crecimiento económico infinito. Un sistema que tenga claro que no puede funcionar sin tomar en serio los ecosistemas. Pero los economistas no saben nada de ecosistemas, no saben nada de termodinámica, nada de biodiversidad, son totalmente ignorantes respecto a estos temas.

Amy Goodman entrevistó en Bonn, Alemania al reconocido economista chileno Manfred Max-Neef. Presentamos en este espacio la entrevista cuyo original en inglés se encuentra en la página de Democracy Now a quienes agradecemos el permiso de traducir esta conversación. Manfred Max-Neef ganó en 1983 el Right Livelihood Award, dos años después de haber publicado su libro Economía Descalza, Señales desde el Mundo Invisible. El economista comienza por explicarnos el concepto de economía descalza.
Manfred Max-Neef: Bueno, es una metáfora, pero es una metáfora que se originó en una experiencia concreta. Yo trabajé alrededor de diez años de mi vida en áreas de pobreza extrema en las sierras, en la jungla, en áreas urbanas en distintas partes de Latinoamérica. Al comienzo de este periodo estaba un día en una aldea indígena en la sierra de Perú, era un día horrible, había estado lloviendo todo el tiempo. Era una zona muy pobre y frente a mí estaba otro hombre parado en el lodo (no en el barrio pobre sino en el lodo).
Y bueno, nos miramos. Era de corta estatura, delgado, con hambre, desempleado, cinco hijos, una esposa y una abuela. Yo era el refinado economista de Berkeley, que enseñaba en Berkeley, etc. Nos mirábamos cara a cara y de pronto me di cuenta de que no tenía nada coherente que decirle en esas circunstancias a este hombre, que todo mi lenguaje de economista era inútil. ¿Debería decirle que se pusiera feliz porque el producto interno bruto había subido un 5% o algo así por el estilo?  Todo esto era completamente absurdo.
Entonces descubrí que no tenía un lenguaje para ese ambiente y que teníamos que inventar un idioma nuevo. Ese es el origen de la metáfora economía descalza que, en concreto, simboliza la economía que un economista debe usar cuando se atreve a meterse en los barrios bajos. El punto es que los economistas estudian y analizan la pobreza desde sus oficinas lujosas, poseen todas las estadísticas, desarrollan todos los modelos y están convencidos de que saben todo lo que hay que saber sobre la pobreza.
Pero ellos no entienden lo que es la pobreza, ese es el gran problema y es también el motivo por el cual la pobreza aún existe. Esto cambió completamente mi vida como economista: inventé un lenguaje coherente para esas condiciones de vida.
Amy Goodman: ¿Y cuál es ese idioma? ¿Cómo aplicas un sistema económico o haces que las circunstancias expliquen esos cambios?
Manfred Max-Neef: No, la cuestión es mucho más profunda. Es decir, no es como la típica receta que te da alguien de tu país, en donde te dicen "le garantizamos quince lecciones o la devolución de su dinero." Ese no es el punto, te lo pongo de esta manera: hemos alcanzado un nivel en nuestra evolución en el que sabemos muchas cosas, sabemos muchísimo pero entendemos muy poco. Nunca en la historia de la humanidad ha habido tanta acumulación de conocimiento como en los últimos cien años y mira cómo estamos. ¿Para qué nos ha servido el conocimiento? La esencia está en que el conocimiento por sí mismo no es suficiente, carecemos de entendimiento. La diferencia entre conocimiento y entendimiento te la puedo explicar con un ejemplo: vamos a pensar que tú has estudiado todo lo que puedes estudiar desde una perspectiva teológica, sociológica, antropológica, biológica, inclusive bioquímica y sobre un fenómeno humano llamado amor. El resultado es que tú sabrás todo sobre el amor, pero tarde o temprano te vas a dar cuenta de que nunca entenderás el amor a menos de que te enamores. ¿Qué significa esto? Que sólo puedes llegar a aspirar a entender aquello de lo que llegas a formar parte.
Como dice la canción: si nos enamoramos, somos mucho más que dos. Cuando perteneces, entiendes. Cuando estás separado, sólo acumulas conocimiento y esa ha sido la función de la ciencia. Ahora bien, la ciencia se divide en partes pero el entendimiento es completo, holístico, y eso es lo que sucede con la pobreza.
Yo entendí la pobreza porque estuve allí; viví con ellos, comí con ellos y dormí con ellos. Entonces comienzas a entender que en ese ambiente hay distintos valores, y diferentes principios — comparados con los que existen allí de donde tú provienes y te das cuenta de que puedes aprender cosas fantásticas de la pobreza. Lo que he aprendido de los pobres supera lo que aprendí en la universidad.
Pero pocas personas tienen esa oportunidad, ¿te das cuenta? Ellos ven la pobreza desde afuera en lugar de vivirla desde adentro.
Aprendes cosas extraordinarias. Lo primero que aprendes y que los que quieren mejorar el sistema de vida de los pobres no saben, es que dentro de la pobreza hay mucha creatividad. No puedes ser un idiota si quieres sobrevivir, cada minuto tienes que estar pensando, ¿Qué sigue? ¿Qué puedo hacer aquí? ¿Qué es esto y lo otro y lo otro?.
Así que tu creatividad debe ser constante. Además, están los contactos, la cooperación, la ayuda mutua y toda una gama de cosas extraordinarias que ya no se encuentran nuestra sociedad dominante que es individualista, avara, egoísta, etc. Totalmente lo opuesto de lo que tienes allá. Y es sorprendente porque a veces llegas a encontrar gente más feliz entre los pobres que la que encontrarías en tu propio ambiente. Lo que significa que la pobreza no sólo es una cuestión de dinero. Es algo mucho más complejo.
Amy Goodman: ¿Qué crees que debamos cambiar?
Manfred Max-Neef: ¡Oh!, casi todo. Somos dramáticamente idiotas.
Actuamos sistemáticamente en contra de las evidencias que tenemos.
Sabemos exactamente qué no debemos hacer. No hay nadie que no sepa esto, especialmente los grandes políticos saben exactamente lo que no se debe hacer. Y aún así lo hacen. Después de lo que pasó en octubre del 2008, tú pensarías que van a cambiar porque se han dado cuenta de que el modelo económico no funciona, que incluso tiene un alto nivel de riesgo, dramáticamente riesgoso. Y uno se pregunta:¿Cuál fue el resultado de la última reunión de la Comunidad Europea? Ahora son más fundamentalistas que antes. De tal modo que lo único de lo que se puede estar seguro es que ya viene la próxima crisis y que será el doble de fuerte que la actual. Pero para entonces ya no habrá suficiente dinero. Esas son las consecuencias de la sistemática estupidez humana.
Amy Goodman: Si tú estuvieras al frente de la economía ¿qué harías para evitar otra catástrofe?
Manfred Max-Neef: Primero que nada, necesitamos de nuevo economistas cultos, que sepan historia, de dónde vienen, cómo se originaron las ideas, quién hizo qué y así sucesivamente.
Lo segundo, una economía que entienda que es subsistema de un sistema finito más grande: la biosfera, y como consecuencia la imposibilidad de tener un crecimiento económico infinito.
En tercer lugar, un sistema que tenga claro que no puede funcionar sin tomar en serio los ecosistemas. Pero los economistas no saben nada de ecosistemas, no saben nada de termodinámica, nada de biodiversidad, son totalmente ignorantes respecto a estos temas. Un economista debe tener claro que si los animales desaparecen, él también desaparecerá porque entonces ya no habrá qué comer. Pero él no sabe que dependemos totalmente de la naturaleza ¿te das cuenta? Sin embargo, para los economistas de hoy en día la naturaleza es un subsistema de la economía, concepto que es totalmente absurdo!.
Además debemos acercar el consumidor a la producción. Yo vivo bien al sur de Chile, una zona fantástica donde tenemos toda la tecnología para la elaboración de productos lácteos de máxima calidad. Hace unos meses estaba desayunando en un hotel y al tomar un paquetito de mantequilla descubrí que ésta venía de Nueva Zelanda, absurdo ¿no te parece? ¿Y por qué sucede una cosa así?
Porque los economistas no saben calcular los costos reales. Traer mantequilla desde un lugar que queda a 20.000 kilómetros a un sitio donde se produce la mejor, con el pretexto de que es más barato es una estupidez monumental porque no tienen en cuenta el impacto que causan esos 20.000 km de transporte sobre la naturaleza. Por si fuera poco, es más barata porque está subsidiada.  Es un caso muy claro en el que los precios nunca dicen la verdad.
Todo tiene su truco ¿sabes? esas artimañas causan enormes daños. Si acercas el consumo a la producción, comerás mejor, tendrás mejores alimentos y sabrás de dónde vienen. Incluso podrías llegar a conocer a la persona que lo produce. Se humaniza el proceso, pero hoy en día lo que los economistas hacen está totalmente deshumanizado.
Amy Goodman: ¿No crees que la misma tierra nos forzará a actuar de diferente modo? ¿Estaremos llegando al fin?
Manfred Max-Neef: Sí claro. Ya algunos científicos lo están diciendo pero yo aún no he llegado a ese punto. Pero muchos lo creen y piensan que es definitivo, que estamos fritos, que dentro de algunas décadas no habrá más humanos. Yo no creo que hayamos llegado a ese punto, pero sí que estamos cerca y diré que ya cruzamos el primero de los tres ríos. Y observa lo que está pasando en todos lados, es alarmante cómo la cantidad de catástrofes ha ido aumentando y se manifiesta en todas las formas: tormentas, terremotos, erupciones volcánicas. El número de eventos crece dramáticamente, es sobrecogedor y nosotros seguimos en las mismas.
Amy Goodman: ¿Qué has aprendido de las comunidades pobres en las que has vivido y trabajado que te de esperanza?
Manfred Max-Neef: La solidaridad de la gente; el respeto por los otros; la ayuda mutua; nada de avaricia, un valor inexistente dentro de la pobreza y uno estaría inclinado a pensar que allí es donde más está presente, que la avaricia debería ser patrimonio de los que menos tienen. No, todo lo contrario, mientras más tienes más quieres, la crisis actual es producto de la avaricia. La avaricia es el valor dominante del mundo actual. Mientras persista, estamos acabados.
Amy Goodman: ¿Cuáles serían los principios que enseñarías a los jóvenes economistas?
Manfred Max-Neef: Los principios de la economía deben estar fundamentados en cinco postulados y un valor esencial.
  • Primero: la economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía.
  • Segundo: el desarrollo se refiere a las personas, no a las cosas.
  • Tercero: crecimiento no es lo mismo que desarrollo y el desarrollo no necesariamente requiere de crecimiento.
  • Cuarto: no puede existir una economía con un ecosistema fallando.
  • Quinto: la economía es un subsistema de un sistema mayor y finito: la biosfera. Por lo tanto, el crecimiento permanente es un imposible.
Y el valor fundamental para poder consolidar una nueva economía es que ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por encima de la reverencia por la vida.
Amy Goodman: Explica lo que acabas de mencionar.
Manfred Max-Neef: Nada puede ser más importante que la vida. Y digo vida, no seres humanos, porque para mí el punto clave es el milagro de la vida en todas sus manifestaciones. Pero si predomina el interés económico, uno no sólo se olvida de la vida y otros seres vivientes, termina también ignorando a los seres humanos. Si recorres esta lista que acabo de mencionar, uno a uno, verás que lo que tenemos ahora es exactamente lo contrario.
Amy Goodman: Volvamos al tercer punto, crecimiento y desarrollo y explícalo mejor.
Manfred Max-Neef: Crecimiento es una acumulación cuantitativa. Desarrollo es la liberación de posibilidades creativas. Todo sistema vivo de la naturaleza crece y en cierto punto deja de crecer, tú ya no estás creciendo, ni él ni yo. Pero continuamos desarrollándonos, de otro modo no estaríamos dialogando en este momento.
El desarrollo no tiene límites pero el crecimiento sí. Y este es un concepto muy importante que políticos y economistas ignoran, están obsesionados con el fetiche del crecimiento económico.
He trabajado durante décadas y en este tiempo se han hecho muchos estudios. Soy el autor de una famosa hipótesis: la hipótesis del límite, que dice que en toda sociedad hay un periodo de crecimiento económico —entendido convencionalmente o no— que trae una mejora en la calidad de vida pero sólo hasta cierto punto: el punto límite, a partir del cual, si hay más crecimiento, la calidad de vida comienza a decaer. Esta es la situación en la que nos encontramos actualmente.
Tu país es el ejemplo más dramático que puedes encontrar. En mi libro que saldrá publicado el próximo mes en Inglaterra, titulado La economía desenmascarada — hay un capítulo llamado "Estados Unidos, una nación en vías de subdesarrollo" la cual es una nueva categoría. Actualmente manejamos los conceptos de desarrollado, subdesarrollado y en vías desarrollo.
Ahora tenemos el nuevo concepto de en vías de subdesarrollo y tu país es el mejor ejemplo, en el cual el 1% de los americanos cada vez están mejor, mejor y mejor, mientras que el 99% va en decadencia en todo tipo de manifestaciones. Hay personas que viven en sus autos, ¿sabes? ahora duermen en sus carros, estacionados enfrente de la que fue su casa. Miles, millones de personas lo han perdido todo. Pero los especuladores, los que crearon todo este problema, esos están fantásticamente bien. Para ellos no hay problemas.
Amy Goodman: ¿Entonces, cómo cambiarías las cosas?
Manfred Max-Neef: Bueno, no sé cómo cambiarlas. Es decir, solitas van a cambiar, pero de manera catastrófica. Para mí no sería raro que de un momento a otro millones de personas salieran a las calles de Estados Unidos a causar destrozos. No sé, pero podría suceder. No lo sé. La situación es absolutamente dramática y se supone que es el país más poderoso de la tierra. Y aún en estas condiciones, siguen con sus guerras absurdas gastando billones y trillones. Trece trillones de dólares para los especuladores y ¡ni un centavo se fue para las personas que perdieron sus casas! ¿Qué tipo de lógica es esa?
 26 de noviembre de 2010 - Traducido por: Rose Mary Salum - http://www.salsa.ecofondo.org.co Tomado de www.ecoportal.net

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viernes, 16 de marzo de 2012

“RAJOY TIENE SU HUELGA GENERAL”


 Autor Carlos Moris,


La inevitable decisión´
Cándido Méndez, Secretario General de la Unión General de Trabajadores, UGT, acompañado como siempre por Ignacio Fernández Toxo, Secretario General de Comisiones Obreras, CCOO, anunciaron el pasado 9 de marzo, la convocatoria a una Huelga General por 24 horas de duración, a realizarse el  próximo jueves 29 de marzo, como manifestación en contra de la recién aprobada Reforma Laboral, la cual calificara Taxo como “la mas regresiva en la historia de la democracia”. Por su parte Méndez denominó  la convocatoria como “justa y necesaria”.
En el marco de la justificación expresaron que le han enviado dos cartas al Presidente  del Gobierno, Mariano Rajoy, donde sin obtener respuesta, en una de ellas plantean 30 reformas a la Ley aprobada.
La Ley contempla una clara reducción de los derechos adquiridos por los trabajadores, facilitando los despidos abaratándoles al reducir  de 45 a 33 los días de compensación  por año trabajado, extendiendo a un año el llamado “contrato de experiencia”, el cual permite poner a prueba a un trabajador durante ese tiempo, pudiendo ser despedido sin compensación. Se les  exige a los trabajadores que cobran el paro, producto de sus aportes, realizar “trabajos sociales”, los cuales pueden ser en la práctica trabajos gratuitos que desplacen de sus empleos a otros trabajadores. También permite a las empresas que por tres trimestres consecutivos hayan sufrido pérdidas o reducción en sus utilidades,  despedir a los trabajadores cancelándoles 33 días por año trabajado.
Posteriormente, el viernes 17 de marzo, ambos dirigentes se presentaron ante el Ministerio de Empleo y Seguridad Social para registrar el llamado a la Huelga General. Anteriormente se habían presentado dirigentes de  CNT, CGT y USO, centrales sindicales minoritarias, las cuales han expresado su apoyo al llamado de las centrales mayoritarias. En esa ocasión, tanto Pérez como Taxo,  reiteraron su llamado a un “diálogo social tripartito”, mediante una “mesa de negociación”, expresando: “el gobierno tiene unos días para cambiar su actitud”.  Es una posición para mantener una puerta abierta.
Será la sexta Huelga General que se realice desde la instalación de la democracia y la segunda que socialistas y comunistas le declaran al Partido Popular, PP.  Esta vez a  los cien días de su llegada al poder, La anterior fue realizada en 2002 cuando gobernaba José María Aznar.
La última  Huelga General fue realizada el 29 de septiembre de 2010, en contra de la reducción de los salarios a los empleados públicos y la Reforma Laboral, acciones implementadas por el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. En esa ocasión la respuesta de los trabajadores fue muy débil y el gobierno se mantuvo firme.
En este caso la convocatoria no sorprende pues ya había sido advertida por  el Presidente Rajoy, quien en una  conversación realizada en Bruselas con un grupo de políticos europeos,  sin percatarse de la existencia de un micrófono abierto, afirmó  que al aprobarse la Reforma Laboral “me harán una huelga general”. En consecuencia era inevitable la reacción de los dirigentes sindicales.

El entorno interno.
Múltiples reacciones ha provocado la decisión de las dos mayores organizaciones sindicales,  aunque disminuidas especialmente en su credibilidad.  Fuera del entorno sindical, se esperaba particularmente la posición del Partido Socialista Obrero Español, PSOE, pues el gobierno le ha venido acusando de asumir duras posiciones “de calle”. En principio ha sido moderada la actitud del Secretario General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien recién ganara ese cargo después de sufrir una dura derrota como candidato a la Presidencia de la Nación. Rubalcaba calificó de “justa” la huelga,  llamando al Gobierno a dialogar y anunciando que presentarán en el Congreso una propuesta de “Enmienda total”.  El PSOE no quiere aparecer brindando un apoyo incondicional  a la iniciativa.
Es de tomar en cuenta que el próximo 25 de marzo se realizarán elecciones en dos entidades autonómicas:  En Andalucía, histórico baluarte del PSOE, donde ha gobernado por treinta años y todas las encuestas dan por ganador al PP, en algunas de ellas, con mayoría absoluta. En el Principado de Asturias, donde el PSOE debe ganar la primera mayoría, pero sin posibilidad de gobernar en solitario. Por ello, todos los esfuerzos de los socialistas se  concentran en los comicios que se celebraran muy pocos días antes del llamado a Huelga General.
Por su parte, los voceros del Gobierno rápidamente reaccionaron expresando: “la huelga no es una solución a los problemas del país”, insistiendo que su objetivo es “generar empleo”. Rajoy directamente no se ha pronunciado, pero ha reiterado que la Ley no sufrirá modificaciones. Probablemente así será.
Por su parte, Artur Mas, Presidente de la Generalitat de Cataluña, calificó la huelga de “inconveniente”. Su partido Convergencia y Unión, CIU, votó favorablemente la  Ley en el Parlamento. El dirigente catalán también ha aplicado una dura política de restricciones laborales  enfrentando manifestaciones de protestas por parte de los trabajadores del sector público. Cayo  Lara, dirigente de Izquierda Unida, IU, se mostró favorable a la decisión de los sindicalistas, pero no tan entusiasta como podía esperarse.  Los pequeños partidos como UPN y Foro de Asturias que apoyaron la Reforma no pesan.
Por supuesto, las asociaciones patronales que se han expresado en forma muy favorable a la Ley, rápidamente manifestaron su desacuerdo con el llamado a Huelga, insistiendo también en la “inconveniencia”. Para los empresarios la Reforma Laboral ha sido “muy conveniente”.
Lo predecible: Sin cambios
Es poco probable que el gobierno acepté una modificación a fondo de la Reforma aprobada por el Parlamento. Tal vez acepte implementar la mesa de negociación tripartita, tomando en cuenta el sólido respaldo del empresariado a la Reforma. Sería una manera de aplazar la realización de la Huelga, sin comprometerse a realizar cambios. Para los sindicatos sería una bombona de oxigeno, pues para salvar la cara ante los trabajadores, están obligados a realizar acciones de protesta, pero muy posiblemente cuenten con poco respaldo y conscientes de no lograrán sus objetivos. Es ejercer el derecho al pataleo.
El drama español es el paro que afecta a cerca de 5.3 millones de trabajadores, un 22.85 por ciento de la Población Económicamente Activa, PEA, golpeando a un 48 por ciento de los jóvenes que buscan empleo. Todas las predicciones apuntan a que durante el presente año la cifra se incrementará. Esa situación crea temor entre los asalariados, sin contar que la mayoría de los trabajadores no están organizados sindicalmente, elementos que conspiran contra el llamado a la Huelga General. 
Por supuesto, que la Huelga General, aunque per ser no cuente con un apoyo mayoritario, al ser  acompañada por movilizaciones donde pueden recibir el apoyo de sectores como el de  los ”indignados”, va creando un clima de malestar popular,  pudiendo reducir el respaldo brindado por los votantes al PP y tal vez permitiendo una recuperación del PSOE, duramente castigado justamente por no asumir políticas eficaces frente a la crisis. De suceder, no significa en modo alguno  la solución de la crisis a corto plazo.
El entorno regional.
Hasta ahora todas las políticas que aplicara el ex Presidente Rodríguez Zapatero a partir del mes de mayo 2010, como las implementadas en forma drástica por Mariano Rajoy en sus pocos días como gobernante,  son exigencias de la UE,  apuntando por una parte, a reducir el costo del empleo, alegando que con ello se generarán nuevos puestos de trabajo, lo cual no se ha logrado y por el contrario, el desempleo ha venido aumentando sostenidamente en los últimos meses.
Por otra parte, la UE ha exigido un claro recorte de los déficits presupuestarios, demandando que sus limitaciones formen parte de las Constituciones nacionales.  Para ser mas precisos, la demanda  es impuesta por la Canciller Alemana Angela Merkel, acompañada como socio menor por el Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.  Zapatero se comprometió el pasado año a reducirlo a un 6 por ciento del PIB y en 4 por ciento para el presente año,  pero en la realidad el resultado fue de un 8.5 por ciento, lo cual califican los voceros del PP, como una “desgraciada herencia”, que les ha obligado a negociar con la UE, dado que es totalmente imposible cumplir con ese compromiso. Finalmente la UE aceptó que el déficit presupuestario para el presente año se ubique en un 5.4 por ciento. El gobierno español había solicitado un 5.8 por ciento, asumiendo que en 2013 podrá cumplir con el compromiso de llevarlo al 3 por ciento que demanda la UE.
El cumplir con ese compromiso implica desde ya una brutal reducción presupuestaria a nivel del Estado Español, pero sobre todo a nivel de las  Comunidades Autónomas, la mayoría en manos del PP y causantes según el PSOE, de la mayor parte del déficit. Reducciones que afectan empleos y muy probablemente, pese al discurso que lo niega, reducirán los servicios de Educación y Salud de los cuales esas Comunidades son responsables. Ya la Generalitat aprobó el llamado “copago” en el sector salud. Aunque en principio el pago es de un euro por receta, sienta un muy peligroso e injusto precedente, pues el pago lo mismo debe hacerlo una persona sin recursos que una persona con suficientes ingresos.
El gobierno español presentara ante el Parlamento el presupuesto para el presente año a fines del presente mes de marzo. Según la oposición el PP espera por el resultado de las elecciones en Valencia y Asturias, pues las duras reducciones podrían ser un golpe  electoral en su  contra.
Al margen de las sospechas sobre las intenciones, de cualquier forma, las reducciones exigidas desde Bruselas, golpearán duramente a unos ciudadanos que en un 82 por ciento, ya consideran la situación económica de su país como mala o muy mala. Sin embargo en la misma encuesta, el 52 por ciento expresa que su situación personal es buena,  lo cual es cierto dado el grado de bienestar que se había creado en el país. Dos verdades no contradictorias.
El gran debate en España y en Europa en general es  sobre las políticas que se han implementado por la UE, acatando las exigencias alemanas y francesas. Exigencias aplicadas  especialmente en Grecia, en forma de  recetas hasta ahora totalmente recesivas. Las exigencias de la UE llegan al extremo de establecer mecanismos de vigilancia sobre el país, comprometiendo seriamente su soberanía.  Grecia se encuentra en un perverso circulo vicioso de  reducción de gastos y reducción de ingresos, que no le permite generar una recuperación para encarar sus compromisos financieros con la UE, pero sobre todo, el no continuar afectando el nivel de vida de sus ciudadanos.
Aunque se reitera hasta el cansancio que España  no es Grecia, tomando en cuenta que no ha necesitado y no parece necesitar a corto plazo un auxilio financiero de la UE, sin embargo, se le imponen similares políticas claramente recesionistas, comprometiendo el  ya golpeado  “estado de bienestar”, provocando una importante emigración de sus ciudadanos, mayoritariamente jóvenes con altas calificaciones que prestarán sus servicios en otros países, dejando un gran vacío para la recuperación de su país.
En concreto, aunque los sindicalistas y protestatarios griten: “ya Rajoy tiene su huelga”, el problema escapa de sus manos, incluso de las manos españolas. Europa está sometida a una dura prueba donde sus decisiones ponen en juego el destino de millones de sus ciudadanos.

Venezuela, marzo 2012. carlosmoris@cantv.net.






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