viernes, 17 de diciembre de 2010

Curriculum de Daniel Ortega ,Presidente de Nicaragua

Esta información reveladora de quien es Daniel Ortega,Presidente de Nicaragua me ha llegado en un correo electrónico.A solicitud del remitente me reservo su nombre. 
 De comentario solo cabe uno: Esto es increible ,pero cierto.

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José Daniel Ortega Saavedra : Nació en una familia clase baja nicaragüense en La Libertad, Chontales, Nicaragua, el 11 de noviembre de 1945.
Estudios primarios y secundarios: Se le expulsó de la escuela a la que asistía en su población natal, La Libertad, viéndose obligado a marchar a Managua, donde consiguió reanudar los estudios en el Instituto Pedagógico, regido por los Hermanos de La Salle, de donde también fue expulsado, para finalmente terminar con dificultad sus estudios de secundaria en el colegio público Maestro Gabriel.

Estudios universitarios: En 1963 ingresa a la Universidad Centroamericana en Managua, a la facultad de Derecho y ése mismo año, seis meses después, abandona sus estudios.
Ejecutorias: Entre las mas notarias destacan las siguientes:
• En 1967, es detenido por asaltar un banco (robo con intimidación)
• El 27 de diciembre de 1974 asaltó a mano armada la casa del Doctor José María Castillo Quant, Presidente del Banco Nacional de Nicaragua (BNN), ubicada en el Colonial Los Robles, en Managua.
• En marzo de 1998 Zoila América Narváez Murillo, su hijastra, lo denuncia penalmente y ante la Corte Internacional de Derechos Humanos, de que éste le había infligido abusos sexuales y diversas agresiones físicas y psicológicas desde los 11 años de edad hasta fecha reciente. Por ser diputado en ése momento José Daniel Ortega Saavedra, se acogió a la inmunidad parlamentaria. Su caso prescribió y no se le pudo juzgar nunca.


Otras actividades:
Siendo Presidente de la República de Nicaragua, participó en uno de los más grandes fraudes que se conocieran en la historia de ése país, la llamada “PIÑATA”; donde él se repartió con sus allegados, familiares y líderes del FSLN, miles de valiosas propiedades, autos de lujo, jets privados y millones de dólares de cuentas bancarias de ciudadanos honrados que huyendo de su régimen déspota, perdieron todo su patrimonio en un abrir y cerrar de ojos.

Sus hijos estudian en una universidad privada costarricense , se desplazan en autos de 100 mil dólares con placas de la embajada Nicaragüense y viven en San José en un residencial de lujo conocido como Vista Real.

En otras palabras, el flamante presidente de la  República de Nicaragua ha tenido como únicos cuatro oficios los siguientes:
Ladrón
Pedófilo (sátiro)
Guerrillero sin preparación militar y
Presidente de la República de Nicaragua en dos períodos diferentes

Y todavía estupefactos no logramos entender:
- Cómo éste delincuente casi analfabeta, ha logrado ocupar en dos ocasiones diferentes, la presidencia de la República de Nicaragua?
- Cómo un pedófilo de ésta magnitud ha osado hablarle al mundo de que en Costa Rica el narcotráfico es quién manda la política exterior?
- Cómo un guerrillero empírico y sin ideología vigente hoy en el mundo, intenta desestabilizar a un país que NO es el suyo, pero que le da educación, comida y techo a un millón y medio de sus compatriotas - incluidos sus dos hijos – todos refugiados en Costa Rica, dada la imposibilidad de vivir en un país por el cuál José Daniel Ortega Saavedra NUNCA ha hecho ni hará nada más que robarle?

Tampoco es justo, que una población de un país que diariamente se esfuerza por salir adelante y que NO OCULTA que tiene problemas graves como Costa Rica, deba prestar atención a un; repito, analfabeta y pedófilo, que intenta perpetuarse en el gobierno de su país para seguir robando, y que además, intenta trasladar cobardemente su responsabilidad de la pobreza y hambruna en la que tiene sumida a su propia Nación.
Nicaragua ocupa el puesto 115 de 169 países en el mundo según el Coeficiente de Desarrollo Humano (CID) , muy cerca de Haití que ocupa el puesto 145
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America Latina...Un balance Preliminar - Corte a 17 Diciemre 2010


América Latina: Un balance preliminar.
Crecimiento con brechas por cerrar. Estabilidad política con alarmas encendidas.
Débil y dispersa movilidad social. Una integración declamada
1.       A vuelo de pájaro.

Corren los últimos días del año, y a vuelo de pájaro,  pasamos nuestros ojos por sobre los acontecimientos acaecidos  en nuestra región. Una forma de recuerdo para  fortalecer nuestra débil memoria,  tratando de evitar los errores que repetimos con frecuencia  como sociedades. Mirar el pasado reciente  desde el presente, nos debe ayudar a percibir con mayor claridad el futuro mediato y actuar mejor individual y colectivamente.

2.       Mejor pero insuficiente.

América Latina, incluyendo al Caribe en sus diversas expresiones, ha podido superar la recesión económica que sufriera el pasado año, consecuencia de la crisis que golpeó al denominado primer mundo. Según El Informe Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, presentado por Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL),la región terminará el presente año con un crecimiento promedio de un 6 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), frente a un decrecimiento de 1.9 por ciento el pasado año. Paraguay con un 9.7 por ciento, Uruguay con un 9 por ciento y Argentina con un 8.4 por ciento, son los tres países con mayor crecimiento en la región. Los tres ubicados en el Cono Sur y miembros del MERCOSUR. Haití con un menos 7 y Venezuela con un menos 1.6 por ciento, son los únicos países en la región con un decrecimiento en sus economías.
Como consecuencia de este crecimiento se reduce la pobreza, presentando índices similares a los de 2008. La CEPAL estima que un 32.1 por ciento de la población de la región vive en la pobreza (180 millones de habitantes), de los cuales el 12.9 por ciento se encuentra en la indigencia. El desempleo se ubica en un 7.4 por ciento, con una pequeña reducción de un 0.7 por ciento, destacándose que el desempleo juvenil es tres veces mayor que el desempleo en los adultos. Estos datos primarios muestran que la región ha podido detener el deterioro que sufriera el pasado año, logrando obtener resultados económicos por encima de regiones como Europa.
Sin embargo, crecimiento no es desarrollo. América Latina continúa siendo el continente con mayor desigualdad en los ingresos de su población. Este crecimiento no ha cerrado las profundas brechas existentes en nuestras sociedades.
CEPAL considera que el próximo año será distinto, proyectando  el crecimiento del PIB,  entre un 3 y un 4.2  por ciento. .Advierte que las debilidades en las economías del mundo desarrollado impactarán negativamente. Por ello también expresa recomendaciones,  confiando en que estamos mejor preparados  para encarar los vientos de tormenta económica mundiales.

3.       Estabilidad política con alarmas.

En el presente año continuaron realizándose las consultas electorales en la región donde no se registraron sorpresas. En Costa Rica, la candidata del oficialismo, Laura Chinchilla, llegó a la presidencia de la pequeña República centroamericana, logrando un holgado triunfo. En Chile, la denominada “Concertación”, deja el poder después de 20 años gobernando, ante el anunciado triunfo del millonario conservador Sebastián Piñera, quien derrotara en una segunda vuelta al candidato oficialista, el ex presidente Eduardo Freí. En Brasil, la también candidata oficialista Dilma Rousseff, obtuvo una clara  victoria  en la segunda vuelta, para asumir el cargo el próximo 1º de enero.
En Honduras se realizaron unas muy polémicas elecciones presidenciales, después del derrocamiento del no menos polémico Manuel Zelaya, resultado electo Porfirio Lobo, candidato del opositor Partido Nacional. Estas elecciones dividieron a la región. Un grupo de países ha reconocido al nuevo gobierno hondureño y otro grupo le rechaza. La OEA no ha aceptado el reintegro de Honduras a su seno.
Finalmente en cuanto a consultas electorales, en Haití, bajo condiciones muy precarias producto del terremoto acaecido el pasado mes de enero y la epidemia de cólera que se ha desatado recientemente, se realizaron el pasado 28 las elecciones presidenciales.
Según los resultados oficiales, concurrirán a una segunda vuelta el próximo 16 de enero, la ex primera dama Mirlande Manigat, a quien le asignan un 31 por ciento de los votos emitidos y el candidato oficialista Judy Celestin. El tercer candidato en discordia, Michel Martelly ha rechazado los resultados, con una secuela de duros enfrentamientos entre sus partidarios y las autoridades.
Lamentablemente, para muchos dirigentes políticos en el mundo,  Haití es considerado un Estado “fallido”, incapaz de su autogobierno. De hecho, sus habitantes sobreviven bajo el protectorado de las tropas de la ONU y con las limitadas ayudas que aportan algunos gobiernos y organismos internacionales. Más de un millón de haitianos viven en carpas, dependiendo de los alimentos que les entregan las instituciones de ayuda. Por ello existen dudas sobre la capacidad de un nuevo gobierno para encarar este drama.
En el marco general de la estabilidad política de la región, además del derrocamiento de Zelaya en Honduras y la muy compleja situación de Haití, en Ecuador supuestamente por demandas laborales, se insubordinaron un grupo de policías. El gobierno calificó el hecho como un intento de “golpe de estado”, provocando una amplia movilización de los gobiernos de la región en apoyo al gobierno del Presidente Rafael Correa.
El accidente de Honduras y el incidente de Ecuador han prendido las alarmas. Considerando que la Carta Interamericana Democrática, aprobada por la OEA en 2001, es insuficiente para encarar un quiebre constitucional, como sucediera en el caso de Honduras, la Unión de Naciones del Sur, UNASUR, acordó la denominada “cláusula democrática”, la cual recoge una serie de resoluciones para encarar colectivamente, cualquier intento de romper el orden constitucional. En el mismo sentido y en un escenario más amplio, se pronunció  la XX Cumbre Iberoamericana de Presidentes y Jefes de Estado, realizada los días 3 y 4 de diciembre en Mar del Plata, Argentina.
4.       Una lectura más completa.
Son saludables las decisiones de los gobiernos de la región, para encarar con firmeza cualquier intento de quebrar el orden constitucional en nuestros países. Pero no es honesto limitar su acción solamente para defender la denominada “legitimidad de origen”, en referencia a los gobiernos electos por la voluntad popular. Esto es válido pero insuficiente. Hay que vigilar y actuar con la misma firmeza, en contra de quienes no hacen un ejercicio democrático en el poder.  Hay claros parámetros para  realizar una valoración más amplia de la democracia. La real separación de poderes, el pleno respeto a los derechos humanos, las libertades de expresión, organización y movilización y la alternabilidad en el poder, son algunos de esos parámetros para medir una democracia entendida como un derecho humano fundamental.
Por lo anterior no basta la condena frente a un hecho de fuerza tradicional. Ahora es necesario prender también las alarmas frente a los denominados “golpes de papel”, donde mediante acciones “legales” muy discutibles o claros abusos en el uso del poder, se violenta la democracia.  En consecuencia, la legitimidad de origen tiene que complementarse con un ejercicio democrático del poder. En nuestra región hay ya claros indicios de gobiernos que se rasgan las vestiduras  defendiendo su legitimidad de origen, pero un muy cuestionable  ejercicio del poder.  En el futuro mediato este tema estará muy presente en la agenda para la defensa de la democracia.
5.       Una insuficiente movilidad social efectiva.

Nunca antes en la historia política de nuestra región se ha invocado con tanta fuerza la  “participación” y la “inclusión” del pueblo organizado en la toma de decisiones. Es el discurso de orden tanto para los que se denominan de “izquierda”, como aquellos calificados  de “derecha”.
Sin embargo, la participación e inclusión de los sectores populares en la toma de decisiones no se ha hecho efectiva. Las movilizaciones populares reclamando atención a sus múltiples necesidades y en general el poco éxito que obtienen, es una muestra  de la distancia entre el discurso y los hechos.
Es preocupante el claro debilitamiento de las organizaciones  para la defensa de los derechos y libertades de los trabajadores. Por supuesto que en ese debilitamiento hay factores internos que no han logrado superar, pero hay importantes factores externos. Si bien es cierto que “legalmente” en términos generales se les reconoce y no se les persigue abiertamente. No es menos cierto que frecuentemente se les desconoce en sus reclamos y en algunos casos, se les reprime solapadamente. Para muchos, el mejor sindicato es el que no existe. Hoy el movimiento de los trabajadores no es una fuerza social capaz de encarar el poder neoliberal. Pero lo interesante es que en donde se dice gobierna la “izquierda”, tampoco se ha desarrollado esa fuerza y mucho menos es un factor de poder social
Hay una fuerte insurgencia de múltiples organizaciones populares, pero en el marco de una diáspora que les hace débiles, sin sinergia entre ellas, y en su mayor parte, ubicadas bajo el paraguas del gobernante de turno. La democracia política no ha sido capaz de desarrollar organizaciones populares con plena autonomía e independencia  de pensamiento y acción,  en su accionar  en favor de los sectores que representan.  El riesgo de una “explosión  social “no parece inminente, pero  dado que los problemas persistirán y en algunos casos se agravarán, no debemos ser muy optimistas con relación a la llamada “paz social” que tanto anuncian nuestros gobernantes.

6.       Una integración declamada.

Así como se declama la participación e inclusión del pueblo en el plano interno, con no menos fuerza se declama la necesidad de la integración de América Latina y el Caribe. Sin embargo, estamos lejos de su concreción La Organización de Estados Americanos (OEA), ha dejado de ser, sí  alguna vez lo fue, un punto de encuentro para nuestras naciones. Los esfuerzos integracionistas subregionales, no pasan de ser lugares de encuentros comerciales, donde se marcan diferencias y en algunos casos confrontaciones entre sus miembros y con el resto de la región.
La iniciativa brasileña de conformar la Unión de Naciones del Sur (UNASUR), primer paso para posteriormente incorporar al resto de los países de la región, sin la presencia de Estados Unidos y Canadá, para en el fondo, quedar el gigante del sur como el único o por lo menos, el principal interlocutor de la región con esos países y el resto del mundo. Pero la UNASUR no ha podido superar sus contradicciones internas.  Las discrepancias entre los grandes y los chicos, la pugna por los liderazgos, no le han permitido crear un  peso propio en la comunidad internacional. No parece factible a corto plazo una ampliación de ese grupo regional y tampoco la creación de otro organismo que sustituya a la agonizante OEA.  Mientras, como ahora nos revela el “cable gate”, la mayoría trata de mantener buenas relaciones con el imperio del norte
El plano integracionista de complica con la conformación de la Alianza Bolivariana para las Américas, ALBA. Este grupo de países que giran en torno a los petrodólares venezolanos, al margen de abrazos y  discursos, parece están tan lejos de UNASUR como de la OEA. Sus políticas de alianzas extra regionales apuntan a generar tensiones y separaciones.
En cuanto a las tensiones binacionales, unas se congelan o se mantienen soterradas, mientras otras reaparecen. Los gobiernos de Colombia y Venezuela disfrutan  por ahora, de una luna de miel en sus siempre complejas relaciones. Los gobiernos de  Argentina y Uruguay parece han llegado a un acuerdo en su diferendo  por las papeleras instaladas por Uruguay en el río del mismo nombre. El triangulo conformado por los gobiernos  de Chile, Perú, Bolivia, mantienen bajo control sus diferencias, mientras que de nuevo  los gobiernos de Costa Rica y Nicaragua recurren al Tribunal de La Haya para dirimir sus discrepancias. Lo interesante a destacar es que ni los organismos subregionales, ni los regionales son capaces de lograr mediar entre las partes en conflicto.
En ese escenario, además de las injerencias externas, hay una clara ausencia de virtudes domesticas. Continuamos bajo el torrente de palabras que expresan buenos propósitos, pero con magros resultados. No hay razones para pensar que en el futuro mediato cambie esa situación.

7              Sin  graves crisis predecibles
La mayoría de los analistas de nuestra región apuntan que para el próximo año, hay pocos indicios sobre  posibles crisis políticas en la región, que puedan comprometer la estabilidad regional. El drama haitiano seguirá tutelado,  aunque no resuelto, por la comunidad internacional. Pero Haití no es de interés para la humanidad. Los diferendos entre algunos de nuestros países, no pasarán de gestos para la galería, ocupando espacios en los medios de comunicación locales. En  el caso  de Cuba, no se espera que en el Congreso del Partido Comunista Cubano, se produzcan cambios significativos en el modelo político y hay muchas dudas sobre la viabilidad de las propuestas reformas económicas.
Seguramente, la mayor atención estará volcada sobre la situación de Venezuela y la implementación del Proyecto denominado Socialismo del Siglo XX,  impulsado por el ^Presidente Hugo Chávez, el cual puede aumentar las tensiones al interior, mientras su política exterior comprometida con países como Irán, puede provocar conflictos  con otros actores de la Comunidad Internacional.
Es de esperar y desear, que la estabilidad política continúe prevaleciendo, en el marco de una democracia participativa, impulsando  la implementación de programas  económicos y sociales,  orientados a superar el flagelo de la miseria, la injusticia y la marginalidad que golpea a uno de cada tres latinoamericanos.
Por encima de los fríos análisis, son los buenos propósitos que nacen con la Navidad y esperamos  se reealizen en el transcurrir del nuevo año.
Autor: Carlos Moris. Venezuela, Diciembre 2010.
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miércoles, 15 de diciembre de 2010

SEXO - GENERO - POLITICA

SEXO -GENERO- POLITICA

Así como los Santos Libros - llámense Biblia, Tora, Corán - rigen las formalidades de los creyentes; o la Carta Magna de los países gobiernan nuestro comportamiento legal, de la misma manera el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), máxima autoridad del idioma castellano, dicta las normas de nuestra conducta gramatical.

Entre sus reglas sobresale una muy clara en particular que reza así: Aunque tanto el sexo como el género femenino sea superior numéricamente que el masculino, ante cualquier grupo de personas, animales o cosas, debe emplearse el masculino. (La condición de sexo está reservada exclusivamente a personas y animales, mientras que la de género se aplica a cosas. Una silla es de género femenino pero no es de sexo hembra. El oro es masculino pero no macho).

Algunos neófitos, para llamar la atención y aparentar vastos conocimientos idiomáticos, o bien para singularizarse como miembros de las olas de liberalizacion del sexo o bien de izquierdistas del siglo XXI , alardean de haber un toque racista en tan idóneo precepto o recurren a la manifestación de estarse discriminando a la mujer, en vez de invocar la simplificación gramatical como objetivo primordial del idioma.

La palabra “alumnos”, por ejemplo, agrupa tanto a niñas como niños. Basta con expresar “niños” para que las niñas estén incluidas en tal expresión; o incluso decir “ciudadanos”, “diputados”, “usuarios”, “lector”, “todos”, “costarricenses”, etc. para encerrar tanto el masculino como el femenino.

En tal sentido, por ineludible mandato gramatical debe evitarse decir “niños y niñas”, “diputados y diputadas”, “usuarios y usuarias”, “elector y electoras”, “todos y todas” “costarricenses y costarricensas ”, etc.

Cuando Jesús dijo: “Dejad que los niños vengan a mi” también hacía referencia a las niñas. Ello no significaba el tener que descartarlas o imaginar que era racista.

¿Habría entonces que cambiar el nombre de “Los Derechos Universales del Hombre”` por el de “Los Derechos Universales del Hombre y de la Mujer”; o también el de “Los Derechos del Niño” por el de “Los Derechos del Niño, de la Niña, del Adolescente y de la Adolescente”?

La palabra “hombre” entraña en sí misma el significado de “humanidad”; o sea, nadie más ni nadie menos que al hombre, la mujer, el adolescente, la adolescente, el niño y la niña; por no mencionar a los bebitos y las bebitas, el embrión  masculino o el embrión femenino… En redundantes palabras: al ser humano como tal.

El DRAE, precisamente, a lo que exhorta es a abreviar el orden gramatical, utilizando las menos palabras posibles en las definiciones; es decir, la dicción precisa y apropiada que corresponda a los señalamientos.

Por ello, deben eludirse las precipitaciones personales de ignorantes lingüísticos por ser ellas empobrecedoras, artificiosas y ridículas que más bien destrozan la economía del lenguaje de manera grotesca. Son meras piruetas lingüísticas sin ningún valor que tienden hacia una vulgarización del idioma, además de degradarlo ,así como inducir a groseras confusiones que nada agregan de luz,sino que obscurecen todo.

La simplificación es la regla básica y esencial en cualquier lengua.
Lo propio es decir, por ejemplo: 1) “Las aves de corra1” en lugar de “Los gallos, las gallinas y los pollitos”;
2) “Un juego de sala” en lugar de “Un sofá, dos poltronas, una mesa de centro y dos mesitas laterales”; o
 3) “Pescadería” en lugar de “Aquí se vende pescado fresco”.

A despecho de la existencia de los discursos sosos, sin sentido de los diputados   que contrarían, sin sentido, las normas gramaticales del castellano  y dejan constancia de esa ignorancia en las nuevas leyes que pergeñan , ello no significa de manera alguna que el idioma pueda ser modificado por voluntad oficial.

Simplemente tales preceptos están idiomáticamente mal redactados, lo que los priva de toda valoración lingüística, aunque no por ello pierden en absoluto su legalidad esencial y acatamiento obligatorio. Pero, lo propio es lo correcto.

A pesar del decaimiento del modo apropiado en el vestir, intentemos evitar el modo impropio de expresión tanto oral como escrito.
Nada más degradante que un pueblo inculto o ignorante.
La idiosincrasia es una cosa y la cultura otra.
No tendamos a confundirlas…ni fundirlas con el folclore.

 f\ E mail sin autor....

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domingo, 12 de diciembre de 2010

PASA AMERICA LATINA POR UN MIEDO A LA LIBERTAD...???

Opinión: América Latina: o el miedo a la libertad.
Fernando Mires  (Chile)


El presente texto es la versión escrita de la intervención  del Dr. Fernando Mires, Catedratico de Ciencia Política de la Universidad de Oldemburg, Alemania, en el “XVI Foro Eurolatinoamericano de Comunicación“ que tuvo lugar durante el 1. y 2 de Diciembre de 2010 en Buenos Aires (Universidad Torcuato di Tella) en la sección dedicada a analizar“los nuevos nombres de la política”, título que alude a los nuevos gobiernos que emergen y emergerán en América Latina.

1.
El título del grupo de análisis –“los nuevos nombres”- indica, aparentemente, la posibilidad de que estamos entrando a una nueva era. Pero bien pudiera ser que sólo los nombres cambian y la vida sigue igual. Para averiguar entonces el sentido de los nuevos nombres, entre otros: Chinchilla, Lobo, Mujica, Piñera, Rousseff, Santos, habría que preguntarse entonces sobre el significado de los ya antiguos como Arias, Bachelet, García, Kirchner, Lula, Tabaré Vasquez, Uribe, y en otra lista: Correa, Chávez, Lugo, Morales, Ortega, y, sobre todo, el más antiguo de todos: Castro.
Los “antiguos nombres” en su gran mayoría, provenían de la llamada izquierda latinoamericana. Razón que llevó decir a tanto publicista que en América Latina después de las dictaduras militares las izquierdas estaban llegando al poder. Mas, pronto fue descubierto que detrás de la jabonosa palabra izquierda podían esconderse realidades muy diversas.
A fin de simplificar la complejidad representada por los gobiernos emergentes en el periodo de la post-guerra fría, algunos autores levantaron la tesis -en términos muy generales, correcta- de la existencia de “dos izquierdas”: una ultra-radical; la otra democrática y social. La primera representada en los países del ALBA, creación castro-chavista orientada a formar un polo geopolítico “antimperialista y socialista”. La segunda, en gobiernos como los de Brasil, Chile, Uruguay, y en parte Argentina y Perú. No faltó así quien imaginara que en América Latina estaba renaciendo el antiguo conflicto entre socialdemócratas y comunistas, repetición del vivido en Europa durante los años veinte y treinta del pasado siglo.
Para comenzar el presente análisis es necesario destacar que no estamos hablando de izquierdas demasiado nuevas. Efectivamente, las izquierdas de los “antiguos nombres” que alcanzaron los gobiernos después de los periodos dictatoriales de Argentina, Chile y Uruguay, podríamos denominarlas como izquierdas históricas. ¿Qué significa dicha denominación? Significa simplemente que desde hace mucho tiempo esas izquierdas ya eran partícipes de la política tradicional. Eran, dicho así, parte de las respectivas formaciones políticas nacionales.
Los socialistas chilenos o el peronismo de izquierda o el Frente Amplio uruguayo, son entidades pre-dictatoriales de modo que cuando dichas izquierdas accedieron a los respectivos gobiernos se trataba más bien de un nuevo comienzo -pido retener este término- y no de un simple “comienzo”. Así, y ese es un dato que quisiera resaltar, el proceso de democratización iniciado en los tres países mencionados puede entenderse también como una normalización política pues el poder regresó a quienes ya –en parte- lo habían tenido (o compartido) antes de que en esos países irrumpieran las luctuosas dictaduras de los años setenta y ochenta. Luego, el hecho de que algunas de las izquierdas pre-dictatoriales hubiesen accedido al gobierno en el periodo post-dictatorial, no tiene nada de espectacular ni asombroso.
Con el retorno de las izquierdas políticas tuvo lugar un restablecimiento parcial de la correlación de fuerzas del tiempo pre-dictatorial. Anormal habría sido lo contrario: que después de las experiencias dictatoriales no las izquierdas sino las derechas hubiesen llegado al gobierno. Algo imposible si se considera que las derechas “clásicas”, en los países mencionados, habían delegado su representación a los estamentos militares.
Dos son, a mi juicio, las razones que llevaron a las izquierdas referidas a asumir con convicción la práctica democrática. La primera, surgida de traumáticas experiencias, demostró que la existencia de la izquierda estaba ligada a la de la democracia, y viceversa. La segunda, y parece ser más decisiva, fue que las instancias antidemocráticas internacionales a las cuales esa izquierda rendía cierto tributo, a saber, el imperio soviético y el castrismo cubano, son hoy simples ruinas históricas.
El fin del llamado mundo comunista y de la “guerra fría” significó - ¡cuánta ironía! - la liberación política de gran parte de la izquierda democrática latinoamericana, izquierda que parece al fin haber encontrado su propio destino no en el exterior sino dentro y a través de las instituciones. Dicha liberación ha ocurrido, por cierto, de un modo parcial. Por una parte participa regularmente del juego republicano. Pero, por otra, mantiene ciertas nostalgias con un idealizado pasado ideológico pro-totalitario (regresiones), las que se reflejan en su ausencia escandalosa de solidaridad con los perseguidos y presos políticos de Cuba, Venezuela o Nicaragua. En otras palabras, la izquierda democrática del continente padece todavía de algunas fijaciones anti-políticas, huellas de un pasado que fue tal vez combativo, mas no muy democrático.
Interesante en todo caso es constatar que los países donde en este momento imperan las más sólidas democracias son aquellos en que el avance de las izquierdas fue orientado hacia el centro político, buscando coaliciones o acuerdos con partidos e instancias centristas. Más interesante aún es constatar que también algunas derechas han comenzado a perseguir una orientación centrista. Y con eso, ya estamos hablando de otros y posibles “nuevos nombres” quienes, desde la izquierda o la derecha, serán los encargados de consolidar la política latinoamericana. Uno de esos nombres es, entre otros, el del chileno Sebastián Piñera.
2.
Probablemente la llegada de Sebastián Piñera al gobierno de Chile no será ni la única ni la última vez que las derechas ganen elecciones en América Latina. Quizás muy pronto tendremos tres o cuatro “nombres nuevos” -pero esta vez de derecha- sentados en mullidos sillones presidenciales. Y lo más seguro –apostaría- es que no van a faltar analistas que hablarán del “retorno de la derecha”, de “la nueva derecha”, del “fin de la izquierda”, o de cualquier otro tópico apocalíptico similar. Olvidando que lo más lógico y predecible que puede ocurrir a una democracia, es que una vez gobierne la derecha y otra vez la izquierda. Sin rotaciones políticas, el principio de alternabilidad no sería más que una hueca frase.
A riesgo de ser reiterativo, sostengo entonces que lo más importante de la llegada de la derecha al gobierno chileno reside en el hecho de que, al igual que la izquierda, busca apoderarse del centro, e incluso, avanzar desde ahí hacia los bastiones tradicionales de la izquierda. En otros términos, los nuevos nombres de la derecha, apuntan, como ya lo hicieron los viejos nombres de la izquierda, hacia la despolarización política. Hay otros países (¿Colombia?) en los cuales está ocurriendo algo parecido. Lo decisivo en el caso chileno –y eso puede ser reiterativo en otras naciones- reside en el fenómeno que me atrevería a denominar como civilización política de las derechas. También podríamos hablar de “la transición que va desde una derecha salvaje hacia una derecha política”. La alternativa de la civilización política ya fue, por lo demás, elegida por una buena parte de la izquierda latinoamericana. Ahora puede ser el turno de la derecha.
3.
Naturalmente, tanto la izquierda (hoy) democrática como la derecha (hoy) democrática deberán realizar la re-inserción en la política a través de rupturas con el pasado reciente. En ese sentido es posible hacer un paralelo, a primera vista insólito, entre Sebastián Piñera y el uruguayo José Mujica. El primero proviene de una derecha golpista que renunció a la política para ponerse al servicio de una de las dictaduras más infames de la historia latinoamericana. El segundo viene de una izquierda políticamente salvaje, los Tupamaros, quienes con su violencia declarada no sólo desafiaron al orden republicano; además, colaboraron directamente en su derrumbe. Y, sin embargo, nadie que no sea fanático ni obcecado podría decir que José Mujica y Sebastián Piñera no son demócratas.
Mujica ha demostrado, al igual que su antecesor, no sólo un profundo respeto por las instituciones; además, una llamativa tolerancia frente a opiniones adversas. Piñera, a su vez, ha realizado ingentes esfuerzos para demostrar que se puede ser de derecha (conservador, ultra-católico y millonario) y al mismo tiempo mostrar una cierta (o mínima) sensibilidad social que hasta hace poco era sólo patrimonio de las izquierdas. Esa imagen que recorrió el mundo, la de los 33 mineros desenterrados al recibir en su “regreso a la vida” el saludo presidencial tiene –más allá de gustos estéticos - un significado simbólico enorme (y la política hay que leerla también a través de sus símbolos). Quiero decir, mientras la izquierda abre sus puertas a la democracia, la “nueva” derecha intenta asumir la posibilidad de cumplir compromisos sociales que la “vieja” derecha desestimó.
En breve, todo parece indicar que a través de la civilización (re-politización) del antagonismo izquierda- derecha en países como Chile y Uruguay, también en Brasil, más difícil en Argentina, pueden darse alguna vez relaciones similares a las que imperan en la vida política norteamericana o en las democracias más avanzadas de Europa. Ahora, la más importante de esas relaciones reside, a mi juicio, en la creación de un campo de pertenencia común a todos los actores de la política: un campo destinado a asegurar condiciones para que el juego político sea realmente jugado. Si ese campo político de convivencia común a izquierdas y derechas es aceptado en algunas naciones latinoamericanas, significará que ellas no sólo estarán saliendo del subdesarrollo económico sino, sobre todo, de su casi nunca percibido subdesarrollo político. Eso pasa, por cierto, por la ubicación de la política en un juego de posiciones sometido a reglas y leyes.
4.
¿La política como un juego?
Todo lo que no tiene que ver directamente con la guerra y con la muerte –es una tesis- es un juego. La política, en tal sentido, también sería un juego. Y un juego puede ser dramático sin dejar de ser un juego. O de modo inverso: pronunciada la palabra guerra, o la palabra muerte, ya no hay política. Lo que quiero afirmar es que así como no hay un juego sin reglas, no hay reglas sin juego. De ahí que lo que caracteriza a las democracias emergentes de América Latina es la aceptación de las reglas del juego de la política, reglas que a su vez establecen los límites entre lo que es político y lo que no lo es. Las reglas pueden ser muchas o pocas, pero ninguna práctica democrática puede prescindir de ellas. Por lo menos hay algunas que no pueden ser nunca violadas a fin de que el juego continúe; entre otras:
  • El reconocimiento de la validez de una Constitución común
  • El reconocimiento de la universalidad de la declaración de los derechos humanos
  • El reconocimiento del otro como un adversario gramático y no como un enemigo militar al que hay que destruir
  • La existencia de un poder judicial y de un poder parlamentario independientes del ejecutivo
  • Libertad de reunión y de opinión (prensa)
  • Elecciones libres y soberanas
No obstante, afirmar que la política es un juego que debe ser jugado en un campo rayado y sometido a reglas, puede llevar a algunos malos entendidos. Puedo suponer por ejemplo que quienes siguen las ideas que ayer representara Carl Schmitt y hoy Chantal Mouffe y Ernesto Laclau (entre otros) imaginarán que el campo pre-constitutivo de la política, así como su reglamentación, son proposiciones destinadas a minimizar la conflictividad del antagonismo político. Aquí, sin embargo, se piensa exactamente al revés.
Un juego sin espacio pre-constitutivo y sin reglas o normas deja el juego librado a la voluntad de los contrincantes, o lo que es peor, permite que la normatividad del juego sólo sea dictada por quien ocupa el poder, como ya está ocurriendo en Venezuela. Eso significa que en aquellas naciones en las cuales las reglas del juego apenas existen, no hay juego político. En ellas la política no es suprimida pero toma un sentido diferente ya que la ciudadanía es dividida entre quienes apoyan el fin del juego y los que luchan por su recuperación. En esas condiciones no hay lucha política sino lucha “por” la política. La diferencia que establece la preposición “por”es más que importante.
En la lucha política sus actores resuelven o no resuelven sus antagonismos. En la lucha “por” la política, en cambio, los actores no luchan ni a favor ni en contra de sus antagonismos sino por la creación (o supresión) de un espacio para resolver los antagonismos. Más aún, los antagonismos sólo pueden alcanzar su máximo grado de intensidad si es que existe un espacio normativizado que los contenga, mantenga y sujete. No existiendo ese espacio, los antagonismos son disueltos, avasallados por el peso del Estado, convertido en un actor sin contra-actor. En fin, la lucha política siempre tiene lugar sobre la cubierta de un barco desvencijado en medio de la tormenta. Sin ese barco, no puede haber ninguna lucha política.
Quiero así señalar que aún más decisivo que la recuperación democrática de las izquierdas y que la conversión democrática de la derecha resulta la aparición y luego, consolidación, de un espacio común de lucha que hace posible la existencia (y la contienda) de izquierdas y derechas. Es ese espacio común de lucha un factor que lleva, en gran medida, a la aparición de una nueva contradicción política la que no sólo coexiste con la contradicción clásica entre izquierdas y derechas sino, además -y esto es lo decisivo- la sobrepasa. Me refiero a esa contradicción que se da entre naciones que disponen de un campo destinado a sustentar la lucha política y aquellas cuyos Estados son instrumentalizados por sectores ideológicos cuyo objetivo declarado apunta hacia la supresión del juego político. Se trata de una contradicción cualitativamente nueva, y es la que en el plano internacional se da entre los gobiernos demócratas de nuestro continente (de izquierda o derecha, para el caso da lo mismo) y aquellos que no lo son tanto. Los últimos, de neto origen populista, intentan utilizar la maquinaria del Estado y ponerla al servicio de los objetivos meta-históricos de determinados gobernantes. En este caso estamos hablando de los gobiernos estatistas de América Latina.
El estatismo, visto desde esa perspectiva, no sólo es una ideología. Ha llegado a ser la fase superior (o estatal) del populismo, fase que aparece no tanto cuando un movimiento populista alcanza el gobierno sino cuando la dirección populista se emancipa del movimiento que la llevó al Estado. En otras palabras: sostengo que el principal peligro que acosa a las emergentes democracias latinoamericanas ya no reside en el imperio de una economía librada a su arbitrio –como ocurrió durante la era de las dictaduras militares “clásicas”- sino en todo lo contrario: en el avance del estatismo político.
5.
Para evitar confusiones conviene diferenciar entre el estatismo político y el económico. Bajo este último término entiendo la hegemonía que ejerce el Estado en los niveles de la producción, inversión y circulación de bienes. O también, cuando el aparato del Estado, aún sin prescindencia del capital privado, asume los comandos del desarrollo económico.
En la Europa decimonónica el sistema clásico de estatismo económico fue el llamado bizmarquismo (de Bizmark) sistema que fue posible bajo dos condiciones: la debilidad del sector económico privado alemán y la existencia de una burocracia y tecnocracia estatal altamente eficiente. Hoy, el caso más avanzado de estatismo económico está representado sin dudas por la China post-maoísta, nación que reúne dos condiciones estructurales básicas. Por una parte, un Estado gestor, con una burocracia y una tecnocracia (clase gestora) muy eficaz, y por otra, un “proletariado” disciplinado, sin derecho a huelga, formado previamente durante el periodo comunista, periodo que desde la actual perspectiva puede ser considerado como la “fase de acumulación originaria” del hoy poderoso capitalismo estatal de China.
Bajo estatismo político debe ser entendido, en cambio, la supresión de la política en aras del cumplimiento de un objetivo supremo situado en un futuro indeterminado, objetivo que requiere de la eternización en el poder de una nueva clase de Estado dirigida por una determinada camarilla (pandilla) la que a su vez se representa en la imagen estrambótica de un caudillo popular. El napoleonismo (no confundir con bonapartismo) durante el siglo XlX, y los fascismos y socialismos (soviéticos) del siglo XX, son modelos históricos “clásicos” de estatismo político.
Por cierto, el estatismo político puede ser también un estatismo económico, de la misma manera que este último tampoco prescinde del primero. La diferencia reside, sin embargo, en los objetivos que cada uno persigue. Así, mientras el estatismo económico pone acento en el desarrollo de las fuerzas productivas, el estatismo político apunta hacia la consolidación de una casta política en el poder sacrificando, si es necesario, el propio desarrollo de las fuerzas productivas. No extraña así que los estatismos políticos sean erigidos sobre la base de economías (y ecologías) en ruinas, como ocurrió ayer con el comunismo soviético, cuya muestra de museo es esa desintegración material (y moral) que representa la Cuba de hoy. En otras palabras, el objetivo que persigue el estatismo político es el ascenso, consolidación y perpetuación en el poder de una clase en el, y de, Estado.
Una de las particularidades del estatismo político latinoamericano, representado fundamentalmente en algunos países que forman parte del ALBA, es que en la mayoría de los casos su configuración ha sido antecedida por movimientos de masas que rebalsan a los partidos políticos tradicionales.
Una segunda fase, que es la gobiernista, se caracteriza por la autonomización de la conducción política (camarilla o pandilla) con respecto al movimiento de masas que le dio origen. La tercera fase -la vivió ya Cuba y ahora la está viviendo Venezuela- se caracteriza por el ascenso paulatino al poder de una casta militar que asume la representación del Estado. Esto es, en nombre de la doctrina de la “dictadura del proletariado”, será erigida una “dictadura del militariado”. A partir de ese momento tendrá lugar la fusión entre el ejército, el gobierno, y el partido de gobierno, en un “Estado integral” (o total), representado por un “orwelliano” caudillo. Las masas, anteriormente populistas, serán organizadas en torno al Estado de acuerdo a un corporatismo extremadamente vertical y rígido al que los estatistas denominan “democracia participativa” en oposición a la democracia representativa, basada en el sistema de partidos y en la independencia de los poderes públicos.
Ahora bien, la “dictadura del militariado”, latente en cada gobierno estatista, se torna manifiesta cuando el estatismo, convertido en minoría, ya no puede conservar el poder mediante el expediente electoral, que es lo que está ocurriendo en la Venezuela de Chávez. Llegado ese momento, el gobernante estatista se despojará de sus guantes democráticos, apareciendo las horribles garras –tan latinoamericanas- del gorilismo más tradicional. De este modo, así como el estatismo es la fase superior del populismo, el (neo) gorilismo podría llegar a ser –bajo determinadas condiciones- la fase final del estatismo.
Como es posible comprobar, el origen, desarrollo y consolidación de los estatismos políticos latinoamericanos contiene muchas similitudes con el periodo de ascenso del fascismo europeo, observación con la que no están de acuerdo quienes se concentran exclusivamente en los símbolos ideológicos de tales representaciones. Efectivamente, en lugar de recurrir a ideologías fascistas tradicionales, los estatismos latinoamericanos recurren a un marxismo–leninismo “ad hoc”, muy difuso y primitivo, pero que cumple perfectamente con la función de servir de ideología de legitimación al bloque de poder estatal.
Hay pues una potencial contradicción política antagónica en América Latina. Esa contradicción potencial ya no es entre izquierdas y derechas, como ocurrió en el pasado. Esa contradicción potencial es la que se da entre Estados democráticos y Estados que cada vez lo son menos. Que los últimos estén representados por gobiernos que se dicen de izquierda, es un problema de denominación que en términos reales ya no tiene mucha importancia. Importante sí, es consignar que los gobiernos menos democráticos de la región han sido erigidos en países de bajo desarrollo político y precarias instituciones republicanas. No es ese el caso de Venezuela cuyo gobierno aparece como exponente de una casi increíble paradoja. Por un lado, es hegemónico en el ALBA. Por otro –debido a una oposición democrática que ya es mayoría nacional- es el eslabón más débil de toda la cadena estatista del continente.
No obstante, la forma y el sentido como deberá resolverse la contradicción señalada –si es que se resuelve- no puede ser prevista. En gran medida, eso depende de la oposición y de la disidencia democrática en los diversos países estatistas. Pero también depende de la capacidad de los Estados más democráticos del continente para detener la agresividad internacional del bloque antidemocrático, que hoy estamos viendo -como un ejemplo entre otros- en las arbitrariedades que comete Ortega, ese fraudulento sucesor de Somoza, en contra de la democracia costarricense.
En fin, el gran déficit de las emergentes democracias latinoamericanas reside en su incapacidad de asumir el riesgo histórico de oponerse a las demasías de los gobiernos antidemocráticos de la región, incapacidad que se expresa en la casi total ausencia de solidaridad con los sectores políticos perseguidos en las naciones estatistas.
Hay momentos en que es imposible no pensar que las naciones democráticas tienen miedo a su propia libertad, de ahí que, aún siendo democráticas, no parecen dispuestas a defender con consecuencia y rigor las libertades que tanto esfuerzo, tiempo, cárceles y sangre, ha costado obtener.
¿Habrá entonces llegado la hora de reactualizar esa alternativa que nos presentara una vez el escritor colombiano Germán Arciniegas? ¿“Entre la libertad y el miedo”? ¿Asumirán esa alternativa los nuevos nombres de la política? ¿O capitularán otra vez frente a la amenaza gorila sólo porque ahora se presenta como “revolucionaria”?

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domingo, 5 de diciembre de 2010

Las Cumbres Presidenciales : Nuevas Giras vacacionales...?

A fines de los 70 un tratadista internacional Lewis Quest escribia un librito bajo el sugestivo titulo: "Las Cumbres Presidenciales han llegado para quedarse". Y agregaba de esa epoca en adelante serian el arma mas poderosa para llegar a acuerdos y consensos que anteriormente eran imposibles de lograr,porque los Cancilleres o sus cuadros tecnicos no tenian el mandato suficiente para suscribir acuerdos espinozos.
La verdad es que las Cumbres Presidenciales como instrumentos de acuerdos rápidos,firmes, contundentes,han sido un rotundo fracaso,aparte del gran trabajo que proporcionan a los fotógrafos, a los encargados de las camaras de la teleision y a los periodistas que cubren los detalles sosos,tales como cuales son los atuendos utilizados o las viandas consumidas.

Esta Cumbre que aquí reseña Carlos Moris ha sido una mas en esa larga cadena de irrelevancias...tanto por las ausencias deliberadas para no tocar el tema del desembarco de tropas nicaragüenses en la indefensa Costa Rica, como de las resoluciones mismas.

Evidentemente que los politicos no ocultan su rol de jugar a ser lo que no son:
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XX CUMBRE IBEROAMERICANA: MUCHAS PALABRAS
Sin penas ni glorias.

En Mar del Plata, Argentina, bajo la protección de 5,700 efectivos militares, se ha reunido durante los días 3 y 4 de diciembre, la XX Cumbre Iberoamericana, la cual convoca a los presidentes y jefes de Estado de los países de la Región y  a los mandatarios de España, Portugal y Andorra. Iniciativa de España que comenzara en 1991, cuando ese país disfrutaba  su “sociedad de bienestar”, pero siempre con el  objetivo no muy encubierto, de ganar mercados en la región. La “Madre Patria” no escatima esfuerzos al respecto.
Esta vez excusó su presencia el Presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero. El gobernante estaba muy ocupado aprobando en el Consejo de Ministros,  nuevas medidas del paquete económico, que por presiones de la Unión Europea (UE), está recetando a sus compatriotas. Por supuesto,  con el buen propósito de superar la profunda crisis económica y social en que está inmerso el país.  Su  Canciller Trinidad Jiménez, debutó en ese tipo de reunión. Como ha sido tradicional,  estuvo presente acompañado de su esposa,  el Rey, Don Juan  Carlos  de Borbón.
Por diversas razones tampoco estuvieron presentes los presidentes, Hugo Chávez de Venezuela, Evo Morales de Bolivia, Raúl Castro de Cuba y Daniel Ortega de Nicaragua.  Coincidentemente, los cuatro países forman parte de  la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA). Muchas especulaciones circularon por esas ausencias. No fue invitado el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, dado el cuestionamiento sobre el origen de su mandato. Los presidentes de Panamá, Ricardo Martinelli y El Salvador, Mauricio Funes, intervinieron demandando no se continúe excluyendo al país centroamericano.
Lo aprobado.
Una vez más este encuentro se diluye con la aprobación de  una Declaración Final, contentiva de cientos de palabras que recogen acuerdos previamente discutidos, llenos de buenos propósitos, pero en general con pobres resultados.
Esta vez el tema central de la Cumbre fue “Educación para la inclusión social”. Para ello, la Secretaria General de la Cumbre, ocupada por el economista uruguayo Enrique Iglesias,  elaboró un amplio documento denominado “Metas educativas 2021”, donde se plantean líneas de trabajo,  para favorecer especialmente el aumento en la calidad,  de una enseñanza que debe responder a la inclusión social, auspiciando  el desarrollo.
 No se puede pasar por alto que en nuestra región cuatro de cada cinco estudiantes de los sectores  de mayores ingresos, culminan  sus  estudios de secundaria, mientras que sólo uno de cada cinco de los  sectores pobres, puede concluir esos estudios. Otro dato preocupante fueron los pobres resultados obtenidos por estudiantes de México, Brasil, Chile, Colombia y Uruguay, en el Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes, auspiciado por la Organización de Comercio y Desarrollo (OCDE), Con la excepción de los uruguayos, el resto quedaron por debajo del promedio de los estudiantes de los 60 países participantes.
Sin debates,  los 21  países participantes en el conclave,  se han comprometido en la Declaración Final,  a aumentar sus presupuestos en educación hasta el 2021 y se ha creado un fondo de tres mil millones de euros para mejor la enseñanza en nuestra región.
El otro tema que captó la atención de los participantes fue la llamada “Cláusula Democrática”, recogida en la “Declaración Especial sobe la Defensa de la Democracia y el Orden Constitucional en Iberoamérica”, donde se establecen mecanismos para defender la democracia en la región contra cualquier intento de golpe de Estado.  Por supuesto, siempre quedará la pregunta sobre lo que los ilustres participantes en la Cumbre entienden por democracia. Por ejemplo, el canciller argentino Héctor Timerman, guardó silencio cuando se le preguntó sobre la situación de Cuba.
 La muy folklórica  y locuaz Ministra de Relaciones Exteriores de España, Trinidad Jiménez dio su original  respuesta,  afirmando que la Cumbre garantiza la “universabilidad “. Suponemos que bajo ese criterio “universal”,  caben todos los tipos de gobierno, incluyendo al hondureño.
Ante el planteamiento de la Presidenta de Laura Chinchilla, Presidente de Costa Rica, solicitando “no cerrar los ojos”, ante el diferendo que mantiene su país con Nicaragua, se acordó conformar con España, Ecuador y Argentina, un “Grupo de Amigos” para mediar en el conflicto. Los mediadores deberán tener en cuenta que en Costa Rica hay tres temporadas: invierno, verano y la de discusiones con Nicaragua.
En  cuanto al diferendo entre Argentina e Inglaterra por las islas Malvinas, de nuevo se insta al diálogo entre las partes. Por supuesto, los ingleses hacen oídos sordos a esos llamados.  Igual suerte correrá el infaltable reclamo a USA por el bloqueo impuesto a Cuba.
Para no variar, los amigos brasileños lograron el respaldo para ampliar su influencia en el mundo. Esta vez para su candidatura a la Secretaría General de la FAO.
El tema de wikiLeaks y sus “filtraciones” estuvo en la boca de varios participantes. Sin embargo, no tuvo acogida el propósito, impulsado por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, de aprobar una condena a USA.  
Otras actividades
Con motivo del reciente fallecimiento del ex Presidente argentino Néstor Kirchner, se llevó a cabo un homenaje a su memoria, donde no faltaron la cálidas palabras del Presidente de Brasil, Lula da Silva, quien expresó que Kirchner “fue el Maradona de la política”   Seguramente por tan sabias palabras y por entregar su cargo a Dilma Roussef el próximo 1º de enero, los participantes le rindieron un homenaje.
Suponemos que dados los tiempos de austeridad, los integrantes de la Unión de Naciones Suramericana” (UNASUR), aprovecharon la ocasión para realizar una reunión, con el fundamental propósito de llenar la vacante de la Secretaria General del organismo,  dejada por el fallecido ex presidente Kirchner. Según lo publicado, dos candidatos propuestos no lograron consenso. Venezuela presentó la candidatura de su ministro de Energía,  Alí Rodríguez y Colombia la de su ex canciller María Emma Mejía. Se anunció que un tercer país estudia presentar su candidato.  Sospecho que debe ser Brasil y su candidato el inefable Lula.

Agotados los temas, antes de tomar la foto de rigor, la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, traspasó la presidencia pro témpore a  Fernando Lugo,  presidente de Paraguay, país sede de la próxima Cumbre a realizarse,  durante los días 28 y 29 de octubre de 2011. El tema central será  “La Transformación del Estado para el Desarrollo”.  Prometo no comentar tan trascendente encuentro.

Carlos Moris. Venezuela. Diciembre 2010.
 



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jueves, 2 de diciembre de 2010

De frente a las revelaciones de Wikileaks caben cinco posiciones:

1.- Una condena general por una practica de espionaje que existe desde que la humanidad comienza sus primeros pasos y que este escándalo no va a parar.

2.- Un desencanto por la "lectura" ingenua, simplona, tonta" de la diplomacia norteamericana acerca de personajes de otras culturas que no entienden, pero buscan descifrar para imponerse sobre ellos.

3.- Una necesidad de quitarse el sombrero frente al trabajo de inteligencia de Mosad,la agencia de inteligencia israelí que con menos recursos y en medio de un circulo de peligro alrededor da muestras de mayor madurez que la CIA y la que sustituya a la KGB de antes .

4.- Expresar desencanto por la forma en que el imperio postmoderno lleva a cabo sus acciones de obtención de información ,pues pensar que los políticos son los únicos que toman decisiones – y estas son decisivas en este mundo - es muestra de ingenuidad “in articulo mortis”.

5.- Expresas admiración porque pueda haber quien crea que alguien o muchos “en plena solidaridad con la humanidad  a la que aman apasionadamente y sin interes oculto alguno “puedan dedicarse a la ingente faena de obtener información y esparcirla sin otra intención que la libertad de circulación de la información…

Wikileaks esta ofreciendo una cena pantagruélica y desde muy joven se que en política no existen cenas gratis…

Con este preámbulo dejo a los lectores con la lectura personal que hace de las revelaciones de Wikileaks ,Carlos Moris, radicado en Venezuela.
“LOS PAPELES DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO.
Los promotores del escándalo.
La organización Wikileaks ( Wikifiltraciones, en inglés), constituida en diciembre 2006 tiene como objetivos,  el seguimiento de las actividades en el exterior de los Estados Unidos de América (USA por sus siglas en inglés), especialmente en lo que se refiere a sus actividades en las guerras de Irak y Afganistán. En general “divulgará toda información sensible que pueda obtener sobre asuntos políticos, religiosos, corporativos y gubernamentales, garantizando el anonimato de la fuente”. Su fundador el Australiano Julian Assange, se encuentra huyendo después que la INTERPOL, ha dictado una orden de captura en su contra. Mayor información se puede obtener en su blog en internet.
Esta organización ha provocado un sismo en el mundo político mundial,  al entregarle a cinco grandes medios de comunicación,  251,287 documentos  que recogen comunicaciones entre funcionarios de las embajadas de USA en el mundo y el Departamento de Estado.  El New York  Times de USA, The Guardian de Inglaterra, Le  Monde de Francia, Der Spiegel de Alemania y El País de España, han sido los medios seleccionados para divulgar las informaciones de lo que se ha denominado el “cable gate”  Recién ha comenzado la divulgación de los contenidos en esos documentos y todo indica que durante largo tiempo, vamos a continuar recibiendo informaciones, las cuales, ocuparán importantes titulares en nuestros medios de comunicación.
En el caso de El País,  su director Javier Moreno,  ha explicado en una larga entrevista, como su diario está procesando con un equipo de 30 periodistas la información recibida, asumiendo la responsabilidad de lo publicado y negando que haya recibido presiones tanto del gobierno español como de la Embajada de USA en España. El País es el principal medio de comunicación en español y su publicación  digital  es visitada por cientos de miles de personas en el mundo.
Es evidente que los documentos hasta ahora dados a conocer son calificados como de “nivel medio”, donde muchas de las informaciones como expresó el ex Presidente de España, Felipe González, “fueron conocidas en su momento”, pero las que provocan reacciones son las pocas que no se conocieron en su momento, aunque  los documentos calificados como top secret o máximo secreto no fueron filtrados.
Algunos interrogantes.
Los años nos han enseñado a no hacer política por sospechas, pero  también en estos casos mostrar cautela, tratando de despejar muchas preguntas que  tenemos debajo de la lengua.  Las primeras apuntan sobre los verdaderos objetivos de Wikileaks, y a cuáles intereses responde. Complementariamente, a quiénes beneficia y a quiénes perjudica la publicación de los documentos. Esas interrogantes esperan respuestas.
 Algunas reacciones de personalidades políticas muestran contrapuestas interpretaciones. La Secretaria de Estado de USA, Hillary Clinton expresó que esos documentos “ponen en peligro la seguridad nacional”, mientras para el Presidente de Irán Mahmud Ahmadinejab, es “una conspiración de USA para enfrentar a Irán con sus vecinos”. 
Originalmente, todo indicaba que los documentos solo ponían de manifiesto “la maldad” del  servicio exterior de un imperio  que tiene intereses en todo el mundo.  Algo que todo conocíamos, dada la larga y triste historia de la política exterior de USA. Por supuesto, a la humanidad le gusta el “cotilleo” y disfruta al conocer  esas informaciones “confidenciales”.  Sin embargo, al transcurrir de los días, la alegría de quienes aplaudieron la publicación de esos documentos, se ha visto empañada en la medida en que muchos de ellos comienzan a ser mencionados es forma poco favorable.
Es evidente que hasta ahora, según el criterio de los editores de El País, lo conocido no demuestra hechos ilegales por parte de los diplomáticos norteamericanos, quedando siempre las dudas sobre los medios utilizados para obtener informaciones y para cumplir con los mandatos recibidos. Probablemente no se utilizaron  procedimientos muy legales.  En ese mundo, tanto USA, como toda potencia que se respete,   no cuentan con  un manual de ética para defender sus intereses.
El papel de un diplomático, sea de carrera,  o como muchos de  los nuestros,  nombrados a la carrera,   es algo más que asumir la representación de su país, participar en intrascendentes recepciones y disfrutar de un dorado exilio, como sucede con frecuencia en nuestras latitudes. Su principal papel es defender los intereses de su país, obteniendo la mayor información posible en todos los planos para cumplir con ese propósito. Supuestamente con actividades legales y  transparentes.
Sin embargo, no se necesita ser James Bond, ni trabajar con la CIA para conocer  que las grandes potencias y también las que no lo son, realizan actividades paralelas a las diplomáticas formales. Son las denominadas “operaciones encubiertas”, muchas veces no conocidas por el Embajador, justamente para mantenerle “limpio”. Esas se ubican  por ahora en el top secret y no aparecen en los documentos dados a conocer.
Hasta ahora y para sorpresa de muchos, la mayoría de los juicios que emiten en sus informes los diplomáticos  de USA sobre situaciones y personajes, son en general muy certeros, develando  miserias y misterios. Por ejemplo en lo publicado sobre nuestra región, se destaca la complicidad de los Kirchner para ayudar a USA en Bolivia y la molestia de Cristina Kirchner ante la demora  del Presidente Barack Obama en recibirla. Suponemos debe estar mucho mas molesta al conocer las dudas de Hillary Clinton sobre su salud mental.  La revelación sobre el  tumor del Presidente Evo Morales y la exitosa operación a la cual fue sometido, devela un misterio. Por supuesto no siempre son certeros los juicios,  por ejemplo, cuando se afirma que el Presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero es un “izquierdista trasnochado”.
Supuestamente, las informaciones que se están dando a conocer y las que se conocerán, pueden poner a USA en una situación muy desagradable ante la comunidad internacional, pero dado como muchas personalidades en el mundo quedan también al desnudo, la actitud generalizada de los políticos y personalidades mencionadas, es la de minimizar las informaciones, reiteran que son “filtraciones”, afirmando  que “no  se afectarán sus relaciones con USA”. Es que  solamente no hay basura en las sedes diplomáticas de USA.
Todo parece indicar que el ventilador que esparce la basura contribuirá a aumentar si esto es todavía posible, el descredito de una ya muy desacreditada clase política, pues pone en evidencia que para quienes la integran, en ese mundo de complicidades,  no importan los medios, pues lo que cuenta son los fines.
Cuántos cambios.
Seguramente los servicios de seguridad de USA aprenderán algo de la lección y serán mucho más cuidadosos, es decir, tratarán de no repetir el error de ser descubiertos. Sus representantes diplomáticos más cautelosos, pues en definitiva pondrán en duda cuál será el destino final de sus informaciones. Cambios de forma. Ninguna potencia va a renunciar a la defensa de sus intereses, legítimos o ilegítimos, utilizando la vía diplomática o cualquier otra que sirva a sus propósitos. Por lo tanto, continuarán actuando de la misma forma, pero con mayor cuidado. La lección será válida también para el resto de los actores en el concierto del poder en el mundo.   


En cuanto a organizaciones como Wikileaks, no ponemos en duda que continuarán existiendo, sin que tengamos claramente establecidos sus verdaderos propósitos. Seguirán produciendo en general beneplácito, pues no hay nada que provoque mayor interés que lo oculto, aunque contribuya a mostrar el lado cínico del mundo del poder, sin que esto necesariamente ayude a una mayor democratización y transparencia en sus acciones.
Por ahora y en este caso, apenas estamos  frente a los primeros capítulos de una larga serie, donde  se pone al descubierto,  sin que sean muy claros los objetivos, el  comportamiento de un imperio, pero también,  la condición humana y las miserias  del poder.”  Carlos Moris. Venezuela. Diciembre 2010.
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jueves, 11 de noviembre de 2010

De una Mujer a un Hombre

Conozco a Eden Pastora y doy fe de que lo escrito por la Ex-Defensora de los Habitantes es absolutamente cierto.

La flaca memoria de Edén Pastora Las recientes declaraciones de Edén Pastora en la televisión nicaragüense cuando se refiere a  nuestra fuerza pública como las fuerzas armadas costarricenses,  que invadieron Nicaragua, trae a mi memoria la gesta histórica que el pueblo  de Costa Rica vivió, -una vez más- apoyando al  sufrido hermano  pueblo de Nicaragua durante la guerra Sandinista contra el Dictador Somoza.  Usted sabe muy  bien, que jamás, jamás esa guerra se habría ganado como se ganó,  sin el frente sur, apoyado desde todo punto de vista, por  el pueblo de Costa Rica Ya se le  olvidó cuando vivía en el Barrio Los Ángeles en Cartago y sus vecinos  lo apoyan hasta con la comida que se llevaba a la boca. Allí si eran sus hermanos costarricenses, solidarizándose con su causa. Olvidó también como usted y sus hombres entraban y salían por la frontera norte nuestra- su frente Sur-  como Pedro por su casa, para descansar,  protegerse de la Guardia Nacional. Se le olvidó y a su amigo Daniel Ortega también, las múltiples casas de seguridad que cientos de costarricenses prestaron para la recuperación de sus hombres y de nicaragüenses  heridos en la guerra de liberación.  ¿Se le olvidó, como nos convertimos en país receptor y  despachador de  armas, que eran necesarias para  la revolución  Sandinista?   ¿Se recuerda que los colegas del Hospital México, le salvaron la vida  por el atentado de la Penca?  Se le olvidaron, desde luego,  los pertrechos que siempre recibió del pueblo de Costa Rica, que  organizo ferias, bailes, rifas, conciertos y toda  clase de actividades para recoger dinero y  otros, y  entregarlos para hacer una realidad el derrocamiento de Somoza. Fueron millones de  colones. Como estudiante de medicina en esa época,  presencié cientos y cientos  y cientos de pacientes nicaragüenses atendidos, operados y recuperados en toda la red de la  seguridad social, que  los atendió amorosamente, a nadie se le negó una cama, ni atención médica, pero sobre todo GRATUITAMENTE para ustedes, nosotros como pueblo, gustosamente,  pagando lo que eso costaba. ¿Y los que venían con leishmaniasis de montaña a  curarse aquí? Yo los vi. Yo los conocí. Yo los recuerdo.   Aquí se protegió  y se educó a cientos de jóvenes adolescentes que vinieron huyendo,  porque de lo contrario se los habrían llevado forzados, al ejército Sandinista,  de su otrora gran enemigo Daniel Ortega, para luchar  contra "La Contra"  o sea usted.  ¿Ya se le olvido  los dineritos que recibía de la CIA? Traducción libre, del libro "Hostile Acts,US Policy in Costa Rica in the 1980s". Pág. 235 y adelante "Pastora era el comandante militar y Robelo el líder político, ambos se les exigía que presentaran detalle de los costos al jefe de la CIA con vouchers de comida, alquileres, salarios, materiales de oficina, vehículos, aeroplanos, equipo militar, y tal. Los oficiales de la contra usaban bromear que esta es la "única organización guerrillera en el mundo con un sistema de contabilidad corporativa."   Come   hoy, en el mismo plato de Ortega, pero a mí no se olvidan sus palabras  de desprecio y recriminación, en mi presencia, en casa de un amigo mutuo,  en los cerros de Aserrí, en los años 90s,  cuando  usted hacía  referencia a la  piñata, a la repartición, a la traición de Daniel Ortega, Tomás Borge y todo el  resto, y  que  de la noche a la mañana resultaron muy adinerados. De la gesta histórica de su pueblo donde    murieron miles y miles,  para seguir en lo mismo y solo cambiar de amo.   Si mi memoria no me falla, trabajaba en esa época,  como pescador en aguas costarricenses para comer. Hizo esa noche una referencia de cómo "cuando  a uno ya le salen canas en....., ya no se cambia, ni se traicionan los ideales". ¡A  tiempos aquellos!   Usted se olvida rápido, yo no. También recuerdo a  su amigo Daniel Ortega en New York, con  sus anteojos RayBan de oro, y el carisísimo hotel que se pagaba con el hambre de su pueblo. ¿Cuáles serán hoy sus intenciones, que pretende usted con esas declaraciones? ¿Con quién trata de redimirse?   Usted lo que siempre ha  querido es ser presidente de Nicaragua y cree que robándose un poco de tierra en Costa Rica,  su gente se volverá en adoración para usted.   Es un showman pasado de moda,  que se vende hoy a quien le quito  el protagonismo de guerrillero,  además humillado por Tomás Borgue, en el segundo año del gobierno Sandinista, en la Plaza de la Revolución;         ¿ También se le olvido?   Hasta Nora María Téllez que fue entonces tan o más valiente que usted, lo ignora.   A usted ya nadie le cree. Esta tierra, que hoy cataloga  "como invasora", no solo le salvó la vida sino que le dio de comer por años. Es que la relación con Nicaragua, la solidaridad con  este pueblo es de hace más de dos siglos. Recuerdo  a Carlos Fonseca Amador  y los  muchos, muchos amigos en Costa Rica que siempre le ayudaron.  Sabemos distinguir que: una cosa es el pueblo, y otra sus gobernantes.
 Flaca memoria tiene,  y poco agradecido es.   Aquí le decimos: "perro que come perro, no es buen perro. ¡Sálgase  ya de  Isla Calero, nadie lo invitó a  Costa Rica !    Lisbeth Quesada Tristán Ex Defensora de los Habitantes de la República
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martes, 5 de octubre de 2010

Fragmentos, de "La opresión y la libertad" de SIMONE WEIL


Simone Weil : nace en 1909 en París, de familia judía, intelectual y laica:  Estudia  filosofía y literatura clásica. A los 19 años ingresa, con la calificación más alta (seguida por Simone de Beauvoir) a la Ecole Normale Superiore, se gradúa a los 22 y comienza su carrera docente.
Sus estudios apasionados -y críticos- de la doctrina marxista le acarrean notoriedad, y a los 23 años es 'transferida' del liceo por encabezar a una demostración de obreros desempleados. Un diario conservador la apoda 'la virgen roja', por su extraña combinación de preocupaciones por la situación social y por la pureza y la verdad. No tiene, sin embargo, convicciones religiosas. Las disputas con los superiores de los liceos se suceden, por cuestiones políticas y metodología docente. Conoce a Trotzky, con quien discute sobre la situación rusa, Stalin, y la doctrina marxista.
A los 25 años pide una licencia y va a trabajar durante más de un año, junto a los obreros, como operaria manual en varias fábricas (Renault) ("Allí recibí la marca del esclavo"). Se acrecientan sus sufrimientos físicos (sinusitis crónica), y sus padres la llevan a Portugal, en unas breves vacaciones, para intentar recuperar su salud perdida. Allí presencia un procesión católica popular, en una aldea pobre, un noche a orillas del mar; "tuve de pronto la certeza de que el cristianismo es por excelencia la religión de los esclavos, que los esclavos no podían dejar de seguirla...y yo entre ellos".
Después de un breve retorno a la docencia, en 1936 participa en la Guerra Civil Española, junto a grupos anarquistas. Un accidente la obliga a volver a Francia. De la guerra, le queda el sentimiento de horror por la brutalidad y el desprecio por la verdad y el bien, por ambas partes; y, posteriormente, la amistad con otro escritor francés, Georges Bernanos, que había participado en el otro bando. En 1937 visita Italia, y en una capilla de Asís se siente impulsada a arrodillarse, por primera vez en su vida.
Su salud empeora, tiene dolores de cabezas agudos y continuos. En la pascua de 1938 asiste a los oficios religiosos en la abadía de Solesmes. El cristianismo ocupa un lugar preponderante en sus pensamientos; tiene alguna experiencia mística, a la que prefiere resistir; se niega a rezar, o a considerar siquiera "la cuestión del bautismo". Encuentra resonancias cristianas en Homero, Platón, el Bhagavat-Gita.
Es el año 1940, Hitler está en su apogeo y su condición de judía comienza a ocasionarle problemas.
En Marsella, a los 31 años, conoce al sacerdote dominico J. Perrin, quien la ayuda a encontrar trabajo manual en la granja de Gustave Thibon, escritor católico (junio de 1941). Con el p. Perrin se plantea el tema de su bautismo, pero, a pesar del aliento del sacerdote, Simone se resiste. Sus razones y sus dudas, expuestas en cartas y notas, aparecerán más tarde en los libros "Espera de Dios" y "Carta a un religioso". Con Thibon, pese a un comienzo difícil, ("los primeros contactos fueron penosos, no coincidíamos en casi nada... yo tenía que armarme de paciencia y cortesía ", dirá él más tarde), se entabla una amistad breve, pero importante: a él confiará ella sus libros de notas, antes de partir, en mayo de 1942, a Nueva York con su familia. Thibon, por su parte, será uno de sus más fervientes admiradores ("nunca he dejado de creer en ella" ... "no he encontrado jamás en un ser humano semejante familiaridad con los misterios religiosos; jamás la palabra sobrenatural me ha parecido tan llena de sentido como a su contacto" ) y quien, a su muerte, editará una compilación de sus notas, bajo el título "La gravedad y la gracia". Este libro, junto con "Espera de Dios", son sus obras más notables.
Simone, una vez en Nueva York, trata de unirse al movimiento de la resistencia: viaja a Londres e intenta ingresar a Francia como combatiente, pero sólo logra un puesto en la organización Francia Libre, donde redacta informes. En abril de 1943 se le diagnostica tuberculosis. En el hospital, se niega a consumir los alimentos que su estado requerían, y muere el 24 de agosto, a los 34 años. Es sepultada en Kent.
En esos momentos, es prácticamente desconocida. Pocos rastros quedan de su limitada notoriedad en la década del 30, como intelectual de izquierda. No ha publicado ningún libro y se ha mantenido apartada de los círculos literarios. Al fin de la guerra, sus amigos comienzan a editar sus escritos; además de los nombrados, se destacan "La opresión y la libertad", escrito en 1934, notabilísima muestra de su evaluación del marxismo y su filosofía política general, de la que nunca se retractó; "Las raíces del existir", "La fuente griega" son otras de sus obras. Desde entonces, Simone Weil ha atraído la atención de muchísimos literatos, filósofos, teólogos y sociólogos. Intelectuales como Albert Camus y T. S. Eliot le profesan una enorme admiración. Su lucidez, honestidad intelectual y desnudez espiritual constituyen una combinación rara, e inolvidable para todos los lectores, de diversas tendencias de pensamiento, que han se han alimentado de su obra.
La imagen de la contradicción en la materia es el choque de fuerzas opuestas. Ese movimiento hacia el bien, a través de las contradicciones, que Platón describió como el de la criatura pensante auxiliada por una gracia sobrenatural, Marx lo atribuyó pura y simplemente a la materia, pero a cierta materia: la materia social.
Le llamó la atención el hecho de que los grupos sociales se fabriquen morales para su propio uso, morales por medio de las cuales cada uno sustrae del alcance del mal su actividad específica. Hay así una moral del guerrero, una moral del mercader, y así sucesivamente, cuyo primer articulo es negar que se pueda cometer ningún mal cuando efectúa metódicamente la guerra, los negocios, etcétera. Además, todos los pensamientos que circulan en una sociedad, cualquiera sea, están influídos por la moral particular del grupo que la domina. Es un hecho que nunca ha sido ignorado, y que Platón, por ejemplo, conocía perfectamente.
Una vez reconocido esto, se puede reaccionar de muchas maneras, según la profundidad de la inquietud moral: Uno puede reconocerlo para los otros e ignorarlo para sí mismo. Esto significa sencillamente que se admite como absoluta la moral del grupo del que se forma parte. Entonces se está tranquilo. Pero desde el punto de vista moral, muerto. El caso es extremadamente frecuente. O bien se puede tener conciencia de la miserable flaqueza de todo espíritu humano. Entonces sobreviene la angustia. Algunos, para escapar de la angustia, aceptan que las palabras "Bien" y "Mal" pierdan todo significado. Estos, al cabo de un tiempo más o menos largo, se descomponen, caen en putrefacción. Es quizá lo que le habría ocurrido a Montaigne sin la influencia de su amigo estoico. Otros buscan ansiosa, desesperadamente, un camino para salir del terreno de las morales relativas y conocer el bien absoluto. Entre ellos se pueden contar espíritus de valor desigual, tales como Platón, Pascal, y, por extraño que pueda parecer, Marx.

El verdadero camino existe. Platón y muchos otros lo han recorrido. Pero sólo está abierto para aquellos que, reconociéndose incapaces de encontrarlo, ya no lo buscan, y sin embargo no dejan de desearlo con exclusión de toda otra cosa. A ellos les está acordado nutrirse de un bien que, situado fuera de este mundo, no está sometido a ninguna influencia social. Es el pan trascendente a que se refiere el texto original del Padrenuestro.

Marx buscó otra cosa y creyó encontrarla. Como los engaños en materia moral emanan de grupos particulares, cada uno de los cuales intenta postular su propia existencia como un bien absoluto, se dijo que el día en que no hubieran más grupos particulares las mentiras desaparecerían. Admitió, en forma totalmente arbitraria, que el choque de las fuerzas sociales terminaría produciendo automáticamente esta destrucción. Sintiendo imperiosamente que el conocimiento de la justicia y la verdad en cierto modo se deben al hombre, cuyo deseo, en ese plano, es demasiado intenso para admitir un rechazo; habiendo reconocido, con razón, que ningún espíritu humano, sin excepción, tiene la fortaleza de sustraerse a los factores de engaño que envenenan la vida social; ignorando que existe una fuente de la que desciende esta fortaleza sobre los que la desean con toda humildad, admitió que la sociedad, por un proceso automático de crecimiento, eliminará su propio veneno. Lo admitió sin ninguna razón, porque no podía hacer otra cosa.

Así hay que comprender lo que a menudo aparece en él como la negación de las nociones mismas de verdad, de justicia, de valor moral. Estando envenenada la sociedad, ningún espíritu es capaz de acceder a la verdad y a la justicia. Los que pronuncian esas palabras mienten o están engañados por mentirosos. El que quiere servir a la justicia sólo tiene un medio: apresurar la operación del mecanismo que llevará a una sociedad sin veneno. Poco importan los medios que se usen a este efecto: son buenos si son eficaces. Así Marx, exactamente como los hombres de negocios de su tiempo o los guerreros de la Edad Media, concluía en una moral que situaba por encima del pecado la categoría social de la que formaba parte, a saber la de los revolucionarios profesionales. Recaía en la misma debilidad que con tantos esfuerzos había tratado de evitar, como ocurre a todos los que buscan la fuerza moral donde no está.

En cuanto a la naturaleza de ese mecanismo productor de paraíso, la deduce de un razonamiento casi pueril. Cuando un grupo dominante deja de dominar, es reemplazado por un grupo que antes se encontraba naturalmente más abajo. A fuerza de repetirse ese proceso, el crecimiento social termina para llevar a lo alto al grupo que estaba más bajo. Entonces ya no hay más lo bajo, la opresión, intereses de grupos contrarios al interés general, la mentira.

En otras palabras, como consecuencia de una revolución en el curso de la cual la fuerza ha cambiado de manos, un día los débiles, que continúan siendo tales, tendrán la fuerza de su lado, Es un ejemplo particularmente absurdo de la tendencia a la extrapolación que fue una de las taras de la ciencia y de todo el pensamiento del siglo XIX, época en que, salvo entre los puros matemáticos, se ignoraba la noción de límite.

La fuerza, al cambiar de manos, sigue siendo una relación de más fuerte a más débil, una relación de dominación. Puede cambiar de manos indefinidamente sin que jamás se elimine un término de la relación. En el momento de una transformación política, los que se aprestan a tomar el poder poseen ya un fuerza, es decir una dominación sobre los más débiles. Si no poseen ninguna, el poder no caerá en sus manos, al menos que pueda intervenir un factor eficaz que no sea la fuerza, cosa que Marx no admitía. El materialismo revolucionario de Marx consiste en establecer, por una parte que la fuerza sola regula exclusivamente las relaciones sociales, por otra parte que un día los débiles, sin dejar de ser débiles, serán al mismo tiempo los más fuertes. Creía en el milagro sin creer en lo sobrenatural. Desde un punto de vista puramente racionalista, si se cree en el milagro es mejor creer también en Dios.

Lo que hay en el fondo del pensamiento de Marx es una contradicción. Lo que no quiere decir que la ausencia de contradicción sea un criterio de verdad. Por el contrario, la contradicción, como ya Platón lo sabía, es el único instrumento del pensamiento que se eleva. Pero hay un uso legitimo y un uso ilegitimo de la contradicción. El uso ilegitimo consiste en combinar afirmaciones incompatibles como si fueran compatibles. El uso legítimo consiste, cuando dos verdades incompatibles se imponen a la inteligencia humana en reconocerlas como tales y convertirlas por así decirlo en los dos brazos de una pinza, un instrumento para entrar directamente en contacto con el dominio de la verdad transcendente innaccesible a nuestra inteligencia. La contradicción así manejada desempeña un papel esencial en el dogma cristiano. Seria fácil mostrarlo a propósito de un ejemplo como el de la Trinidad. Desempeña un papel análogo en otras tradiciones. Quizá haya ahí un criterio para discernir las tradiciones religiosas o filosóficas auténticas.

La contradicción esencial de la condición humana es que el hombre está sometido a la fuerza y desea la justicia. Está sometido a la necesidad y desea el bien. No es sólo su cuerpo el que está así sometido sino también todos sus pensamientos; y sin embargo el ser mismo del hombre consiste en su tendencia hacia el bien. Por eso todos creemos que hay unidad entre la necesidad y el bien.

Algunos creen que los pensamientos del hombre respecto al bien poseen aquí abajo el mayor grado de fuerza. Son aquellos a quienes se llama idealistas, Se engañan doblemente; primero porque sus pensamientos carecen de fuerza, luego porque no captan el bien. Están influidos por la fuerza, de modo que esta actitud es finalmente una réplica, menos enérgica, a la actitud contraria.

Otros creen que la fuerza por sí misma está orientada hacia el bien. Son los idólatras; es la creencia de los materialistas que no caen en un estado de indiferencia. También se engañan doblemente; en primer lugar la fuerza es extraña e indiferente al bien; además, no es siempre y en todas partes la más fuerte. Sólo pueden escapar a esos errores los que recurren al pensamiento incomprensible de que hay una unidad entre la necesidad y el bien, en otras palabras entre la realidad y el bien, fuera de este mundo. Creen también que algo de esta unidad comunica a los que dirigen hacia ella su atención y su deseo. Pensamiento todavía más incomprensible, pero experimentalmente verificado.

Marx era un idólatra. Su idolatría tenía por objeto la sociedad futura. Pero como todo idólatra necesita un objeto presente, la dirigió sobre una fracción de la sociedad que él creía a punto de operar la transformación esperada, es decir el proletariado. Se consideraba como su jefe natural, a menos para la teoría y la estrategia general; pero en otro sentido creía recibir de él la luz. Si se le hubiera preguntado por qué, estando todo pensamiento sometido a las fluctuaciones de la fuerza, el mismo Marx, como un gran numero de sus contemporáneos, continuamente pensaba en una sociedad perfectamente justa, la respuesta le hubiera resultado muy fácil. A sus ojos era el resultado mecánico de la transformación que se preparaba y que, si bien aún no se había realizado, presentaba un estado de germinación bastante avanzado para reflejarse en el pensamiento de algunos. Interpretaba de la misma manera la sed de justicia social tan ardiente en los obreros de esa época.

Tenía razón en un sentido. Casi todos los socialistas de ese tiempo, inclusive él mismo, sin duda hubieran sido incapaces de ponerse de parte de los más débiles si, al lado de la compasión provocada por la debilidad, no hubiera existido el prestigio ligado a una apariencia de fuerza. Este prestigio venía no de un futuro presentido, sino de un pasado reciente, de algunas escenas brillantes y engañosas de la Revolución francesa.

Los hechos muestran que casi siempre los pensamientos de los hombres están formados, como pensaba Marx, por las mentiras de la moral social. Casi siempre; pero no siempre. Esto también es cierto. Hace veinticinco siglos, ciertos filósofos griegos, cuyos nombres mismos nos son desconocidos, afirmaban que la esclavitud es absolutamente contraria a la razón y a la naturaleza. Así como las fluctuaciones de la moral según los tiempos y los paises son evidentes, también es evidente que la moral que procede directamente de la mística es una, idéntica, inalterable. Esto se puede verificar considerando Egipto, Grecia, India, China, el budismo, la tradición musulmana, el cristianismo y el folklore de todos los países. Esta moral es inalterable porque es un reflejo del bien absoluto que se sitúa fuera de este mundo. Es verdad que todas las religiones, sin excepción, han hecho mezclas impuras de esta moral y de la moral social, en dosis variables. Ella no constituye menos la prueba experimental aquí abajo de que el bien puro y trascendente es real, en otros términos, la prueba experimental de la existencia de Dios.
II

La obra verdaderamente capital de Marx es la aplicación de su método al estudio de la sociedad que la rodeaba. Definió con una precisión admirable las relaciones de fuerza en esta sociedad. Mostró que el trabajo a salario es una forma de opresión, que los trabajadores están evidentemente avasallados en un sistema de producción en el que, despojados de saber y habilidad, se ven reducidos casi a la nada ante la prodigiosa combinación de la ciencia y las fuerzas naturales que se encuentra como cristalizada en la máquina. Mostró que el Estado, constituido por categorías de hombres separados de la población - burocracia, policía ejército - constituye él mismo una máquina que aplasta automáticamente a los que pretende representar. Percibió que la vida económica misma iba a hacerse cada vez más centralizada y burocrática, aproximado de tal modo a los conductores de la producción con los que conducen el Estado.

Estas premisas debían conducirlo a prever el fenómeno moderno del Estado totalitario y la naturaleza de las doctrinas que surgirían alrededor de él. Pero Marx quería que ese sombrío mecanismo trajera la justicia. Por eso no quiso prever. Admitió los absurdos más evidentes, más contrarios a sus propios principios. Supuso que, estando todo regulado por la fuerza, sin embargo un proletariado sin fuerza iba a realizar con éxito un golpe de Estado político, hacerlo seguir de una medida puramente jurídica como la supresión de la propiedad individual y por ese hecho hacerse dueño de todos los dominios de la vida social.

Sin embargo él mismo había descrito ese proletariado totalmente desposeído, salvo de sus débiles brazos para las necesidades serviles y de su ardiente sed de justicia. Había mostrado cómo las fuerzas de la naturaleza, canalizadas por las máquinas, monopolizadas por los dueños de las empresas industriales, reducen, casi aniquilan, la simple fuerza muscular; cómo la cultura moderna al crear un abismo entre el trabajo manual y el trabajo intelectual relega al espíritu de los obreros a los objetos sin valor; cómo la misma habilidad manual había sido negada a los hombres y transportada a las máquinas. Había hecho ver con la evidencia más cruel que esta técnica, esta cultura, esta organización del trabajo y de la vida social constituyen las cadenas que tienen esclavizados a los trabajadores. Y al mismo tiempo quiso creer que, permaneciendo todo esto intacto, el proletariado rompería la servidumbre y asumirla el mando.

Esta creencia es igualmente contraria a los prejuicios materialistas de Marx, a la parte sólida, inalterable de su pensamiento. De sus análisis más profundos derivan inmediatamente que la transformación de la producción, de la cultura intelectual, de la organización social, debe preceder en el conjunto a los movimientos políticos y jurídicos, como fue el caso en la Revolución de 1789. Pero Marx no quiso ver esta consecuencia tan evidente porque era contraria a sus deseos. Sus discípulos tampoco se arriesgan a verla, por la misma razón.

En cuanto a la interpretación marxista de la historia, no se puede decir nada porque no existe. No hubo ninguna tentativa para explicar la evolución de la civilización en función del desarrollo de los medios de producción. Además, estableciendo que la lucha de clases es la clave de la historia, Marx ni siquiera ha intentado demostrar que este es un principio de explicación materialista. Y de ninguna manera es evidente. La aspiración del alma humana hacia la libertad, la codicia del alma humana frente al poder, también pueden analizarse como hechos de orden espiritual.

Colocando sobre estos hechos el rótulo "lucha de clases", Marx sólo los ha simplificado en forma casi pueril. Olvidó la guerra, factor de la historia humana tan importante como la lucha social. Por eso los marxistas siempre sienten un desconcierto ridículo frente a los problemas planteados por la guerra. Además, este olvido es característico de todo el siglo XIX; al cometerlo Marx dio una prueba más de servidumbre intelectual con respecto a las influencias dominantes de su siglo. Por otra parte, quiso olvidar que las luchas de los oprimidos entre si y de los opresores entre sí son tan importantes como las luchas entre opresores y oprimidos, y que muchas veces el mismo ser humano es lo uno y lo otro a la vez. Estableció la noción de opresión en el centro de su obra pero jamás trató de analizarla. Nunca se preguntó en qué consiste.

Lo que constituye la prodigiosa fortuna política del marxismo es ante todo esta yuxtaposición entre dos doctrinas pobres, sumarias e incompatibles entre sí. La humanidad siempre ha hecho reposar en Dios la esperanza de saciar su sed de justicia. Desde que Dios estaba ausente de las almas había que perder esta esperanza o basarla en la materia. Necesita un aliado todopoderoso. Si este aliado no es espíritu será materia. Se trata simplemente de dos expresiones distintas del mismo pensamiento fundamental. Sólo que la segunda expresión es defectuosa. Es una religión mal construida. Pero es una religión. No es asombroso pues que el marxismo haya tenido siempre un carácter religioso. Tiene de común con las formas de vida religiosa más ásperamente combatidas por Marx un gran número de cosas y especialmente el haber sido con frecuencia utilizada, para citar la fórmula de Marx, como opio del pueblo. Pero es una religión sin mística en el verdadero sentido de esta palabra.

No sólo el materialismo en general, sino la especie de materialismo propia de Marx debía asegurarle una vasta influencia. El siglo XIX creyó que la producción industrial era la clave del progreso humano. Era la tesis de los economistas, el pensamiento que permitía a los industriales matar de cansancio a generaciones de niños sin el menor remordimiento. Marx simplemente tomó esta idea y la transportó al campo revolucionario, preparando así una especie muy particular de revolucionarios burgueses.

Pero estaba reservado a nuestra época el utilizar las obras de Marx al máximo. La doctrina idealista, utópica, que contiene es preciosa para levantar a las masas, para hacerles que lleven un partido al poder, para mantener a la juventud en el estado de entusiasmo permanente necesario a todo régimen totalitario. Al mismo tiempo la otra doctrina, la doctrina materialista que congela todas las aspiraciones humanas con el frío metálico de la fuerza, proporciona a un estado totalitario un gran número de excelentes respuestas para las tímidas aspiraciones del pueblo. En general, la yuxtaposición de un idealismo y de un materialismo igualmente sumarios y burdos es el carácter espiritual, si se osa emplear esta palabra, de nuestra época.

El vicio de tal pensamiento no es la combinación del materialismo y el idealismo pues deben estar combinados. Es situar esta combinación demasiado bajo; pues su unidad reside en un lugar que se encuentra por encima del cielo, fuera de este mundo.

Dos cosas son sólidas, indestructibles en Marx. Una es el método que hace de la sociedad un objeto de estudio científico tratando de definir en ella las relaciones de fuerza; otra, es el análisis de la sociedad capitalista tal como existía en el siglo XIX. El resto no sólo no es verdadero sino que es aún demasiado inconsistente, demasiado vacío para poder decirse que es erróneo.

Al olvidar los factores espirituales Marx no corría peligro de equivocarse demasiado en el análisis de una sociedad que no le dejaba en suma ningún sitio. En el fondo el materialismo de Marx expresaba sólo la influencia de esta sociedad sobre él; tuvo la debilidad de convertirse él mismo en el mejor ejemplo de sus tesis respecto a la subordinación del pensamiento a las circunstancias económicas. Pero en sus mejores momentos se eleva por encima de esta debilidad. El materialismo entonces lo horroriza y él lo estigmatiza en la sociedad de su época. Encontró una fórmula insuperable cuando dijo que el capitalismo tiene por esencia la subordinación del sujeto al objeto, del hombre a la cosa. El análisis que hizo de este punto de vista es de un vigor y una profundidad incomparable; todavía hoy, sobre todo hoy, es infinitamente precioso meditarlo.

Pero el método general es más precioso todavía. La idea de elaborar una mecánica de las relaciones sociales fue presentida por muchos espíritus lúcidos. Fue sin duda el pensamiento de Maquiavelo. Como en la mecánica propiamente dicha, la noción fundamental seria la de fuerza. La gran dificultad es captar esta noción.

No hay nada en tal pensamiento que sea incompatible con la espiritualidad más pura. Es su complemento. Platón comparaba la sociedad con un gigantesco animal que los hombres están obligados a servir y que tienen la debilidad de adorar. El cristianismo, tan próximo a Platón en tantos puntos, contiene no sólo el mismo pensamiento sino la misma imagen. La bestia del Apocalipsis es hermana del gran animal de Platón. Elaborar una mecánica social es, en lugar de adorar a la bestia, estudiar su anatomía, psicología, sus reflejos y sobre todo tratar de comprender el mecanismo de sus reflejos condicionados, es decir buscar un método para adiestrarla.

El pensamiento fundamental de Platón, que es también el del cristianismo pero que ha sido muy olvidado, es que el hombre no puede evitar el estar íntegramente sometido a la bestia, aun hasta el centro más secreto de su alma, excepto en la medida en que está liberado por la operación sobrenatural de la gracia. La servidumbre espiritual consiste en la confusión de lo necesario y el bien; pues "se ignora qué distancia separa la esencia de lo necesario y del bien".

La bestia tiene una doctrina, la doctrina de la fuerza. Algunos atenienses, citados por Tucídides, la expresaron crudamente, con una claridad maravillosa, cuando dijeron a unos desdichados que les suplicaban: "Creemos con respecto a los dioses según la tradición y sabemos con respecto a los hombres por una experiencia indudable que siempre cada uno, por una necesidad de la naturaleza, domina allí donde tiene poder'. Se ve que esos atenienses eran adoradores recientes de la bestia, hijos de antepasados extraños a su culto; los verdaderos fieles de este culto casi no expresan la doctrina, sino es por la acción. Para justificar esta acción inventan idolatrías.
Lo opuesto a esta doctrina, en lo que concierne a la divinidad, es el dogma de la Encarnación. "Siendo igual a Dios no consideró esta igualdad como un botín . Se vació de ella... Tomó la condición de esclavo. Se hizo obediente hasta la muerte." La bestia es la dueña aquí abajo. El diablo dijo a Cristo: "Te daré este poder y la gloria que le está unida pues ellas me han sido entregadas." La descripción de las sociedades humanas en función de las solas relaciones de fuerzas da cuenta de casi todo. Sólo deja de lado lo sobrenatural.

La parte sobrenatural aquí abajo es secreta, silenciosa, casi invisible, infinitamente pequeña. Pero es decisiva. Proserpina no creía que cambiarla su destino al comer un sólo grano de granada y desde ese instante para siempre el otro mundo fue su patria y su reino.
Este efecto decisivo de lo infinitivamente pequeño es una paradoja que la inteligencia humana tiene dificultad en reconocer. Por esta paradoja se cumple la sabia persuasión de que habla Platón. Esa persuasión por medio de la cual la providencia divina lleva a la necesidad a orientar la mayor parte de las cosas hacia el bien.
La naturaleza, que es un espejo de las verdades divinas, presenta en todas partes una imagen de esta paradoja. Así los catalizadoras, las bacterias. Con relación a un sólido punto es infinitamente pequeño. Sin embargo en cada cuerpo es un punto el que triunfa sobre toda la masa, puesto que si está sostenido el cuerpo no cae; ese punto es el centro de gravedad.

Pero un punto sostenido no impide que una casa caiga salvo si está dispuesta simétricamente a su alrededor o si la asimetría implica ciertas proporciones. La levadura levanta la masa únicamente cuando se mezcla con ella. El catalizador no actúa sino en contacto con los elementos de la reacción. Igualmente existen condiciones materiales para la operación sobrenatural de lo divino presente aquí abajo en la forma de lo infinitamente pequeño.
La miseria de nuestra condición somete a la naturaleza humana a una gravedad moral que la atrae continuamente hacia lo bajo, hacia el mal, hacia una sumisión total a la fuerza. "Dios vio que los pensamientos del corazón del hombre tendían siempre, constantemente al mal." Esta gravedad es lo que obliga al hombre, por una parte a perder la mitad de su alma, según un proverbio antiguo, el día en que se convierte en esclavo, y por otra a dominar siempre, según las palabras citadas por Tucídides, allí dónde tiene poder. Como la gravedad propiamente dicha, tiene sus leyes. Cuando se las estudia no somos nunca demasiado frios, demasiado lúcidos, demasiado cínicos. En este sentido, en esta medida, hay que ser materialista. Pero un arquitecto estudia, no sólo la calda de los cuerpos, sino también las condiciones de equilibrio. El verdadero conocimiento de la mecánica social implica el de las condiciones en que la operación sobrenatural de una cantidad infinitamente pequeña de lo impuro colocada en un punto conveniente, puede neutralizar la gravedad.

Los que niegan la realidad de lo sobrenatural se parecen realmente a los ciegos. Tampoco la luz es sólida, ni pesa. Pero por ella las plantas y los árboles suben hacia el cielo a pesar de la gravedad. No se la come, pero las semillas y frutos que comemos no madurarían sin ella.
Igualmente las virtudes puramente humanas no germinarían fuera de la naturaleza animal del hombre sin la luz sobrenatural de la gracia. Cuando el hombre se desvía de esta luz una descomposición lenta, progresiva, pero infalible, lo somete finalmente todo entero, hasta el fondo del alma, al poder de la fuerza. En la medida en que es posible para una criatura pensante, se convierte en materia. Lo mismo que una planta privada de luz se transforma poco a poco en algo inerte.
Los que creen que lo sobrenatural, por definición, actúa de manera arbitraria y que escapa a todo estudio, lo desconocen como aquellos que niegan su realidad. Los místicos auténticos como San Juan de la Cruz, describen la operación de la gracia sobre el alma con una precisión de químico o de geólogo. La influencia de lo sobrenatural sobre las sociedades humanas, aunque quizá más misteriosa, sin duda puede ser estudiada.

Si se mira de cerca no sólo la Edad Media cristiana sino todas las civilizaciones realmente creadoras, se ve que, cada una, al menos durante un tiempo, tuvo en su centro un lugar vacío reservado para lo sobrenatural puro, para la realidad situada fuera de este mundo. Todo lo demás estaba orientado hacia ese vacío.

No hay dos métodos de arquitectura social. No hubo nunca más que uno. Es eterno. Pero siempre lo eterno exige al espíritu humano un verdadero esfuerzo de invención. Consiste en disponer las fuerzas ciegas de la mecánica social alrededor del punto que sirve también de centro a las fuerzas ciegas de la mecánica celeste, es decir, "el amor que mueve el sol y las otras estrellas".
No es ciertamente fácil concebirlo en forma precisa ni aplicarlo. Pero en todo caso para lograrlo la primera condición es pensarlo. No se trata de una cosa que se puede obtener por accidente. Quizá se lo puede recibir al final de un largo y perseverante deseo.
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LA OPRESION DE LA LIBERTAD.... ( Fragmento de Simone Weil ).

La imitación del orden del mundo fue el gran pensamiento de la Antigüedad prerromana. Debía ser también el gran pensamiento del cristianismo, puesto que el modelo perfecto propuesto a la imitación de cada hombre era el mismo ser que la Sabiduría ordenadora del universo. Efectivamente este pensamiento ha movido subterráneamente toda la Edad Media.

Actualmente, embrutecidos como estamos desde hace varios siglos por el orgullo de la técnica, nos hemos olvidado que existe un orden divino del universo. Ignoramos que el trabajo, el arte, la ciencia, son solamente distintas maneras de entrar en contacto con él.

Si la humillación de la desdicha nos despertara, si pudiéramos reconquistar esa gran verdad, podríamos borrar el escándalo del pensamiento moderno, la hostilidad entre la religión y la ciencia...
Este perfil biografico se encuentra en: http://hjg.com.ar/txt/sweil/index.html
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( Texto enviado por un amigo. No me indica a cual obra de Simone Weil pertenece)
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