martes, 12 de marzo de 2013

VENEZUELA.................


Se cierra velozmente una etapa.
Con prisa.
El Consejo Nacional Electoral, CNE, decidió el pasado sábado 8 de marzo, convocar para el domingo 14 de abril, las elecciones presidenciales, determinando que los candidatos tendrán dos días (10 y 11 de marzo), para inscribir su candidatura y 10 días (2 al 11 de abril) para llevar a cabo su campaña electoral. El denominado Poder Electoral, responde  con sorprendente rapidez  a su deber de convocar y realizar la consulta electoral presidencial, aunque no  cumpliendo con los 30 días que establece la Constitución Bolivariana. 
Con esa decisión se  cierra   velozmente una etapa del muy convulsionado proceso político que ha vivido el país, desde que el  ahora fallecido Presidente Hugo Rafael Chávez Frías,  anunciara  el pasado 8 de diciembre su viaje a Cuba para ser sometido a una cuarta operación quirúrgica, en su lucha contra el cáncer que le golpeaba.
Los diligentes directores del CNE no tomaron en cuenta dos reiteradas solicitudes de los opositores: eliminar las llamadas capta huellas y el conteo manual de todos los votos, mediante la apertura de todas las urnas para compararlos con los votos que se reflejan en el sistema infomático.
Al día siguiente, el Señor Maduro anunciaba su candidatura a nombre del oficialismo, mientras convocaban para acompañarle al momento de hacer efectiva su inscripción ante el CNE, el lunes 11 a las 10 a.m.  
Por su parte,  el mismo día, Henrique Capriles Radonsky,  aceptaba públicamente al ofrecimiento que le hiciera la Mesa de Unidad Democrática, MUD, para competir como candidato presidencial opositor. Quien fuera derrotado por  Hugo Chávez el pasado 7 de octubre, anunció que también el mismo lunes, pero sin ningún acto de masas, por respeto al “duelo”,  concurriría al CNE para formalizar su candidatura.

Entre el secretismo y las mentiras.
Desde el anuncio del Presidente  el 8 de diciembre,  los ciudadanos no tuvimos una información seria y confiable sobre su salud, dando paso a miles de especulaciones. Muchos ciudadanos denunciaron que el Presidente estaba secuestrado  en La Habana,  por quienes sin recibir un solo voto popular, se apoderaron de su cuerpo enfermo como camino para  mantener el poder. 
Durante todo ese tiempo  dijeron que el Presidente se encontraba en “plenas funciones”, “atento y pendiente de la situación del país”, “mandando más que un dinamo”, “sosteniendo reuniones de trabajo por cinco horas”,  y “aferrado a Cristo y a la vida”, por lo cual “pronto estará con nosotros”. Un  cruel engaño al pueblo chavista.  
Mientras, lograban que el Tribunal Supremo de Justicia, TSJ,  decidiera la denominada “continuidad administrativa”. Por ello, no era necesaria la juramentación del Presidente el pasado 10 de enero, la cual ser realizaría cuando estuviese en condiciones para hacerlo. En consecuencia, Maduro y todo el tren gubernamental, continuaban en sus cargos. 
A partir de esa flexible interpretación  Constitucional, no sorprendió el segundo fallo donde se establece que ante la ausencia absoluta del Presidente, el señor Maduro ocupará la Presidencia como Encargado, pudiendo asumir la candidatura presidencial.
Cuando fue imposible mantener oculta  la situación del Presidente,  tomando en cuenta que prácticamente tanto a nivel nacional como internacional,  se afirmaba  que el Presidente estaba muerto, el martes 5 de marzo, el  Señor Maduro comunicó que el Presidente había fallecido en el Hospital Militar a las 16.15 de ese día. Supuestamente, apenas una hora antes. 
Pocas horas después se informaba sobre un detallado Programa para sus exequias, declarando siete días de duelo nacional y anunciando que el viernes 8 se procedería a los funerales de Estado. Horas más tarde el Señor Maduro informó que el Presidente sería embalsamado y ubicado en el llamado Museo Revolucionario  Bolivariano.
Los nuevos jerarcas lograron que  el pueblo chavista embargado por el dolor comprara sus versiones  y pasará por alto las reiteradas mentiras sobre la recuperación del Presidente. No tuvo eco el diario español ABC, cuando afirmara que el fallecimiento se produjo en La Habana, 10 horas antes del anuncio por parte de Nicolás Maduro. El mismo diario afirma que el féretro que durante siete horas recorrió las calles de Caracas para trasladar supuestamente  el cuerpo sin vida del  Presidente, desde el Hospital Militar a la Academia Militar donde es velado, no llevaba el cuerpo del Presidente, alegando que ningún fallecido puede resistir tantas horas al sol sin descomponerse. 
Por no faltar, varios médicos estiman que el cadáver del Presidente no ha podido conservarse en “capilla ardiente” por más de siete días, sin que previamente haya sido preparado su cuerpo sin vida, lo cual requiere de muchas horas por parte de especialistas.  En fin,  hay muchas versiones sobre dónde, cuándo y en qué forma murió el Presidente, así como, sobre  el posterior manejo de su cadáver.
Cuando Capriles  aceptó la postulación presidencial que le ofreciera la Mesa de Unidad Democrática, MUD, acusó el señor Maduro de “mentiroso”, la respuesta del aludido  quien se presentó con una foto del fallecido Presidente a sus espaldas, fue  advertir  a nombre de la familia Chávez, que pueden recurrir a los Tribunales ante la “ofensa a la memoria del Presidente”. 
 En consecuencia, cualquier ciudadano que denuncie el macabro manejo que están haciendo en su beneficio de los restos del Presidente, podremos ser enjuiciados. Tengo dudas sobre la posibilidad de encarcelar a los millones que continuaremos denunciado esos abusos y tenemos muy serias dudas sobre las informaciones oficiales.
Finalmente no pudiendo continuar con el engaño, cuidadosamente prepararon el escenario para con el mas cruel manejo de los sentimientos de los partidarios del Presidente controlar el poder,  con un equipo que  el Señor Maduro denomina como “político militar”.  Todo indica que el país se encuentra bajo un régimen tutelado por los militares afectos al régimen y por unos señores que no han recibido ningún voto popular.
“Chávez está encampañado”
Sin rubor el Señor Maduro continúa su campaña electoral,  acudiendo en la madrugada ante la larga fila de fieles, quienes  durante horas esperan para pasar frente al féretro que contiene los restos del Presidente.  Con  cara de circunstancias,  escucha las preparadas consignas:  “Con Chávez y Maduro, el pueblo está seguro”. “Chávez vive, la lucha sigue”.  
Ahora se presenta ante la televisión con una foto de Chávez a su espalda y en sus  constantes discursos, invierte la mayor parte de su  tiempo en reiterar su fidelidad con el Comandante Presidente, hablándole al difunto. Tal vez esperando una respuesta. Por supuesto,  no  deja de insultar a Capriles a quien denomina “canalla”. En la anterior campaña electoral presidencial le calificó de “mariconsón”, ahora en su discurso al presentar su candidatura presidencial afirmó sonriente;  “ a mí sí me gustan las mujeres”, dando a entender que a Maduro no le gustan.
Por su parte la Ministra de Prisiones, Iris Varela afirma: “ Chávez está encampañado, Dirige al triunfo esta campaña electoral”.  Según la Ministra, de nuevo el Presidente desde su féretro le aplicará una dura derrota a Capriles. Una batalla entre lo divino y lo terrenal.
Para continuar con el macabro manejo del cadáver de fallecido  Presidente, el Señor Maduro  nos informa que el viernes 15 el féretro  será llevado al ahora denominado Museo de la Revolución, lugar donde el Presidente se rindió al fracasar su intento de golpe de Estado en febrero de 1992.  De nuevo el féretro recorrerá la ciudad, en un claro acto electoral.  
El cadáver después de ser embalsamado, permanecerá en ese lugar para que el pueblo y los visitantes extranjeros  puedan “rendirle homenaje”.
También  el ocupante de la silla presidencial por decisión del TSJ, expresó que varias partes donde trabajaba el Presidente en el Palacio de Miraflores,  serán consideradas parte del Museo de la Revolución. Probablemente igual destino tendrán los lugares donde nació, estudió, caminó, etc. Es decir, el país será un Museo. Por supuesto, adelantó que  la Asamblea Nacional tomará las decisiones  para facilitar que los restos de Chávez  descansen en el Panteón Nacional, al lado  Simón Bolívar.  Mientras, sus partidarios gritaban: Chávez al Panteón, junto con Simón”
Llama la atención que  el Señor Maduro no  ha vuelto a referirse,  a la investigación que supuestamente ha ordenado para tratar de probar que el Presidente  le fue inoculado  el virus del cáncer,  por parte de sus enemigos. Sería la  épica que rubricaría la última batalla del “invencible” Comandante quien según afirmara  el ex Presidente d Brasil, José Sarney, “le falta historia y le sobra petróleo”.

El legado.
Afirmamos en un comentario anterior que será la historia que en definitiva ubique al fallecido Presidente en base a su legado. Sin embargo, los ciudadanos de edad madura no podemos esperar ese juicio, por lo cual expresamos nuestro criterio. En estos días, en el marco de la campaña electoral que realiza el señor Maduro, se insiste en demandar el voto de “respaldo a Chávez”, por  su política de “inclusión”, que mantendremos. Supuestamente, millones de pobres ”incluidos”, hoy gozan de bienestar y felicidad. Sin embargo, no podemos pasar por alto la muy conocida y utilizada “Lista Tascón”, donde fuimos incluidos los millones de ciudadanos que nos atrevimos a dar  nuestra  firma, solicitando la realización de un Referéndum Revocatorio del mandato Presidencial. 
Los integrantes de esa lista fuimos condenados a perder la mayor parte de nuestros derechos ciudadanos constitucionales,  incluyendo el derecho al trabajo en instituciones públicas o en empresas privadas relacionadas con el Gobierno,  lo cual es negarnos el derecho a la vida.  Miles fueron despedidos y por varios años a muchos no se les facilitó el pasaporte y encontraban serias dificultades para realizar cualquier gestión en organismos públicos.
Ahora el discurso reivindica la  “Soberanía Alimentaria”, pasando por alto las cifras oficiales las cuales  demuestran que importamos  el 70 por ciento de los alimentos básicos que consumimos. Por supuesto, no podemos dejar de mencionar, que cada día rompemos el  triste record de ciudadanos asesinados por el hampa. Ciudadanos asesinados con total  impunidad. 
Recordamos la galopante inflación y el desabastecimiento, aunque según los nuevos jerarcas,  devaluamos por “´órdenes del Comandante, para fortalecer nuestra moneda y castigar a los ricos especuladores”.  Para no aburrir al paciente lector, no entraremos en detalles sobre el drama hospitalario, donde el paciente debe llevar los insumos para su atención y los apagones diarios que sufren en el interior del país millones de ciudadanos.   En el transcurso del tiempo se conocerá  el mandato final  de la historia y  seguramente, las actitudes y opiniones de los ciudadanos sobre el denominado “proceso revolucionario” y la principal figura que le dio vida.

Mirando al exterior.
El albacea del régimen, Rafael Ramírez, anunció que el gobierno nacional “mantendrá la política de solidaridad con otros países, implementada por nuestro Comandante Presidente”. El derroche continuará por ahora. El Señor Maduro  señaló que “ la revolución bolivariana se continuará extendiendo por América Latina”. Probablemente como sucediera con la figura del “Che” Guevara, las empresas textiles serán beneficiarias con la venta de camisetas con la “marca” Chávez, pero sin provocar cambios importantes en la región.

Lo predecible
Pocos dudan de la victoria electoral del oficialismo. Con todo a su favor, seguramente el  candidato Maduro obtendrá un número mayor de votos que Capriles, pero es muy probable que nunca alcance el poco mas de ocho millones que recibiera  el fallecido Presidente Chávez el pasado 7 de octubre. Con seguridad, tampoco Capriles alcanzará los 6.5 millones de votos que los opositores  depositaran en su favor. 
En cualquier forma es una ventaja para la oposición, después de perder el poder por seis años, tiene una nueva oportunidad y tal vez el gobierno aunque gane, quede debilitado.
Lo determinante no serán esos esperados resultados, será la gobernabilidad  del país. No le será sencillo al Señor Maduro manejar la compleja situación interna y mucho menos, responder en forma eficaz a los problemas del país. Ya en este corto período tuvo que hacer la concesión de nombrar vicepresidente a Jorge Arreaza,  ex Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovaciones,  casado con Rosa Virginia, la hija mayor del fallecido ex Presidente Chávez. 
 Arreaza, un oscuro funcionario de pensamiento marxista, permaneció  con su esposa todo el tiempo  que  el Presidente Chávez estuvo recluido en  una clínica en La Habana.  Fue el enlace entre el enfermo Presidente y sus subordinados. Ahora se convierte en los ojos de la familia, presentes y vigilantes de un Maduro, a quien no le abandonan las sombras de Diosdado y Jaua,  mucho menores en estatura, pero con  un gran espacio de poder que cuidar y aumentar.
Se abre una nueva y no menos conflictiva etapa en la vida del país. Los venezolanos corremos el grave riesgo de continuar siendo víctimas de los patriotas  “herederos” de la revolución bolivariana.

Venezuela, 11 de marzo 2013. Carlosmoris@cantv.net.

Autor: Carlos Moris, Venezuela





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