lunes, 26 de octubre de 2009
CUATRO NOTICIAS PREOCUPANTES EN AMERICA CENTRAL
Curiosamente con la entronización de Chavez en Venezuela, la posición insípida y acomodaticia de la OEA en manos de Insulza , la intervención neocolonialista de España y la llegada al poder de Obama ,se están dando en América Central procesos que algunos medios de la derecha tradicional califican con fuertes epítetos.
Ahora este nuevo medio digital llamado: Proceso Digital , reitera en cuatro artículos concatenados lo que parece una tendencia que se va aclarando. Esa tendencia apunta hacia el afianzamiento del proyecto "Socialismo siglo XXI" con la anuencia de gobiernos débiles en América Latina ,la colaboración de gobiernos en Europa y la mirada entre-cerrada del actual gobierno norteamericano.
Este nuevo Blog trae varias noticias sobre la región centroamericana,que aunque parecen retazos ,si se unen llaman a honda preocupación:
Art. 1: Infierno económico espera al futuro presidente
Tegucigalpa - El ánimo actual que impera en los principales candidatos presidenciales y la sonrisa que esbozarían en caso de ser favorecidos por los votantes el 29 de noviembre próximo, declarándose triunfadores, desaparecería en los primeros días de gobierno ante el infierno económico que le espera al triunfador en las urnas.
Tercería y elecciones, escenarios posibles ante ofuscación en el diálogo
Tegucigalpa. La figura de una “tercería” para gobernar el país, así como la realización de las elecciones en noviembre próximo, siguen siendo los escenarios viables que permitirían una salida a la crisis política que vive Honduras, tras fracasar los intentos de diálogo entre los representantes del depuesto Manuel Zelaya y el presidente interino, Roberto Micheletti, por la ofuscación e intolerancia de las partes.
Tegucigalpa – Tras lograr tener influencia en los países centroamericanos de Nicaragua, El Salvador y Guatemala y mientras libra una intensa batalla para tener a Honduras a su alcance, el mandatario venezolano Hugo Chávez busca extender ahora su influencia a las dos repúblicas centroamericanas del sur que le han sido esquivas hasta el momento, Costa Rica y Panamá.
Chávez busca su estrategia expansionista del sur del continente y su meta, más parecido a un sueño imposible, es derrotar a Estados Unidos, de ahí sus circenses llamados en la pasada asamblea general de las Naciones Unidas a su colega estadounidense, Barack Obama, a que se convierta al socialismo del siglo XXI, la última ficción lanzada por los que fracasaron en el socialismo real del siglo XX, solo que ahora con otro presentador.
En ese sentido el mandatario venezolano hecha raíces en la región con su base central en Nicaragua, donde el retorno del Frente Sandinista con Daniel Ortega al poder le dio las herramientas para buscar el control del istmo centroamericano.
Con el triunfo del centroizquierdista Alvaro Colom en Guatemala y la última perla que fue el gane del Frente Farabundo Martí en El Salvador, Chávez fortalece sus dominios en el istmo, en contraste desproporcional con Sudamérica, donde únicamente las pobres naciones de Bolivia, Ecuador y Paraguay le sirven de comparsas, mientras las pujantes economías de Brasil, Chile, Colombia y Perú mantienen la distancia.
El caso de la Argentina de los Kirchner está marcado por el aprovechamiento del dispendio de fondos chavistas para venderles desde bonos y sustituir a Colombia como proveedora de alimentos.
En el caso hondureño, Chávez tenía el control a través del destituido Manuel Zelaya, pero tras su salida del poder, el pasado 28 de junio, la situación se le ha complicado, pero el mandatario venezolano no se da por vencido y lucha tenazmente para lograr su restitución.
En ese sentido la habilidad táctica exhibida es grande, ya que Chávez y su padre ideológico, como suele llamar a Fidel Castro, han acudido a la ineficiente Organización de Estados Americanos (OEA) para lanzar el continente contra las autoridades hondureñas, mientras ellos se quedan afuera para no ser vinculados.
Así, el trabajo queda en manos del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, así como de sus socios políticos y económicos como son Brasil, Argentina, México y España y sorprendentemente lograron una alianza táctica con Estados Unidos, que alineó su política exterior, en el caso hondureño, a los intereses chavistas.
La Casa Blanca de Barack Obama, queriendo demostrar que existe una nueva dirección estadounidense para Latinoamérica, ha usado Honduras como experimento y así busca satisfacer las quejas de los sudamericanos.
Obama, como todo un Chamberlain del siglo XXI, quiere contener a Chávez y el grupo izquierdista sudamericano ofreciendo de sacrificio a Honduras.
Art. 2. Ofensiva
Ahora Chávez se concentra en establecer avanzadas en Costa Rica y Panamá, lo cual ha encendido las alarmas de los dos gobiernos de la región.
En Panamá, la expansión chavista, disfrazada de solidaridad bolivariana, tiene como coartada la asistencia a las empobrecidas comunidades indígenas.
En ese sentido, personal diplomático venezolano en Panamá acudió a actividades de las comarcas de los diversos pueblos indígenas sin informar previamente a la Cancillería panameña, desatando el enojo del gobierno de Ricardo Martinelli.
Inmediatamente el vicepresidente y canciller panameño Juan Carlos Varela exigió una explicación a la misión diplomática venezolana y requirió a su embajador Jorge Luis Durán a una cita a la sede del ministerio de Relaciones Exteriores del país canalero.
Los venezolanos manifestaron que respondieron a “invitaciones” de los pueblos indígenas para debatir los problemas latinoamericanos, donde los temas, por supuesto, fueron el regreso de Zelaya al poder y pedir a Colombia que no ejerza soberanía en su territorio y autorice a personal militar norteamericano operar en siete bases militares colombianas.
Art. 3. Bases de Paz
Mientras en Costa Rica la estrategia intervencionista chavista ya provocó oficialmente la “preocupación” del gobierno por la instalación de supuestas bases de paz realizadas por la embajada venezolana en San José.
El ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias, hizo pública una nota para expresar su preocupación por el asunto y ordenó una investigación oficial sobre el tema.
“Estamos preocupados al respecto. Me parece que todos los países deben ser respetuosos de los asuntos internos de nuestro país. Por eso mismo se le ha solicitado a la Cancillería que haga una valoración mucho más amplia de en qué consiste este proyecto”, expresó Arias sobre el tema a la prensa costarricense, según una nota de su despacho de prensa.
“Me parece que no debe haber ninguna intervención de ningún Embajador o país extranjero en los asuntos propios de Costa Rica y yo creo que este proyecto, hasta donde lo conocemos hoy, tendría roces con lo que establece la Convención de Viena - que regula las relaciones diplomáticas entre los Estados - y por eso queremos que la Cancillería haga una valoración mucho más profunda”, añadió el Ministro.
“Costa Rica es respetuoso de los principios de no intervención y de autodeterminación de los pueblos y pedimos a los países cercanos ese mismo respeto”, concluyó Arias.
Chávez lleva a cabo su expansión política en la región utilizando como fachada lo que llama Proceso de Integración Bolivariano y que no es más que controlar los gobiernos de Sur y Centroamérica con sus ideas faraónicas.
Art. 4. Sica y BCIE bajo su control
Con el acceso a Guatemala, El Salvador (por medio del FMLN) y Nicaragua, ahora Chávez busca tener la influencia directa en Costa Rica y Panamá con lo que tendría bajo su control el istmo centroamericano y con ello el llamado Sistema de la Integración Centroamericana (Sica) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), los organismos claves en la política y economía de la región.
Asimismo, es miembro de los dos entes la República Dominicana, que de hecho es otro aliado controlado por Chávez, ya que es integrante de Petrocaribe y ya adeuda más de 700 millones de dólares.
Además Caracas busca comprar la refinería petrolera recientemente nacionalizada tras adquirir las acciones de una transnacional petrolera.
Con ello Chávez controla la mayoría de votos en el Sica y el BCIE, lo que convierte a Caracas en la voz dominante en la región centroamericana, dejando a Estados Unidos sin interlocutores cercanos.
Y lo anterior ya quedó evidenciado con el caso de Honduras, donde la mayoría chavista en el Sica y el BCIE mantienen medidas contra Honduras, a pesar de ser un Estado fundador de ambos organismos internacionales.
Pero la adhesión a Chávez de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana, así como la colaboración política de España, Argentina y otros ha hecho que el BCIE responda más a Caracas que a sus tradicionales responsabilidades de financiar la integración centroamericana.
De hecho en círculos financieros de la región centroamericana el BCIE es llamado ya como el “Banco Chavista de Intervención Económica”, en lugar de su original nombre.
Y de lograr llegar a tener influencia en Costa Rica y Panamá, el dominio de Chávez sería completo en la región, relegando a la Casa Blanca a posiciones secundarias con la complacencia de Obama y la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Costa Rica acudirá a elecciones el próximo año y los partidos izquierdistas y populares tienen ahora gran influencia, mientras los tradicionales partido Liberación Nacional del presidente Oscar Arias y el de Unidad Social Cristiano (PUSC) vienen en declive debido a los escándalos de corrupción en que la clase política tradicional se ha visto envuelta en los últimos años.
En medo de este escenario es comprensible que la mirada de Chávez no se aparte de Honduras, un alfil invaluable en su ajedrez por la supremacía política en el continente.
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