Es interesante como plantea el nuevo ajedrez en el que China y Venezuela mueven fichas en el usual patio trasero norteamericano.
Se ira a completar la jugada...o algún "Casablanca" de Miami ,o talvez en el D.C. aconsejara la proxima jugada norteamericana...?
No lo sabemos.....
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Chávez y China: Un desafío a los intereses de Estados Unidos
Este es el primero de una serie de Panoramas Latinoamericanos que documenta las crecientes alianzas del dictador venezolano Hugo Chávez con regímenes hostiles que desafían los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos.
Este es el primero de una serie de Panoramas Latinoamericanos que documenta las crecientes alianzas del dictador venezolano Hugo Chávez con regímenes hostiles que desafían los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos.
Al amparo de la indiferencia de Washington, el dictador de Venezuela Hugo Chávez está logrando un progreso sostenido en la consolidación de las relaciones estratégicas con China, país ansioso por opacar la presencia de Estados Unidos en una economía clave y rica en minerales de América del Sur. Rusia abastece de armas e influencia en materia de política exterior, Irán colabora con el sospechoso programa nuclear de Chávez, y Cuba está dirigiendo un sistema de control interno y represión en Venezuela. En colaboración con el capital financiero de China, que ingresa en forma de préstamos e inversiones, este escuadrón de potencias hostiles tiene razones egoístas y utiliza métodos despiadados para mantener a Chávez en el poder. China transfirió dinero y conocimientos especializados al sector petrolero de Venezuela y asumió una función oficial en la mejora del sector manufacturero y las finanzas del país. Con tanto por ganar en términos de comercio y petróleo, China hará todo lo posible para que Chávez siga en el poder. Estados Unidos ya no puede darse el lujo de esperar que todo salga bien, sino que tiene que aceptar la amenaza que cobra cada vez más fuerza en Venezuela.
En los últimos seis años, la República Popular China aumentó dramáticamente su presencia en el sector petrolero de Venezuela, llenando el vacío que se genera a medida que Chávez expulsa el conocimiento especializado estadounidense e incluso el de su propio país. Más recientemente, China también suministró apoyo financiero, en momentos en que Chávez lucha con el caos fiscal que él mismo provocó y trata de aumentar el gasto interno justo antes de las elecciones de septiembre para la Asamblea Nacional.
Los diplomáticos de Estados Unidos se muestran reticentes a denunciar el programa antidemocrático y antiestadounidense de Chávez; sin embargo, en julio, una vocera del Departamento de Estado rompió ese silencio inquietante para decir que “deseamos seguir con nuestra relación mutuamente beneficiosa en materia de energía” con Venezuela[ i]. La posición ilusoriamente optimista y la política pasiva de Washington no están a la altura de la incansable campaña de Chávez para convertir a Venezuela en un bastión para los enemigos de Estados Unidos.
La historia de las relaciones entre China y Venezuela
El papel económico cada vez más importante que está jugando China en Venezuela es consecuencia directa del intento sistemático de Hugo Chávez de reemplazar la influencia de Estados Unidos e imponer un sistema socialista. En octubre de 1999, un Chávez relativamente desconocido viajó a Beijing y reveló un don para llegar a los titulares internacionales al afirmar: “He sido muy maoísta toda mi vida”[ii]. Detrás de escena, el neófito Chávez demostró que iba en serio, mostrando un costado serio y estratégico a sus anfitriones chinos. En una reunión privada con el premier de la República Popular China, Zhu Rongji, obtuvo el compromiso de crear un grupo de trabajo conjunto de altos funcionarios encargado de elaborar un borrador de una visión estratégica de relaciones económicas y políticas integrales entre ambos países[iii].
Jian Zemin, entonces presidente de China, visitó Caracas en abril de 2001, y ambos líderes firmaron un memorando de entendimiento que creaba una “comisión conjunta de alto nivel” para dar forma a la incipiente relación[iv]. La comisión se reunió por primera vez cuando Chávez devolvió la visita de Estado y viajó a Beijing, en mayo de 2001.
La comisión conjunta es dirigida por el jefe de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China y por el ministro de planificación de Venezuela, Jorge Giordani[v]. El memorando de entendimiento confiere a la comisión un mandato ambicioso y abarcador: coordinar todos los aspectos de la relación bilateral, lo que incluye los vínculos económicos, los comerciales y los tecnológicos[vi].
La comisión se reúne al menos una vez por año desde 2001. Otros funcionarios del gabinete se reúnen en subcomités separados para ocuparse de las relaciones bilaterales, la cooperación económica y comercial, cuestiones culturales, la agricultura, energía y minerías, temas sociales y aspectos científicos, tecnológicos y aeroespaciales. Cada subcomité formula y supervisa docenas de proyectos dentro de su área de competencia y desarrolla nuevas iniciativas. Chávez recibe informes periódicos y detallados sobre el trabajo de la comisión, que utiliza para impulsar sus planes y atraer la atención de su par chino.
La creciente influencia de China
La función de esta comisión conjunta va mucho más allá de los intercambios burocráticos: ayudó a impulsar y dirigir iniciativas, políticas y acuerdos que están produciendo resultados concretos. El comercio bilateral entre China y Venezuela se encuentra en una espiral ascendente: la década de acercamiento de Chávez dio un gran impulso al comercio bilateral con la RPC creció de US$85,5 millones (1999) a cerca de US$9.000 millones (2008)[vii]. En 2009, en parte a causa de las movidas de Chávez para asfixiar el comercio con Colombia a fin de castigar a ese país por su relación estrecha con Estados Unidos, China superó a Colombia y se convirtió en el segundo mayor socio comercial de Venezuela (detrás del mercado petrolero de Estados Unidos).
La función de esta comisión conjunta va mucho más allá de los intercambios burocráticos: ayudó a impulsar y dirigir iniciativas, políticas y acuerdos que están produciendo resultados concretos. El comercio bilateral entre China y Venezuela se encuentra en una espiral ascendente: la década de acercamiento de Chávez dio un gran impulso al comercio bilateral con la RPC creció de US$85,5 millones (1999) a cerca de US$9.000 millones (2008)[vii]. En 2009, en parte a causa de las movidas de Chávez para asfixiar el comercio con Colombia a fin de castigar a ese país por su relación estrecha con Estados Unidos, China superó a Colombia y se convirtió en el segundo mayor socio comercial de Venezuela (detrás del mercado petrolero de Estados Unidos).
El perfil de la República Popular China en el importantísimo sector energético creció notablemente durante el mandato de Chávez. Las ofertas recientes de empresas Chinas en licitaciones para la Franja del Orinoco en Venezuela[viii], rica en petróleo pesado, “representan un avance significativo en la cantidad de inversiones chinas en el país y en el volumen de petróleo que China espera extraer”, escribió R. Evan Ellis del U.S. Army War College en un informe de mayo de 2010. Una serie de préstamos e inversiones recientes que totalizan más de US$44.000 millones incrementarán el consumo de importaciones chinas de petróleo de Venezuela de 39.000 barriles por día (en 2005) a 1.000.000 de barriles por día en 2012[ix].
Es posible que la República Popular China esté comprometida con el proyecto revolucionario de Chávez, y gran parte de la asistencia técnica tiene como objetivo ayudar a rescatar del naufragio la agenda socialista para Venezuela de Chávez. Sin embargo, antes de revelar importantes nuevos acuerdos de exploración petrolera con Venezuela, que comenzó a hacer alrededor de 2005, China pisaba con cuidado, tratando de no alinearse con las políticas agresivas de Chávez y evitando correr el riesgo de provocar una reacción de Estados Unidos[x]. En general, la China comunista actúa muy en serio al momento de negociar acuerdos con su cliente en Caracas, titularizar sus inversiones y asesorar a sus pares venezolanos respecto de la manera de poner en orden su situación fiscal y económica.
La fuente de ingresos
Para el Gobierno de Venezuela, los ingresos petroleros representan aproximadamente 50% de sus ingresos totales[xi]. La caída estrepitosa de 52% en las ganancias del año pasado de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), la empresa petrolera estatal, recortó el “fondo reservado” revolucionario de Chávez, justo cuando la infraestructura en ruinas, los cortes en el suministro de energía, la inseguridad alimentaria y el delito están minando seriamente su popularidad[xii]. Aunque Venezuela sigue negociando concesiones de explotación petrolera con empresas petroleras de occidente, solo unas pocas están preparadas para invertir miles de millones de dólares de capital nuevo en Venezuela, teniendo en cuenta el ataque cada vez mayor del régimen contra los derechos de propiedad. Sin embargo, dado su vínculo ideológico con Venezuela y su apetito voraz de materias primas, China está dispuesta a negociar con Chávez y es capaz de obtener términos favorables, confiada en su capacidad de usar su fuerza para resolver cualquier disputa que surja con Caracas en relación con las inversiones.
Para el Gobierno de Venezuela, los ingresos petroleros representan aproximadamente 50% de sus ingresos totales[xi]. La caída estrepitosa de 52% en las ganancias del año pasado de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), la empresa petrolera estatal, recortó el “fondo reservado” revolucionario de Chávez, justo cuando la infraestructura en ruinas, los cortes en el suministro de energía, la inseguridad alimentaria y el delito están minando seriamente su popularidad[xii]. Aunque Venezuela sigue negociando concesiones de explotación petrolera con empresas petroleras de occidente, solo unas pocas están preparadas para invertir miles de millones de dólares de capital nuevo en Venezuela, teniendo en cuenta el ataque cada vez mayor del régimen contra los derechos de propiedad. Sin embargo, dado su vínculo ideológico con Venezuela y su apetito voraz de materias primas, China está dispuesta a negociar con Chávez y es capaz de obtener términos favorables, confiada en su capacidad de usar su fuerza para resolver cualquier disputa que surja con Caracas en relación con las inversiones.
El pago de US$4.000 millones que China realizó el mes pasado a un Chávez muy necesitado de dinero, es la última evidencia tangible de esta relación mutuamente beneficiosa[xiii]. Ese primer pago es parte de un acuerdo por el que China prestará aproximadamente US$20.000 millones a Venezuela a cambio de entregas de petróleo en los próximos 10 años[xiv]. Venezuela paga esta deuda enviando 200.000 barriles de petróleo a China por día[xv]. El acuerdo de préstamo, negociado personalmente por Asdrúbal Chávez, vicepresidente de PDVSA y fiel primo del dictador, se basa en un fondo destinado a suministrar financiamiento a largo plazo para “la construcción de infraestructura, la explotación energética y minera, la expansión agrícola e industrial así como el desarrollo social, a fin de acelerar el progreso económico y social de Venezuela “[xvi].
Se dice que el primer pago será para la generación de energía, la minería y la producción agrícola. La inyección de efectivo no podría llegar en mejor momento para el régimen de Chávez, tras los apagones y los episodios de falta de alimentos, y antes de las elecciones nacionales del 26 de septiembre.
Energía
En plena crisis financiera mundial, la economía de China creció aproximadamente 8% en 2009[xvii]. Mientras la mayoría de las economías del mundo registra recuperaciones lentas, las necesidades de energía de la República Popular China representará aproximadamente la tercera parte de la nueva demanda de petróleo para los países que no forman parte de la OCDE[xviii]. Esos factores hacen que China sea parte fundamental del objetivo estratégico de Chávez de terminar con la dependencia de su país respecto de las exportaciones de petróleo a Estados Unidos.
La tendencia es clara. En 1998, las compras de Estados Unidos de petróleo crudo venezolano representaron cerca de 1,74 millones de barriles por día; esa cifra bajó a 1,42 millones en 2002 y actualmente se ubica en torno a 950.000[xix]. Sin embargo, a fin de reemplazar totalmente el mercado estadounidense (que alberga las refinerías que pueden destilar el crudo pesado venezolano para obtener un producto comercializable), Chávez debe expandir su capacidad interna de refinar la materia prima y además de transportarla a mercados alternativos donde existen refinerías adaptadas[xx].
Aquí es donde aparece el rol de China. Comenzando con un papel minúsculo en el mercado petrolero de Venezuela en la época de la elección de Chávez, la República Popular China hoy participa (mediante operaciones de exploración y producción (upstream), enormes inversiones de capital, acuerdos de compra de largo plazo y planificación estratégica) en la exploración, la explotación, el transporte, la refinación y la distribución del petróleo crudo pesado de Venezuela.
El ministro del Poder Popular para la Energía y Petróleo de Venezuela Rafael Ramírez[xxi] y el vicepresidente de PDVSA Chávez hicieron una visita de dos días a Beijing en el pasado mes de febrero para confirmar los términos de una cooperación a largo plazo de gran envergadura en el sector energético[xxii]. Ramírez también dirige la parte venezolana de un grupo de tareas conjunta de expertos en energía y minería de ambos países que está supervisando casi 30 proyectos ambiciosos, que incluyen la explotación de nuevos yacimientos petroleros, la producción de petroquímicos y la construcción de refinerías y buques cisterna.
La Corporación Nacional de Petróleo de China está llevando a cabo una dura negociación de los términos de su participación en la exploración del “bloque Junín 4” en la Franja del Orinoco, pero es evidente que está muy dispuesta a explotar esta nueva fuente de petróleo. En noviembre comenzará la construcción de una nueva refinería por US$8.000 millones en la provincia de Guangdong que, una vez que entre en funcionamiento en 2013, estará en condiciones de recibir petróleo producido en Junín 4. Esa refinería es una de varias que impulsarían la capacidad de China de recibir y procesar más de un millón de barriles por día de crudo venezolano[xxiii]. Para abrir esta nueva cadena de suministro, la República Popular China está financiando la compra urgente de entre cuatro y seis buques cisterna para el transporte de las exportaciones de Venezuela: el primero de esos buques Suezmax de 150 toneladas se entregaría a fines de 2011.
China a cargo
La relación Caracas-Beijing no se limita a lo relacionado con transacciones, es institucional. Va mucho más allá de los acuerdos comerciales, acuerdos de préstamo o inversiones específicos ya que China proporciona un amplio asesoramiento sobre temas de política energética, agrícola e industrial. No quedan dudas respecto de que China está decidida a proteger sus inversiones brindando conocimientos técnicos especializados a los poco experimentados administradores de Chávez acerca de un amplio espectro de temas, entre ellos la complicada situación fiscal y las políticas petroleras de Venezuela.
La relación Caracas-Beijing no se limita a lo relacionado con transacciones, es institucional. Va mucho más allá de los acuerdos comerciales, acuerdos de préstamo o inversiones específicos ya que China proporciona un amplio asesoramiento sobre temas de política energética, agrícola e industrial. No quedan dudas respecto de que China está decidida a proteger sus inversiones brindando conocimientos técnicos especializados a los poco experimentados administradores de Chávez acerca de un amplio espectro de temas, entre ellos la complicada situación fiscal y las políticas petroleras de Venezuela.
Si bien planes amplios y detallados están dentro de lo esperable entre dos Estados nominalmente socialistas, los venezolanos se sorprenderían si supieran el papel sumiso que su Gobierno asumió bajo la tutela china. Por ejemplo, en mayo de 2010, una delegación de China con cuarenta miembros, encabezada por Liu Kegu, vicegobernador del Banco de Desarrollo de China, realizó una visita de dos semanas a Venezuela para inspeccionar posibles destinos de inversiones y entregar demandas específicas al equipo de Chávez[xxiv].
Los enviados chinos explicaron que uno de los propósitos de su visita era crear un grupo de trabajo de “planificación conjunta” que recibiría y aplicaría recomendaciones de Beijing respecto de un conjunto de políticas y proyectos públicos[xxv]. Durante la visita de mayo, la delegación china también se atrevió a decir a sus pares que el objetivo era ayudar a que Venezuela reformara su sector petrolero, empezando por la definición de la función y la interacción del Gobierno, el sector privado y los inversionistas; designando proyectos específicos y las condiciones necesarias para llevarlos a cabo; y mejorando la planificación interna.
Los enviados chinos explicaron que uno de los propósitos de su visita era crear un grupo de trabajo de “planificación conjunta” que recibiría y aplicaría recomendaciones de Beijing respecto de un conjunto de políticas y proyectos públicos[xxv]. Durante la visita de mayo, la delegación china también se atrevió a decir a sus pares que el objetivo era ayudar a que Venezuela reformara su sector petrolero, empezando por la definición de la función y la interacción del Gobierno, el sector privado y los inversionistas; designando proyectos específicos y las condiciones necesarias para llevarlos a cabo; y mejorando la planificación interna.
En una sesión, durante la mencionada visita, los planificadores centrales chinos realizaron un conjunto de preguntas a sus anfitriones venezolanos sobre detalles del dilema fiscal del país, cuestionando la base de las cifras de inflación, revisando el gasto social en educación y salud, investigando los datos de exportaciones y evaluando las paupérrimas cifras del país en términos de nueva inversión extranjera. Los venezolanos (en medio de las negociaciones para recibir un préstamo de US$20 millones del Banco de Desarrollo de China) no tuvieron más opción que invitar a la República Popular China a que ofreciera sus consejos amistosos[xxvi].
China envió miembros de equipos a varios estados venezolanos para evaluar los sectores alimentario y agrícola, en dificultades. La falta de alimentos, los envíos de alimentos que se pudren y las impopulares expropiaciones de granjas antes productivas y de cadenas de tiendas de alimentos sacudieron el régimen de Chávez. Los chinos hicieron una crítica feroz, mencionando la estructura deficiente, el uso inadecuado de la tecnología, la gestión ineficaz de tierras productivas que el Gobierno había confiscado a privados y la distribución de las operaciones agrícolas, ineficiente en relación con los centros de procesamiento y los mercados. Incluso explicaron en detalle un plan plurianual que apunta a que Venezuela sea un productor autosuficiente de granos en 2012 y un exportador de alimentos en un plazo de entre 10 y 15 años.
El equipo visitante de la República Popular China también brindó un curso acelerado a sus alumnos venezolanos sobre la reestructuración del caos de las finanzas, recomendando un plan a corto plazo para impulsar el crecimiento económico y controlar la inflación. En el mediano plazo, los asesores chinos recomendaron que los venezolanos se concentren en fortalecer las empresas productivas clave y abordar los cortes en el suministro de electricidad, además de reducir la inflación. En lo que al sector industrial se refiere, los delegados chinos dictaron un plan para producir alimentos y otros bienes de consumo y para crear “zonas industriales” para la fabricación de tubos y otros equipos pesados relacionados con la producción y el transporte de petróleo.
Con miras al futuro, los equipos de China y Venezuela dieron inicio a una serie de conversaciones intensas sobre la posibilidad de fabricar automóviles y autobuses, computadoras, teléfonos celulares y una gran cantidad de otros bienes para que el país de América del Sur se vuelva autosustentable y pueda exportar a mercados extranjeros. Como consecuencia, Estados Unidos podría perder no solo su participación de mercado en el mercado interno de Venezuela, sino que pronto podría ver surgir nuevos competidores en Venezuela, financiados por uno de los proveedores de financiamiento más ricos y uno de los poderes comerciales más agresivos del mundo. El gráfico muestra que las exportaciones de China a Venezuela crecieron más del 30% por año entre 2000 y 2009, mientras que las exportaciones de Estados Unidos a Venezuela crecieron apenas alrededor del 6% anual en ese período.
¿Chávez encontró la horma de su zapato mientras Washington dormía?
Los venezolanos, celosos de su soberanía, han de irritarse si se encuentran bajo la supervisión de China, en especial en lo que hace a elementos esenciales como la energía, los alimentos y las finanzas. Sin embargo, los chavistas no tienen más opción que aceptar la interferencia de un socio rico que se esfuerza por asegurar sus inversiones.
Chávez inició su relación con la República Popular China hace una década, con la intención de deshacerse de empresas e inversores de Estados Unidos y de librar a PDVSA de un equipo de tecnócratas que le impedían tomar el control absoluto del sector petrolero[xxvii]. Entonces no habría podido imaginar que algún día su situación económica sería tan sombría que se vería obligado a hipotecar las reservas de petróleo de su país y a vender su soberanía y su futuro al mejor postor. Para su propio perjuicio, con tal de no dejar que Estados Unidos toque el petróleo, permite que los chinos aprovechen al máximo la debilidad relativa de Chávez para dictar acuerdos petroleros provechosos. Chávez ha cambiado a inversores occidentales solícitos y socios de libre mercado por los planificadores centrales más despiadados del mundo. En los imperiosos chinos, Chávez pudo haber encontrado la horma de su zapato.
Los venezolanos, celosos de su soberanía, han de irritarse si se encuentran bajo la supervisión de China, en especial en lo que hace a elementos esenciales como la energía, los alimentos y las finanzas. Sin embargo, los chavistas no tienen más opción que aceptar la interferencia de un socio rico que se esfuerza por asegurar sus inversiones.
Chávez inició su relación con la República Popular China hace una década, con la intención de deshacerse de empresas e inversores de Estados Unidos y de librar a PDVSA de un equipo de tecnócratas que le impedían tomar el control absoluto del sector petrolero[xxvii]. Entonces no habría podido imaginar que algún día su situación económica sería tan sombría que se vería obligado a hipotecar las reservas de petróleo de su país y a vender su soberanía y su futuro al mejor postor. Para su propio perjuicio, con tal de no dejar que Estados Unidos toque el petróleo, permite que los chinos aprovechen al máximo la debilidad relativa de Chávez para dictar acuerdos petroleros provechosos. Chávez ha cambiado a inversores occidentales solícitos y socios de libre mercado por los planificadores centrales más despiadados del mundo. En los imperiosos chinos, Chávez pudo haber encontrado la horma de su zapato.
Durante demasiados años, las autoridades de Estados Unidos desestimaron a Chávez por considerarlo un peso liviano, y sostuvieron que lo único que debía hacer Estados Unidos era permanecer fuera del camino de sus puñetazos descontrolados para que él terminara por extenuarse. Pero, con la ayuda de grandes potencias hostiles, los golpes de Chávez llegan a categorías más pesadas que las de Venezuela.
El último argumento para no actuar es que la oposición interna está ganando puntos gracias a él y lograría obtener una cuota de poder en las elecciones del 26 de septiembre para la Asamblea Nacional. Chávez, sin embargo, como el resto de la muchedumbre autoritaria con la que gobierna, tiene suficiente control interno para no verse condicionado por los altibajos del apoyo político. Si pierde una cuota considerable de respaldo en la Asamblea, sencillamente la marginará, como hizo cuando perdió cargos locales y regionales a manos de la oposición en 2008[xxviii]. Además, los socios mundiales de Chávez no necesitan que sea popular; les basta que se mantenga en el poder por cualquier medio.
Los diplomáticos de Estados Unidos que esperan sentados que Chávez se noquee a sí mismo han de estar ciegos a las relaciones extensas y profundas que forjó su régimen con gobiernos ricos y astutos (no solo el de China sino también los de Cuba, Irán y Rusia) que constituyen una amenaza colectiva a nuestros intereses y que ayudarán a mantener a Chávez en el poder. Estas potencias rivales han enviado a Caracas delegaciones de alto nivel para llegar a nuevos acuerdos con Chávez; así y todo, Washington sigue pasando por alto, malinterpretando o minimizando la amenaza que se está conformando bajo sus narices. Si algún día los diplomáticos de Estados Unidos enfrentan a Chávez y a su grupo de amigos, será mejor que tengan en cuenta la sabiduría de Las Vegas: si uno está en un juego de póquer con apuestas altas y no puede determinar quién es el tonto, el tonto es uno.Roger F. Noriega (rnoriega@aei.org), un funcionario senior del Departamento de Estado entre 2001 y 2005, es miembro visitante de AEI y director ejecutivo de Vision Americas LLC, que representa a clientes extranjeros y locales.
Notas:
[i] Lissy De Abreu, “Chávez Cannot Afford to Cut Off U.S. Oil: Analysts”, Agence France-Presse (AFP), 26 de julio de 2010, disponible en http://news.yahoo.com/s/afp/
[ii] Robert G. Breene Jr., ed., “The Hemispheric Left (HL) in Venezuela”, en Latin American Political Yearbook 2001 (Piscataway, NJ: Transaction Publishers, 2003), 371.
[iii] El autor ha consultado fuentes de veracidad demostrada, que ofrecieron información privilegiada sobre la formulación de la política exterior de Venezuela y las actividades del círculo de asesores de confianza de Chávez; se obvian aquí los detalles específicos para proteger la identidad de las fuentes.
[iv] El memorando de entendimiento, un documento delicado que no publicaron los Gobiernos de China y Venezuela, fue examinado por el autor en agosto de 2010.
[v] Poco tiempo atrás, Chávez nombró a Jorge Giordano en uno de los seis cargos nuevos de vicepresidente, para gestionar los asuntos económico-financieros. Véase Jeremy Morgan, “Multiple Vice Presidents as Chávez Re-shuffles Venezuela Cabinet”, Latin American Herald Tribune, 3 de agosto de 2010.
[vi] Véase la nota 4 del memorando de entendimiento.
[vii] “Venezuela Pares China Debt with $20 Billion Oil Accord”, Bloomberg, 4 de agosto de 2010, disponible en www.bloomberg.com/news/print/
[viii] La franja de petróleo pesado a lo largo de la Cuenca del río Orinoco, en el noreste de Venezuela, abarca una superficie de 325 kilómetros cuadrados con reservas recuperables de 8.700 millones de barriles. Véase “China and Venezuela Sign Agreements on Junin-4 and a Long-Term Finance Loan”, Your Oil and Gas News, 20 de abril de 2010.
[ix] R. Evan Ellis, “Venezuela’s Relationship with China: Implications for the Chávez Regime and the Region” (debate de panel), Center for Hemispheric Policy, Universidad de Miami, Miami, FL, 2 de junio de 2010.
[x] “China Keeps Chávez Close, but Not Too Close”, AFP, 10 de abril de 2009, disponible en www.google.com/hostednews/afp/
[xi] “Venezuela remains highly dependent on oil revenues, which account for roughly 90% of export earnings, about 50% of the federal budget revenues, and around 30% of GDP”, véase World Factbook de la CIA, “Venezuela”, disponible en https://www.cia.gov/library/
[xii] “Venezuelan Oil Firm’s 2009 Profits Slump 52%”, AFP, 3 de agosto de 2010, disponible en http://news.yahoo.com/s/afp/
[xiii] “Jaua Anuncia Financiamiento Chino por US$20 Mil Millones a Cambio de Petróleo”, Noticias 24, 29 de julio de 2010, disponible en español en http://economia.noticias24.
[xiv] China acordó pagar US$10.000 millones y otros 10.000 millones de renminbi, la moneda oficial de la RPC, que equivale aproximadamente a otros US$10.000 millones. Originalmente, Chávez había anunciado el acuerdo en abril de 2010. Véase Simón Romero, “Chávez Says China to Lend Venezuela $20 Billion”, New York Times, 18 de abril de 2010.
[xv] Véase la nota 4 del memorando de entendimiento.
[xvi] Véase el “Acuerdo entre el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y el gobierno de la República Popular China en la cooperación del financiamiento a largo plazo”, cuyo texto consiguió el autor. Disponible en inglés, www.aei.org/docLib/Agreement-
[xvii] “China GDP Grows by 8.7 Percent in 2009”, CNN.com, 20 de enero de 2010, disponible en www.cnn.com/2010/BUSINESS/ 01/20/china.GDP.annual/index.
[xviii] “Se estima que China consumió 7,8 millones de barriles por día de petróleo en 2008, por lo que pasó a ser el segundo consumidor de petróleo más grande a nivel mundial, después de Estados Unidos. Ese mismo año, se estima que China produjo 4,0 millones de barriles por día de fluidos de petróleo, el 96% de los cuales era petróleo crudo. Las importaciones netas de petróleo de China fueron de alrededor de 3,9 millones de barriles por día en 2008, lo que la convirtió en el tercer importador neto de petróleo del mundo, después de Estados Unidos y Japón. La Administración de Información Energética, proyecta que el consumo de petróleo de China seguirá creciendo en 2009 y 2010, y que la demanda llegará a 8,2 millones de barriles por día en 2010. Ese crecimiento previsto de más de 390.000 barriles por día entre 2008 y 2010 representa el 31% de la demanda proyectada mundial de petróleo en los países que no pertenecen a la OCDE para ese período, según las Short-Term Energy Outlook de julio de 2009. En cambio, se proyecta que la producción de petróleo de China permanecerá relativamente constante en 4 millones de barriles por día en 2009. Según el Oil & Gas Journal (OGJ), China tenía 16.000 millones de barriles de reservas comprobadas de petróleo en enero de 2009”. Véase Departamento de Energía de Estados Unidos, Administración de Información Energética, “China: Oil”, disponible en www.eia.doe.gov/cabs/China/ Oil.html (consultada el 5 de agosto de 2010).
[xix] Cálculos basados en datos de la Administración de Información Energética del Departamento de Energía de Estados Unidos, “Petroleum Navigator”, disponible en http://tonto.eia.doe.gov/dnav/
[xx] “CITGO es una subsidiaria en propiedad absoluta de PDVSA que tiene alrededor de 14.000 puntos de venta minorista de marca (de propiedad directa o filiales) en Estados Unidos. CITGO opera tres refinerías (Lake Charles, LA; Corpus Christi, TX; Lemont, IL), con una capacidad combinada de destilación de petróleo crudo de 755.400 barriles por día”. Véase Departamento de Energía de Estados Unidos, Administración de Información Energética, “Venezuela: Oil”, disponible en www.eia.doe.gov/cabs/
[xxi] Poco tiempo atrás, Chávez nombró a Rafael Ramírez en uno de los seis cargos nuevos de vicepresidente, para gestionar el “desarrollo territorial”. Véase Jeremy Morgan, “Multiple Vice Presidents as Chávez Re-shuffles Venezuela Cabinet”.
[xxii] La visita no se hizo pública, aunque las fuentes consultadas por el autor explicaron el propósito del viaje de esos funcionarios jerárquicos.
[xxiii] R. Evan Ellis, “Venezuela’s Relationship with China: Implications for the Chávez Regime and the Region”.
[xxiv] Véase biografía del señor Kegu en China Vitae, “Liu Kegu”, disponible en www.chinavitae.com/biography/
[xxv] El autor ha consultado documentos que detallan la relación, cuyo origen no puede revelarse a fin de proteger a las fuentes.
[xxvi] Ibíd.
[xxvii] Chávez purgó alrededor de 18.000 empleados técnicos experimentados de PDVSA luego de una huelga en 2002.
[xxviii] Simon Romero, “Venezuela: Caracas Mayor on Hunger Strike”, New York Times, 6 de julio de 2009.
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