En nuestros días
parece cuasi-infantil pensar que personas sin ninguna formación de alto nivel
puedan acceder a cargos de gobierno, toda vez los requisitos obligatorios para
acercarse a cargos gubernamentales implican necesariamente la posesión de un
titulo universitario más años de experiencia en funciones relacionadas con el
cargo que se busque desempeñar. Por esa razón básica, uno tiende a pensar que,
si una persona llega a un alto cargo, es porque su nivel de conducta personal y
social le aleja automáticamente de las posibilidades de incurrir en actos de
corrupción. Lamentablemente, día tras día nos damos cuenta de que esta
presunción apriorística es totalmente errónea: la política –junto a las areas que a
esta compete tomar decisiones -es un campo actualmente invadido por
personas que carecen de requisitos formales, así como de méritos intelectuales
para desempeñar sus altos cargos.
¿Qué
es la «corrupción»?
El
término corrupción puede ser analizado desde muy diversos puntos de vista. En
mi país se suele señalar que la corrupción es un acto contrario a la ley y, por
tanto, al bien común, en que incurre un
político cuando es sobornado por un empresario privado (aunque en sentido
contrario hemos llegado a conocer que también sucede). Buscando un concepto definidor más
universal en el ámbito de lo político, citemos al teólogo venezolano Mikel de
Viana, quien en un artículo publicado en Caracas, el 12 abril de 1998, lo
definía así: «El problema más serio en casi toda América Latina
es que el Estado no ha actuado como la institución universal, abstracta, garante del Estado de
derecho; por lo contrario, ha funcionado como mecanismo para fabricar fortunas,
construir clases artificiales y privilegiar elites. En consecuencia, lo que se
plantea, de cara al siglo XXI, es la reconstrucción del aparato del Estado, con
el fin de que responda a políticas de largo plazo, y no a intereses
contingentes y particulares […], por lo que ello implica opciones: una es la
búsqueda del desarrollo al servicio de las personas y la otra, la búsqueda de
equidad social para eliminar la oprobiosa pobreza».
Le agregaría a la
definición que justamente el acto de corrupción más rapante es aquel que se
comete por parte de políticos, ora en la derecha, o en la izquierda, afirmando
que están en clara y definida lucha para eliminar la pobreza, cuando más bien
se dilapidan los bienes del Estado en proyectos personalísimos, aspecto tan
común en América Latina que, lamentablemente, se ha convertido en un parámetro
definidor muy cercano al Bien Personal, muy alejado del Bien Común.
El caso Odebrecth-
por citar el más conspicuo caso de corrupcion en America Latina en la actualidad - tiene hoy día en el banquillo de
los acusados –allí donde la justicia puede mostrar manos limpias- a políticos pertenecientes a todo el
espectro en los más conspicuos países latinoamericanos, con algunas honrosas
excepciones a la fecha. Y no ha terminado de extinguirse los ecos de este escandalo,cuando
aparece el nuevo denominado Paradise Papers
,al que se suma igualmente el llamado Cementazo-por ahora con tentaculos soo en
Costa Rica. Y todo esto si hacemos abstraccion de otros escandalos que no
fueron siqjuiera invesigados toda vez sobre ellos cae el velo del silencio.
Ahora bien, de
frente a esta situación, los que se autodenominan intelectuales y tratan de
sujetarnos a sus lúcidas «interpretaciones» de la realidad social, están en la
obligación de tomar una posición definida de frente a tales actos. Eso nos
obliga a buscar un término que defina que entendemos por intelectual. Y aquí el
asunto se complica, toda vez que no basta que nos quedemos con el criterio de
quienes se autodefinen como intelectuales y además le agregan el adjetivo de
«izquierda» para hacerlo (extrañamente) «legitimador», porque ya sabemos que
–por razones históricas- desde la posición contraria, es inusual que suela recurrirse a autodenominarse
intelectual, «de derecha» que tiene ya un tono «deslegitimador» .
Pero no nos interesa quedarnos en el
ámbito de lo estrictamente político material, sino que nos ocuparemos también
de quienes incurren en actos de corrupción, quienes desde una posición
apriorística, ideologizada, postulan que sus ideas son las únicas que deben
primar. Y, más grave aún, es el hecho de que quienes así se pronuncian busquen
hacerlo desde sus posiciones políticas, autocalificándose de intelectuales
amparados en sus títulos universitarios y en sus cargos de alto nivel bien
actuales, como en el pasado. Expresado enterminos mas
sencillos: no es suficiente uno tenga un titulo universitario, sepa hablar o
escribir bien y tome como segunda profesion la de actuar a lo Savoronola para
exhibir preseas de intelectual. Algo mas
es requerido,como veremos de seguido.
Definicion de Nozick. -El
filósofo norteamericano Robert Nozick,
especialista en problemas de ética, que habia
pasado por la experiencia de estar en
diversas denominaciones politicas , en su libro de madurez « Rompecabezas
Socráticos» formula como
ideas muy sintéticas las que siguen: « intelectuales no son sólo todas las
personas inteligentes, con alto grado de educación formal, sino, más bien
quienes trabajan como intermediarios en el flujo de las ideas: novelistas,
poetas, periodistas y académicos, que se encuentran ubicados en puestos claves:
universidades, gobiernos, medios de comunicación. No son intelectuales los que
trabajan con números o conceptos exactos: físicos, matemáticos, químicos, ingenieros,
así como tampoco son intelectuales los artistas, ni los legisladores… »
¿Quién es un
«intelectual»?
Ahora bien, en el mundo capitalista,
en donde los intelectuales gozan de más libertad de expresión para formular sus
ideas , no son –necesariamente- los mejor remunerados, aunque gocen de mucho
reconocimiento, dado que la sociedad capitalista no funciona bajo el principio:
«a cada uno según su mérito o valor», por lo que el mercado premia sólo a
quienes logran satisfacer las necesidades de otros y el tamaño del premio
depende de la demanda que existe por ese producto o servicio. Como
a través de los siglos los intelectuales han evaluado las diferentes
actividades humanas, han sido ellos mismos quienes se han colocado en la cumbre
y, como suelen escribir sobre sus temas preferidos, prácticamente mantienen una
dictadura en esas materias y uno no sabe de antemano si lucir plumas de intelectual es suficiente
para afirmar que lo que se afirme en un determinado asunto sea santa vrdad,toda
vez hay intelectuales que no son justos,sino arbitrarios en sus juicios de
valor.
Estado
de Situación de los Intelectuales
Definidos provisionalmente los conceptos básicos sobre el tema de la Intelectualidad ,
examinemos brevemente el estado de situación en que se mueven los que se consideran tales para definir - posteriormente - algunas reglas
éticas de su comportamiento en torno al tema de la corrupción y nos
encontraremos-de nuevo-con bastantes ambigüedades, y es , que desde los años
veinte del siglo que acaba de terminar, en que aparece la palabra por primera
vez, el término intelectual ha sido objeto de muchas interpretaciones. Veamos
algunas, porque nos van a permitir arribar a conclusiones más concretas acerca de su obligado rol
en la sociedad. El examen lo consideramos necesario en razon de que en algunos
actos sociales de nota salen a la palestra publica intelectuales defendiendo o
denostando posiciones y muchas veces no hay objetividad en sus posiciones ,toda
vez estas obedecen mas bien a intereses de naturaleza distinta. Pero no
rejuzguemos,antes hagamos un poco de disccion del termino intelectual,dado que
en esta epoca de redes sociales,cualquier hijo de vecino poseedor de una cuenta
en alguna o varias de ellas, se considera un intelectual y por ello un Magister
Dixit y un Savoronola de paso.
Criterio de Snow
- El filósofo inglés Snow, en su obra, "Las Dos Culturas", aparecida
en 1959, analiza el término bajo analisis y
divide a las personas merecedoras de este atributo entre "intelectuales de
letras" e "intelectuales de ciencia". Sin embargo advierte que
los profesionales de las letras, se habían apropiado del término, por lo que aboga por una reunión de ambas disciplinas
para evitar la creciente dicotomía entre los dos tipos de conocimiento que
produce cada una. En 1963, el mismo Snow en una segunda edición del libro
citado, señala que, es necesario el nacimiento de una nueva cultura que llene
el vacío de comunicación entre intelectuales de letras e intelectuales de
ciencia, dado que el conocimiento no se puede plantear en forma disyuntiva:
para dejarle las “explicaciones” a los científicos o para dejarle "las
interpretaciones" ” a los letrados,dado esto se conttituye en una aberracion .
Y justo para
estas
fechas surge otra tendencia: la ciencia se divide en dos disciplinas: la de los
científicos puros y la de los científicos aplicados. Con ello nace la
tecnología y junto a esta también surge la preocupación en torno a los valores,
a los conceptos de objetividad y de subjetividad. Y a la comienza
a aflorar la discusión en torno al impacto en el quehacer de los intelectuales
y del compromiso social de su trabajo.
Criterio de Hodara-
En 1972, el politólogo israelí Hodara, en su obra "Políticos versus
Técnicos", aboga por la necesidad de que los primeros deben aprender a
tecnificarse, pero sin caer en el frío tecnologismo ; y los segundos
requieren emprender el esfuerzo por entender que la política consiste en el
arte de tomar decisiones entre dos polos –muchas veces profundamente
antagónicos - de conocimiento y verdad, siendo por lo tanto conocimientos no
necesariamente opuestos, sino complementarios. Para este pensador el compromiso
ético de unos y otros es de diferente naturaleza, pero constituye -en ambos -
una obligación insoslayable.
Criterio de Shils-
En 1974 , el sociólogo y economista británico Edward Shils , publica la obra “
Los Intelectuales y el Poder”, que permite asomarse , sin sesgos ideológicos
que distorsionan la verdad , a las obras de envergadura producidas por
científicos y pensadores de la talla de Max Weber, T.S. Elliot, Karl Mannheim,
Edward Taine, Jules Romains, Karl Popper ,entre otros . Y sin que nos lleve a una conclusión
determinante, como si intentaron Marx y Engels, nos hace notar el error de
quienes de consideran o se dicen intelectuales para caer en fanatismos de
diversa índole que les enajena y enturbia la mente y por ende enturbian las conclusiones a las que llegan apresuradamente munidos
solo de su intelectualismo.
Criterio de Fukuyama-
En 1987 el sociólogo norteamericano Francis Fukuyama en la obra "El Fin de
la Historia", que alude a la desaparicion de la URSS y a la hegemenonia que cobra el
Mundo Occidental Capitalista, señala –desde nuevas perspectivas- algo
que habían intuido otros pensadores cuando afirma : " ...ya los
intelectuales de letras, sobre todo los ideólogos y los políticos, no están en
capacidad de producir más ideas, toda vez que han agotado su capacidad para
definir la historia, dejando entonces a la ciencia el camino libre para
plantear alternativas que deben ser resueltas solo por el mercado.. " Obvio que esta vision de
Fukiyama parece ser la contraportada de la vision de Engels en su epoca de oro.
Y asi como sabemos Engels es derruido de su pedestal en los 90,al desparecer la
URSS, ahora la vision de Fukuyama hace aguas por todos lados. Asi que no
recurramos a la politica para sacar de alli intelectualidad,toda vez en su seno
las ideas se obnubilan y tiñen electoramente.
Criterio de Brockman-
En 1995, el filósofo de la ciencia y periodista cultural norteamericano John
Brockman, en su obra "La Tercera Cultura", plantea que en la escena
intelectual se está produciendo, cada vez con más fuerza, un fenómeno social
que va dejando de lado al "intelectual tradicional" (se refiere al de
letras), para darle importancia únicamente al intelectual científico. Brockman
, señala que por lo menos en lo que se refiere a los intelectuales
norteamericanos tradicionales, estos son "...cada vez más reaccionarios,
con alta frecuencia arrogantes y tercamente ignorantes de muchos de los logros intelectuales
verdaderamente significativos de nuestro tiempo, porque su cultura rechaza la
ciencia, careciendo muchas veces de base empírica para hacerlo y porque viven
haciendo comentarios de comentarios y comentando los comentarios, en los medios
de prensa, en una espiral que se agranda, hasta que pierden de vista el mundo
real ".
Criterio de Jacoby
-El profesor norteamericano, Russell Jacoby en su libro "Los Últimos
Intelectuales" en 1997, afirma que: "... el quehacer de todo
intelectual, sea de letras o de ciencias, debe incluir la comunicación, porque se supone que los
intelectuales no son sólo gente que sabe. Son tambien -y muy fundamentalmente - personas
que modelan el pensamiento de su generación, porque un intelectual es un
sintetizador, un publicista, un relacionista, en fin un comunicador, al
servicio de la razón ". Para Jacoby,por tanto un intelectual con camiseta politica y peor aun
electoral partidista es un dinosaurio.
Síntesis
Parcial de la definición de Intelectual .
Aunque se podrían agregar algunas definiciones más
baste con las mencionadas
, porque se deduce de los criterios de los autores
citados que si no hay una concordancia total en las inquietudes, al menos si
existe un eje orientador común, casi de Perogrullo:
a.- El
intelectual es una persona que sabe. Ese saber debe ser puesto al servicio de
la comunidad, porque el poseedor de ideas, el intelectual es un comunicador.
b. Un comunicador es una
persona que sirve de mediador o de intérprete de la realidad que le circunda y
que describe, según su conocimiento, lo que es esa realidad.
c. Y
de acuerdo con las reglas de la ciencia , el intelectual, que ya se nos ha
convertido en un comunicador , resulta que requiere de usar un solo
instrumento válido para hacerlo: la lógica, no la emoción.
Esto es: debe usar la razón y no el sentimiento. Esta vision que es la que
campea en la actualidad se la debemos a un neurocognotivista,ciencia que nos
enseña que detrás de todo el pensamiento y la accion humanas , hay amen de posiciones
que parecen ser racionales,actitudes que son hondamente subjetivas.
Pero resulta
que la verdad es siempre elusiva.En ocasiones harto elusiva,porque inicios del
milenio que cursa un especialista en la nueva ciencia del
Neurocognotivismo,distinta a la que poseian los anteriores autores que henmos
citado nos derruye la definicion.
Jose Antonio Damasio,neurocognotivista portugues formula
esta interpretacion postmoderna de lo que es un intelectual,cuando
afirma:
a) La idea de que el bastión de la lógica no debe
ser invadido por las emociones y el sentimiento está firmemente establecida
desde Platón hasta Kant; pero tal vez no hubiese sobrevivido de no haber sido
expresada tan vigorosamente por Descartes, quien separó de las emociones a la
razón y apartó a ésta de sus cimientos biológicos reales.
b) Por supuesto que la escisión cartesiana no es la
causa de las patologías que hoy padece la razón, pero sí puede
achacarse a aquella lo mucho que el mundo moderno ha tardado en reconocer su
raigambre emocional
c) Cuando se concibe a la razón como carente
de ascendencia biológica, es bastante fácil pasar por alto el papel que en su
funcionamiento desempeñan las emociones.
d. Y
concluye tajante: no
advertimos que nuestras decisiones presuntamente racionales acaso sean
manejadas por la emoción que se desea mantener a raya.
e. No hay
que ignorar el efecto positivo que las emociones bien armonizadas pueden
producir en la búsqueda del conocimiento para emitir juicios de valor certeros.
Emoción
y Razón para un Compromiso Social
De
acuerdo con la visión postmoderna del neurocognotivista Damasio quien desentraña la verdadera naturaleza del
ligamen-razón-emoción con la que emitimos juicios , resulta que la
racionalidad necesaria para que los intelectuales del lado de las letras y los
intelectuales del lado de las ciencias superen esos retos (y que su labor sea
realmente positiva para la comunidad) ha de estar imbuida de los sentimientos y
emociones que brotan de lo más profundo del espíritu, porque la emoción es un
factor integrante de todo proceso discursivo, de todo proceso de interpretación
de la realidad, de todo acto de interpretacion y de modificación de la sociedad.
Es por ello que pareciera que los ingentes
esfuerzos provenientes de pensadores de distintas disciplinas que ya hemos citado anteriormente, encuentran
-hasta ahora -una explicación válida para entender el porqué de esa dicotomía
tan peligrosa entre letrados y científicos, entre científicos puros y
tecnólogos, entre técnicos y políticos.
Asi que si
la nueva ciencia cognoscitiva tiene la razón, de lo que adolece hoy la
humanidad no es de falta de competencia lógica: hay más bien exceso de ella.
Asi que se
adolece más bien, parafraseando a Damasio: “... de una falta de emociones que
informen el despliegue de la lógica.”
Lección
para los que se desenvuelven en las esferas públicas
De estas reflexiones de Damasio se deriva al menos
una lección que lamentablemente no han aprendido quienes se desempeñan en
labores intelectuales o quienes pululan en esos campos sin estar bien
pertrechados para ello: la falta de emoción es tan perniciosa para la
racionalidad como el exceso de emoción.
Ciertamente no parece que la razón salga gananciosa
al actuar sin el influjo de la emoción. Al contrario, es probable que ésta nos
ayude a razonar bien, sobre todo en los asuntos personales y en los sociales,
orientándonos a veces hacia el sector más ventajoso para nosotros dentro del
campo de las decisiones posibles, pero no se requiere que las emociones
sustituyan a la razón o que decidan por nosotros...
Pero si seguimos el criterio de Damasio y aceptamos
que, efectivamente ya no son válidas las opiniones de todos los autores citados
antes de él, resulta que si la emoción (subjetiva) y la razón (objetiva) se
deben entrelazar para darnos la verdad, estamos enfrentados a un problema más
profundo que el de la simple objetividad, dada la necesidad de bucear lo
verdadero en la complejidad del pensamiento y el quehacer post-modernos.
No esta de mas
recordar que lo que plantea Damasio había
sido intuido por el físico judío- alemán Einstein en la sintetica frase:
"La ciencia sin religión es coja, la religión sin ciencia es ciega",
con lo cual señalaba con toda claridad la enorme responsabilidad social, que
gravita sobre los intelectuales de uno y otro lado del conocimiento .
Y esto nos coloca de frente a una nueva reflexión,
de carácter ético-social y que constituye el eje de nuestra reflexión : Cual debe ser el compromiso social
de los intelectuales en el campo de la política…?. Y puesto que la politica
no se da en el vacio sino justo en la sociedad…..preguntemonos: Cual es el
compromiso social de los que hacen sus tareas en altos niveles decisirios dela
poitica….?
¿Qué
es el compromiso social?
En la vida práctica de hecho, los científicos y los
letrados, que incursionan en el campo de la política no son personas “in
abstracto”, sino " seres situados” (como lo plantea el pensamiento
cristiano, reflejo de la vieja ética judía). Si, situados en relación con sus
semejantes, en países con intereses determinados y comprometidos en causas que
se constituyen en su propio fin. Esto es la base de la
"ideologización" del quehacer de científicos y de
"letrados", antes de caer en la "politización-electoral "
de sus quehaceres.
El subjetivismo-
El problema llegado al punto de la politización –electoral y a la labor en funciones de gobierno es
que las convicciones o certidumbres que el ser humano posee inciden en sus
convicciones. Y sus convicciones le llevan a construir verdades. Pero tales verdades
no son objetivas, son subjetivas, hondamente subjetivas,amen de parciales.Y
tambien interesadas,no neutras.
Ahora bien
si lo que prima es la subjetividad, entonces: ¿en dónde queda la verdad? ; ¿ Y
cuál es entonces la verdad que se comunica al público, a la comunidad, al país?
La ideologia.-
Cuando un científico o, un letrado han tomado una
posición respecto de la sociedad entonces puede afirmarse que han salido del
ámbito de la certeza radical, para caer en el terreno de la ideología.
Y este paso -inevitable- implica que pone en
compromiso, en serio compromiso su ligamen con la verdad, porque todo quehacer,
toda disciplina intelectual está definida por su parcialidad y por su carácter
positivo; es decir, por su acotamiento de una zona de la realidad. Aunque el
conocimiento que se deriva de la ciencia o se extrae de las letras sea
suficiente para sí mismo no son suficientes como conocimiento compartido por
toda la sociedad.
La deshumanizacion.-
La vida humana requiere, para ser vivida, la
posesión de una certeza radical y decisiva. Radical, porque en ella han de
radicar las verdades parciales. Decisiva, porque solo ella podrá decidir la
discordia entre unas y otras y construir con ellas una perspectiva justa y
clara. Nuestro tiempo no posee una certeza, en el sentido concreto de que
ninguna creencia vigente cumple esos requisitos; de ahí la hondura de la crisis
que afecta a nuestras sociedades cada vez más tecnologizadas, más intercomunicadas, muchisimo
mas globalizadas pero a la vez cada dia mas insensibles y por ende
menos y menos humanas.
El Sentido de la Vida.
Para poder vivir en el ámbito de la verdad el
intelectual necesita ,
pues, una verdad más radical que la que ofrecen los ámbitos acotados de las
letras o de la ciencia. Necesita algo más allá. Requiere
el conocer, o al menos intuir
, cuál
es el sentido de la vida. No es probable que la mayoría de los seres humanos
sean capaces de descubrir la
verdad por sí mismos; pero
no es menester: podrán recibirla como vivencia, cuando sea descubierta
justificada y evidenciada por algunos. Pero ¿dónde encontrarla? ¿en la ciencia,
o en la filosofía, o en la religión, o bien en la política o aún en el arte?.
El problema se ubica en que la opción es personal,
pero ,como los intelectuales son comunicadores, esto es ejemplos a seguir, no
sólo por lo que dicen, sino también por lo que hacen, las consecuencias tienen
grandes repercusiones sociales, lo que nos coloca en el ámbito de la ética.
Pero no en el área de la ética como mero ejercicio de la mente, sino en la
ética comprometida en el ámbito de lo social y más particularmente en el ámbito
de la política. Si de la politica,algo de lo que huyen los mas preparados , dejando el
campo a los menos preparados, a los ineptos, a los que buscan su bien personal.
Y los que buscan su biern personal en la politica son por simple definicion:
personas corruptas,acepten o no esta definicion.
Ética
social como ejercicio político diario
Colocados en esta tesitura los intelectuales –y muy
particularmente-quienes incursionan en el área de la política, están obligados
al menos a tres ejercicios éticos si en verdad están comprometidos en una lucha
frontal en contra de la corrupción política :
1) Es necesario hacer buen uso de la libertad y de
la independencia intelectual. La experiencia es de difícil interpretación, pues
muchas veces hay inclinación a admitir como evidente la primera idea que se
presenta al intelecto, o a tomar por evidencia lo que no es sino resultado de
la familiaridad con ciertos hechos o ideas y aún el amor propio por mantenerlas
sin haberlas verificado.
2) Además de la independencia se debe poseer el
respeto a la verdad : tener el criterio de que los hechos no pueden explicarse
mediante voluntades sobrenaturales o cualidades ocultas, así como tampoco por
cerrar las puertas a toda manifestación que parezca venida del “espíritu”, para
refugiarse en la comodidad engañosa del materialismo.
3) La fiel observancia a la objetividad es a su vez
“el fiel de la balanza” lo que implica en el intelectual la posesión y el
despliegue permanente de cualidades morales, entre ellas: la probidad, la
sinceridad, el valor y la perseverancia hacia su trabajo intelectual, pero
fundamentalmente hacia la solidaridad social, el compromiso con el prójimo que
se cristaliza en acciones concretas en la sociedad actual mediante un
enfrentamiento frontal, sin claudicaciones en contra del principal enemigo de
la cohesión social: la corrupción en cualesquiera de sus múltiples formas.
La Obsolescencia de Maquiavelo.-
Y esto nos
lleva a entender clara y palmariamente que el eje orientador de quienes
participan en política requieren vivir en el ámbito de la verdad,
dejando de lado los fatales consejos de Maquiavelo a su Príncipe, porque en ese
ámbito el “fin que justifica los medios”, no es ético definitivamente. Los
intelectuales sean del sector letras o del sector ciencias, están hoy día
obligados a vivir en contra de la corrupción no importa si su vertiente deriva
del sector privado o del ámbito político.
¿Cómo
se puede vivir en el ámbito de la verdad?
En los planteos
anteriores hemos tratado de mostrar las
diversas definiciones de intelectual ,dado son personas que por su formacion y
conocimientos, que al vertir sus ideas por medio de publicaciones
diversas son comunicadores por
antonomasia. Y esa tarea social obliga a tener determinados valores que deben
ubicarse en el ambito del Bien
Comun,jamas en el cerrado patio del Bien Personal. Y esto obliga a vivir y a
desplegarse en el mundo de la Verdad.
Como lo humano admite grados y pluralidad de
estratos y dimensiones que se modifican con el tiempo no es posible establecer
reglas fijas que relacionen al ser humano con la verdad; pero gracias a una
generalización de carácter moralista - objetivo es posible pensar que tal
relación se puede lograr en esta época, con una sencilla fórmula, que en 1978
el filósofo español Julián Marías, distinguía con absoluta claridad.
Con tanta claridad que sus sabias palabras estan escritas
para los intelectuales y –de paso –tambien para los
politicos de esta época.Nos dice el filosofo:
Vivir en el ámbito de la verdad-
Esto acontece siempre que una persona vive apoyándose en un repertorio de
verdaderas creencias, en las cuales está auténticamente encarnada su
existencia. Ese repertorio puede ser angosto o amplísimo, tosco o preciso; en
todo caso, el hombre descansa sobre ese supuesto, del cual es realmente
solidario, y vive -entonces- en rigurosa autenticidad.
Vivir en el horizonte de la verdad- Esto acontece
cuando se indaga la verdad, buscándola en la medida en que no
se la tiene o resulta deficiente. Naturalmente, la verdad que se pretende y
busca será de otra índole que la anterior; no una verdad en que “se está” o
creencia en sentido estricto, sino una verdad a la que “se llega”
Vivir al margen de la verdad-
Esta es una situación que es mucho más frecuente que las dos anteriores, porque
son mayoría las épocas en que el sistema de creencias está, por lo menos,
agrietado y trunco, y son muy pocas las personas capaces de la violenta
distensión requerida por la indagación de la verdad y esta posibilidad no tiene
nunca carácter social (y ésta es una de sus peculiaridades). Lamentablemente
esta forma de vida, que es la de la inmensa mayoría de los hombres, incluso de
los intelectuales de profesión es la vida en la verosimilitud; y, por supuesto,
su raíz última es la frivolidad y el esnobismo oportunista.
Vivir en contra de la verdad-
Esta es una situación extremadamente anormal y paradójica, pero por diversas
distorsiones históricas y sociales ha dominado en la humanidad. La
ideologización facilita el engaño y la politización lo oficializa; en
consecuencia, se afirma y quiere la falsedad a sabiendas y se la acepta
tácticamente. En torno al último punto el filósofo es tajante afirmando: “Hay
en el mundo actual múltiples temas - que están en la mente de todos y no es
menester enunciar: ” Y es preciso preguntándose: ¿Por qué esta voluntaria
adscripción a la mentira en cuanto tal? Y Marías se contesta: "La razón no
es demasiado oculta: en el fondo, se trata simplemente del miedo a la
verdad".
El
aquí y el ahora nos coloca de frente a tres reflexiones-acciones
Quienes se autocalifican de intelectuales y además
le ponen el adjetivo de “izquierda” parece que viven en el pasado, cerrando
ojos y oídos al hecho de que en la actualidad no hay canon o lista oficial de
ideas aceptables u "oficiales". Y conste no
nos referiremos a los intelectuales que provengan del sector de de la
derecha,toda vez sabemos que casi no los hay pues su intelecto lo dedican preferencialmente
a hacer dinero por medio de empresas,al margen,por tanto de las inquietudes
globales.
Asi vivimos
en el mercado de las ideas que mutan día a día, al son de la moda, la
publicidad, las relaciones entre los productores y los consumidores, en donde
no queda a salvo nada del mundo de la comunicación que se nutre de esa
“información” ya distorsionada para reciclarse y volver a introducirse en
nuestro discurrir diario. Esa mutación diaria obliga a tener en cuenta:
Primero: La cultura emergente
que se está imponiendo, estriba precisamente en que admite desacuerdos acerca
de las ideas que merecen tomarse en serio. A diferencia de los intereses
intelectuales previos, radicalizados, las propuestas que provengan de los
intelectuales ,sean de letras o de ciencia, no son ya disputas marginales sino
que trascienden el ámbito de lo local, o lo continental y en virtud del llamado
“efecto Mariposa” (en donde el batir de alas de un insecto en el Amazonas
sumado a otros factores crea distorsiones climáticas en Europa, por ejemplo) lo que terminara afectando
las vidas de todos los habitantes del Planeta.
Y es así, porque –irremediablemente- es necesario
reiterarlo, el quehacer del intelectual incluye la comunicación y ella puede
ser o el "pegamento de la sociedad", o el "ácido que la
corroe", según se la utilice y los valores o antivalores que la originen.
Esto es, un intelectual al momento de exponer una idea puede incurrir en un
acto profundamente ético o por lo contrario puede también entrar en colisión
con ella.
Segundo: Las ideas emergentes
de los intelectuales no deben ceñirse a la reiteración oportunista de verdades
obsoletas, por lo contrario, deben surgir del conocimiento y de la aplicación
de la amalgama de acciones globalizantes en que se mezclan las disciplinas del
conocimiento en áreas como la biología evolutiva, la genética, la informática,
la neurofisiología, la psicología, la biología, la física; y asimismo de las
provenientes de la economía, la religión, la antropología, el derecho. Y por
supuesto que todo ello concurre en la política, y sobre todo en ella, porque la politica es
su verdadero
sentido es un
hipercontexto que baña todo el quehacer societario.
De esta
caracteristica de la politica es facil sacar una conclusion: quienes entren a
ese campo no pueden ser ignorantes, falseadores, manipuladores, mentirosos,
deshonestos, porque si lo son la politica no debe ser su techo,menos su
nido.
Tercero: Para quien se
autocalifique de intelectual y deba “pontificar” sobre el orden político en que
visualiza encasillada a una sociedad dada, es necesario darse cuenta que las
“verdades” de antaño, han quedado encasilladas, ahogadas por los nuevos
conocimientos y no son aplicables hoy en día, por lo que debe partirse de una
nueva filosofía omni- comprensiva que de origen a un nuevo conjunto de
paradigmas. Es necesario entender-digámoslo claramente- que las definiciones
absolutistas del marxismo ,como las del capitalismo ,por mas aggiornamientos que reciban
intelectualmente, en la practica real han quedado
groseramente al margen de ser “Verdades” y no pueden seguir aplicándose urbi et
orbe al ámbito de lo social sin entender que han surgido nuevos conocimientos que
dejan esos “paradigmas” fuera de la actualidad del conocimiento.
Cuarto: A lo anterior aluden con
criterio realmente modernos dos pensadores politicos ,cuyas ideas de vanguardia
deben ser tomadas en cuenta, aunque lamentablemene sean mucho menos conocidas
que los planteos que se hicieron en el pasado y que se siguen repetiendo al
estilo loro en los extremos del espectro
politico. Estos dos pensadores son el frances Alan Touraine y el polaco Sygmund
Baumann,que coinciden,partiendo de experiencias vitales distintas a la nueva
sociedad en la que vivimos,la que tiene estas caracteristicas definitorias que
hacen dificil compaginar la rigidez de las leyes con la movilidad de las
actuaciones societales.
1. Las verdades
de ayer ya no son conocidas ni practicadas.Han nacido nuevas costumbres y la sociedad ya no
es rigidas ,sino líquida
2. Las realidades sólidas de nuestros abuelos, como
el trabajo y el matrimonio para toda la vida, se han desvanecido.
3. Lo anterior ha
cedido paso a un mundo más precario, provisional, ansioso de
novedades y, con frecuencia, agotador.
4.-Todo cambia de un momento a otro, somos
conscientes de que somos cambiables y por lo tanto tenemos miedo de fijar nada
para siempre.
5.-Esta liquidez
societaria parece invitar a algunos a no sujetarse a la cotidianeidad,sino a practicrar la flexibilidad de todo y en todo.
6.-El resultado es
no estar comprometido con nada para siempre, sino listo
para cambiar la sintonía, la mente, en cualquier momento en que sea requerido.
7.-Sentimos la desagradable experiencia de ser
incapaces de cambiar nada: somos un conjunto de individuos con buenas intenciones, pero
que entre sus intenciones y diseños y la realidad hay mucha distancia.
8.El resultado
colectivo final es que todos
sufrimos ahora más que en cualquier otro momento la falta absoluta de agentes,
de instituciones colectivas capaces de actuar efectivamente ,lo que crea un efecto sinergico lo
que nos hace menos responsables ante lo que es el Bien Comun.
El
nuevo contexto Mente-Planeta-Universo
Comenzamos afirmando que la corrupción en el ámbito
de la política consiste en que ,desde el ámbito de lo privado o desde el ámbito
de lo público se confunde groseramente el Bien Personal con el
Bien Común ,pero ahora podemos decir que de la misma manera: quien se
autocalifique de intelectual ,para serlo con justicia debe estar en capacidad
de no confundir burdamente sus ideas apriorísticas y obsoletas con aquella
aproximación a la verdad que surge cuando se entiende - acertadamente - como es
que funcionan nuestras mentes, en sus complejas interacciones con la sociedad,
el Planeta y aun con el Universo. Quien no posea esta capacidad-aunque se siga
autocalificando de intelectual está inmerso en el error .
El intelectual de estas fechas, para
autocalificarse como tal -despojándose de mitos- debe estar en capacidad de
emitir criterios sobre los mecanismos de auto-organización que pueden funcionar
en niveles locales, pero entendiendo- a su vez- que en su conjunto el desorden
del Universo aumenta de acuerdo con la segunda ley de la termodinámica, que
requiere aplicarse tanto a lo físico, como al tejido de lo social. Y aunque
parezca especulativo todo intelectual que se califique de tal, debe estar
actualmente en capacidad de entender términos como “pléctica", concepto
acuñado por el físico norteamericano Murray Gell-Mann (Nobel de física en
1969), uniendo los conceptos de simplicidad y complejidad , para definir que lo
que nos
rodea sea material o abstracto , procede de reglas muy simples que van desde un
orden inicial hasta la inclusión del azar , asociado con la indeterminación y
además evolucionando , en múltiples formas ,hacia
lo complejo,por lo cual
hay un baño constante de caos en lo social.
NOCION POSTMODERNA DE INTELECTUAL
En los partes anteriores hemos ido refiriendo como ha ido
cambiando el concepto de lo que es un intelectual y de lo que son sus funciones
ideales en una sociedad dada. En esta ultima parte-con la que cerramos el tema
nos referiremos a unas pocas ideas que recogen inquietudes finales en torno a
lo que es la
Corrupcion-que lamentablemente campea mas y mas en nuestro mundo,asi como a la
obligacion de los Intelectuales de comprender que en su rol de comunicadores
deben vivir en el ambito de la Verdad y que ello obliga-indefectiblemente a emprender acciones con total honestidad y sin ideas
distorsionantes propias del ambito de
politicas partidistas mal
enfocadas hacia las satisfacciones del Bien Personal,encimadas en el Bien
Comun.
Invitación
a la Reflexión: Juzguemos el pensamiento
El breve periplo que hemos hecho por el ámbito de
las ideas en torno al rol de los intelectuales y su contexto cambiante, nos ha
permitido llegar casi al final de las reflexiones, pero no, ciertamente, de la
búsqueda que las inspira. Ésta debe continuar porque el quehacer de los
intelectuales se da, actualmente en un contexto social ciertamente complejo,
crítico y crucial que a veces parece crear un distanciamiento entre las
construcciones intelectuales ( que a los no iniciados en estos campos se les
antojan frías, sistematizadas, y en lenguaje a veces poco accesible) y por ello
en aparente contradicción con la vida cotidiana de las personas. La
intelectualidad resulta, en tal tesitura, para el común de los mortales, no
sólo incomprensiva, sino también, lejana.
Debemos recordar de forma contante y sin claudicaciones que:
La característica más importante del ser humano no
es su pensamiento, puesto que esta particularidad se da en la escala animal a
diferentes profundidades. Lo esencial es su capacidad para reflexionar; para
trascender el pensamiento puramente objetivo del animal y juzgar tanto el
conocimiento como su propio pensamiento respecto a éste. La capacidad de
desprenderse del pensamiento para analizarlo y juzgarlo es un acto de reflexión
que posee características intelectuales y éticas y que lleva, necesariamente a
un comportamiento moral.
De ello se deriva que la condición del ser humano
es la de un ser que está presente, pero nunca enteramente “dado a sí” es decir
nunca acabado o completo; siempre está en la disyuntiva de que no “es”; de que
es “creado” pero a la vez de que se “hace a sí mismo” pero no en un acto
aislado, sino con sus congéneres. En el proceso de pensar sus
pensamientos, la reflexión del intelectual debe-entonces- conducirle a conocer
- además de su propia interpretación acerca de su naturaleza, del mundo que le
rodea y del Universo - otras interpretaciones que pueden interesarle y
satisfacerle o no.
Hay que
mantener la mente abierta, rechazando
los apriorismos del pasado. Todo dependerá - en
buena parte - de que la reflexión sea “escrupulosa y sin
apriorismos”. Si bien estas
son condiciones difíciles de satisfacer, son necesarias para comparar e incorporar
al conocimiento de previo a desechar otro conocimiento. Este proceso es una
verdadera selección en donde la fe, la lógica, la razón, la intuición y la
experiencia de vida, como elementos disyuntivos, a veces, o conjuntivos, otras,
pueden ser complementarios
u opuestos,pero no ignorados.
De qué manera y cuándo participan de una u otra
característica, dependerá de una elección para integrar un proceso de reflexión
que a su vez será inacabado, pero siempre permanente. O expresado de otra
manera: el intelectual debe ser de mente abierta y por tanto humanista y
humilde en el más profundo sentido de la palabra. Quien obre de distinta manera
está cayendo no solo en la tiranía del pensamiento (además obsoleto) ,
sino en la arrogancia que caracteriza al ignorante,aunque en su reduccionismo
se considere un Magister Dixit,lo que lleva-indiscutiblemente a tener una
posicion a lo Saoronola.
Si se tiene la capacidad de mantener siempre la Libertad de Selección en busca de la Verdad no hay que conceder
espacio a las explicaciones falsas o interesadas . Asi lo explicaba sencillamente dos mil años atrás, un judío universal, Jesucristo : “Sólo la
verdad os hará libres. Y en efecto, sólo la
verdad hace libre al ser humano para optar por una salida a tono con la
responsabilidad de ser .
Una
viejísima y breve anécdota nos ilustre el camino del compromiso de los
intelectuales que incursionan en la vida publica para combatir la corrupción
que nos carcome dia a dia.
Se dice que cuando Sócrates describía a su
discípulo Glauco la forma de vida y la sociedad ideales en las que el creía,
éste le dijo interrumpiendole : “ Pero Sócrates: no creo que
exista esa Ciudad de Dios en ningún lugar de la Tierra “ .
Y Sócrates le comentó: ... “Exista
o no tal ciudad en el cielo o exista alguna vez sobre la Tierra, el hombre
sabio debe vivir según las costumbres de esa ciudad, sin tener nada que ver con
otras; porque aspirando a vivir en la Ciudad de Dios, pondrá en orden su propia
casa...”
En cuanto al tema que nos ocupa, podríamos abordar
el punto desde perspectivas complementarias, pero una primera lección que
debiéramos aplicar es ésta:
a.- Hay reglas de objetividad que debemos tratar de
mantener, que nos obliga a mantenernos actualizados en el conocimiento para
reunir datos e ideas que puedan ser confirmadas por otras.
b.- Es necesario adoptar como actitud permanente el
poner en tela de juicio lo que se conoce y la forma en que se llega a ese
conocimiento.
c.- Requerimos mantener intacta la capacidad para
enmendar, rectificar o comenzar de nuevo y el valor para proseguir,
independientemente de que nos guste o no.
d.- Pasar de la información al conocimiento implica
tener que llegar a comprender y hacerlo parte de la premisa de tener que
aceptar o rechazar en pleno ejercicio de libertad, sin sujeciones a dogmas
ideológicas ¨ y mucho menos acotados en visiones de partidos políticos nacidos
al influjo de ideas caducas.
Conclusión: Si encontramos que el camino a que nos obliga esa
intelectualidad es muy complicado, también es fácil y sencillo encontrar el
camino si nos perdemos: no valoremos solo atenidos a nuestro raciocinio humano,
tampoco lo hagamos uncidos por la emoción humana, porque ambos métodos son
engañosos...
Simple y sencillamente emitamos juicios cada vez
más veraces basándonos en lo que nos dicte la conciencia, ahuyentado el
oportunismo. Y mientras llegamos a la verdad, tengamos claro un mandato
fundamentado en el amor y la solidaridad humana, que se constituye -per se- en
la mejor receta de lucha contra la corrupción: ¡Vivamos cada día construyendo
la Ciudad de Dios! Y –por ende- vivamos menos viendo los errores de los “otros”
cuando los nuestros son iguales o superiores a los de ellos, sea por exceso de
razón o por exceso de emoción.
MSc. Jorge
Poveda
Octubre 2017